Wendy

Las primeras noches no fue nada fácil. Los cuentos se volvieron escasos y sombríos; sus hermanos no quisieron volver a escucharla. No podía concebir el sueño (¿cómo iba Peter a encontrarla si estaba dormida?) y poco a poco los pensamientos felices abandonaron su alma.
Se recargaba en la ventana, esperando ser todavía mitad pájaro para poder volver a Nunca Jamás, donde él la estaría esperando.
Balanceándose en el vacío, se preguntaba cuánto polvo de hada quedaba en sus huesos.

 

 

María Fernanda Oliva Guzmán
Preparatoria Regional de Puerto Vallarta