La eugenesia

Andrómeda│Diego Guadalupe Pérez Vallejo, Preparatoria 20

Andrómeda│Diego Guadalupe Pérez Vallejo, Preparatoria 20

Nayeli Nohemi Cabrera Díaz
Preparatoria de Tonalá Norte
Participante del IV Coloquio Filosófico del SEMS 2015 “Luis Villoro”

Abstract
La eugenesia es, etimológicamente entendida, el arte del buen nacer. Partiendo de esta definición, supone una mejora y modificación en los rasgos hereditarios para ayudar al nacimiento de individuos más sanos, así como la perfección de la especie humana. Esta práctica, hoy en día se presenta como una posibilidad propiciada por los avances biotecnológicos, que apunta a objetivos terapéuticos, en principio no reprobables.
No obstante, en el presente ensayo explicaré con argumentos que el planteamiento de la eugenesia como un método para la concepción de hijos “más sanos” es contrario a la idea misma de dignidad humana, puesto que, del simple hecho de fijar de antemano “estándares de calidad” al hijo por venir, se infiere que el individuo ha merecido nacer por el mero hecho de poseer ciertas cualidades. Asimismo la eugenesia está en contraposición de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por ende, ni es éticamente correcta su aplicación ni debe ser concebida como una opción.

Desde el comienzo de las sociedades, aún de las más primitivas, existe información acerca de la realización de prácticas eugenésicas, encaminadas a deshacerse de los infantes que nacían con alguna característica “indeseable”, comparados con quienes nacían “normales”. Se cree que la eugenesia, la selección artificial y la manipulación genética, fueron sugeridas al menos desde la época de la antigua Grecia: “En cuanto a la exposición o crianza de los hijos, debe ordenarse que no se críe a ninguno defectuoso”. (Aristóteles, 1970, p. 145)
Sin embargo, fue hasta 1883 que el término eugenesia o “buen nacer” fue acuñado por el naturalista británico Francis Galton. El interés de Galton por la eugenesia surgió poco después de la publicación del libro El origen de las especies (1859), escrito por su primo Charles Darwin. Con la convicción de que el talento, la habilidad, la inteligencia y otros factores, “corrían en las familias” y que la selección natural interviene en el ser humano de igual forma que en las demás especies. Galton sugirió que, así como el hombre había obtenido extraordinarias razas de caballos y perros, se podía mejorar la raza humana controlando la reproducción.
A pesar de esos remotos precedentes, en la actualidad las prácticas eugenésicas son una realidad, puesto que suponen una mejora y modificación en los rasgos hereditarios para ayudar al nacimiento de personas más sanas así como para la perfección de la especie humana. Sin embargo, existe un problema de dignidad humana con la eugenesia, y éste surge cuando el medio para lograr el nacimiento de un niño sano consiste en fijarle de antemano ciertas exigencias de “calidad” que debe cumplir, para tener derecho a nacer. Entonces, lo enunciado anteriormente permite plantearse la siguiente pregunta: ¿es éticamente correcta la eugenesia?
En el presente ensayo defenderé la respuesta negativa a esta pregunta. No es éticamente correcta la eugenesia. Además, tal y como lo mencionaba Paul Berg en la Conferencia de Asilomar, California, de 1975: “No todo lo científicamente posible es éticamente aceptable”. (Jouve, 2012, p. 22). Por ello es conveniente definir los conceptos involucrados en el tema, a continuación presento las definiciones, tomadas de López (1997), he considerado pertinentes para plantear el problema:
Ética: es una de las ramas de la filosofía. Se centra en la moral y elabora análisis y teorías sobre la naturaleza, la función y el valor de los juicios morales. La ética aplicada estudia los problemas morales a los que nos enfrentamos todos los días, ya sea individual o colectivamente, e intenta resolverlos o, por lo menos, hacer progresar su análisis.
Dignidad humana: es el derecho que tiene cada ser humano, de ser respetado y valorado como ser individual y social, con sus características particulares, por el solo hecho de ser persona.
Derechos humanos: son el conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado.
Correcto: que es conforme a las reglas o normas sociales, libre de errores o defectos.
Bioética: es el estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud, examinada a la luz de los valores y de los principios morales.
Recordemos pues que la pregunta es sobre si es éticamente correcta la eugenesia. Una primera observación sería que esta práctica opera sobre una degradación profunda de la procreación humana, ya que esta última viene a ser un proceso similar al de la producción de cosas y, como tal, es expuesta a un inevitable “control de calidad”. Y ese “control de calidad” es el que se aplica, sobre todo, al fruto de la procreación (los hijos). Entonces esto último da pie a suponer que los hijos ya no son queridos por sí mismos. Este enfoque, además de ser contrario a la idea misma de los derechos humanos, altera la relación entre padres e hijos, porque estos últimos pasan a ser aceptados sólo de modo condicional. ¿Cuál será el desarrollo psicológico de ese niño al saber que fue “elegido” sólo porque poseía “buenos genes” y que, de no haber sido así, hubiera sido eliminado sin el menor remordimiento? Y por otro lado, ¿la selección humana no contradice el principio según el cual todos los seres humanos tienen el mismo valor, independientemente de su estado de salud?
Un segundo argumento para defender que la eugenesia no es éticamente correcta, es que las prácticas eugenésicas han sido clasificadas en dos categorías: eugenesia positiva, que fomenta la mayor reproducción de los designados “más aptos”, y la eugenesia negativa, que desaconseja o impide la reproducción de los designados “menos aptos”. Por lo que ambas definiciones de eugenesia están en contraposición de la Declaración Universal sobre el Genoma y los Derechos Humanos que en su artículo 6, establece que nadie podrá ser objeto de discriminaciones fundadas en sus características genéticas, cuyo objeto o efecto sería atentar contra sus derechos y libertades fundamentales y el reconocimiento de su dignidad.
Por tanto, tales prácticas suponen un trato discriminatorio para todas aquellas personas que no son portadoras de “buenos genes”, violarían la libertad de las personas para reproducirse y se estaría forzando a la reproducción de las personas que en sus genes poseen características consideradas como “óptimas”. Esto, claro está, es contrario a la idea misma de dignidad humana, que supone que todo individuo tiene un valor inherente en virtud de su mera condición humana y que, por consiguiente, todos los seres humanos tienen el mismo valor.
De acuerdo con Jouve (2013), del proceso de la eugenesia surgirán los llamados bebés de diseño cuya herencia genética será seleccionada usando varias tecnologías reproductivas con el objetivo de alcanzar una óptima recombinación del material genético de sus progenitores. El solo hecho de fijar de antemano estándares de “calidad” al hijo por venir, a fin de seleccionar solamente aquellos que cumplan con los requisitos fijados deja de ser un fin en sí para convertirse en un simple medio destinado a satisfacer los deseos de los padres. La ideología eugenésica supone el paso de una cultura del “valor de la vida” a una cultura de la “calidad del producto”, es decir, a la idea de que no toda vida vale la pena de ser vivida, o para decirlo más crudamente, de que hay vidas que no tienen ningún valor en el caso de las personas que nacen con algún tipo de discapacidad.
La eugenesia acompañada de la selección y la manipulación embrionaria se ubica en el contexto de lo que se suele denominar “medicina del deseo”, es decir, de una medicina que ha abandonado su finalidad terapéutica debido a que ya no trata de prevenir o curar una enfermedad, sino que aspira, ante todo, a satisfacer los deseos y fantasmas de los individuos. En este caso, se trata no sólo de responder al deseo de tener un hijo, sino de procurar uno de una determinada “calidad”, “libre” de anomalías genéticas.
En la búsqueda desenfrenada del hijo de “buena calidad”, ¿no existe el riesgo de abandonar en el camino nociones estructurales de cualquier sociedad, como la de “padre”, “madre”, “hijo”, y en última instancia, la de “persona”? El planteamiento de la eugenesia como un método para la concepción de hijos “más sanos” es utópico porque da por hecho que la imperfección física y mental del ser humano se puede corregir por medio de la tecnología, de modo semejante a cómo se repara una máquina defectuosa. Esta actitud se olvida de que la imperfección del ser humano es constitutiva de su ser.
Aún cuando los hombres del futuro sean concebidos en laboratorios y sean preservados de la transmisión de enfermedades gracias al empleo de gametos anónimos seleccionados, aún cuando puedan vivir doscientos años o más, aún cuando se les inserten cualidades físicas y mentales especiales, ¿quién nos garantiza que serán “mejores” en el sentido más amplio de la palabra, es decir, en sentido moral? ¿Quién nos asegura, por el contrario, que no serán peores? En otras palabras, cuando la ciencia nos promete hijos de “mejor” calidad, cabe preguntarse: ¿“mejores” para qué?, ¿“mejores” en función de qué criterios?
La utopía biotecnológica nos promete eliminar las deficiencias físicas y mentales del ser humano. Pero si el precio a pagar consiste en la pérdida de libertad de los individuos predeterminados del mañana, es decir, en la degradación de su condición de “sujeto”, entonces el precio es demasiado elevado; el remedio viene a ser peor que la enfermedad. Por ello la eugenesia no es éticamente correcta.
Los seres humanos debemos tomar conciencia de que tenemos que preservar la libertad de las personas, de que no deben convertirse en meros medios para satisfacer los deseos del presente; de que cada individuo que viene al mundo debe ser visto como dotado de un valor inherente y, por tanto, su estado de salud, sus rasgos genéticos, su sexo, origen étnico o demás características particulares no son determinantes en éste. La comunidad científica debe hacer uso de otros procedimientos, orientados a prevenir y tratar eficazmente anomalías de origen genético, que sean debidamente compatibles con la dignidad humana.

Bibliografía
-Platón, La República, Madrid, Clásicos Bergua, 1966.
-Aristóteles, Política, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1970.
-López, E., Ética y vida, Madrid, San Pablo, 1997.
-Jouve, N., El manantial de la vida: genes y bioética, Madrid, Encuentro, 2012.
-Gómez, F., La declaración universal de Derechos Humanos, España, Publicaciones Deusto, 2009.

Presentación de ponencias seleccionadas del III Coloquio Filosófico del SEMS «Karl Marx»

Las cuatro ponencias publicadas aquí, producto del III Coloquio Filosófico “Karl Marx” del SEMS, representan el espíritu diverso que animó este importante evento. Los estudiantes reflexionaron sobre temas de indiscutible relevancia social desde distintas perspectivas filosóficas, que forman parte tanto de la vertiente clásica como de la expresión contemporánea de la filosofía y que muestran el sentido de los cuatro ejes temáticos sugeridos en la convocatoria.
Estos textos nos invitan a una travesía por tópicos como la tensión entre una supuesta necesidad del hombre por la religiosidad y su carácter impositivo, en ocasiones limitante de la realización humana, que pudiera suponer el asumir los preceptos y mandatos que promueve la fe.
Un cuestionamiento sobre la legitimidad de la explotación de los países ricos hacia las naciones pobres, en el marco de las sociedades capitalistas, y sus negativas secuelas sociales y ambientales. La indagación del vínculo entre el uso de las redes sociales y la responsabilidad moral, reflexión que se propone pensar la posibilidad de justificar una moral personal como regulativa de la libertad de expresión, que pareciera ilimitada en entornos virtuales. Y por último, leemos el planteamiento de un tema que es ya parte de la tradición, la necesidad de justificar éticamente el recurso de la eutanasia.
En estos cuatro ejercicios de reflexión filosófica, los estudiantes analizan la realidad a través de la lente de algunas importantes teorías filosóficas. De esta manera aparece el cuestionamiento a la moral religiosa de Nietszche; indirectamente, se lee la crítica al capitalismo de Marx actualizada en la pluma de Peter Singer, así como algunos planteamientos sobre ética práctica de este filósofo australiano que entran en diálogo con las filosofías de Mosterín y Savater.
El importante filósofo Theodor W. Adorno, en el marco de una serie de conferencias sobre el objetivo de la educación, afirmó que una sociedad democrática sólo podía ser sostenida por individuos emancipados. Su idea de emancipación, de tonalidad kantiana, sugiere el arribo del ser humano a una condición de madurez intelectual. Recordemos además que en su maravilloso libro titulado ¿Qué es la ilustración?, Kant entendía este estadio como la adquisición de la capacidad de pensar por nosotros mismos. Es decir, de desarrollar y poner en juego la autonomía del pensamiento.
Es éste, precisamente, el ejercicio que promueve el Coloquio Filosófico del SEMS. Las ideas que configuran las ponencias, resultado de la tercera edición de este evento, son una muestra indubitable de ello.

Están cordialmente invitados a su lectura.

Mtra. Dinora Hernández López*

*Profesora de tiempo completo del Departamento de Filosofía de la Universidad de Guadalajara. Doctorante en filosofía por la Universidad de Guanajuato. Línea de investigación: teoría crítica y filosofía de la diferencia. Ha publicado diversos artículos en revistas y libros de carácter nacional e internacional.

¿Es legítima la explotación de los países ricos hacia los países pobres?

Jairo Daniel García Romero
Escuela Preparatoria Regional de Colotlán
Participante del III Coloquio Filosófico del SEMS 2014 “Karl Marx”

Abstract
El progreso de la civilización enriquece a unas sociedades más que a otras; en la época del esclavismo, mientras naciones se desarrollaron en varios aspectos, las clases menos privilegiadas se sumergieron en la explotación y la pobreza. Sin duda la tecnología marca una diferencia enorme entre los países ricos y los países pobres, pues está vinculada a la materia prima que da riqueza y su intercambio y conocimiento, traen beneficio a los países, aunque a costos muy elevados: explotación de su gente y recursos naturales, y en consecuencia, la contaminación en todos sus niveles. Sin embargo, la tecnología no soluciona el problema; además de la dependencia política y atentar contra la soberanía, existe explotación; la prueba está en la pobreza y muerte de miles de personas sin la posibilidad de cambiar su situación. El problema no radica en la carencia de recursos, sino en la distribución. El capitalismo trata al trabajador como instrumento de trabajo, no como humano. Al respecto conviene plantearse la siguiente pregunta: ¿Es legítima la explotación de los países ricos hacia los países pobres?

“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo,
pero de lo que se trata es de transformarlo”.
Karl Marx

La tesis de este texto invita a la reflexión ética de todo ciudadano del mundo, puesto que es un tema que nos involucra a todos los habitantes del planeta tomando en cuenta que nos afecta de manera directa o indirecta. Por lo tanto es conveniente exponer las siguientes preguntas: ¿Es legítima la explotación de los países ricos hacia los países pobres? ¿Será legítima el hambre y la pobreza en la actualidad? En definitiva lo es, si entendemos como legítimo “lo verdadero”; puesto que es una realidad que el humano padece, y aunque existan los medios suficientes para eliminar esta explotación, la distribución de estos medios no es adecuada en el sistema capitalista que impera en el mundo.
Si bien hoy en día no existe la esclavitud del hombre como en el mundo antiguo, aún existen las mismas condiciones del pasado, los hombres no tienen ingresos suficientes que provean alimentación y buena salud física y mental, sin las atenciones y servicios que un humano requiere; aún hay miles de muertes por enfermedades que pueden prevenirse con un tratamiento de bajo costo, pero que desafortunadamente no pueden pagar personas con bajos recursos.
Si entendemos el concepto de legítimo como el adjetivo que se utiliza para determinar aquello que está “conforme a las leyes”, entonces la explotación es legítima y su legalización es evidente. La explotación laboral en adultos y niños, la mano de obra abaratada, la violación a los derechos humanos, la falta de libertad de expresión, el poco o nulo acceso a la salud, a la educación y a la soberanía nacional, también son problemáticas a tomarse en cuenta.
Visualizamos los factores que originan la explotación de un país a otro, desde una panorámica más amplia para así conocer la magnitud del problema.
Partiremos de la siguiente pregunta: ¿Por qué los países ricos son ricos y por qué los pobres son pobres? Se analizarán algunos de los factores que intervienen en el desarrollo de la civilización, considerando aspectos geográficos, sociales, políticos y culturales. Al respecto conviene mencionar que a través de las distintas épocas de la historia, existió la explotación de los humanos. Mediante el esclavismo, los hombres eran sometidos y azotados para trabajar durante todo el día, no eran considerados personas y morían como animales. La civilización y el progreso económico empezaron a crecer a gran escala gracias a la inmensa fuerza de trabajo a disposición de los amos, para levantar grandes cosechas y edificar ciudades enteras.
En este tenor, podemos apreciar cómo las civilizaciones se desarrollan con dos factores clave: la mano de obra y las materias primas. La mano de obra se conseguía al por mayor con la captura de esclavos en África y era a costa de la explotación a su lugar de origen y represión al crecimiento económico y social. Así mismo, podemos comprender cómo se desarrolló un desequilibrio en el progreso de las civilizaciones, mientras grandes imperios salían a flote muchas familias de esclavos se encontraban en extrema pobreza y apenas podían sobrevivir.
El siguiente gran acontecimiento fue el descubrimiento de América y con él se abrió un nuevo mercado marítimo mundial para el intercambio de mercancías (materias primas y esclavos) y por ende, nació una nueva economía burguesa que dio lugar al desarrollo conocido como la Revolución Industrial. Con este preámbulo, vemos todavía más claro cómo los factores geográficos y sociales han hecho ricos a algunos países y a otros no.
Si bien en cierto decir que los países pobres se benefician de la tecnología de los países ricos, también es cierto que es a costa de la explotación de sus recursos, de su soberanía y de su gente que esto es posible. En primer término, por los elevados costos de la tecnología. Es la explotación no sólo económica sino también política por sumisión, este hecho trae consigo un sentimiento de odio hacia los países ricos. Pero bien ¿son ellos los culpables de la pobreza de los países de tercer mundo? La respuesta es de manera objetiva: sí son los responsables y además culpables de que aún exista la pobreza. ¿Por qué culpar a las víctimas de su pobreza? ¿Acaso no es notable la abismal diferencia social? Y ¿por qué son tan indiferentes ante la situación?
La tecnología es una de las más grandes diferencias entre países pobres y ricos y se define como la capacidad de crear riqueza a partir de materias primas, mismas que en su mayoría son encontradas en países pobres que no las aprecian como útiles dado que no tienen la capacidad de convertirlas a tecnología y después a riqueza. Estos países no poseen el capital para invertir en exploración y transformación de la materia prima, es entonces cuando el negocio está en puerta, cuando ante esta necesidad se crea una oportunidad de progreso y desarrollo económico. Muchos países ricos carecen de materias primas, dado que durante mucho tiempo han explotado lo que tienen, incluso hasta depender de países subdesarrollados en ese sentido.
La explotación de los países ricos a países pobres, no es justificable pero sí legítima, desde el momento en el que observamos un entorno global. Desde esta panorámica: vivimos en el mismo planeta, deberían existir derechos universales para cada individuo donde cada decisión tomada por las naciones tenga un carácter global encaminado al desarrollo. No es posible que en pleno siglo XXI exista este grado de explotación, de pobreza, de hambre y de millones de muertes inocentes, de hombres que por tener la suerte de nacer en un país pobre, sin oportunidades, padecen y mueren en estas condiciones.
Al hablar de hambre, es importante mencionar que un alto porcentaje de la población mundial vive en “pobreza absoluta” entendida ésta como “condiciones de vida que se caracterizan de tal forma por una desnutrición, analfabetismo, enfermedades, entorno miserable, alta mortalidad infantil y una baja esperanza de vida, que se encuentran por debajo de cualquier definición razonable de decencia humana”. (Singer, 1995)
En contraste existe la riqueza absoluta:
Los que son absolutamente ricos no lo son necesariamente en comparación con sus vecinos, sino que lo son teniendo en cuenta cualquier definición razonable de las necesidades humanas. Esto significa que tienen más ingresos de los que necesitan para satisfacer de forma adecuada todas las necesidades básicas de la vida. (Singer, 1995)
Sin duda, los países ricos no se interesan por remediar la pobreza en el mundo; por el contrario, su prioridad es invertir en la industria tabaquera, el alcohol y el desarrollo de armas para la intervención a otros países, amenazando la soberanía de los pueblos. El hambre estructural es consecuencia de la falta permanente de alimentos, del subdesarrollo de la economía del país, de la sobreexplotación de los recursos naturales y de un estado de guerra permanente. En este sentido, aquellos países que están en dicha situación, albergan seres humanos que no tienen la responsabilidad de haber nacido en lugares donde hay pobreza y guerra, de vivir con temor y sin tener una idea clara del futuro, amenazados siempre con la constante intervención de otras naciones a sus países con distintos intereses. Si bien algunos son para ayudar al país invadido, otros son con intereses políticos y económicos.
Aunque el desarrollo de la civilización tal y como la conocemos hoy en día, requirió de años de trabajo y conocimiento, esfuerzo para desarrollar tecnología y generar riqueza, no todos los seres humanos se han beneficiado ante esta riqueza y tecnología; por el contrario, se ha abierto un abismo en el que el rico se hizo más rico y muchos pobres se hicieron más pobres. El problema no es sólo la falta de alimentos en los países pobres, es también una baja esperanza de vida y una desnutrición a edad temprana, lo que ocasiona daño permanente psíquico y físico. El 23 por ciento de la población mundial vive en pobreza absoluta, entendida ésta como la falta de ingresos para satisfacer las necesidades básicas de alimentación, vestido y vivienda.
Los datos muestran que el problema de la alimentación no consiste en que no hay suficiente alimento para todos, no es carencia de alimento el problema, sino la mala distribución, el hambre en el mundo existe porque las personas pobres no tienen lo suficiente para invertir en maquinaria para cultivar alimento, darle el tratamiento y cosecharlo, no poseen la riqueza para hacerlo. Y sus campos no producen, sus materias primas no tienen valor de utilidad. Además tampoco se pueden permitir comprar alimento de los granjeros en países ricos. Lo mismo sucede con la tecnología, si bien ésta trae consigo un desarrollo y productividad, los costos son muy elevados para un país pobre. Sin afectar las necesidades de los países ricos y su población, una transferencia de riqueza sería suficiente para acabar con la pobreza en el mundo.
El sistema capitalista no se basa en beneficiar a la economía local, no es su objetivo mejorar la condición de los trabajadores ni de su ecosistema, por el contrario, su objetivo es ganar más para manos del sector privado, no para los países pobres.

 

Bibliografía

-Singer, Peter, Ética práctica, 2a. ed., Cambridge, Universidad de Cambridge, 1995.
-Ricossa, Sergio, Diccionario de economía. 1st ed. México, DF, Siglo XXI, 2004.
-Echegoyen Olleta, Javier, Filosofía contemporánea, 1st ed., Madrid, Edinumen, 1997.
-Kliksberg, Bernardo, Depende: pobreza, http://aquevedo.wordpress.com/page/74/?b, último acceso: 28 de abril de 2014, 2010.
-Warrior, Países pobres y países ricos. ¿Quién explota a quién?, http://tertuliafilosoficatoledo.blogspot.mx/2008/12/paises-pobres-y-paises-ricos-quien.html?showComment=1242634740000#c3528719375611297366, último acceso: 30 de abril de 2014, 2008.
-López y Rivas, Gilberto, ¿Izquierda o izquierdas?, http://www.nodo50.org/americalibre/eventos/rivas0903.htm, último acceso: 29 de abril de 2014, 2004.

La eutanasia ¿asesinato o acto de buena fe?

Bizarría│Adrián Alejandro Senda Núñez, Preparatoria Regional de La Barca.

Bizarría│Adrián Alejandro Senda Núñez, Preparatoria Regional de La Barca.

Valeria Jocelyne Rodríguez Guzmán
Escuela Preparatoria 10
Participante del III Coloquio Filosófico del SEMS 2014 “Karl Marx”

Abstract
¿Es ético aplicar la eutanasia y bajo qué circunstancias? ¿Puede ser considerada un asesinato o es un acto de buena fe? Estas dos preguntas son las más frecuentes cuando se debate acerca de la eutanasia, un tema sin duda polémico y popular entre individuos de diferentes edades y culturas. Existen tres métodos de aplicación de la eutanasia: voluntaria, involuntaria y no voluntaria. En la actualidad, es completamente legal en tres países: Holanda, Bélgica y Luxemburgo. No debe ser confundida con el suicidio asistido (aunque no tengan demasiadas diferencias), el cual es legal en más lugares.
La eutanasia no debería ser un tema tabú, sino por el contrario, habría que discutirlo de manera más amplia para que pudiera ser mejor entendido por aquellos que están en contra de esta práctica.

Para poder hablar de la eutanasia, así como de cualquier otro tema, primero debemos estar informados acerca del origen y de los aspectos básicos del tema. Así pues, habremos de apuntar que el término “eutanasia” se compone de dos palabras griegas: eu bien y thanatos, muerte (Real Academia Española, 2001) que significan ltextualmente “buena muerte” (Kushe, 1995). Ésta tiene como meta principal, como su nombre lo indica, dar a propósito una muerte digna.
El término eutanasia se popularizó a partir del siglo XVII y se utilizó para designar diversos tipos de muerte tranquila (Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2005, pp. 101-112). Podemos encontrar tres métodos para aplicar la eutanasia: activa, cuando se provoca la muerte por medio de drogas y otros métodos letales; pasiva, consiste en la eliminación de los medios destinados a conservar la vida; e indirecta, cuando se administran calmantes con la intención principal de aliviar el dolor, aunque ello pueda anticipar la muerte del enfermo.
Se pueden adoptar tres formas de eutanasia: voluntaria, involuntaria y no voluntaria (Singer, 1980). La primera se refiere a los casos en los que el individuo en pleno uso de sus facultades mentales solicita que se dé fin a su vida. Tal es el caso de Ramón Sampedro, marino y escritor español, tetrapléjico desde los 25 años, quien desarrolló una intensa actividad de demanda judicial para poder morir y que la persona o personas que le auxiliasen no incurriesen en delito, dado que su estado lo incapacitaba para hacerlo por sí mismo. (Fundación Wikimedia, Inc., 2013)
La involuntaria engloba los casos en los que el paciente está incapacitado para comunicarse y el médico o bien, la persona con la responsabilidad del individuo, asume cuál hubiese sido su elección. Y por último, la no voluntaria, este término se utiliza para denominar los casos en los que el individuo en cuestión no es capaz de entender la elección entre la vida y la muerte, los enfermos incurables o recién nacidos con graves discapacidades, condiciones que se cumplían en los casos de Samuel Linares (News, 1989) y Camila Sánchez (Ámbito, 2012), en estado de coma desde el momento de su nacimiento hasta el momento de su muerte en 1989 y 2012, respectivamente.
La eutanasia no es una práctica reciente, se utilizaba en antiguas culturas para dar muerte a los pequeños nacidos con discapacidades, a los ancianos e incluso a los guerreros heridos durante la batalla. Esta práctica no pretende sola y fríamente matar a los pacientes, sino ahorrarles el sufrimiento (Kevorkian, 2008), ayudar a aquellos individuos que no pueden tener una vida digna ya sea por una enfermedad degenerativa, dependencia de terceros, máquinas, medicamentos, etcétera, para continuar con vida, y en los casos particulares de eutanasia no voluntaria e involuntaria cuando la persona responsable del individuo decide que el paciente en cuestión no tiene una existencia digna o inclusive que no tiene una existencia propiamente dicha.
Ayudar a morir a una persona que sufre una vida deteriorada de forma irreversible es un acto de compasión, propio de una sociedad civilizada en la que se respeta la libertad de todo ser humano, es también un acto de satisfacción cuando la persona que te lo pide, ha madurado su decisión y ha descartado cualquier otra opción. (Marín, 2006)
La elección de una muerte digna va más allá de un debate religioso, político, legal o académico, es un debate emocional y profundamente individual (Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2005, pp. 177-182), por lo que no debería ser censurada ni sometida a la ética profesional actual o a la moral de terceros, ya que al hacerlo nos enfrentaríamos con una enorme diversidad de posturas opuestas.
Por otra parte, ¿qué o quién determina la calidad de una vida?, una vida completa es aquella que resulta satisfactoria; por consiguiente sólo el individuo puede determinar si su vida vale la pena o no. Mencionemos de nuevo el caso de Ramón Sampedro, cuya decisión fue cuestionada por Luis de Moya, un sacerdote tetrapléjico igual que Sampedro, quien declaró en televisión que él discrepaba con la tesis de Ramón Sampedro, ya que él vivía de manera plena y satisfactoria a pesar de su discapacidad. En este caso, podemos ver que la dignidad estriba en no aceptar cualquier tipo de vida, sino sólo aquella que, en opinión del sujeto, vale la pena. (Mosterín, 2005)
Se objeta que pensar en dicha práctica provocaría que los médicos tuvieran un poder sobre la vida y la muerte, pero al hablar de eutanasia no hablamos de darle a los médicos el poder sobre la muerte, sino de no sancionarles porque ayudan a un paciente a morir, situación que es ahora real en varios países como Holanda y Luxemburgo, así como no se les sanciona cuando ayudan a alguien a vivir, ya sea atendiendo un parto o reanimando a un paciente. Nunca se ha oído de un caso en el que un médico sea demandado y condenado a prisión por practicar RCP o por utilizar un desfibrilador en un paciente.
Lo anterior puede ser resumido en las palabras del doctor Jack Kevorkian “si podemos ayudar a las personas a que vengan al mundo, ¿por qué no podemos ayudarlas a salir de él?”.
Otras objeciones que han sido fuertemente discutidas son las de la Iglesia y sus fieles, quienes llaman asesinos a quienes desean desconectar de las máquinas a los pacientes en coma o quienes piden la remoción de las sondas proveedoras de alimento al paciente. La prolongación de los signos vitales no es prolongación de la vida, hay que diferenciar entre vida biológica y vida humana. (Roldán Gonzaléz, 1984)
Uno de los argumentos en contra de la eutanasia más apoyados por los fieles religiosos es que la vida la da Dios y que por lo tanto sólo él puede quitarla, a lo que podemos contestar de dos maneras, la primera: ¿por qué imponerles esta teoría a aquellos que no creen en Dios o no son fieles seguidores de la religión?, no sería justo que sólo porque unos creen en Dios le impongan sus creencias a todos en general y mucho menos que este tipo de argumentos se tomasen en cuenta para legalizar la eutanasia o no, ya que se supone que el clero ya no tiene jurisdicción sobre la ley.
Y la segunda, la cual fue brevemente mencionada antes, ¿por qué se le da la autoridad al médico para ayudar a alguien a vivir pero no para facilitarle la muerte y evitarle sufrimiento a un enfermo?
Para los filósofos, el derecho a morir se presenta como uno de los derechos más elementales, derecho que está defendido por el principio de autonomía, el cual implica proteger al individuo frente a decisiones que otros puedan tomar que lo afectaran a él mismo, y al negarle el derecho a la muerte, a tener una muerte tranquila y digna, violamos el principio de autonomía del individuo. En el lenguaje del derecho, el principio de autonomía significa que el individuo tiene todo el derecho de elegir sobre su vida, al igual que sobre su muerte (el lugar, el momento y el método).
Esta situación es comparable con el derecho de la mujer al aborto cuyo lema es buen portavoz para los pacientes que solicitan la eutanasia “¿quién decide sobre mi cuerpo: el papa, el Estado o yo misma?”. Esta idea implica la autodeterminación de las personas, de base kantiana, entiende que éstas tienen la capacidad de actuar según sus propias decisiones, sólo los seres humanos tienen esta capacidad de elección y por tanto, son autónomos (Pallas, 2003) y así como se defiende el derecho del paciente a morir y establecer las condiciones de su muerte, se pide el respeto y la no sanción al médico dispuesto a apoyar al paciente a ejercer su derecho a bien morir.
Este tema es muy difícil de debatir y controversial, pero ya está puesto sobre la mesa y es probable que pasen muchos años antes que la eutanasia se legalice en nuestro país, durante los cuales será discutido y estudiado. Creo que aún con la aceptación de la eutanasia, serán necesarios los términos para su legislación, respecto a las condiciones claras para la solicitud y aplicación, que deberá tener una estricta supervisión para evitar algún abuso de cualquiera de las partes, los médicos o los pacientes que solicitan la aplicación de la eutanasia y también, que sea comprendido el objetivo principal de esta práctica: ayudar a las personas es un acto de buena fe.

 

Bibliografía

-Ámbito, Ámbito. Recuperado el 1 de mayo de 2014 en: http://www.ambito.com/noticia.asp?id=640465, 2012.
-Fundación Wikimedia, Inc. ,Wikipedia, enciclopedia libre. Recuperado el 1 de mayo de 2014 en Wikipedia, enciclopedia libre: http://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_Sampedro, 2013.
-Kevorkian, J. (entrevistador), Universidad de Floria, 12 de marzo de 2008.
-Kushe, H., “Eutanasia” en Singer, P., Compendio de Éética (pp. 405-416), Madrid, Alianza Editorial,1995.
-Marín, F. (entrevistador), Encuentros digitales, elmundo.es, , 9 de mayo de 2006
-Mosterín, J., “La buena muerte”, El País, 14 de abril de 2005.
News, L. D., Google news, recuperado el 1 de mayo de 2014 en de http://news.google.com/newspapers?nid=110&dat=19890519&id=_xRQAAAAIBAJ&sjid=61UDAAAAIBAJ&pg=2946,4211475, 19 de mayo de 1989.
-Pallas, C., , Eutanasia: argumentos a favor y en contra, recuperado el 2 de mayo de 2014 en http://www.sanfelipe.edu.uy/imgs/documentos/1174_1.pdf, noviembre de 2003.
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-Roldán Gonzaléz, J., Ética médica, 2da. ed., México, Ediciones de la Universidad La Salle,1984.
-Savater, Fernando, (S. Cechetto, entrevistador), “Quitar la vida: los seres humanos” en P. Singer, Ética práctica Gran Bretaña,Cambridge University Press, 1998.
-Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Jurídicas. “Eutanasia” en Ortiz Quesada, F., Eutanasia: Aspectos jurídicos, filosóficos, médicos y religiosos, Mexico, D.F., Mexico, 2005.
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El usuario como autoridad moral en las redes sociales

Unión│Ernesto Guillermo Ramírez González, Preparatoria Regional de Ciudad Guzmán

Unión│Ernesto Guillermo Ramírez González, Preparatoria Regional de Ciudad Guzmán

Oswaldo Daniel Velázquez Barajas
Escuela Preparatoria Regional de Tuxpan
Participante del III Coloquio Filosófico del SEMS 2014 “Karl Marx”

Abstract
Las redes sociales han revolucionado el mundo de la comunicación entre los individuos; son una relación virtual donde interactúan varios entes y comparten intereses. En los últimos años, han logrado posicionarse como nuevas plataformas de libre expresión; sin embargo, se han visto envueltas en problemas diversos, como la falta de identificación de una autoridad moral, puesto que en estas comunidades, al no ser censurada la libertad de expresión, se han presentado contrastes entre diversas ideologías.
Por ejemplo, lo que a un individuo le puede parecer bueno a otro puede resultarle malo. No obstante, el sentido de lo bueno y lo malo lo determina el individuo de acuerdo con su moral. El buen uso de las redes sociales depende del individuo y la responsabilidad moral que tiene frente a estas tendencias, puesto que no se le obligó a usar internet sino que éste es utilizado libremente por el propio individuo.

En la actualidad se habla mucho de las redes sociales, de ese nuevo mundo que usan los jóvenes del siglo XXI para hacer amigos, de la falta de moral que éstos tienen cuando se expresan a través de estas plataformas. Sin embargo, cabría preguntarse: ¿Qué son las redes sociales?, ¿qué es responsabilidad moral?, ¿cuáles son los alcances de esta responsabilidad?, ¿existe una autoridad moral en las redes sociales?
El presente ensayo tiene como principal objetivo esclarecer las interrogantes antes mencionadas y plantear una posible respuesta bajo la premisa que la única autoridad moral que regula las redes sociales es el propio individuo, que hace uso de estas comunidades virtuales y por lo tanto, él mismo establece los límites de su responsabilidad moral.
Durante estos años transcurridos del siglo XXI, se ha suscitado un cambio radical para la sociedad: el uso de internet ha modificado las relaciones entre los individuos. Ya no es una comunicación presencial la que impera sino que, en un porcentaje muy alto, se trasladó al campo virtual a través de un monitor y un perfil de usuario en Facebook, por mencionar una de estas redes.
Las relaciones sociales mudaron a comunidades virtuales, donde un ente puede buscar amigos, reencontrase con familiares o simplemente buscar con quién conversar. A las redes sociales se les denomina como “plataformas de internet que agrupan a personas que se relacionan entre sí y comparten información e intereses comunes”. (Morduchowicz, p.3, 2010)
Esta nueva forma de crear vínculos tiene múltiples ventajas, pues aunque dos individuos estén a gran distancia esto no representa un obstáculo de comunicación porque a través de las redes sociales, se pueden comunicar y establecer un vínculo más cercano.
Cabe mencionar que las redes sociales han ampliado sus horizontes, porque ahora no sólo sirven como un medio de comunicación entre usuarios iguales sino que también pueden compartir sus gustos, fotografías, crear grupos con un denominador común, compartir su estado de ánimo, crear propaganda por medio de fan pages, donde pueden dar a conocer o vender productos y servicios, etcétera. Las actividades que estas comunidades virtuales ofrecen son muy diversas, esto logra que los individuos se interesen cada vez más por ellas.
Otra de las múltiples ventajas que tienen las redes sociales, es que permite al individuo expresarse en toda la extensión de la palabra, sin que sus comentarios sean censurados. Oportunidad que ha provocado una serie de conflictos, pues al ser un espacio de libre expresión el usuario hace de este medio un canal a través del cual publica autónomamente sus ideas. Al poseer esa libertad de expresión, algunos individuos tachan sus comentarios como inmorales.
Así mismo, las redes sociales tienen sus términos y condiciones que detectan cuando alguna publicación no es conveniente para los usuarios. Y aquí nos topamos con el tema a debatir: ¿En qué momento se percata la red social de que algo es bueno o malo para sus usuarios? ¿Quién regular el problema cuando se trata de algo malo?
Al respecto han surgido una serie de debates, pues los contenidos que por estas plataformas circulan a unos individuos pueden parecerles buenos, pero para otros resultan malos. Y es aquí donde se descubre que hay un gran encuentro entre diversas opiniones y culturas, pues las redes sociales son medios de comunicación utilizados en todo el mundo. Cuando un usuario desea pertenecer a una red social, se percata que no sólo existe la visión de vida que él contempla, sino que hay diversidad de pensamientos, de formas de ver la vida y de ideologías.
Las redes sociales se han encontrado con un término muy grande: la moral. De ésta depende el “buen uso” que le dé el individuo a la comunidad virtual y que a la vez sea bien visto por la misma. Según Fernando Savater la moral “es el conjunto de normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean, solemos aceptar como válidas”. (Savater, pp. 20-21, 1991)
Retomando la idea de Savater, cuando un individuo entra a una red social, por lógica va crear una cuenta de acuerdo con su ideología, sus gustos y por ende, va a buscar a usuarios que compartan intereses similares a los que él posee. Entonces, la mayoría de las veces se encontrará con cosas “buenas” y muy pocas se enfrentará con cosas malas, y si llegase a pasar, será muy mínimo el problema.
En el caso que un usuario detecte que cierta publicación es inmoral, es decir, que está fuera de su ideología, puede hacer uso de las herramientas que las plataformas le ofrecen y denunciar dicha publicación. Cuando la plataforma en cuestión detecta que no sólo es un usuario quien denuncia la publicación, sino que muchos han procedido a denunciarla, tomará las medidas necesarias para solucionar la falta.
Ahora bien, la moral es diversa, cada sociedad estructura sus principios y se rige por normas que para ella cree convenientes, así también cada individuo tendrá su concepción de lo bueno o malo según sus ideas, éstas las podemos clasificar, como lo comenta Lichtenberg en sus aforismos, bajo cuatro principios de la moral:
1) El filosófico: haz el bien por el bien mismo, por respeto a la ley.
2) El religioso: hazlo porque es la voluntad de Dios, por amor a Dios.
3) El humano: hazlo porque tu bienestar lo requiere, por amor propio.
4) El político: hazlo porque lo requiere la prosperidad de la sociedad de la que formas parte, por amor a la sociedad y por consideración a ti. (Savater, p.46, 1991)
Por lo tanto, no podemos decir que lo que producen las redes sociales sea bueno o malo, eso dependerá de cada individuo. Él mismo hará buen uso de las comunidades virtuales cuando lo haga con responsabilidad moral. Recordemos lo que nos dice Wallace:
“Internet no es una tecnología que nos haya sido impuesta y ante la cual sólo podamos reaccionar de dos maneras: aceptarla tal cual es o evitarla por completo. De hecho, tenemos más poder para influir en este entorno que el que nunca hemos llegado a tener para influir en la televisión o en el teléfono, porque somos al mismo tiempo sus creadores, sus productores y sus usuarios”. (Wallace, 2001)
Por ende, cuando un usuario en la comunidad virtual se encuentra con un comentario o contenido multimedia que para él resulta inapropiado, no es responsabilidad de la plataforma sino del usuario mismo, porque no se ha percatado que él es la autoridad moral dentro de este mundo y por tanto, él es quien pone los límites. Es decir, si a él no le parecen oportunas cierto tipo de publicaciones y cree que no van con sus ideas, tiene todo el derecho y la libertad de denunciar o eliminar de su perfil a quien está publicando dicho contenido. El mismo usuario pone sus límites.
Cuando la situación se presenta al revés, por ejemplo, que el usuario esté violando las normas que rigen a la red social, produciendo comentarios o contenido multimedia que no están de acuerdo con los principios de esa comunidad, se atendrá a las consecuencias que le produzcan sus actos y su comportamiento se convertirá en falta de responsabilidad moral. Por lo tanto, una responsabilidad moral es la capacidad que tiene el individuo de responder por sus actos y esta capacidad podrá ser identifica por una conciencia moral, que la podemos definir como “la capacidad de dictaminar si un hecho fue bueno o malo, dependiendo de la ideología que ejerza el sujeto”.
Cada persona tiene su propia ideología, su propia visión de las cosas, posee cultura y creencias religiosas diferentes, cada individuo tiene un entorno particular que lo hace único y libre de ser.
Es así como llegamos a la deducción de que somos individuos diferentes y que por ello, no podemos pensar igual que los demás. Cada uno realiza actos morales diferentes, porque van de acuerdo con su idiosincrasia, no se pueden juzgar como buenos o malos los actos de los demás, lo que sí se puede es concientizar en que actuaron por un motivo específico y por cierta carencia que necesitaban cubrir.
Cada individuo es libre de ser y pensar, y actúa según sus principios morales. En el momento de hacer uso de las redes sociales actúa de acuerdo con esos principios ya sean buenos o malos. De él depende que se respete su identidad en las comunidades virtuales, pues sólo él es quien decide o no crear un perfil de usuario en las redes, él sabe hasta qué punto cubre su nivel de privacidad, pues las redes sociales tienen un código de privacidad en el que dan oportunidad al usuario de configurar su cuenta y decidir los límites de su público; estos códigos de privacidad van desde el público en general hasta restringir el acceso y sólo compartir información con ciertas personas. El usuario sabe con quién comparte sus intereses y sólo él establece sus límites, por lo tanto, su responsabilidad moral dependerá de qué tan libre quiera ser.
Las redes sociales son un espacio para compartir y expresar lo que un individuo piensa, siente, desea, y la única autoridad moral que regula estas plataformas es el propio usuario; de él depende hacer un buen uso de estas comunidades virtuales sin caer en el abuso y siempre tomando en cuenta la moral de los individuos con quienes interactúa, pues ésta es la que rige su vida, si resulta buena o mala depende de la concepción de las cosas.

Bibliografía
-Alarcón O., D., D.G. & A.F. , Revista Científica Ciencias Humanas, Las redes sociales entre las TICS y la decadencia moral, Orbis, Vol. 9, núm. 25, mayo-agosto 2013.
-ETICES, Boletín trimestral de Bioética, Ética en las redes sociales. Vol. 2, núm. 4, octubre-diciembre, 2010.
-Savater, Fernando, Ética para Amador, Barcelona, España, Ariel, 1991.
-Morduchowicz, Roxana, et al., Los adolescentes y las redes sociales, Argentina, Ministerio de educación, 2010.
-Wallace, P., La psicología de internet, Barcelona, España, Ediciones Paidós Ibérica, 2001.

Religión como constituva del ser humano

Evelyn Fabiola Solano Hernández
Preparatoria Regional de Ciudad Guzmán
Participante del III Coloquio Filosófico del SEMS 2014 “Karl Marx”

Abstract
La religión es una constitutiva del ser humano, se encuentra presente en la vida de muchas personas, desde su nacimiento hasta su muerte. A la mayoría de nosotros, desde pequeños, nos la han inculcado y dicho lo que está bien o mal visto y hecho desde la perspectiva religiosa, nos crearon una moral totalmente religiosa que muchas veces deja de lado la ética personal.
Los pensamientos religiosos que nos inculcan obstruyen nuestra elevación, es decir, nuestro progreso como seres que somos, he aquí presentes la decadencia y desnaturalización del hombre. Hablamos del pecado como un factor que nos convierte en malas personas cuando en realidad no es así, el pecado es a lo que Nietzsche se refiere como “imaginario”, pues es un término que se le adjudica a la religión, la que nos dicta que es inaceptable y que debemos evitar cometerlo para, después de la muerte, poder ir al “cielo”.

Cruz│Diego Guadalupe Pérez Vallejo

Cruz│Diego Guadalupe Pérez Vallejo

“La mentira más común es aquella
con la que un hombre se engaña a sí mismo.
Engañar a los demás es un defecto relativamente vano”.
Friedrich Nietzsche

En el presente ensayo me dedicaré a mostrar algunos puntos de los que Friedrich Nietzsche habla en su libro El Anticristo, pues los temas que ahí se tratan son relevantes para la vida humana. Principalmente hablaré sobre la religión que constituye al ser humano, cómo es que ésta nos desnaturaliza y obstruye el progreso de la humanidad. También mencionaré algunas de las estrategias que utiliza el cristianismo para mantener cierto control sobre sus feligreses, tal es el caso de los pecados. Nietzsche califica al cristiano como “el animal enfermo del hombre”, ya que los cristianos han idealizado su propia existencia en un ser desconocido y han basado sus ideales en una doctrina que no se sustenta en la realidad; el filósofo alemán condena también al cristianismo como un factor de decadencia del hombre.
Ahora dirijamos nuestra atención hacia las grandes civilizaciones del pasado, incluyendo a aquellas existentes antes de Cristo. Podemos notar que desde tiempos muy remotos, incluso antes de la concepción de Jesús de Nazaret, han existido las religiones como constitutivas del ser humano y todas ellas presentan una particularidad en común: la existencia de un ser superior, es decir, la idea de Dios.
Muchos de los planteamientos mencionados en El Anticristo son bastante acertados, el autor nos presenta al cristianismo como una religión que desnaturaliza por completo al ser humano. Ejemplo de ello tenemos la práctica sexual antes de contraer matrimonio que desde el cristianismo es vista como un pecado, sin embargo, según Abraham Maslow, la práctica sexual es una de nuestras necesidades fisiológicas. Nietzsche apunta que el cristianismo nos hace sentir como pecadores, sin embargo, al llevar a cabo la práctica sexual no hacemos nada malo.
Otro ejemplo lo encontramos en la ruina de Pascal, quien creía que su razón se encontraba corrompida por la culpa del pecado original, cuando en realidad era que su razón se había perdido justamente por el cristianismo que practicaba.
Nietzsche se refiere al cristianismo como una religión que no tiene ningún contacto con la realidad. Ve al pecado como un efecto totalmente imaginario, así como la redención, la gracia, el castigo y el perdón de los pecados. De igual manera observa a causas que también considera imaginarias como Dios, el alma y el espíritu. Según este filósofo, el cristianismo es una religión que sólo es practicada por los débiles, todas aquellas capas inferiores de la sociedad que luchan contra el pecado y se refuerzan continuamente mediante la oración. Pretendo hacer una pausa en una idea de Nietzsche: cuando nos dice que el cristianismo desnaturaliza al ser humano, pues en mi opinión tiene basta razón.
El cristianismo y sus representantes (como afirma Nietzsche), han sido de gran importancia para sus seguidores, pues participan en todos los ámbitos de su vida, desde el principio hasta el final de sus días. A quienes hemos crecido bajo los preceptos del cristianismo, toda nuestra vida nos inculcaron que debemos alejarnos del pecado para poder aspirar a una vida celestial después de morir. A los representantes de la Iglesia cristiana, los consideramos superiores a nosotros, hacemos exactamente lo que nos dicen: vivir con miedo a ser tentados y caer en el pecado como ellos lo suponen.
Si dejáramos al cristianismo a un lado nos convertiríamos en el “Superhombre”, término que es utilizado por Friedrich Nietzsche en otro de sus libros más famosos Así habló Zaratustra, en el que comparte un mensaje distinto al que pretende en El Anticristo, aunque hasta cierto punto sí se relacionan el uno con el otro. En este último libro, Nietzsche pretende “devolver al hombre el sentido de la tierra, exaltar la vida en la plenitud de sus manifestaciones y prevenirnos contra los que denigran la vida y desprecian el cuerpo poniendo sus esperanzas en una vida ultra terrena”. Aquí Nietzsche menciona la muerte de Dios y la llegada del Superhombre. Nos dice que ha llegado el momento en que el hombre tome el control de su vida, que trace sus metas. Friedrich Nietzsche tiene razón, el hombre alcanzaría un nivel superior si dejara de profesar el cristianismo, haciéndose cargo él mismo de sus acciones y de su vida. Dejar de pedirle a un Dios ayuda, dejar de responsabilizar a un ser superior de todo lo que le acontece. Tomar las riendas de nuestra vida y el control de nosotros mismos para llegar así a una satisfacción y plenitud humana, para al fin ser “Superhombres”.
Si bien es cierto que la humanidad ha evolucionado en todos los aspectos, Nietzsche menciona que evolucionar hacia un porvenir no quiere decir que haya una elevación o un progreso. No obstante, siempre se dan excepciones de personas que sí progresan, “son los casos que revelan un tipo superior que, de hecho, se presenta a sí mismo, de manera simple y natural, como una especie de Superhombre”.

El origen│Abraham Ulises Silvestre Dueñas

El origen│Abraham Ulises Silvestre Dueñas

Por lo tanto, al apartar la religión de nuestra vida alcanzaremos un humanismo excepcional, nos desenvolveremos por completo y dejaremos de estar temerosos respecto al pecado. Y no estoy diciendo que nos convirtamos en ateos, ya que sería algo extremista, Nietzsche tampoco planteaba el ateísmo. Simplemente se trata de abrir los ojos ante la sociedad y la religión. Pues la religión es una obstrucción para el proceso. Quizás si los seguidores del cristianismo dejaran de practicarlo se convertirían en verdaderos humanos, dejarían de preocuparse por no caer en el pecado y la tentación, se preocuparían más por ser humanos, se desenvolverían por completo para tener una vida más plena, sin reglas, sin pecados. Serían éticos y dejarían de ser religiosamente morales. Tendrían una plenitud en su ser, los podríamos llamar al fin: humanos. Preocupémonos por ser humanos y no por no caer en el pecado, seamos éticos y dediquémonos a vivir de una manera plena.

 

Bibliografía

-Nietzsche, Friedrich, El Anticristo, México, D.F., Grupo Editorial Tomo, 2014.
-Nietzsche, Friedrich, Así habló Zaratustra, España, Edimat Libros, 2014.
-Lario Ladrón, Santiago, El Anticristo y el amor a la vida, http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/lario35.pdf, 2014.

Por amor a la sabiduría… atrévete a escribir y leer filosofía

Si nos situamos desde la actitud filosófica, el recorrido por el mundo se torna más interesante, el pensamiento se pone en contacto con las cosas intangibles que se desprenden del exterior y descubre conexiones internas con las cosas concretas que describen un mundo simbólico trazado por sentidos multidimensionales. Con espíritu aventurero acariciamos lo desconocido, exploramos el impenetrable misterio de la realidad. Los objetos insondables excitan de manera permanente nuestra curiosidad.

El insaciable deseo por saber más juega un papel seductor cuando dilata el pensamiento y fecunda ideas que, una vez desarrolladas, son paridas por la razón.

Según Sócrates, los hombres no son sólo cuerpo, sino también alma. El cuerpo, a cierta edad, tiene por naturaleza el deseo de procrear; mientras que el alma tiene por naturaleza parir el pensamiento.

Las ideas que son concebidas por el ejercicio de la razón no están desconectadas de la realidad; por el contrario, la realidad las engendra. Es de la unión del sujeto con la realidad de donde nacen sus ideas; éstas poseen rasgos y parentescos de quienes las generan. Es decir, son el resultado de una mentalidad y contexto determinado.

Vaivén es un espacio fértil para la expresión de las ideas propuestas en ponencias, entre los cuales se encuentran “Fe vs. ciencia”, de Ana Estefanía Reyes Barragán; “Hasta qué punto el hombre está listo para una justicia social”, de Fernando de Jesús Palomino Ramos; “La violencia es la filosofía de los ignorantes”, de Ronaldo Morán García y “Predominio del hombre sobre los animales”, de Jonathan Emmanuel Ascencio Rallas. Cada una de estas ponencias son una propuesta diferente sobre algunos problemas que aquejan al ser humano, tratados con originalidad y libertad por sus autores.

Esta introducción es una insinuación a participar en la procreación de ponencias filosóficas para ti, espíritu inquieto, astronauta de preguntas, navegante de pensamientos o terrícola de enigmas, por donde quiera que tus ideas se gesten, éste es un espacio abierto para dar a luz tus propuestas.

Ana Guerrero Romo*

*Colaboradora del programa de radio “Café ácido” desde el año 2013.
Segundo lugar de Poesía CUM 2007, actualmente estudia Filosofía en el CUCSH.

Hasta qué punto el hombre está listo para una justicia social

Fernando de Jesús Palomino Ramos
Preparatoria Regional de Jocotepec, módulo La Manzanilla de la Paz
Participante del II Coloquio Filosófico del SEMS 2013

Abstract
El presente texto expone el tema de la democracia participativa como una vía para lograr la justicia social, así como las claves para su éxito. Trata también los problemas más importantes que enfrenta el hombre y la filosofía, la doble moral, la ambición y el poder, así como la demagogia de la que hacen gala quienes dirigen nuestro país, guiados por el propio interés, el éxito personal y el enriquecimiento material. También, se indaga sobre la palabra “democracia” y el sentimiento de inferioridad que los mexicanos adoptamos y del que nos sentimos presos. La pregunta principal a lo largo del texto es ¿hasta qué punto el hombre está preparado para una justicia social?

“Si fuéramos un pueblo de dioses, seríamos naturalmente  demócratas.  Pero sólo somos hombres. La democracia es nuestra aspiración a la vez que nuestra necesidad práctica”.

Es importante partir de la definición de justicia, antes de analizar si existe o no la injusticia social.

Hablar de lo que es justo y de lo que no, implica una polémica que se extiende desde que el hombre existe. La injusticia social implica un doble discurso impulsado por la moral de quienes argumentan cada posición, lo que para mí puede ser justo para alguien más no lo es. Distintos puntos de vista y formas de pensar intervienen en el análisis de estas problemáticas desatadas por la injusticia o la justicia.

Por un lado, existen los grupos de poder que imparten y manipulan la justicia de acuerdo a su doble moral que dictan lo que es justo y lo que no,  así como lo dijo Benito Juárez: “A mis amigos, justicia y gloria, a mis enemigos la ley a secas”. Existen aquellos que, al verse afectados por dicha actitud, obran en contra de la injusticia social o a favor de su propia justicia. Y aquellos que ignoran totalmente sus derechos y si la injusticia social existe o no.

Filosóficamente, el hombre está condenado a ser libre, así lo afirma Jean Paul Sartre (1905–1980), esta afirmación tan certera me lleva a la exposición de la siguiente idea: “El hombre nace libre y sin embargo, en todos lados vive entre cadenas”  (Jean Jacques Rosseau. El contrato social, 1792).  Actualmente el hombre vive preso de la injusticia social, la discriminación política, económica, racial, social, etcétera. La injusticia social es producto del orden social y el modelo económico, producto del comportamiento capitalista–consumista que hemos adoptado en las últimas décadas.  Actualmente vivimos bajo el yugo opresor de una simple frase: “tanto tienes, tanto vales”. Somos parte de una democracia donde las decisiones las toman quienes controlan el flujo de capital del país. ¡Dinero!, de allí, todos nuestros problemas.

Gente de los 90

Gente de los 90 | Ganier Geovanni Contreras Cisneros. Preparatoria Regional de Tamazula.

Nuestro modelo político y gubernamental está basado en una democracia. La palabra democracia tuvo un uso peyorativo a lo largo de muchos siglos e implicó una fuerte desaprobación por parte de los intelectuales de la época, luego desapareció del vocabulario popular hasta el siglo XVIII. Después de la Revolución Francesa, Wordsworth (Antaki I, El manual del ciudadano contemporáneo México 2000) escribía “es raro encontrar a alguien que utilice la palabra democracia en un sentido favorable” y agregaba con ironía provocadora: “Pertenezco a esta clase odiosa de hombres llamados demócratas”. Su idea era que si un hombre ignorante y poco pulido era un desastre en sí, qué sería de un grupo de hombres ignorantes y pocos pulidos reunidos para hablar y actuar juntos ¡una catástrofe!

El concepto democracia parte de un supuesto generoso: todos los hombres son iguales y honran nuestra humanidad, y nuestro proyecto de sociedad es pensar que lo son. Esto implica que la voz del santo o la del sabio valdrán lo mismo que la voz del desgraciado, pero si sabemos que por cada santo hay en promedio tres mil desgraciados, ¿esto significa que ganarán siempre los peores? Desde una perspectiva personal, me pregunto ¿por qué mi voz vale menos que la de un político? ¿De dónde nace la idea de que un hombre es más importante que otro? La sociedad se vuelve presa de la injusticia social y al hombre lo convierte en objeto de sí mismo, siendo resultado de la acción que él mismo realizó; la esclavitud del hombre es producto de sí mismo porque él permite que pase. Al hombre, en algunas culturas desde niño le enseñan a adorar a un Dios y a convertir en ídolos a las demás personas, menospreciando el valor que tenemos como seres humanos y traicionando el supuesto que antes mencioné: que todos somos iguales. Adoramos a personas que adquieren un estatus social superior, al sentirse admirados por un público ansioso por hacerlos sentir así; que adoran a un político y abarrotan cualquier lugar donde éste se presente. De allí que cuando nos encontramos a alguien así, corramos a tomarnos fotos como evidencia de que lo conocemos, sin pensar en que es una persona normal, un hombre de carne y hueso, que duerme y se alimenta como nosotros, que además del valor social otorgado no rebasa las capacidades de un ser humano.

Desde mi punto de vista, el problema principal del hombre es que de acuerdo a la idiosincrasia popular, requiere de un amo o alguien superior, y no toma en cuenta que darse a un amo es más vil que soportarlo, por ello las personas a las que les damos una importancia política y social se apoyan en nosotros para llegar a la punta de la pirámide; ¡el poder!, y con él manipulan la ignorancia y el sentido de inferioridad del pueblo para lograr un beneficio personal. Por ello, quienes son nuestros dirigentes amasan grandes fortunas a cuestas de un pueblo de borregos que gustosos pagan sus gastos exorbitantes.  “Actualmente es el pueblo el que incluso paga los dulces que los diputados se comen, los rastrillos que usan para afeitarse”. (Milenio Diario. Guadalajara 5 de octubre 2013).  ¿Hasta qué punto el hombre está preparado para la justicia social, es o no capaz de aceptar que el problema parte de sí mismo?

La democracia es la mejor vía hacia la justicia social, pero no es la democracia como la conocemos actualmente. Winston Churchill mencionó que la democracia es el peor de los regímenes que existen, él hace referencia a la democracia que nos rige, la desvalorización de los seres humanos y el complejo de inferioridad del pueblo, la ignorancia que se extiende a lo largo y ancho de nuestro país, que cada día es alimentada por la conspiración mediática; los intereses de las personas que dirigen la economía.

Antes de pensar en una igualdad social, el hombre debe pensar si está listo para ella, si se encuentra dispuesto a dejar de lado las creencias que lo convierten en esclavo de una sociedad “perfecta”; si está dispuesto a aceptar la igualdad y que debe exigir los derechos que le corresponden, esto implica desprenderse de los lastres que le detienen, también de adquirir el conocimiento y la responsabilidad de tomar una decisión que favorezca al país, puesto que no basta con tener una voz para tener la razón.

Otro de los retos que enfrenta la democracia es que si el argumento tiene la oportunidad de presentarse y medirse frente a una asamblea de varios cientos, es el encanto de la retórica el que gana. “¿Qué valen la competencia de la complejidad claramente explicada, la responsabilidad evidente frente a la agresividad, la labia o incluso el carisma?”(Antaki. I, El manual del ciudadano contemporáneo, p. 149). Para lograr que la democracia sea participativa, justa y que sea la salida para solventar los problemas que atañen a cada uno de los hogares del país, el hombre  debe hacer a un lado la ignorancia, debe superar los encantos de la demagogia, principal enemiga de la democracia.

El hombre debe aprender a conocer lo que hace, escribe Herodoto (Antaki. I, p.150):  “Escapar a la insolencia de un tirano para caer a la de una multitud desenfrenada es intolerable, el tirano hace las cosas a sabiendas de lo que hace, la multitud ni siquiera se da cuenta”, la idea es que el pueblo conozca los ideales que defiende y que no se acerque a una democracia por atractiva que suene; lo que se persigue es la igualdad social y que todos los hombres valgan lo mismo; y ¿qué se necesita para lograrlo? El hombre necesita dejar de ser un ignorante, rechazar la idea de ser un cordero que camina gustoso rumbo al matadero a sabiendas de lo que le espera y aúSn así no se defienda; el hombre debe aceptar su libertad como un privilegio y no como una carga que lo sofoca, aceptará que él como ser humano vale lo mismo que aquel que sale en la televisión y debe comprender que nadie actuará por él para defender sus derechos.

Este problema implica una discusión de la cual tomo partido como defensor de la democracia participativa como una vía certera para llegar a la igualdad social, para que la justicia se imparta de manera completa y para que la voz de cada uno de los ciudadanos tenga el mismo valor. Es necesario  que tomemos nuestro lugar el marco de la soberanía y aceptemos que como hombres y mujeres valemos lo mismo y nuestra voz pesa lo mismo que la de los demás, aunque en la actualidad los medios de comunicación se esmeren en demostrar lo contrario.

Es indispensable que dejemos de creer que nuestros gobernantes están para defendernos, esto ya terminó, si es que en algún momento ocurrió, ya es momento de poner un alto, pero principalmente de hacernos responsables sobre lo que está sucediendo y dejar de culpar a los demás por lo que está pasando en nuestro país. Recordemos y gravémonos en la piel que nosotros lo permitimos; sí, quizá inconscientemente por el hecho de que no se nos preguntó, pero aún así nosotros lo notábamos, y la pregunta es: ¿qué hicimos para detenerlo? ¿Cómo es posible que si somos millones de habitantes nos tragáramos la doble moral y la manipulación que se hizo o se hace con nosotros?

Debemos comenzar por aceptar que tenemos una gran parte de la responsabilidad y dejar de culpar a los demás. Principalmente yo como hombre, debo comenzar a pensar en mí como un ser libre que por convicción actúo y decido sobre mi futuro. Asimismo, es menester aprender que de la revolución a la avaricia hay sólo un par de pasos. Cuántos políticos de gran estirpe comienzan con ideales de caudillo, intentando cambiar lo que lastima a su gente y sin embargo, se olvidan de sus ideales y se convierten en falsos profetas guiados por la demagogia. Desde mi perspectiva, si seguimos ese modelo seremos sólo una revolución fallida, un cambio inexistente, una falsa sociedad, una falsa democracia.

Bibliografía

Antaki, I. (2004). El manual del ciudadano contemporáneo. México: Booket.
Dresser, D. (2011). El país de uno. México: Aguilar.
Grupo Milenio. (5 de octubre de 2013). “Indignacion de organismos civiles por facturas de dulces de los diputados”. Milenio Diario, pág. 2.

La violencia es la filosofía de los ignorantes

Ronaldo Morán García
Preparatoria Regional de Ahualulco de Mercado
Participante del II Coloquio Filosófico del SEMS 2013

Juego de adultos

Juego de adultos | Luis Ortiz Arias. Escuela Preparatoria Regional de El Salto.

Abstract
Ante la violencia imperante en estos tiempos, se define este fenómeno como la supresión de la humanidad, la cosificasión del ser humano, tanto de quien la ejerce como de quien la padece. Se propone la práctica de la Filosofía como alternativa para la resolución de conflictos y el impacto positivo que el pensamiento y el diálogo tienen en las sociedades.

No hay día en que las sociedades no generen distintas situaciones de violencia psicológica, verbal o física.

La violencia es una acción ejercida por una o varias personas en donde se somete de manera intencional al maltrato, sufrimiento, manipulación u otra acción que atente contra la integridad de cualquier persona o grupo de personas. (Callejas Pérez, p.1, 2004)

La violencia no es la única vía para resolver un conflicto, el  resultado que se obtiene con la violencia es generar más violencia; entre las alternativas, la Filosofía se define como el amor a la sabiduría y tiene el objetivo de enseñar a pensar y razonar, además de formar un criterio con espíritu crítico.

Un acto de violencia ocurre cuando un daño o un dolor son infligidos a una persona o a varias personas por un agente que sabe que su acción producirá el mal en cuestión.

¿Habrá, pues, ciertas clases de violencia que son necesarias? ¿O debe condenarse siempre toda violencia?

En discusiones actuales sobre violencia abundan las definiciones y los argumentos que tratan de sostener una u otra postura.

Mientras que algunos autores definen la violencia como aquello ejercido sobre una persona, otros concluyen que la violencia se puede ejercer sobre los animales e incluso sobre el medio ambiente.

La violencia en sus múltiples formas, se extiende día a día en proporciones alarmantes.

La principal arma de la filosofía es el diálogo, por lo tanto puede ser la negación de todo tipo de violencia, en medida en que lo que importa son los argumentos, todas las personas tienen el mismo derecho a debatir.

La violencia construye, en primer lugar, la supresión de la humanidad, tanto de quien la sufre como de quien la ejerce. “La Filosofía, según Simone Weil, hace de quien la soporta una cosa, el hombre deja de ser tratado como sujeto para ser tratado como objeto, deja de ser considerado un fin para ser el medio” (F. Cante, p. 172, 2005).

¿Por qué el hombre ha sido capaz de la peor violencia?

El hombre es capaz de ser bueno y malo, pero, sobre todo, de ejercer la violencia.

A lo largo de la historia se han perpetrado represiones, agresiones físicas, guerras por parte de grupos que han tenido u ostentan el poder político y el uso despiadado de la fuerza.

Existe una actitud de temor y desconfianza hacia el futuro de la humanidad. Mientras el miedo y el odio no sean reemplazados por el respeto mutuo y la confianza, dejaremos siempre que falsas esperanzas nos desilusionen. “La violencia es la negación inteligible de la libertad individual por la práctica común” (Sartre, p.7,1942).

¿Puede haber algo que justifique eliminar la vida de un ser humano?

En  el libro El mito de Sísifo (Camus, 1942) el autor afirma que sólo existe un problema filosófico: el suicidio; es decir, ejercer violencia sobre sí mismo.

El racismo es otra forma de violencia. Los filósofos griegos articularon lo que creían un sistema de pensamiento excluyente desde la raíz.

Según Aristóteles en La política, (S. IV. a.C.) por efecto natural y para la conservación de las especies, hay un ser que manda y otro que obedece. El que por su inteligencia es capaz de previsión, ostentará la autoridad y el mando los tiene de un modo natural. El que sólo posee la fuerza corporal para la ejecución, debe naturalmente obedecer y servir. El interés del amo es el mismo que el del esclavo.

No hay fatalidades históricas, sólo existe la lucha entre la pasividad, la rutina y el espíritu creador de los hombres, en materia de guerra como en todas las cosas, el porvenir de la humanidad es indeterminado porque depende de ella y es de ellos decidir ejercerla o no. (Bouthoul, p.333, 1968)

La historia del pensamiento humano nos informa sobre las diversas posiciones asumidas en la lucha por la justicia que parece estar en el fondo de muchos conflictos violentos y la filosofía, por su parte, nos aporta algunos datos importantes para descubrir el origen de la violencia.

Algunos factores considerados son el temor y la envidia. También la ausencia de comunicación acentúa la tendencia a la violencia.

Además el peligro de la violencia, aun cuando se mueve dentro del marco no extremista de metas a corto plazo, será siempre que los medios dominan el fin. Si las metas no se logran rápidamente el resultado será no sólo la derrota sino también la introducción de la práctica de la violencia en el seno del cuerpo político entero (…). La práctica de la violencia, como toda acción, cambia al mundo, pero lo más probable es que este cambio traiga consigo un mundo más violento. (Arendt, p.72, 1980)

Nada se hace con hombres dormidos pero desencadenar la violencia tiene otras consecuencias para el individuo como para los demás.

El primer fin debe ser un bien, la meta de la acción del hombre debe ser el bien, jamás el mal. “El que trabaja para la justicia trabaja para todos, mientras que los violentos no trabajan sino para ellos mismos, y algunas veces, a fin de cuentas, contra ellos mismos”. (Beloth, p.8, 1876)

La gente que actúa con violencia tiene a menudo problemas para controlar sus emociones. Pueden haber sido heridos por otras personas y podrían pensar que amenazando a la gente y actuando con violencia solucionarán sus problemas o ganarán respeto.

La violencia, entonces, es la aplicación voluntaria de la fuerza de tal forma que es intencionalmente lesiva para la persona o el grupo contra el cual se aplica.

La Filosofía era y es todavía, una disciplina temida, porque enseña a la gente a pensar, reflexionar y discernir. Parece que la violencia es hoy en día un tema, no solamente recurrente o fundamental en el análisis social o político de nuestras vidas, de nuestra sociedad o de la misma condición humana, sino que ha pasado a ser un componente ya establecido en nuestras vidas.

Primero se debe tener conciencia de lo que verdaderamente somos y así poder generar una respectiva forma de tratar a los demás. ¿Cómo lo podemos lograr? La solución sólo está en nosotros y en nuestro interior.

Segundo, es el motivo por lo que existen los valores. El primer paso es saber cómo controlar nuestros impulsos, así nuestra sociedad irá en un incremento de paz.

La Filosofía nos educa a través de conocimientos, valores, creencias y actitudes frente a distintas situaciones.

El hombre es un ser pensante y como tal debe reflexionar antes de actuar con la fuerza y cometer un acto que perjudique algo o alguien.

Sin embargo, y a pesar de esta descarnada realidad, el hombre siempre pensó en la paz y creó la cultura para enfrentar tanto a las violentas fuerzas de la naturaleza como a sí mismo.

Algunas personas que sienten estos problemas emocionales no reaccionan contra otras personas sino que dirigen su violencia contra sí mismos. El ejemplo más extremo es el suicidio.

Es normal sentir ira o enojo cuando existen sentimientos de decepción o traición, pero la ira o la frustración nunca justifican la violencia.

Se puede salir de un círculo violento aprendiendo a hablar sobre los sentimientos. Siendo fuerte, buscando la seguridad y manteniendo la calma.

Sabemos que la violencia es un fenómeno social muy peligroso de personas que mueren a causa de tiros y golpes. Hay que tener en cuenta que está en nuestras manos, ser violentos o no.

La violencia es la acción realizada por una o más personas que implica daño, dolor, manipulación u otra acción que atenta contra la integridad de cualquier persona o grupo de personas. Ésta se aprende y se puede cambiar, como todas las conductas que son aprendidas, pero no es fácil, porque si no hay una causa simple para la violencia, tampoco hay una solución simple.

La Filosofía dice que la violencia no es la única forma de solucionar un problema, la Filosofía  es definida como el amor al conocimiento y su propósito es enseñar a pensar y discutir, con un espíritu crítico.

El arma principal de la Filosofía es el diálogo. La violencia es la Filosofía de los ignorantes. La violencia en todas sus formas es cada día mayor, alcanzando proporciones alarmantes. Desde la perspectiva de este ensayo, la cuestión fundamental en la Filosofía es: ¿Matar o no matar? ¿Puede existir una razón que justifique el acto de matar a otro ser vivo?

Bibliografía

“Tipos de violencia, ¡no te quedes callado!” [en línea]. Luz Carmen Meraz. (s.f.) [fecha de consulta: septiembre del 2013]. Disponible en: http://www2.esmas.com/salud/668747/tipos-violencia-no-te-quedes-callado/

“Filosofía y violencia” [en línea].  Alberto Terrones González, lunes 16 de mayo del 2011. [fecha de consulta: septiembre del 2013]. Disponible en: http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/312404.filosofia/i-violencia.html

“La violencia” [en línea]. Jhon Fredy Callejas Pérez, viernes 11 de junio de 2004 [fecha de consulta: septiembre del 2013]. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos15/la-violencia/la-violencia.shtml

Parent, J. (s.f.). “La violencia y el determinismo filosófico”. Recuperado en septiembre del 2013, del sitio web de la Universidad Autónoma del Estado de México: http://etzakutarakua.colmich.edu.mx/relaciones/033/pdf/JuanParentJ.pdf

Cante. F. (2005). “Acción política no-violencia, una opción para Colombia”. Recuperado en septiembre del 2013, del sitio web de Facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Relaciones Internacionales: http://books.google.com.mx/books?id=oIreAaPWFi0C&pg=PA167&lpg=PA167&dq=Acci%C3%B3n+pol%C3%ADtica+no-violencia,+una+opci%C3%B3n+para+Colombia&source=bl&ots=pC9ehAG9wA&sig=appaCsivzhSKQQuMLuYUetjKj0Y&hl=es&sa=X&ei=tgQhU4-pJqnY2AXj94GoCg&ved=0CDAQ6AEwAQ#v=onepage&q=Acci%C3%B3n%20pol%C3%ADtica%20no-violencia%2C%20una%20opci%C3%B3n%20para%20Colombia&f=false

Fe vs. ciencia

Ana Estefanía Reyes Barragán
Escuela Preparatoria de Jalisco
Participante del II Coloquio Filosófico del SEMS 2013

Substracción

Substracción | Andrea Azucena Avelar Barragán. Preparatoria 2.

Abstract
Se presentan distintas posturas acerca de Dios y su existencia. El texto defiende postulados acerca de la posibilidad de su existencia basándose en la tesis de algunos filósofos que demostraron la existencia de un ser omnipotente, principio y fin del universo. Hace referencia a una esencia universal presente en la vida del ser humano que, aunque no pueda ser percibida, lleva a preguntarse sobre su misterio infinito; se contrasta que también otros autores pueden negar la existencia de Dios, ya que si Dios no puede ser visto, entonces no puede ser experimentado, ¿se puede probar racionalmente la existencia de Dios?

“Por rutina descalificamos testimonios que justifican atenuantes. Es decir, estamos tan convencidos de la rectitud de nuestro juicio que invalidamos evidencias que no nos confirmen en él. Nada que merezca ser llamado verdad podría haberse alcanzado nunca por ese medio”.
Marilynne Robinson. La muerte de Adán (1998), en Young, Paul. La cabaña p. 96

El hombre, desde su origen, se ha hecho muchas preguntas, pero la existencia es como un enorme palacio por recorrer, en el que cada puerta lleva hacia una nueva sala con más puertas y por lo tanto, a nuevas incógnitas. En un mundo complicado y confuso en el que el hombre debió comenzar a preguntarse el porqué de su exisencia y de todas las cosas, surgió la idea de que existían fuerzas más poderosas rigiéndolo, es de esta idea que nació la veneración. En cada pueblo se originaron distintas teorías religiosas a través de mitos y creencias sobre el bien y el mal, por ejemplo, en algunas culturas veneraban a los elementos, los astros y la naturaleza como dioses. Por otro lado, en algunas civilizaciones se manifestó un fenómeno de nueva revelación: la consciencia de la existencia de un ser supremo, un Dios omnipotente y sabio en lugar de miles de dioses.

El hombre moderno, al igual que el hombre de la antigüedad, busca una explicación completa al sentido de la vida. Los científicos intentan dar con un campo que explique todo. Pero más allá de la materia, el hombre encontró que existe el mundo espiritual y con él grandes incógnitas que exigen una respuesta ¿qué sentido tiene la vida?, ¿qué ocurre después de la muerte? Afirmar la existencia de un más allá y de la divinidad  o que todo saber en doctrinas es pura ilusión, no resuelve el gran problema Hombre y Dios, sino que se limita a descartarlo y dejarlo de lado sin proponer solución. Por ende, se expondrá la siguiente incógnita frecuentemente debatida entre ciencia y fe: ¿es posible razonar a Dios? Lo primero es abrirse a la posibilidad de la existencia o no de Dios, preguntémonos sobre él descartando la idea de si es imaginario o no.

¿Se puede probar racionalmente la existencia de Dios?

Existen muchas teorías acerca de la vida, el origen del universo, la evolución y otras que generan más preguntas para el hombre, varios científicos se han enfocado en responder lógicamente estas preguntas para así poder comprender el universo. La ciencia puede darnos a conocer muchas de las respuestas a nuestras preguntas. Sin embargo, no es el único camino ni es omnipotente. No hay sabio en el mundo que pueda explicar por qué existe un átomo, o la dinámica y las velocidades increíbles de las partículas subatómicas, o la velocidad de la luz, o el Big-Bang. Grandes físicos y cosmólogos como Isaac Newton, Johannes Kepler, Albert Einstein, Paul Dirac, Werner Heisenberg, han afirmado que tiene que admitirse la explicación de un poder infinitamente inteligente y superior para comprender la materia y el universo.

Entonces, ¿cómo se llegó a la idea de que existe un Dios? Muchos filósofos, siglos antes de Cristo, se plantearon el mismo problema acerca de un ser supremo y omnipotente, tales eran estas ideas que cambiaron muchas de las creencias que se tenían, sobre todo creencias politeístas. Por ejemplo, Jenófanes atacó las creencias religiosas populares de su tiempo y se opuso a ellas proclamando que Dios era uno e inmutable; durante su época, la sociedad hacía a los dioses según sus perspectivas, y él mismo condenó la idea popular de que un Dios podía ser como un mortal:  “Si los bueyes o caballos tuvieran manos y pudieran pintar con ellas y producir obras de arte, como lo hacen los hombres, los caballos pintarían las formas de los dioses como caballos, y los bueyes como bueyes… los etíopes hacen a sus dioses negros y de nariz respingada, mientras los tracios les ponen cabellos rubios y los ojos azules” (Jenófanes de Colofón en Enseñanzas básicas de los grandes filósofos, “La naturaleza de Dios”, p. 108). Partimos de este punto porque muchos creen que Dios es sólo una idea humana.

Tres de los más grandes filósofos de la historia, Sócrates, Platón y Aristóteles, tenían un pensamiento puro de Dios a pesar de las creencias politeístas de su época, de ellos quien destacó fue Aristóteles al mostrar varios postulados sobre la existencia de Dios. Aristóteles pensaba que había dos causas en el universo: acto y potencia. Para él las potencias son los actos que se realizan a sí mismos en el mundo de la materia, muestra rastros de la antigua idea griega de que la materia era viva. Él representaba esto con el ejemplo del roble, que es el acto, y la bellota, la potencia: la bellota crece hasta ser roble, realiza el árbol roble que estaba en ella como bellota, pero en potencia; al crecer ésta se esfuerza por convertirse en árbol roble, pero antes de la bellota existía la materia y una idea o forma de la bellota. Muchos se preguntaban: ¿esta serie continúa interminablemente? A lo que Aristóteles respondía que no, al final hay una forma pura y sin materia, lo que él llama un “motor inmóvil”, la última causa de todo movimiento en el universo. Así es el “motor inmóvil” de Aristóteles: mueve a los hombres, maneja la materia, pero él mismo es inmóvil, nada le afecta. Así, Dios es el centro hacia el que todas las cosas se esfuerzan y por tanto él es el principio unificador del universo. De aquí surgieron los estoicos y los epicúreos, cada uno tenía diferentes maneras de concebir cómo era su Dios, o dioses, con respecto a personalidad y quizá aspecto. ¿Esto quiere decir que el hombre puede decidir y saber quién es Dios? No, esto quiere decir que el hombre pretende jugar todo el tiempo a ser Dios, sin embargo, nadie puede definir con exactitud quién es Dios, y si pudiésemos: ¿qué habría de interesante después de haber descubierto uno de los más grandes misterios? Lo que si podemos plantearnos es si su existencia es irrefutable o no.

Tomás de Aquino se impuso la tarea de demostrar que el universo, como revelación de Dios, es racional, enseñó que los universales existen en los objetos particulares como la esencia de las cosas y fundamentó las cinco vías que demuestran la existencia de Dios; adoptó el pensamiento de Aristóteles para apoyar las doctrinas fundamentales de la iglesia: él decía que Dios es forma pura. Deducimos su existencia de los hechos de su creación. El hombre por el hecho de ser hombre no es perfecto, pero Dios es la perfección pura que el hombre busca alcanzar, Dios es guía y motor, algo que causa el equilibrio de todas las cosas por lo cual él se dirige ante nosotros por muchas vías, es intangible como materia, al igual que miles de objetos en el universo: intangibles pero existentes. Sin embargo, postulados como el de David Hume, quien se apoyaba en el conocimiento empírico, dan a considerar materia para el debate con las demás teorías, pues Hume indicaba que no es posible demostrar a priori la existencia de Dios, puesto que las cuestiones de existencia sólo se pueden decidir con la experiencia, nunca con el mero análisis de una idea.

La no existencia de un objeto correspondiente a una idea no es algo contradictorio con dicha idea: no es absurdo que no existan los triángulos ni las mesas, ni Dios. Pero tampoco nos sirven los argumentos a posteriori, ni siquiera el relativo al orden y finalidad en el mundo, que de todos es el mejor,  puesto que parten del principio de causalidad que debe admitirse con restricciones: en realidad no existe la causalidad como una propiedad de las cosas, sólo encontramos sucesión, pues a un acontecimiento le sigue otro y nada más; en todo caso, podemos aceptar la existencia de vínculos causales pero sólo entre los datos de la percepción y nunca de cosas situadas más allá de estos. En este sentido: Dios no puede ser percibido, por lo tanto, para Hume, no existe.  Esto contradice a Santo Tomás de Aquino, pues Dios es la causalidad de todo. Lo anterior nos conduce a una pregunta verdaderamente difícil de responder: ¿puede ser que Dios mismo haya creado la ciencia para debatirnos en el misterio de su existencia y negar incluso la misma? Fichte llegó a la conclusión de que el origen del universo es la razón universal, a esta razón la llamó Dios: “el proceso universal de la vida” que domina la conciencia de cada individuo. La moralidad exige la realidad de ese ser y por tanto, Dios existe.

Otros filósofos consideran a Dios como la energía, o como Schelling, la causa; él argumentaba que es imposible asignar a Dios los atributos usuales de personalidad, pensamiento, voluntad y otros parecidos. Aunque, por otra parte, Spinoza decía que podemos percibir sólo dos atributos de Dios: el pensamiento y la extensión, por eso conocemos a Dios mediante las ideas y los cuerpos. Sin embargo, todo ello no agota a Dios pues él es mucho más que esto y nunca podremos entenderlo por completo. Esta tradición nos lleva a preguntarnos si algún día podremos conocer a Dios en su totalidad; lo más probable es que no, porque Dios es inalcanzable y por lo tanto su misterio sigue y seguirá siendo infinito: continuaremos debatiendo imparablemente su existencia.

Es también natural creer que no existe Dios, pues somos seres racionales y necesitamos explicarnos la causa de todo. Sin embargo, Dios no puede ser visto pero existen caminos que nos conducen a Él. La pregunta entonces no es si Dios existe, sino más bien lo que consideramos que es y la posibilidad de si el camino racional es suficiente para acceder a Él.

Bibliografía

Sáenz Enríquez, Alberto. “La existencia de Dios es irrefutable”. Febrero 2012 recuperado el 6 de octubre de 2013, disponible en:  http://www.cienciayfe.org/secciones/01ASE/existencia.php
Frost Jr. S. E., Enseñanzas básicas de los grandes filósofos (2005) “La naturaleza de Dios”, páginas: 107-108, Editorial Diana, México DF.
Young, Paul. La cabaña (2007), “Una pieza de Pi” páginas: 96–112, Wm., Editorial Diana, Madrid, España.

Predominio del hombre sobre los animales

Jonathan Emmanuel Ascencio Rallas
Preparatoria Regional de El Salto.
Participante del II Coloquio Filosófico del SEMS 2013

Naturaleza muerta

Naturaleza muerta | Alexis Alberto Ramos Flores. Preparatoria 12.

Abstract
¿Por qué se cree que las personas valen más que los animales? A lo largo de la historia los animales han sido tratados como seres inferiores sin derechos. Tanto animales como seres humanos deben gozar de las mismas oportunidades de subsistencia en la Tierra. Por desgracia, la sed del hombre por ser la especie dominante ha creado un asesino de familias, experiencias y vidas que diversos animales podrían haber gozado.

«La no violencia lleva a la más alta ética,
lo cual es la meta de la evolución.
Hasta que no cesemos de dañar
a otros seres vivos, somos aún salvajes”.
Thomas Alva Edison (1896) 

Hoy en día nos podemos dar cuenta que el hombre es la raza dominante del planeta Tierra; la cuestión sería: ¿verdaderamente merecemos ser los seres que rigen aquí, o sólo estamos cegados por el hecho de sentirnos por encima de otros individuos? El hecho es que no debemos sentirnos de esa manera, ya que si algún día estamos debajo de alguien o algo, nosotros exigiremos nuestros derechos.

Los humanos somos organismos hechos para convivir con otros seres, esto se nos inculca desde la infancia. Sin embargo, enseñar que los humanos sólo deben socializar con humanos es la manera errónea de transmitir un mensaje; los animales son seres pensantes y por lo tanto, merecen respeto y una oportunidad para desarrollarse.

En los últimos años hemos presenciado la creación de diversas formas de protección para una amplia gama de especies, esto debido a que son incapaces de confrontar a la sociedad por no tener las mismas formas de expresión. La existencia de asociaciones, grupos sociales e incluso la conciencia de las personas en pro de la defensa y preservación de diversos animales, ha inspirado e incitado a otros a sumarse y transmitir mensajes para la igualdad entre humanos y animales. Es notorio el esfuerzo de un sinnúmero de personas para auxiliar a formas de vida maltratadas día tras día por una sociedad incapaz de entender la importancia de otro ser vivo.

Muchos de los maltratos animales los sufren perros y gatos. Si bien se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, ¿será posible que nosotros seamos el mejor amigo del perro? Mientras compramos animales domésticos de razas finas, perros y gatos que viven en la calle, están en circunstancias desfavorables como agresión física, no reciben alimentos, o son tratados con desprecio e irresponsabilidad, todo esto puede causar, en la mayoría de los casos, la muerte.

Si bien se da el maltrato en animales domésticos, también lo podemos encontrar en animales salvajes que son extraídos de su hábitat natural y son esclavizados para dar espectáculos en ferias o circos. Las condiciones en las que viven son brutales, ya que son golpeados y no son alimentados por castigo al no cumplir con un acto circense o alguna rutina que les hayan enseñado. Los animales más afectados por estos hechos son los elefantes y los osos; como nos dice la Agrupación para la Defensa Ética de los Animales (ADEA): “A los osos se les retiran los dientes y las garras o se les coloca aparatosos bozales. El entrenamiento de los osos incluye tocarlos con varas que transmiten descargas eléctricas para obligarlos a que obedezcan y realicen los ‘divertidos’ trucos”. Desafortunadamente existen otras formas de humillación para los animales que viven en los circos, por ejemplo, asustar a los especímenes con fuego o agua helada.

Además de las ferias y los circos podemos encontrar diferentes lugares en los que se utiliza a los animales como entretenimiento, tales como acuarios, zoológicos y plazas de toros. Aunque en los zoológicos y acuarios aparentemente se muestran buenos servicios a los animales, en muchas ocasiones reciben malos tratos y son lastimados si no expresan muestras de afecto al auditorio asistente.

Mientras algunas personas luchan por los derechos de los animales, en la sociedad se cree que los animales, al ser incapaces de hablar, deben estar bajo el predominio de los humanos. El trato que reciben estas criaturas es denigrante: cualquier persona se ha ganado la oportunidad de vivir en este planeta, muchas de las veces libremente, entonces: ¿por qué los animales deben ser tratados como esclavos?, finalmente, todos tenemos vida, experimentamos sensaciones y aprendemos de nuestros errores.

Por otra parte, uno de los mayores problemas que diversos grupos y asociaciones intentan erradicar es la caza de animales. Este suceso se ha producido principalmente con venados y ballenas debido a que de estos dos animales se extraen productos que son de gran utilidad para la gente, por ejemplo: de las ballenas se extrae grasa y de los venados se extirpa toda la carne por ser altamente deliciosa.

Hay organizaciones no gubernamentales, como el caso de México Antitaurino, a favor de la conservación y protección de la fauna. Asimismo, los movimientos religiosos, aunque no defienden a los animales directamente, expresan el respeto ante todos los seres vivos. El catolicismo postula que cualquier individuo tiene el derecho a nacer y a disfrutar de todas las experiencias que podemos presenciar en esta vida.

Los humanos debemos estar muy conscientes del caótico proceso por el cual perdemos a un animal para siempre, esto lleva el nombre de extinción. Hemos perdido muchas especies de animales que eran hermosas criaturas, recientemente el rinoceronte de cuerno gris. Ya sea el ser más minúsculo o el más grande, su declive ocasiona un cambio radical en el equilibrio de los ambientes naturales.

Cualquier forma de vida, así sea grande o pequeña, al terminar con su existencia puede llegar a perjudicarnos, al grado en que nosotros mismos estemos en riesgo de extinción. Un ejemplo muy claro son las abejas, sin ellas la reproducciónnatural de flores no se llevaría a cabo, pues estos seres efectúan el proceso de polinización, que es básicamente el método principal para la reproducción de flores; por tanto, su desaparición nos repercutiría en cuanto a los alimentos que consumimos. Por ejemplo, las frutas de las que nos alimentamos.

Muchos países, como Estados Unidos, han presentado iniciativas o leyes para la defensa y preservación de animales. En diversos lugares encontramos reservas que resguardan animales y propician el nacimiento de estos organismos para que puedan subsistir y no desaparezcan de la faz de la tierra. Las personas que infringen cualquier cláusula de una ley de seguridad animal, como la ley 27265 de Estados Unidos que proclama el respeto y la conservación de animales domésticos y silvestres, a veces son penalizadas con multas o prisión. Los animales que son rescatados de estas personas se ponen a disposición de albergues que tratan a los animales psicológica y físicamente para que puedan conseguir un mejor hogar.

La manera para que todos los humanos y animales vivamos de igualitariamente, es reflexionar que si nosotros estuviéramos en el lugar de estos seres nos gustaría recibir un trato justo. Desgraciadamente muchas personas piensan que un ser de este tipo es un estorbo y que sólo ocasionará problemas en la sociedad. Si bien muchas personas defienden a los animales, otras sólo los escuchan o ignoran y los llaman revoltosos o rebeldes, dicen que deberían conformarse con lo que pasa en la sociedad. Creo que lo que la gente no entiende es que cualquier ser merece vivir y ser respetado.

Debemos comprender que todos somos iguales, ya sea si caminamos con piernas o si nos movemos con cuatro patas, si tenemos piel o si nos expresamos con palabras, con sonidos y melodías. Debemos enseñar y unirnos para que los animales tengan una oportunidad de vivir y ser tratados equitativamente. Ningún ser vivo es más o menos que otro.

Motorbreath

Motorbreath | Sergio Jaír Sáenz Uribe. Preparatoria 10.

Bibliografía

“Asambleísta del PRI propone prohibir uso de animales en circos”. (2013). El Legislativo, pp. 5-6.
Grupo ADEA, “Venta ilegal de animales tercer negocio más lucrativo en el mundo”. (2013). El Legislativo, p. 5.
Flores, P. (2013). ADEA. Obtenido de Los Circos y el maltrato animal: Http://www.adea.com/
“Propone PVEM prohibir en Colima corridas de toros y peleas de gallos. (2013)”. El Legislativo, p. 6.