Gota de vida

Julio Ricardo Morales Raygosa
Preparatoria 9

Le dije ven al lado mío,
mira al letargado gentío,
tan arisco, tan arduo y frío.
De alta lava iba en cause el río
y sin embargo ella sonrió,
sabía que tras ese vacío
había por lo que el río vivió.
Y me arrojé a las llamas
siendo una gota al ras,
agarrada de mis brazas
se escurrió sin verla ya más.

Pesticida

Ana Paula Peña Pérez
Preparatoria 15

Solía tener mariposas en el estómago,
revoloteaban sin parar explorando mi sistema entero,
me hacían sentir en el cielo,
en una realidad distinta.
 
Un día comí algo extraño,
algo con un sabor algo ácido,
un sabor adictivo que sabía que sin dudar volvería a comer,
que a mis mariposas no les pareció afectar.
 
Cada día lo digería,
comerlo se volvió un hábito,
mientras yo más comía,
más se movían las mariposas.
 
Saqué una radiografía,
para descubrir lo lindas que se veían las mariposas,
solo para darme cuenta
de su ausencia fría.
 
Lo que había comido
resultó ser pesticida,
y lo que sentía como mariposas,
era el ácido encendido por sus cenizas.

Imposible de saber

Ana Paula Peña Pérez
Preparatoria 15

El Sol sale, me quema la piel,
se mete y sale la Luna, el frío me hace temblar,
la lluvia nada más es ácida
y está hecha de ilusiones derretidas y evaporadas.
 
En las nubes los caminos que podría haber tomado,
las desgracias que vengan son culpa mía,
los beneficios que vengan son culpa mía,
en mis pies el sello de la decisión que tomé.
 
¿Es acaso muy blanco o demasiado negro?
Es muy temprano, pasa un segundo, ya es demasiado tarde,
¿Cómo sé dónde terminaré?
Pies sellados pero la vista es nublada.
 
Me es frustrante no tener control,
conozco mi pasado, un poco de mi presente, pero no mi futuro,
un profundo miedo al sentimiento.
¿Hay algo en mí a lo que me pueda aferrar?

Querido abuelo

Clarissa Jaquelin Canales Barrena
Preparatoria Regional de Tlajomulco de Zúñiga

Tus ojos que no se cansan de mirar,
tu boca llena de consejos,
tu piel llena de historias,
tu presencia es un obsequio.
 
Mantienes tus tradiciones
y posees ideas frescas,
hoy te miro, te observo
con mucho cariño y privilegio.
 
Sé que el tiempo te carcome
y que tu vida crees ya haber vivido,
te equivocas tanto al creer eso,
no sabes lo que mi ser pierde
si tú no estás conmigo
 
Irradias tanta confianza,
te escucho como un confidente,
siento tu fortaleza,
te hablo como lo mereces.
 
Te preocupas por la vida,
tu familia y su futuro,
y lo único que quiero decirte
es que ya nos diste mucho.
 
Aún no te das cuenta
de todo lo que has logrado,
aún no te das cuenta
de que no soltaré nunca tu mano.
 
Tiempo es lo que falta,
pero tiempo es lo que sobra.
No puedo pedirle más a la vida
si contigo no pasan las horas.

Sin tu presencia, no hubiera conocido el verdadero arte | Jennifer Fernanda Pacheco Ramos. Preparatoria Regional de El Salto

Efluvios literarios

La poesía es mágica, es don y milagro de quienes la profesan y la buscan; dota de brillo las frases, las acaricia, juega con ellas y las exhibe, resaltando aún más los sentidos impregnados. Las ideas, las emociones, los sentimientos y las sensaciones encuentran un cauce inagotable en ella.
Es capaz de arrasarlo todo con una fuerza expresiva que alcanza al plasmarse a través de palabras, esas pequeñas estructuras que dotamos de sentido. La fuerza de la poesía se desborda, es omniabarcante. Surge de cualquier lado: corre en nuestras casas, en las calles, los bosques, las nubes, el lecho, la banqueta, el cuerpo amado, una flor, una cloaca, un engaño, una desazón o una mirada, incluso de la nada… Surge así nada más, brota de repente y nos seduce, nos asalta hasta asirnos a ella y volvernos dependientes. Somos seres sedientos que bajo su amparo logramos hidratarnos, mitigar vacíos, señalar diferentes semblantes de la realidad y volver tangible nuestra voz interior.
Hacer poesía es mejorar el mundo, aportar un poco de belleza a entornos cada vez más enfermos; es perpetuar la unión entre la idea y la palabra. Escribir poesía es trazar panoramas que subliman todo con toques de ingenio, de gracia creativa; es tan entrañable que todo el que la busca o la desea la encuentra coqueta entre mil cosas, o aislada, esperando que logres atraparla, que llegues a ella.
La poesía nos convierte en dioses al crear mundos repletos de significación. Trazamos caprichosamente universos en los que se entretejen variadas tramas literarias en las que toda alma sensible puede recrearse. Llena de vida lo que a simple vista carece de ella, lo aciago lo torna atractivo, dota de crudeza la miel; lo impensable, lo imaginado, lo cotidiano, todo la hace reaccionar y lo convierte en arte. La revisión de los textos participantes fue una grata experiencia que nos trasladó hacia ríos desbordados de creatividad en los que convergieron múltiples modos de expresión. Se trabajó la palabra y se mostró estéticamente un mensaje. Los textos formaron un mosaico vivo, lozano del talento creativo e inspirador de sus autores.

Alma Yazmín López Magaña*


*Estudió las licenciaturas de Filosofía, en la UdeG, y Español en la Escuela Normal Superior de Jalisco. Realizó la maestría en Comunicación en el Departamento de Estudios de la Comunicación Social del CUCSH. Es maestra de tiempo completo en la Preparatoria de Tonalá Norte en donde además coordina distintos concursos relacionados con la lengua española y hace difusión de la lectura a través de una sala llamada “Sorbos literarios”.

Sombras bajo mis ojos

Mi relación con el espejo es voluble,
cambia según mi sentir,
se modifica si el sol brilla
o si el frío quema.
 
Aunque siempre mis ojeras
impiden que mi vista se nuble.
 
Las manchas oscuras
representan a mi abuela,
significan mis tíos y tías,
son el futuro de mis primas,
son parte de mi padre
y forman mi persona.
Relatan la historia
de mi paterna familia.
 
Mas no son solo por herencia,
pues describen mis desveladas,
a veces por tristeza que atropella,
en ocasiones por felicidad abrumadora.
 

Están por mis lágrimas nocturnas,
dedicadas a mi piel bronceada,
a la cara asimétrica,
a la grasa pesada,
a la cintura grande
y al pequeño busto.
Son el bello cuento
de la vil dismorfia corporal.
 
También están por mis risas ahogadas,
en medio de la simple noche,
ocasionadas por un capítulo más
dentro de mi lectura,
por un capítulo más
de mi serie favorita,
o por simplemente no desear soñar.
 
A mis queridísimas ojeras,
me comprometo con ustedes
a ya no cubrirlas con maquillaje,
por respeto a su valor vivo.

Daniela Itzel Esparza Huerta

Preparatoria 19

Ataque de pánico

El monstruo se apoderó de mí,
de nuevo, me perdí
de nuevo ya no estoy aquí
y entonces, ¿dónde estoy?
Me fijo en mi respiración
aún sigo aquí
y sin embargo el control ya lo perdí
él me controla, él me tiene
soy suya, soy su musa, su amante, su esclava
¿Qué diferencia hay?
Entonces lo entiendo, ya no soy ella
ya no soy yo
ahora soy ambas
¡Oh, vaya, qué error!

Depresión


Miro a mi alrededor y todo está oscuro.
Miro en mi interior y la oscuridad me ha invadido.
¿Qué puedo hacer, unirme a ella o desaparecer?
Mi cuerpo quiere pelear, quiero luchar
pero sé que pelear ya no es una opción y unirme es desaparecer,
así que solo me dejo llevar, me dejo ir, me dejo morir.

Érick Michel Chávez Núñez

Preparatoria 19

Draconiano

Ella lo señaló asesino, él lo confesó, ellos lo dejaron en libertad.
Ellos son corruptos, ella lo sabía, todos lo vieron.
Ella estuvo en protesta, ellos sacaron sus armas.
—¿Cómo estás, mi Rubí?
—Mamá, gracias…
 
En conmemoración a la lucha de Marisela Escobedo Ortiz. (Coahuila, 12 de junio de 1958 – Chihuahua, 16 de diciembre de 2010)

Dunas del lejano Marte | Alfonso Dominik López Osorno. Preparatoria Regional de El Salto

Maravillosa raíces

Hermana de mi padre,
imberbe e inmadura,
cállate por favor.

Diana Sheccid Sandoval Aldana

Preparatoria Regional de El Salto.

Quejas del cuerpo


Mis ideas me negarán la sonrisa
 mientras petates de caspa atosiguen la llanura de mi piocha,
mientras los focos se me fundan calmos
y el sol me aplaste con colchas 
o las líneas de un estampado con motivo idealista
parloteen acerca de las quemaduras que le provocan a mi cuerpo.
 Entonces, quejica como lo conozco (mi ser) estallará mórbido
por devorar sus mismos tejidos.

Árbol sin hojas | Jorge Hugo Guzmán Pérez. Preparatoria Regional de El Salto.

Barcos de Círdan

Pétalo, en el suelo te entretienes,
estás por secarte
blanca embarcación de mi esperanza.

Diego Morán Díaz

Preparatoria 9

Fuerte mujer

Naturalmente auténtica | Esmeralda Guadalupe Uribe Virgen. Preparatoria Regional de El Salto.


Golpe tras golpe,
le dio la vida,
pero ella, fuerte mujer,
a pesar de eso aún seguía.
Era un martirio
despertar cada día,
pero a pesar de eso
ella lo hacía con alegría.
Lavaba y planchaba,
aseo y comida,
pero a pesar de eso
puro grito recibía.
Noche tras noche,
día tras día,
en el alcohol su esposo
encontró la cobardía.
Se sentía valiente,
fuerza y hombría.


Ella callada
solo veía.
Reclamos e insultos
desde el primer día,
llegaron los golpes,
marcaron su vida.
La peor decisión
que pudo tomar
fue aquel ¡sí!
que pronunció en el altar.
Cuando al fin decidió
las cadenas romper,
volar y ser libre,
estar lejos de él.
Lamentablemente
el cuento acabó.
Por culpa de la violencia
una mujer, la vida perdió.

Anayansi Villanueva Arteaga

Preparatoria de Tonalá

Querido padrastro, déjame dejarte ir

Sufrimiento carmesí | Jonathan Manuel Santiago Jacobo. Preparatoria Regional de El Salto

Querido padrastro,
recuerdo mis tardes a tu lado.
Me gustaría volver ahí.
 
Aun si no eras de mi agrado al inicio,
te metiste en mi corazón lastimado.
Resentida con mi progenitor,
tomaste de a poco su lugar.
 
¿Por qué me dejaste tú también?
Es como si me hubieras borrado de tu vida.
¿Me dejarías borrarte de la mía?
 
Quiero crecer, perdonarte,
amarte sin rencor.
Así que dime…
 
¿Puedo dejarte ir?
Sin un abrazo, sin algo de despedida.
Solo esto,
nuestro adiós.
 
Gracias por todo, papá.
Es hora de dejarte ir.
Con cariño, tu hija.

Alexia Jocelyn Rodríguez Aviña

Preparatoria 11

Como infarto agudo al miocardio

Mirar a los colores pigmentar el alma, construir un universo ante la simpleza de mirar el cielo y sentir que la vida gira alrededor de alguien | Laura Natalí Quintero Flores. Preparatoria 4


Y dolió, dolió como el infierno,
dolió desde el pecho hasta el epigastrio,
se sintió como la llegada del invierno
y dolió tanto como el descubrimiento de un hermanastro…
Mi cuerpo dejó de producir acetilcolina
y quedó como un auto sin gasolina.
Dejé de llorar y de moverme
pero su traición nunca dejó de dolerme.
La disnea hizo acto de presencia,
las catecolaminas quedaron guardadas.
Tu voz en mi cabeza me perseguía
y me estrangulaban las palabras nunca gritadas.
Pasó un mes y la cantidad de ateromas aumentó,
la arteriosclerosis se desarrolló
y la oclusión se comenzó a expandir.
Finalmente, mi corazón dejó de luchar y latir.
Vasoconstricción periférica diagnosticaron,
la cianosis periférica era un obvio resultado.
Mis familiares desconsolados quedaron
al mirar que él de mí se había burlado.

María Guadalupe Cruz Esqueda

Preparatoria 5

Soledad de color estaño

Simplemente delicado | Dayanna Itzel Domínguez Sustaita . Preparatoria Regional de El Salto.



Fue una ráfaga de viento inesperada.
Las hojas de los árboles se desprenden,
abastecen las calles solitarias
y reclaman el bullicio ensordecedor.
 
Los labios callaron cediendo a los ojos la palabra,
reflejaron entre sí la verdadera morada del alma.
 
Y en los parques que se visten de juventud
basta con percibir el anhelo ávido del ayer.
 
¡Oh, esperanza, he perdido tu voz divina!
 
Te vuelves lejana y frágil, como ecos insólitos.
Quisimos ser cautivos de la costumbre y la angustia
en una añoranza de regresar al pasado.
Luchamos por nuestra libertad cuando somos presos de la ignorancia.
 
¡Oh, soledad desaforada de color castaño!
¿Cuánto tiempo más tendremos que sentir tu tacto lábil?

Joceline Alejandra Grajeda Pérez

Preparatoria 3

Versos a una despedida

Cuando llegue la noche y te marches, esa noche
entre soledad y angustia moriré. No sé cómo
decir que no te vayas, que te quedes… Eres y serás
como ella al llegar la mañana; desaparecerás como por arte de magia.
 
Las horas y los minutos no contarán el tiempo
que, por desvelo, quebré con las manecillas del reloj.
Ni el mundo, ni las estrellas, ni el universo
podrán expresar mis tantas sonrisas y lágrimas derramadas por tu adiós.
 
Cuando llegue la noche y te marches, entonces
estarás lejos de mí, o yo de ti, o los dos de ambos.
Ay, musa de mis mártires, y bien amada de mis sentires,
no vueles tan lejos, porque estaré muriendo cada vez que suspires.

Rubén Alcántar Rodríguez

Preparatoria Regional de Ciudad Guzmán

I am an overthinker | Andrea Jazmín Valenzuela Morales. Preparatoria de San José del Valle de Tlajomulco de Zúñiga.