¿Vamos en camino hacia una tercera guerra mundial?

Carlos Emmanuel Castillo Núñez
Preparatoria Regional de Tecolotlán

 

Abstract

La situación actual en el mundo ha ocasionado que los países más poderosos vayan desarrollando un conjunto de estrategias militares esperando el más grande acontecimiento bélico que podría significar la extinción de la civilización o un cambio radical de la vida como la conocemos.

Lograr los objetivos de política exterior de potencias como Estados Unidos y Rusia, ha ocasionado un estado de tensión entre las naciones de Europa, Asia y América. La cuestión entonces es ¿estamos en camino hacia una Tercera Guerra Mundial? ¿Estamos tomando las decisiones correctas?

A lo largo de la historia, ha quedado claro que la humanidad posee una naturaleza guerrera. Al respecto encontramos que para Freud la guerra es “una cosa bastante natural, profundamente biológica y prácticamente inevitable”. Justificándose en que es ineludible la conformación de grupos con intereses similares que crean relaciones, y que tarde o temprano se ven debatidas por otros grupos; por otra parte, según Sthépane y Yann, los conflictos surgen “de la rugosidad de esas relaciones” respaldado por el hecho de que “toda relación entre actores o estructuras puede situarse en un gradiente que va de acuerdo al conflicto”.

Sin duda el dinero es el dictador de las masas, ya que controla el rumbo político y económico de las naciones. La historia de la humanidad ha delatado la necesidad de conquistar y apropiarse territorios con el fin de obtener el control de recursos estratégicos que mantienen la vida y regulan la economía de un país como lo son el agua, los alimentos y los minerales.

Con el anuncio de que se agotan estos recursos, las potencias militares comienzan la implementación de estrategias expansionistas ligadas a su subsistencia, como lo dice Kennedy: “La historia de los asuntos internacionales en los últimos cinco siglos ha sido con frecuencia una historia de guerra, o al menos, de preparación para la guerra”.

Si tratamos de encontrar un punto de inicio a lo que podría ser el estallido de la Tercera Guerra Mundial se debe comenzar con el ataque de Al Qaeda a las Torres Gemelas en Estados Unidos, que significó una reavivación de conflictos, sin embargo, estos atentados podrían ser el principio de un plan ambicioso.

Los medios de comunicación han logrado ocultarnos una verdad repugnante, pero si analizamos los conflictos ocurridos en Medio Oriente y los apoyos otorgados de la OTAN y la Unión Europea a este plan, podernos darnos cuenta que Estados Unidos sólo necesitaba de una excusa para atacar.

Para el 2001 Estados Unidos ya estaba bombardeando Afganistán, acusándolos de tener relación con Osama Bin Laden, pero sus intenciones expansionistas no terminaron ahí, según Clark, el plan norteamericano pretendía invadir siete países en cinco años, empezando por Irak, Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y para terminar, Irán, acusando a todos ellos de tener relación con el grupo terrorista, una “predicción” de lo que pasa ahora.

La opinión sobre Medio Oriente que comparto con Wesley Clark es que “si allí no hubiera petróleo […] nadie estuviera amenazando con intervenir, y no hay duda de que la presencia de petróleo en la zona conlleva un gran poder de exportación, lo que es una motivación específica para un contraataque (contra el ‘terrorismo’ presente en Medio Oriente)”.

Por otro lado, Rusia mantiene firmado el acuerdo BRICS con Brasil, India, China y Sudáfrica. Aunque parecen pocos países, se trata del grupo de naciones con economías emergentes más fuertes del mundo tanto por la riqueza de sus recursos naturales y energéticos, así como por el tamaño de su Producto Interno Bruto, su crecimiento sostenido y el volumen de sus exportaciones, al igual que por la cantidad de sus habitantes, la extensión de su territorio y el poderío de sus ejércitos, que es increíblemente avanzado. Además mantiene relaciones con la Comunidad de Estados Independientes firmado con 15 repúblicas ex soviéticas.

A lo largo de la historia, ha quedado claro que la humanidad posee una naturaleza guerrera. Al respecto encontramos que para Freud la guerra es “una cosa bastante natural, profundamente biológica y prácticamente inevitable”. Justificándose en que es ineludible la conformación de grupos con intereses similares que crean relaciones, y que tarde o temprano se ven debatidas por otros grupos; por otra parte, según Sthépane y Yann, los conflictos surgen “de la rugosidad de esas relaciones” respaldado por el hecho de que “toda relación entre actores o estructuras puede situarse en un gradiente que va de acuerdo al conflicto”.

Sin duda el dinero es el dictador de las masas, ya que controla el rumbo político y económico de las naciones. La historia de la humanidad ha delatado la necesidad de conquistar y apropiarse territorios con el fin de obtener el control de recursos estratégicos que mantienen la vida y regulan la economía de un país como lo son el agua, los alimentos y los minerales.

Con el anuncio de que se agotan estos recursos, las potencias militares comienzan la implementación de estrategias expansionistas ligadas a su subsistencia, como lo dice Kennedy: “La historia de los asuntos internacionales en los últimos cinco siglos ha sido con frecuencia una historia de guerra, o al menos, de preparación para la guerra”.

Si tratamos de encontrar un punto de inicio a lo que podría ser el estallido de la Tercera Guerra Mundial se debe comenzar con el ataque de Al Qaeda a las Torres Gemelas en Estados Unidos, que significó una reavivación de conflictos, sin embargo, estos atentados podrían ser el principio de un plan ambicioso.

Los medios de comunicación han logrado ocultarnos una verdad repugnante, pero si analizamos los conflictos ocurridos en Medio Oriente y los apoyos otorgados de la OTAN y la Unión Europea a este plan, podernos darnos cuenta que Estados Unidos sólo necesitaba de una excusa para atacar.

Para el 2001 Estados Unidos ya estaba bombardeando Afganistán, acusándolos de tener relación con Osama Bin Laden, pero sus intenciones expansionistas no terminaron ahí, según Clark, el plan norteamericano pretendía invadir siete países en cinco años, empezando por Irak, Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y para terminar, Irán, acusando a todos ellos de tener relación con el grupo terrorista, una “predicción” de lo que pasa ahora.

La opinión sobre Medio Oriente que comparto con Wesley Clark es que “si allí no hubiera petróleo […] nadie estuviera amenazando con intervenir, y no hay duda de que la presencia de petróleo en la zona conlleva un gran poder de exportación, lo que es una motivación específica para un contraataque (contra el ‘terrorismo’ presente en Medio Oriente)”.

Por otro lado, Rusia mantiene firmado el acuerdo BRICS con Brasil, India, China y Sudáfrica. Aunque parecen pocos países, se trata del grupo de naciones con economías emergentes más fuertes del mundo tanto por la riqueza de sus recursos naturales y energéticos, así como por el tamaño de su Producto Interno Bruto, su crecimiento sostenido y el volumen de sus exportaciones, al igual que por la cantidad de sus habitantes, la extensión de su territorio y el poderío de sus ejércitos, que es increíblemente avanzado. Además mantiene relaciones con la Comunidad de Estados Independientes firmado con 15 repúblicas ex soviéticas.

Los intereses de estas potencias son los mismos, y a consecuencia de ello llevan una competencia comercial agresiva por el control de rutas estratégicas y recursos.

China está presente prácticamente en la mayoría de los países africanos, aprovechando el transporte, la energía y las industrias extractivas. Por su parte, Rusia tiene acceso al Mar Negro y bases militares en Siria que le permite comercializar con China y así lograr un desarrollo económico pleno, siendo un proyecto de control geoestratégico comercial que los encamina al control mundial.

Al contrario de Rusia y China, la economía de la Unión Europea y Estados Unidos se ha venido abajo. El plan estadounidense de invadir el territorio estratégico para combatir el terrorismo sirve como pretexto para rodear a Rusia e interponerse en sus relaciones con China.

Las intenciones de la OTAN y la Unión Europea son básicamente controlar el punto de contacto entre Oriente y Occidente, y explotar los recursos que ahí se brindan, dando a Asia salida al mar Mediterráneo, aprovechando las diferencias religiosas entre los judíos, los cristianos y los musulmanes.

Prueba de esto es la creación del Estado de Israel en territorio palestino que fue respaldada por la ONU, en donde un grupo de refugiados encontró un lugar indicado para asentarse, pero en el proceso, un nuevo grupo de refugiados fue creado, la diferencia está en que la ONU respalda su creación y que Estados Unidos financia la expansión de éste para aprovechar los recursos de la región.

Las invasiones a Irak, Palestina, Afganistán y más países de Medio Oriente por parte de Estados Unidos han sido disfrazadas por la lucha antiterrorista, las diferencias religiosas que se desprenden del pueblo musulmán entre chiitas, sunitas y kurdos por la decisión del destino de sus naciones los han llevado a entrar en guerra entre ellos mismos, y mientras más conflictos y represiones violentas se lleven a cabo, Estados Unidos seguirá interviniendo y mantendrá bloqueado el comercio Rusia-China para extraer sus propios recursos.

Rusia se ha defendido e intenta frenar el expansionismo estadounidense por el Oriente excusándose en que las revueltas de la Primavera Árabe han restado seguridad a la región, también ha reprobado la sanción de la ONU que decidió “condenar enérgicamente las violaciones graves y  sistemáticas de los derechos humanos que siguen cometiendo las autoridades sirias”.

Estados Unidos también ha convertido a Ucrania en una potencial arma de ataque, y para Rusia, Crimea es una cuestión geopolítica y geoestratégica de interés nacional asignado a la defensa de su frontera sur, a través del poderoso dispositivo naval ruso que se encuentra en el Mar Negro.

Ante la negativa de Rusia y China de castigar al Assad (presidente de Siria), el vocero de la Casa Blanca, Ben Rhodes, afirmó que “el uso de armas químicas viola las normas internacionales y cruza las líneas rojas que existen en la comunidad internacional desde hace décadas” por lo que tomó la decisión de aumentar la asistencia y dar “ayuda militar” a la oposición de la coalición Siria porque para Estados Unidos “ha sido importante trabajar con ellos en el objetivo de aislar a algunos de los elementos más extremistas de la oposición, como Al Qaeda”, encontrando así una manera de mantener aislados a sus “enemigos”.

La situación ha desencadenado una nueva “Guerra Fría” entre Estados Unidos y Rusia, para Rubin: “No hay un escenario en el que la violencia termine y la situación mejore”; y para Cordersman: “No hacer nada tampoco es la respuesta”.

Por otra parte, el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares entre naciones prohíbe todas las explosiones en cualquier parte de la tierra sin importar el propósito, sin embargo, Estados Unidos, China, Israel, Egipto, Irán, India, Pakistán y Corea del Norte no lo han firmado y posiblemente no lo hagan, por lo que las esperanzas en este tema son prácticamente nulas.

Los estatutos de la Organización de las Naciones Unidas establecen que, para que un conflicto sea considerado guerra mundial, deberán de participar países de los cinco continentes, y teniendo en cuenta que el Estado Islámico no es una nación, la situación actual no puede considerarse como tal.

Sin embargo, las constantes tensiones entre las potencias militares podrían terminar en una Tercera Guerra Mundial. Como se explicó anteriormente China y Rusia han formado un bloque comercial y militar que compite con el poder colonial y territorial de Estados Unidos y sus aliados en la OTAN y la Unión Europea. Estos dos bandos son los protagonistas del actual conflicto cuyos intereses son completamente capitalistas.

Todas las acciones han ido paso a paso y todo parece indicar que el conflicto alcanzará su estado crítico cuando el bloque estadounidense militarice directamente a Europa para tener bajo su control a Siria, si la OTAN y la Unión Europea lo consiguen, seguirán con Irán para cerrar el cerco Europa-Asia. Sitiar al bloque Rusia-China garantiza daños mínimos a la infraestructura de los países europeos y de Estados Unidos en caso de un conflicto armado entre potencias, mismo que se ha evitado con todos los medios posibles por miedo a un desastre nuclear.

Por lo pronto, los conflictos OTAN-Unión Europea-BRICS recurren a mercenarios y terroristas que son utilizados como peones para hacer los trabajos sucios, de esta manera se libran de las condenas, leyes y restricciones de la política mundial. El desenlace parece inevitable, las ambiciones son muy fuertes y todo parece indicar que culminarán en una Tercera Guerra Mundial entre los próximos diez o quince años.

¿Estamos preparados para ello, o nos enfrentamos al devenir de la desaparición de las sociedades contemporáneas como tales?

 

Bibliografía

-Andrés, A. S. (31 de enero de 2006), Relaciones político-económicas entre Rusia e Irán, recuperado el 11 de diciembre de 2015, de Real InstitutoElcano: http://www.realinstitutoelcano.org/analisis/898/898 _ SanchezAndresRusiaIran.pdf
-Brieger, P. (febrero de 2010), El conflicto palestino-israelí, recuperado el 11 de diciembre de 2015, de http://www.stes.es/ceuta/archivos/brieger.pdf
-CNN México (1 de julio de 2014), Chiitas, sunitas y kurdos, ¿quién es quién en el conflicto de Iraq?, recuperado el 11 de diciembre de 2015 de:http://mexico.cnn.com/mundo/2014/07/01/chiitas-sunitas-y-kurdos-quien-es-quien-en-el-conflicto-de-iraq
-Herrero, A. L. (septiembre de 2010), Los conflictos armados en el pensamiento económico, recuperado el 11 de diciembre de 2015 de http://www.iecah.org/web/images/stories/publicaciones/documentos/descargas/documento7.pdf
-Organización de las Naciones Unidas (2015), Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares (TPCE), recuperado el 11 de diciembre de 2015 de http://www.un.org/es/disarmament/wmd/nuclear/ctbt.shtml
-Yopo, B. (julio de 2010), La Nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, recuperado el 11 de diciembre de 2015, de http://library.fes.de/pdf-files/bueros/la-seguridad/07422.pdf