Conjuros

I. Omnipresencia

Mi respiración se detiene.

El bosque se vuelve diminuto

el sudor inunda mi cuerpo.

El aire se vuelve polvo

la noche se queda estática

trasmuta el tiempo:

                                 la oscuridad ya no se va.

           Sus ojos grisáceos

                    son fauces

                devorándome.

II. Advertencia de muerte

Corro

me escondo

¡Grito!

                                            puedo verte

Subo tres pisos

cierro la puerta

¡Grito!

                                          puedo verte

Sollozo

abro la ventana.

¡Grito!

                                        puedo verte

Salto…

III. Clarividencia

Invócame

y no le digas a nadie.

Pregúntame mi nombre.

Te beso

entre los cuerpos

devorados.

Cambio de forma.

No abras

los ojos,

ni mires atrás.

¿Ves esa cicatriz

en tu espalda?

                                                              Yo sí.

IV. Ergoquinesis

Abro la puerta

     y suprimo

                     la  luz.

El calor

me hace levitar.

El aroma a catástrofe sigue evaporándose

y tu piel desnuda sobre mi cama

     viaja

                 se eleva.

Recuérdame tu nombre

¿Cómo llegaste hasta aquí?

                             Reptas las paredes

       te escondes en las grietas

 y, mientras duermo,

entras a mi boca

    Devoras mis entrañas:

           vives en mí.

Despierto: me miro al espejo

sonrío

recuérdame tu nombre

¿Cómo llegaste hasta aquí?

V. Maldición

Me siento vacía,

y estoy repleta de cosas

La soledad de tu cuerpo

la desnudez de una mentira

me penetra

y atraviesa mi corazón

Busco tu alma

entre mis frascos

guardados

en la oscuridad de mi alacena

El aroma de los árboles

queda impregnado en mi vestido

La atmósfera se palidece

Me vuelvo diminuta

me comprimo

Tu cuerpo se evapora

entre mis dedos

Abro mis piernas

e introduzco mis dedos

en el infinito

Suspiro.

Escurro

de rodillas

sola

Jorge Miguel Rivera Martínez

Egresado de la Preparatoria 11