Tiempo libre

[…] Tenía tiempo de sobra, una o dos horas, así que decidí dirigirme a la biblioteca. Había mucha gente y logré un punto en el que tuve una frustración total. Salí. Volví a entrar. Salió la gente. Comencé a ver los estantes. Y lo vi… Estaba entre la estantería. Yo lo vi… Con mis manos lo acaricié. Lo olí. Posé mi vista sobre él y me gustó. Mis más oscuros y salvajes deseos afloraron… Cuando encontré… mi libro favorito.

 

 

Juan Manuel Martínez Arias
Preparatoria Regional de Etzatlán