La danza última

Si los ojos de la muerte arrebataran mis certezas,

y me arrojaran blanda entre silencios laberínticos,

jugaran tímidos cadáveres al póquer

o algún demente propusiera terrorismo

procuraría develar tu aroma, recordar algunos gestos o augurar la infancia

desprenderme nimia y emprender sin lamento el salto al abismo

(la muerte prevenida conoció tu predecible arrebato ingenuo,

has caído en la trampa electa)

escribiría mi epitafio observándola acercarse

punto por punto

gran obra teatral

Si tan sólo previniera los ojos de la muerte y venciera su imprudencia,

bebería como despido alcohólico o remedio pronto la cicuta cual bozal,

si pudiera agujerar los ojos de la muerte no podría alcanzarme ni corriendo

quizá encendiendo y disipando la euforia de vivir

por fin comprenda de qué trata todo esto y decida otra vez

volver a jugar

Aranzazú de León Vázquez

Egresada de la Preparatoria 13

 

Diego Alejandro Ramírez Guerrero. Vacío

Vacío. Diego Alejandro Ramírez Guerrero. Preparatoria Regional de San Martín Hidalgo.

 

Oculto

Me escondo en las grutas del olvido

como quien se esconde después

del actuar ínfimo.

Te escondes, viva, de mi mano en búsqueda

de mi mirada hacia ti vuelta.

La vida es un juego de azar

de esconderse de correr

de no caer preso

y lanzarse pecho a tierra

cuando el tiroteo empieza.

Me escondo detrás de los árboles

como si pudiera tener su manto.

Una voz me dice, en cambio,

que mi refugio está en otros lados.

Bajo al agua y busco en la boca de los peces

pero el murmullo marino me dice: “run, run”.

Que corra.

Desacato la orden y nado a la costa

virgen, limpia, de arena blanca

El humano todavía no ha puesto su mano:

al llegar me echo como un perro libre,

como un humano cansado —como yo—

preguntando por el escondite.

Me escondo, te escondes

luego del actuar ínfimo

pero es que el pecado es insensato

y tan indecible

que ha de ser olvidado.

Yo también me refugié en el pecado

cuando lo benigno en dios no me bastaba.

Y puedo decir, ahora:

Me levanté y anduve, como Lázaro

sin que Dios me hablara.

Jesús Alejandro de la Torre López

Egresado del módulo de Mezquitic, de la Escuela

Preparatoria Regional  de Huejuquilla el Alto

 

Vaivén

Te lo digo al revés esperando que me entiendas

dichas una vez, las palabras mueren

si me lees en tu mente, habrá proeza

perdura el sangrado de duda

¿Entiendes que aquí existes?

Te lo digo al derecho, esperando que me entiendas

todo es oscuro e inexplicable

perdura este sangrado de duda

si tu mente no lo había pensado

no le había hablado antes.

Te lo digo al revés esperando que me entiendas

dichas una vez, las palabras viven

si me lees en tu mente, habrá proeza

perdura el sangrado de duda

¿Existes?

Aún espero que entiendas.

Nely Valentina Godoy Chavarría

Preparatoria 10

En el pueblo

Aquí en el pueblo las cosas pasan (¿pasarán?)

lenta, serenamente.

El minúsculo tráfico se arrastra con pesadez

y las señoras agitan sus paraguas

con intenciones sólidas de espantar a la lluvia;

pasado un rato se quejan del calor y el temporal

de lo mucho que los tiempos pasados superan al ahora.

Las cosas suceden porque quieren

pesadamente,

en la calidez de las tardes.

Los arreboles se encienden

como inmensos luceros.

Se van también de la misma manera

como cuando no los vemos

y nos sentimos solos de no hacerlo.

Cuando las cosas cambian

o salen de su curso

se pueden oír campanadas dobles

                lejanos cláxones por alguna reyerta juvenil

                perros ladrar efusivamente

                una, dos noches seguidas

                o leves indicios de ebriedad

                por algún santo patrono.

Pero sólo cuando las cosas

salen de su curso,

porque en el pueblo

y más aún en los nuestros

—los de todos nosotros—

las cosas prefieren suceder

tranquila, serenamente.

Jesús Alejandro de la Torre López

Egresado del módulo de Mezquitic, de la Escuela

Preparatoria Regional de Huejuquilla el Alto.

 

Servando Yael Ávila Álvarez. Vestigios

Vestigios. Servando Yael Ávila Álvarez. Egresado de la Preparatoria Regional de Colotlán.

 

Lilith sería una prostituta

Lilith, mi madre, sería hoy una prostituta.

En todos lados, ofertada barata, de nombre desgastado y sobre extendido.

Sin reconocimiento, buscada por quienes necesitan reavivar la hoguera de una idea que les eche a andar el motor en el pecho, para pagarle con una moneda y olvidarla.

O quizá, en su lugar, suspirar por ella en los balcones, en la cocina, en la cama, añorando el día de tenerla sublimada en carne viva.

Ella vive en una esquina, alimentada de migajas de la hipocresía de quienes creen qu ele hacen el amor.

Como una prostituta en boca de todos y en el alma de nadie.

Ana Laura Lizardi Salcedo

Egresada de la Preparatoria 11

 

A veces soy las 4:00 a. m.

A veces soy las 4:00am.

No las 3, por que las brujas aún trasnochan

en su hora, ni las 5, porque alarmas en todas

partes anuncian que es hora de salir a correr.

A veces soy las 12 de la tarde pero eso a

nadie le importa porque todos conocemos

las luces de mediodía. Ese lado inquieto y

bullicioso de la sangre fluyendo, una calle

pletórica, intranquila, turbulenta.

Todos conocemos las 12:00PM.  Pero sólo

ha probado las 4:00AM quien conoce

motivos.

A veces, de madrugada, soy los amantes que

no tuve.

A veces soy mi madre que llora porque grita

en silencio las batallas perdidas antes de

pelear –y la peor hija-.

A veces soy sola, callada, oscura, insomne.

Me muerdo las uñas porque son las 4:00 am.

y sigo inevitablemente aquí, sin nadie que me

salve de lo que pude haber sido pero no seré

jamás, que me mira desde un espejismo

futuro con sonrisa altiva.

A las 4:00 am no soy ego ni persona; ni soy

las 12 de la tarde. A esa hora soy una voz

que susurra

A veces, a las 4:00 am, soy poesía.

Ana Laura Lizardi Salcedo

Egresada de la Preparatoria 11

Animal

Los perros no son humanos, por más que la sociedad se ensañe en vestir a sus perros mejor que a los niños de la calle.

Los humanos no son perros (aunque a lo mejor estarían mejor como animales);

Excepto mi maestra de segundo, que era una perra. O de mi maestro de dibujo que pintaba bien perro. O de mi maestra de español que contaba cosas perras aunque solo le gustaran los gatos.

A lo mejor sí somos perros, en peyorativo superlativo.

Perra humanidad.

Los perros no son humanos porque nadie que no naciera en el tormento de pertenecer una especie que mata a los suyos por miles, quisiera terminar formando parte de ésta.

Además matamos perros.

Si los perros fueran humanos no perderían el instinto animal o se harían de una obediencia robótica y civilizada. Fuera lo salvaje. Fuera olerse la cola y acostarse en L A T I E R R A de cara al cielo, y corazón al cielo. Y ensuciar la casa.

Lo salvaje es malo. La mujer es mala.

Los perros son líquidos tomando la forma del recipiente que ocupan; la casa que ocupan.

Quiero beber perros.

Los perros no son niños, pero hay quienes los quieren como si fueran niños aunque no quieran a los niños, y hay quien no quiere a los perros. Y hay quien no se quiere a sí mismo: ni humano, ni perro.

El perro es el mejor amigo del hombre que no supo ser su propio amigo.

Pobre del hombre. Y pobre del perro que vive con el hombre.

 

Ana Laura Lizardi Salcedo

Egresada de la Preparatoria 11

 

Irma Sarahí Vázquez Yáñez. Sin Título I

Irma Sarahí Vázquez. Egresada Preparatoria 13.

Tolnavera

¡Qué perfume de flor de cuchillo!                       

Federico García Lorca

 

La luna ha crecido amarilla sobre el manto dorado de luces que tiembla frenético allá lejos. Por el cielo se deslizan fiebres de relámpagos y ardores de naufragio. Sucede como en sueños, a tientas. Frente a la realidad viene el falsete, encabalgado. Lleva toda la pena.

     Va el montaraz inmerso en el ritmo frío de las calles, con el abismo abierto a los bolsillos, sordera por el continuo mascar de los colmillos metálicos de las monedas y un reloj que no funciona. Pero el tiempo, nodriza, nos enseñó a curtir sombras. El galope de la guitarra teje sus minutos. Las caminatas son para creer atravesar la ceniza. Los puentes desquebrajan el paisaje.

Filos arrullan la suerte. Por las alcantarillas se venden balsas y paraísos. Las ruedas giran. Los bramidos de la marea y sus bestias surcan las avenidas. Ecos de teóricos despiertos hablan en el lenguaje de los bostezos. Las alarmas aturden, la tierra retumba. Pero si dices mi nombre se vuelve el espacio que recorre en su giro la onda de color del listón que arroja una bailarina al aire.

Qué puede la muerte, ajedrecista, frente al instante de esta cabellera dormida tan dulce en sus vueltas. Canto de trino en la niebla, luego, nada, burla, baile resuelto libre sobre jaulas. ¿Qué puede el cuerpo frente al mar cuando canta la nostalgia del vaivén de sus olas? Jugar a sumergirse mientras se curva el enredo violento de la espuma. Entonces agua al caballo, al jinete (aunque muerto) que vienen cansados por la danza de las máscaras, por la arena que abrasa la ciudad.

 

Alina Saraí Cárdenas Vega

Egresada de la Preparatoria 12

 

Carlos Alexis Pineda Ibarra. La creación

La creación. Carlos Alexis Pineda Ibarra. Prepa 10.

 

Santa Semana Santa

Me gusta creer que vamos de paso

por la inconsciencia

conscientes

amarrados por el cuello

llenos de embrollos

y razones para el desalojo

abarrotando de latigazos la espalda

por esta peregrinación inexistente.

 

La asunción de los cuerpos no basta

es Viernes Santo

queda para mañana la gloria

dos días y festejas a la vida,

        marchita la esperanza.

La fe

no te redime

en la corona llevas espinas

mujer espectro.

 

De qué te sirven

las alabanzas y los golpes de pecho

ofendes a tu Dios

con las ofrendas hechas a tu deudor

te engendras

en el pudor de tus miserias.

 

Hace tiempo

que desnudaste los hábitos

¿y ahora te alzas en la gloria eterna?

tu cristiana terquedad

te ciega de un hecho inevitable

eres parte de la sangre de Caín

ojalá

Dios nos libre

de la Semana

                       Santa.

Karla Elizabeth Martínez Cruz

Egresada de la Preparatoria 12

 

Adrián Lepe Santana. Antes del apocalipsis2

Antes del apocalipsis. Adrián Lepe Santana. Preparatoria Regional de Tecolotlán.

Esta historia no es mía

Expectador a dos oídos

y una percepción entre ceja y ceja

 

I

Lúgubre espacio de tu boca

apresada me masticas, me tragas

me desechas porque no soy nada.

 

II

Soy la píldora para comer más

no efervezco.

Estoy fundida, apagada.

 

III

Me guardas, me inculcas

me sientes, me tienes

quedan restos de mí

cada uno… entre tus dientes.

 

IV

Epidemia de murmullos

a tu espalda me golpeas

vocal tras vocal

con una consonante

te silencias y no reconforta.

 

V

Me usas, me reciclas

soy presa de ti

estoy aparcada en tu tráquea.

Recibirte ajeno

en grietas que coinciden

de la historia Intermitente

de tu descontinuo existir.

Ana Carolina Rentería García

Egresada de la Preparatoria 13

Del pensamiento crítico a la madurez intelectual

En la actualidad la educación no es considerada solamente una transmisión de conocimientos, sino el fomento de habilidades que permita a los estudiantes poner en práctica dichos conocimientos para la consecución de un fin. Pero, ¿qué habilidades pueden relacionarse con la forma en la que pensamos? El conocimiento, en términos generales, nos proporciona elementos que ayudan a entender nuestra realidad en un contexto determinado, pero la discriminación o análisis de tales elementos se da mediante un proceso crítico acerca de los mismos. Es esta habilidad de abordar críticamente lo que vemos, escuchamos y leemos lo que nos ayuda a entender el mundo de una manera distinta, pues nuestras estructuras de pensamiento se van modificando en función del desarrollo de esta habilidad. Atrás han quedado las interpretaciones míticas del mundo, un mundo que se creía funcionaba al arbitrio de los dioses; las explicaciones mágicas de la naturaleza; y aun cuando la religión continúa presente en nuestra sociedad, tenemos otras formas de aprehender y entender la realidad, resultado precisamente de este proceso de análisis.

¿Por qué es importante fomentar el pensamiento crítico? Cuando los jóvenes bachilleres se acercan a estas formas de analizar o estructurar el pensamiento, su visión del mundo se cimbra. Se percatan de la complejidad de la realidad humana; que la muerte no sólo significa el cese de la actividad biológica; que la vida pudiera carecer de un sentido determinado; que la tecnología resuelve algunos problemas en la medida en que genera otros; que el problema del aborto no puede reducirse a una respuesta simplista de “sí” o “no”; que no puede haber libertad sin responsabilidad. El acto de reflexionar y  profundizar en los tópicos tratados también son elementos que revelan un cambio en su forma de pensar, lo que a la postre generará en ellos una determinada madurez en su pensamiento. Esta madurez intelectual no significa necesariamente una amplitud de conocimiento, sino la forma en la que abordamos y estructuramos ideas, la manera en la que las expresamos y argumentamos, nuestra capacidad de escucha hacia los demás, la tolerancia a posturas posiblemente opuestas a la nuestra, ser capaces de juzgar dichas ideas por sí mismas al margen de la percepción que tengamos de nuestro interlocutor. En concreto, estas habilidades producen en el individuo sensatez, prudencia, respeto, perspicacia, entre otras.

En tiempos recientes hemos presenciado un esfuerzo por generar en los bachilleres el interés por desarrollar el pensamiento crítico, invitándolos a participar en actividades en las que puedan expresarse, convivan con otras personas con preocupaciones afines, donde discutan de manera propositiva en una dinámica que no busca ganadores sino jóvenes que generen ideas. Desde hace algunos años, el Sistema de Educación Media Superior de la Universidad de Guadalajara ha  impulsado la realización de eventos y la creación de espacios propicios para que los alumnos tanto de preparatorias metropolitanas como regionales asistan al menos una vez al año a ser protagonistas en estas actividades asociadas con aquella disciplina eminentemente humanística, crítica, considerada como “la madre de las ciencias” por algunos, como una forma de alcanzar una buena vida por otros, como aquella actividad que genera preguntas pero que no necesariamente espera respuestas, y que a pesar de que hoy consideramos a la ciencia como la forma de explicación del mundo más verosímil, aquella disciplina se ha encargado de alumbrar en gran medida el desarrollo de la cultura occidental desde hace más de dos mil quinientos años. Hoy estamos esperando a que los jóvenes se atrevan a escribir para que podamos leerlos, que se animen a hablar para que podamos escucharlos, que nos hagan participes de su proceso de maduración intelectual. Los invitamos a que acudan al encuentro de las ideas, los invitamos a filosofar.

 

Jorge Alberto Rosas Almaguer

 

Licenciado en Filosofía y profesor de asignatura certificado en la Universidad de Guadalajara e integrante del Comité Filosófico del SEMS. Es Responsable de la Academia de Lengua y Literatura, así como miembro del Comité de Planeación Académica en la Preparatoria No. 5. Organiza y coordina el Taller de Argumentación en esa escuela, uno de los proyectos de vinculación con la Licenciatura en Filosofía del CUCSH.

¿Tiene sentido la existencia humana?

Luis  Antonio García Rosales
Preparatoria 18
Participante del Encuentro Filosófico del SEMS 2017

 

Resumen

La naturaleza dispone al hombre con habilidades natas como la reflexión, o de otras como sentir o reconocer algo: como la felicidad o el dolor u otras sensaciones. Este texto pretende exponer tres ideas que a juicio del ensayista pueden ayudar a entender que la respuesta a la pregunta fundamental de este trabajo no es algo acabado, no es un fin concreto, sino que se va dando a partir de la comprensión de realidades distintas, como las experiencias que tiene cada uno en su entorno, o la manifestación de sus estados de ánimo, o la adopción de una ideología.

La reflexión sobre el sentido de la vida humana tiene una larga tradición en el pensamiento occidental, pero también hay una apuesta a reflexionar sobre el mismo asunto en las comunidades del medio oriente, porque pensarse así mismo es una necesidad humana, esta reflexión no es exclusiva de una tradición de pensamiento.

Por ello para contestar esta pregunta primero tendríamos que analizar diversos aspectos sobre la existencia misma, cada persona, cada hombre, cada ser humano dependiendo del conocimiento adquirido a través de sus experiencias de vida tendrá una percepción de su propia realidad y por consecuencia ira creando una visión propia de su existencia.

Otro aspecto a considerar es la naturaleza humana reflejada en este caso en los estados de ánimo, eso inmaterial que hace que el hombre se sienta enojado, triste o feliz.  El estado de ánimo de un hombre influye mucho en su percepción sobre el mundo, de tal manera que su percepción de la realidad hace que tenga sentido su existencia y encuentre su lugar en el mundo. Entonces en el terreno de las experiencias y la naturaleza humana es indispensable para el mismo hombre expresar dichos estados de ánimo hacia sus semejantes y que estos tengan cierto grado de comprensión y entendimiento.

Desde el comienzo de la historia hemos podido apreciar en los discursos de las ciencias “a la humanidad como un todo”, generalizando así a la especie humana como la administradora del mundo. Al pasar del tiempo (la historia) podemos observar que el hombre tiene su lugar como especie en el mundo, por un grado de naturaleza distinta llamado conciencia de sí mismo, la existencia puede ser solo concebida teniendo en cuenta que se existe, “tener en cuenta” significa en este sentido ser consciente. (Descartes, 2008).

La evolución del hombre en cuanto a producción de ideas (pensamiento sistematizados o como se les llama en la modernidad: ciencias) está invadida en muchas ocasiones de ideologías que arrastran a ciertos grupos sociales a actuar de cierta forma sin cuestionar sus propuestas. La vida es solo un viaje de búsqueda continua de un constante equilibrio, en muchos casos depende del sistema de pensamiento que se ejerza en la época, (por ejemplo en la modernidad, sin pretender hacer generalizaciones, este viaje, esta búsqueda continua está asociada a la obtención de bienes). Algo muy curioso que se puede observar en nuestra época es que muchos hombres pasan por la vida siguiendo solo ese sistema creado e inculcado, pocas veces cuestionan ese sentido existencial en su vida, entonces podemos decir que las ideologías o sistemas de pensamiento también determinan en algunos casos el sentido que puede tener nuestra vida.

Hasta este momento tenemos tres factores que pueden ser considerados para intentar dar una respuesta más o menos convincente, seguramente nos encontraremos con una respuesta que no es cerrada, sin embargo es una respuesta concreta.

La vida humana tiene sentido si partimos que el hombre es en mucho el resultado de sus experiencias, digamos que nuestro encuentro con el mundo, con las cosas que nos rodean, determinan quienes somos. La comprensión de cada una de nuestras acciones nos lleva a entender que hay una especie de acción/reacción, si se realiza una acción que es considera como no “buena” por la sociedad, el resultado será la no aprobación del acto. Este encuentro con las cosas (relación hombre/mundo) va forjando el encuentro del hombre con sus pares (relación hombre/sociedad). En la convivencia del día a día con el otro le permite reflexionar sobre sus propias experiencias y las experiencias de los demás, al darse cuenta de lo que sucede a su alrededor sistematiza ciertas formas de conducta. El instinto del hombre por tener un semejante a su lado ha estado desde el comienzo mismo del ser humano, una necesidad incomprensible por ser comprendido y al mismo tiempo escuchado. Más que ser una simple una especie o simple materia llenando un espacio, el hombre tiene un concepto sobre sí mismo y sobre lo que le rodea y para él esa es su realidad, esa es su percepción del mundo. Cuando nos pensamos como individuos cada uno de nosotros tenemos nuestra propia idea de existencia, una idea concreta de quienes somos, pero la realidad es que el ser de cada hombre evoluciona en pensamiento conforme la misma humanidad.

Es justo aquí cuando se da cuenta que sus experiencias le pueden ayudar a responder los siguientes cuestionamientos: ¿Porque?, ¿Para qué?, ¿Cómo? y ¿Cuando?, preguntas que aun en nuestra actualidad siguen empujando al hombre a encontrar ese sentido.

No podemos escapar a nuestra condición natural, no podemos negar que somos cuerpo/alma. El cuerpo como ese instrumento material siente que refleja que pasa en el alma, por ejemplo la vivencia de esas emociones que son inmateriales pero que afectan o modifican la forma de actuar de los hombres. Si se está enojado hay un rechazo, o una actitud intranquila sobre cierta situación, si se está feliz hay una aceptación o aprobación a tal circunstancia. Estas afectaciones que tiene el hombre le permiten relacionarse con los demás de manera asertiva, en ciertos momentos encontrar este equilibrio le da sentido a lo que hace.

Adoptar una idea concreta que lo ayude a explicar o a entender que paso en su contexto (su mundo) también influye en el sentido que tiene la vida de una persona. Seguir una ideología para darle sentido a lo que se hace es necesario en algunos momentos de la vida, pero no cuestionarla, no ponerla aprueba puede ser un error. Quizás algo que nos ayuda a explicar este punto son las creencias, sin duda creer es fundamental en algún momento, pero aceptar una creencia como verdadera sin antes haberla puesta a prueba nos lleva a un error. Pero también hay que decir que las creencias tienen capacidad explicativa para algunos por ejemplo las creencias religiosas.

La idea de la existencia explica un aspecto sobre lo que es el “ser concreto” pero también el “ser ante una sociedad”. La imagen que tiene el hombre de sí mismo puede ser lo más importante que tenga en su realidad puesto que muestra la imagen de lo perfecto. Cada hombre tiene una esencia propia de su “ser” forjada al pasar del tiempo y la vida, esencia que distingue a cada individuo ya que este tiene una capacidad única para fabricar pensamientos e ideas propias de manera consciente generando con ella una filosofía propia de vida, una forma de ser que le da sentido a todo lo que hace. El sentido de la vida no es algo acabado, al contrario el hombre seguirá en búsqueda de su propio lugar y conocimiento de sí.

Bibliografía

Descartes. Rene. (2008). Discurso del método. México. Porrúa.

KIERKEGAARD, S. (1993) Diario íntimo. Barcelona, Planeta.

El caos Empezó siendo el paraíso. Déniz Guadalupe Torres Limón. Preparatoria Regional de El Salto.

El caos Empezó siendo el paraíso. Déniz Guadalupe Torres Limón. Preparatoria Regional de El Salto.

La muerte

Dividido. Mariana Interián Rodríguez. Preparatoria del Centro Universitario UTEG  Américas.

Dividido. Mariana Interián Rodríguez. Preparatoria del Centro Universitario UTEG Américas.

Daniela Citlalli Cortés Juárez
Preparatoria de Jalisco
Participante del Encuentro Filosófico del SEMS 2017

 

Resumen:

La muerte es una expresión fuerte, poderosa y compleja que cuenta con diferentes matices y enfoques tanto sociales, como religiosos, legales, culturales y biológicos, entre otros tantos. En el presente ensayo expondré mi punto de vista acerca de la muerte, abordándola desde distintas perspectivas tales como su estudio a través de la biología, la psicología, y las ideas que han tenido diferentes autores que han delimitado el estudio de la muerte por medio de la ciencia. También contemplaré el duelo, que es una parte fundamental de la vida, además de la manera en la que la religión conlleva e instruye, de alguna u otra forma, la muerte. Así mismo, mencionaré cómo las costumbres de distintas culturas influyen en la idea que se tiene de la muerte, y las reacciones de la sociedad ante ella, así como la manera en que nos afecta a cada uno.

En nuestra sociedad siempre se ha intentado comprender el fenómeno de la muerte al punto de que todos llegamos a hacernos preguntas tales como ¿Qué es la muerte? ¿Cuáles son los aspectos asociados a ella? ¿En qué consiste el estudio de la muerte por medio de la biología? ¿La religión toma un papel importante en la perspectiva que tenemos de la muerte? ¿Qué ocurre después de ella? ¿Existe dolor en la muerte? ¿Qué postura toman algunos autores acerca de ella? ¿Cuáles de sus aspectos son considerados por las sociedades? ¿Cuáles son sus efectos legales? ¿Por qué morimos? ¿El duelo se asocia con la muerte? ¿Somos capaces de enfrentarla? ¿Qué visión tenemos de ella? ¿Es posible evitarla? ¿Cuáles son sus aspectos estudiados en la psicología?

La muerte determina el cumplimiento de un ciclo vital que desemboca en la pérdida del instinto de vida por la toma de conciencia de la muerte. Esta puede ser considerada como algo trágico en la vida de las personas siendo, no la muerte sino la representación anticipada de ella, lo que inspira terror. Por otra parte, es evidente que enfrentarse a la muerte conlleva inevitablemente sentimientos de paz, plenitud e integridad y no solo sensaciones de fracaso, horror y desesperación.

Para definir la muerte es importante atender a distintos ámbitos tales como el biológico, el social, el legal, o el religioso, entre otros. Estos se encuentran entrelazados a ella con la finalidad de otorgarle un sentido. La biología asume la muerte como una fatalidad arbitraria impuesta en contra de nuestra voluntad. Algunos científicos de otros campos de estudio han intentado explicar la muerte a través de la experiencia intransferible marcada por la cultura. A continuación, mostraré algunas de las ideas más representativas en relación a ella:

  • Carl Von Linneo. (1707-17789). Plantea la sabiduría divina sobre cuatro fenómenos relacionados: propagación, distribución geográfica, destrucción y conservación, todas ellas instauradas por Dios (Ser supremo de los seres vivos), el encargado de equilibrar nacimientos y muertes. Linneo sostiene que la muerte mantiene la justa proporción de las especies.
  • Jean Baptiste Lamarck (1744-1829). Su postura es opuesta a la de Linneo ya que dice que un cuerpo vivo es limitado en su duración, debido a que está organizado en partes que poseen lo que denominamos vida. El ser está sujeto a perderlas y con ello sufrir la muerte, que es el fin de su existencia.
  • Claude Bernard (1813-1878) Dice que los organismos viven a la vez de su entorno y en contra de él además de que la existencia alterna aspectos tales como la vida y la muerte, o la composición y la descomposición. Para él no hay vida sin muerte, ni muerte sin vida.

Estos autores nos hacen reflexionar y nos plantean más preguntas, puesto que nuestras actitudes y comportamientos hacia la muerte son aprendidos culturalmente. Todas las culturas han variado en poco tiempo, pero a pesar de ello la muerte es vista como un hecho natural e inevitable.  Ante ella la sociedad toma las ideas desprendidas por las culturas, ya que estas moldean nuestras experiencias de perdida, así como los rituales que la rodean. Un ejemplo son las sepulturas encontradas en Europa en las que se hallaron utensilios que la gente guardaba junto a sus muertos, lo que representaba una mezcla de respeto y temor hacia ellos.

Con el paso del tiempo se formaron nuevas ideas en relación a la muerte, y algunos decían que la vida debía consistir en la preparación para la eternidad con una intervención deliberada y personal de Dios. Esta idea continuó vigente durante la Edad Media, en donde se aludía a una lucha entre ángeles y demonios encargados de disputarse el alma de la persona que va a morir. Se decía que esta batalla era de suma importancia ya que en ella radicaba la posibilidad de tener una buena muerte y con ello ganar el reino de los cielos. Durante el siglo XIX la gente moría en su hogar por lo cual decirle adiós al ser querido era algo natural en diferentes culturas. Actualmente la muerte es considerada socialmente como un tabú.

Desde un enfoque jurídico, la muerte es un acontecimiento inevitable y natural que trae como consecuencia derechos y obligaciones para las personas vivas relacionadas al muerto. Tal es el caso de si dejó testamento o murió intestado, o si donó órganos con el fin de ayudar a algún necesitado de trasplante.

La religión toma un papel muy importante en relación a la muerte. Freud nos dice que: la religión es un poder inmenso que dispone de las emociones más potentes de los seres humanos ya que consuela en la desdicha y nos asegura un buen final.  La religión tiene una estrecha relación con la cultura debido a que generación tras generación se nos ha inculcado que se debe vivir con armonía y orden para tener una muerte tranquila y que después de ésta, durante “la otra vida”, encontraremos la paz.  Ante la proximidad de la muerte nos cuestionamos el tipo de vida que hemos llevado y nos arrepentimos pidiendo perdón e intentando despedirnos de ella dejando saldadas nuestras cuentas espirituales. No queremos llegar ante Dios con cargas negativas y sin arrepentimiento ya que es en este momento, de acuerdo a la religión, en el que estamos preparados para la muerte y para lo que exista después de ella.

La muerte da sentido a la vida en todo momento y es como un remolino de emociones, amores, desamores, encuentros y desencuentros que contribuyen a hacernos difícil comprenderla y aceptarla. La muerte es toda una institución que de acuerdo a cada cultura ha construido sus propias creencias y ceremonias ligadas íntimamente a la religión.

La psicología nos dice la manera en la que debemos orientarnos en la muerte y cómo enfrentarnos correctamente en ese momento, así como el modo de asumir el duelo y enfrentarse al dolor que conlleva. Así mismo nos apoya aportándonos herramientas para aceptar la pérdida del ser querido, amigo, etc.

El duelo se manifiesta de diferentes formas tales como el llanto, la tristeza o, en ocasiones, las adicciones a comida, alcohol, drogas, o psicofármacos, debido a que en este aspecto cada uno tiene una percepción totalmente subjetiva de la muerte y las consecuencias que esta tiene. La muerte también puede provocar sentimientos de culpa, y se dice que las personas que saben que van a morir pasan por un proceso anticipado de duelo.

La muerte es un acontecimiento natural de la misma forma en la que lo es el nacimiento, ya que, sin importar edad, posición económica, o creencias todo ser humano debe vivir este proceso por lo que debemos mentalizarnos y aceptarla tal cual sea la manera en la que se presente.

Puede existir resiliencia en las personas que les ayude a reponerse ante hechos considerados trágicos al desarrollar al máximo punto sus potencialidades de individuo. Esto se puede conseguir identificando fortalezas, habilidades y posibilidades, lo cual le corresponde únicamente a él descubrirlas, con el fin de darse cuenta que pueden contribuir en su formación, así como identificar lo que está en su contexto que puede fortalecerlo.

En mi opinión la muerte casi siempre se da de manera imprevista. Nadie sabe cuándo y cómo morirá; se muere por distintas enfermedades, en circunstancias trágicas, o de la forma más inesperada o impensable. Con la muerte se detienen completa y definitivamente las funciones vitales de un ser humano. En ella el alma se separa del cuerpo para dar inicio a nuevo ciclo de la vida. En mi opinión la muerte es sólo el cierre de una existencia que da inicio a otra ¿Cuál o qué existencia? No lo sabemos, pero cada uno lo descubrirá cuando llegue el momento.

BIBLIOGRAFÍAS:

  • GÓMEZ, M. Cómo dar las malas noticias en medicina. España: Aran, 1998, p.151.
  • O’CONNOR. Déjalos ir con amor. México: Trillas, 2005, p. 12.
  • SHERR, L. Agonía muerte y duelo. México: Manual Moderno, 1992, p.20.v
  • MURIÁ Vila, Irene. “La concepción religiosa de la muerte” [en línea]. Revista Digital Universitaria. 1 de
  • Julio de 2000 Vol. 1 No.1 http://www.revista.unam.mx [Consulta: 9 junio 2006]. Consultada el 26 de abril de 2017.
  • NUÑEZ Aceves, N. ¿Quién soy yo? Una cuestión de identidad. [En línea] Rompan filas año 8 numero 43

http://www.unam.mx/rompan/43/rf43a.html  [consulta 12 junio 2006] Consultada el 26 de abril de 2017.

Acercamiento. Kassandra Edith Muro Ramos. Preparatoria del Centro Universitario UTEG Américas

Acercamiento. Kassandra Edith Muro Ramos. Preparatoria del Centro Universitario UTEG Américas

Mauricio Pastrana Macías
Preparatoria 3
Participante del Encuentro Filosófico del SEMS 2017

Resumen

Es un hecho innegable que el comportamiento de la juventud se ha visto enormemente influenciado por el desarrollo de las tecnologías de la información y el surgimiento de internet, así como de sus más visitadas plataformas: las redes sociales. En este ensayo se exponen y analizan las características generales de una fracción de la sociedad que se ha desenvuelto la mayor parte de su vida en un contexto hiperavanzado tecnológicamente. Reflexionaremos, también, sobre la eficacia e influencia que ejerce el activismo por internet. Asimismo, se presentará la importancia que tiene la filosofía en los tiempos de grandes cambios tecnológicos y sociales que hoy día vivimos. Los recursos consultados para la elaboración de este ensayo van desde entrevistas a sociólogos, hasta modelos filosóficos que tratan de explicar la sociedad contemporánea.

En los últimos años, internet ha sido uno de los principales objetos de estudio a consecuencia del gran cambio que instauró en nuestra sociedad, convirtiéndose en el principal medio de comunicación y en la gran maravilla histórica de las tecnologías de la información. Las primeras generaciones que surgieron con la llegada del internet son jóvenes y están empezando a reflejar en nuestra sociedad las consecuencias que tuvo en el ser humano haber poseído algo tan inmenso como la red que formó parte y facilitó considerablemente sus vidas a comparación de las generaciones anteriores.

La posibilidad de tener una biblioteca completa en la palma de la mano y los cientos de plataformas que sintetizan la información al propio antojo, hacen que las personas pendan de las tecnologías de la información. Una vez experimentada la facilidad con que se obtiene un dato desde el móvil, basarse en libros de consulta para hacer una investigación parece tedioso, sobre todo cuando dicha indagación constituye para el consultor algo urgente, breve o sin valor.

La dependencia siempre es negativa, ya que implica la posibilidad de que algún día pudiera faltar el objeto de afinidad y las capacidades de la persona se vieran afectadas como consecuencia. Este apego excesivo puede también ir ligada a la comunicación instantánea, a las herramientas electrónicas, al entretenimiento, etc., por lo que podríamos afirmar que la sociedad es cada vez más dependiente a las tecnologías de la información, cuando por obvias razones no debería ser así.

Dejando de lado la dependencia y adentrándonos un poco en la interacción social dentro de este medio, internet se ha convertido en el punto más popular para el debate. Esto ha surgido gracias a que cualquier persona tiene la oportunidad de expresar y divulgar su punto de vista respecto a un tema. Aunque a veces la popularidad juega un papel importante en el alcance de lo anteriormente dicho, las herramientas y los medios aptos para la propagación de un mensaje están al alcance de todo usuario en internet.

Esto, como la información masiva a la que tenemos alcance todos los días, posee un lado positivo y un lado negativo. Hoy día las tecnologías nos brindan excelentes oportunidades para alzar la voz, divulgar ideas, pensamientos, citas, expresiones culturales, etc., es un hecho que el internet nos vuelve más libres. Pero filósofos, sociólogos e intelectuales contemporáneos han criticado muy fuertemente la manera en que se ejerce esta interacción.

Un gran caso es el del sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman, quien expuso un término que ha cogido bastante popularidad en la comunidad cibernética: activismo de sofá. Esta expresión se refiere a las personas que ejercen el activismo desde la “comodidad de su hogar”, manifestando sus ideas en redes sociales sin mover un solo dedo. Pone en duda, pues, el compromiso y la efectividad del mismo. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva York ha demostrado la eficiencia de este modelo de activismo, puesto señalan que ejerce la difusión de mensajes que prontamente aumentan el número de seguidores físicos.

Los jóvenes presentan considerables indicios de activismo de sofá. Esto se debe a que les asusta llevar a la presencia material todos aquellos ideales que defienden por internet, porque claro, las redes sociales son para ellos el lugar donde pueden expresarse sin tener que padecer las repercusiones físicas que normalmente conlleva manifestarse en público. Además, la juventud se ha desenvuelto en un ambiente de información automática tan desarrollado, que internet constituye para ellos la mayor parte de su realidad.

“Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara”, señala Zygmunt Bauman en una entrevista para el periódico El País, haciendo hincapié en la importancia que tiene expandir el público y hacer apertura a nuevas ideas con que hacemos contacto en nuestras cada vez más reservadas y cotidianas redes sociales.

Asimismo, considero que las nuevas generaciones están expuestas a que su opinión o mensaje pierda relevancia entre millones. Todos quieren hablar, pocos están dispuestos a escuchar. Las redes sociales, sobre todo, se caracterizan por conceder al individuo la frecuente necesidad de expresar sus opiniones, sentires e ideas, ya que estas plataformas dan origen a una sensación de relevancia en todo lo posiblemente dicho. Esto hace que la gente pierda el interés en escuchar lo que los demás tengan que decir, pero que al mismo tiempo sientan el constante deseo de expresar todo pensamiento que ronde por su mente.

¿El origen de todo esto? Ni la tecnología, ni la humanidad. Las problemáticas que conlleva el internet son a causa de que este medio haya surgido tan de pronto en nuestra sociedad. El ser humano no estaba listo para recibir un cambio tan radical en su vida cotidiana. Los medios no son perjudiciales, la sociedad no ha aprendido a usarlos y estamos en proceso de creación de un código moral cibernético universal, además de estar buscando métodos para la difusión de la seguridad y cultura de denuncia por internet, propia de una sociedad segura y armoniosa. La humanidad aún está experimentando y jugando con el medio que promete ser la base de nuestra sociedad en el futuro.

El hombre progresa a enormes pasos día tras día, la tecnología nos ha transformado en una sociedad completamente distinta a la de hace tan solo cincuenta años. Pero la velocidad de dichos cambios es, para la reflexión filosófica, un desafío que implica enfrentarse a miles de conflictos día a día. Porque todo, hasta el internet, necesita de una reflexión ética constante.

Como bien menciona el escritor Isaiah Berlin: “La meta de la filosofía es siempre la misma: ayudar a los hombres a comprenderse a sí mismos y, de tal modo, actuar a plena luz en vez de salvajemente en la oscuridad”, nuestra tarea es reflexionar sobre el comportamiento que manifestamos con el fin de entender lo que la sociedad necesita, y en base a ese conocimiento, actuar para alcanzar un buen desenvolvimiento en el internet que promete mejorar nuestras vidas día con día.

Bibliografía

Bauman, Zygmunt. (2003). Modernidad Líquida. D. F., México: Fondo de Cultura Económica.

Berlin, Isaiah. (1983). Conceptos y Categorías. D. F., México: Fondo de Cultura Económica.

De Querol, Ricardo. (2016). Zygmunt Bauman: “Las redes sociales son una trampa”. El País. Recuperado de: http://www.cultura.elpais.com/cultura/2015/12/30/babelia/1451504427_675885.html

Universidad de Nueva York. (30 de noviembre de 2015). The Critical Periphery in the Growth of Social Protests. Nueva York, Estados Unidos: PLOS ONE. Recuperado de http://www.journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0143611

La desbocada imaginación

La imaginación no lo es todo en la vida, pero cómo ayuda. Pero pienso, por ejemplo, en el número de volúmenes que el Quijote leería sobre historias de caballería para acabar deschavetado y lanzarse a salvar doncellas de situaciones peligrosas, acompañado de un escudero que lo cuestionaba todo el tiempo. Pienso, también, en el cultivo que hizo Borges del libro como objeto y como oráculo, al que le dedicó la vida entera y le sacrificó incluso su vista. Pienso, igualmente, en el empecinamiento de Dante por adentrarse y experimentar los círculos del infierno de la mano del poeta Virgilio, un imaginador. Pienso, por último, en la voluntad de Juan Preciado para conocer su destino en Comala, una tierra que se encuentra sobre el comal mismo del infierno y cuyos habitantes han dejado de existir y pululan por esas tierras como almas en pena. Imaginación, hay aquí imaginación sin duda.

Toda historia bien contada comienza con un drama. Drama que supone un conflicto entre la vida y la muerte. Quien salga triunfador poco importa para el desenlace de la buena historia. Lo que se busca, en última instancia, es poner en el escenario una lucha entre fuerzas que responde a motivaciones de índole amorosa, existencial, religiosa, e incluso de bandos políticos o de guerra. Los personajes que representan el drama son quienes, al final, resultan vencedores o vencidos, pero su cometido no es solazarse en ese supuesto triunfo o derrota, sino en el sopesar sus fuerzas con sus adversarios. El amor triunfa sobre la muerte, se dice. O la vida, al final, se impone a la maldad y los malos. Esto es consecuencia de ese poner en marcha los presupuestos de un enfrentamiento entre distintas fuerzas opositoras. Ayuda, para esto, soltarle la rienda a la imaginación.

El escritor argentino Ricardo Piglia, en sus Diarios escribe que contar cuento es poner a trabajar las fuerzas de la realidad, entendida como la experiencia de la vida en su tinta, en su color. No hay escritura sin experiencia. Lo mismo, con la novela. Escribir, en todo caso, implica poner en juego las razones de un suceso, aunque en la novela o el cuento que se escriba no se mencione. Ese es un truco para contar. Lo definió muy bien el narrador estadounidense Ernest Hemingway como la Teoría del iceberg: hay que dejar ver, por ejemplo, un asalto en todas sus circunstancias, pero no contar sus razones y ni siquiera perfilar a sus protagonistas, solamente lo que eso provoca en adelante en la historia. Y para ello hay que echar a andar a señora que se desboca pronto, la imaginación.

En sus Prosas apátridas, Julio Ramón Ribeyro reflexiona sobre el acto de escribir. Por principio de cuentas, Ribeyro dice que escribir es acceder a un conocimiento, de nosotros mismos y del mundo. Contar para conocerse. Escribir para aprehender y dar. La escritura, ya se sabe, es un riesgo: una exposición a la mirada ajena. Y, por consecuencia, al juicio ajeno. “Muchas cosas las conocemos o las comprendemos únicamente cuando las escribimos”, reflexiona Ribeyro. De este modo, parafraseando al escritor peruano, es posible acceder a una realidad que estaba allí, al alcance, pero oculta, velada.

Cervantes (El Quijote), Borges, Dante (La divina comedia) y Rulfo (Pedro Páramo) son autores disímiles en muchos rubros, incluso vivieron en épocas lejanas unos de otros, pero los une un hilo poderoso: la imaginación, ese puntal para ponerse a contar historias y encontrarles su punto final. La desbocada imaginación es la piedra de toque, la piedra que sostiene y empuja la creación en toda su magnitud. Creación a la que habrá que darle un cauce para que la historia no se salga de las manos y acabe, sin pies ni cabeza, donde el autor no quiere. Los personajes son nuestros durante toda la historia, solamente al final se les deja ir para que cumplan el fin para el que fueron creados. Así de ingrata y satisfactoria, al mismo tiempo, es la escritura. La imaginación puesta en papel.

 

Juan Fernando Covarrubias