Bébeme

Me agoto gota a gota,

me escurro en las baldosas y ahí permanezco,

agua estancada, refugio de huevecillos y mosquitos.

¿No quieres beberme?

¿Te asquea mi color negruzco,

mis orillas enlamadas, el rastro de las pisadas,

las bacterias/moluscos/criaturas/desechos que me habitan?

Me agoto gota a gota,

se deshacen mis brazos,

tu recuerdo en escapulario va corriente abajo

y no puedo tomarlo; se funden mis lágrimas,

mis pensamientos y mis entrañas.

Bébelo todo. Por favor, bébelo.

Me agoto gota a gota,

realmente ya no me importa,

me vacío por la coladera,

fluyo en manguera y riego la tierra

para que erosione con mi tristeza.

Bébeme, te lo ruego,

no soy enfermedad ni veneno.

Me agoto gota a gota,

sólo quiero que me arrojes a tus ojos,

caer sobre ti como dulce remedio;

que hagas de tu mano un cuenco,

me recojas y me sorbas;

que te desnudes y te bañes en mis riberas

y te hundas en mí cuando perezcas.

Bébeme, soy agua bendita, curativa,

soy saciedad y vida.

Jhovana Itzel Aguilar Jiménez

Preparatoria 8

Que me consuma

Que me consuma, cariño,

De las veces que hemos jugado

Como viles animales entre aquellas

Sábanas que guardan nuestros gemidos.

Que me consuma el tiempo,

Mientras que te recorro con besos,

Y juntando nuestros labios

Continuamos con lo romántico.

Que me consuma,

Admirando cada parte tuya,

Que al unirse con la mía

Se vuelven una sola.

Que me consuma, carajo,

Que me consuma de la misma manera

En que tú consumes mis jugos,

Que me consuma como el tiempo

Mientras me das embestidas.

Que me consuma, cariño,

Entre fluidos, gemidos y orgasmos tuyos.

María Fernanda Moreno Monroy

Preparatoria 12

Heridas ocultas. Yulisa Razo Pérez. Preparatoria Regional de El Salto.

Hada del ciruelo de azúcar

Hada de Ciruelo de Azúcar

I

Gloriosa, cuan dulce espectro.

Fríos copos azucarados

Descienden a cada sutil paso

¡Oh! Frágil diente de león

¡Gloriosa!

El chocar de sus láminas de hojaldre

¡Meliflua celesta!

Murmullos y miradas perdidas

Droga del tiempo

Diosa del espacio

Anhela la sobra vítrea

¡Pluma de cisne, sé libre!

Secreto angelical

Has jugado con mi atención

¿Dormido? ¿Despierto?

Éxtasis siento al oír

Tus pasos arpegios

Y la elegante melodía

Inexplicable de otra dimensión

II

¡Corre! ¡Oh, débil enigma!

¡Sigue el susurro de la luna!

¡Piérdete en una cadencia!

¡No mires atrás!

¡Tal vez nos veamos de nuevo!

¡Sólo corre! ¡Pronto nos veremos!

¡Esfúmate!

Wojciech

Noche de psicosis.

Silencio.

Destellos estelares me hablan.

Miro tu rostro.

De pronto oigo música.

Mi rostro.

Suena Orawa.

Miro la muerte.

Adrián Lepe Santana

Preparatoria Regional de Tecolotlán

Libertad. Lía Noemí López López. Preparatoria Regional de El Salto.
No me gusta cuando callas. Érik Alejandro Sánchez Calleja. Preparatoria Regional de El Salto.

Abortados

Abortados

Sin saber qué gritar al vacío

             adivinamos que el universo es sordo

le pedí por ti

y mi respuesta fueron grillos con violines.

            Y aunque el útero del amor era infértil

                                   decidimos fecundar;

            fuimos abortados

soñando que estuvimos vivos.

Anubarrado

Mis ojos diluviaban

porque me dolías.

No te lloro más porque no quiera,

ya no puedo.

Te has llevado las palabras,

dejándome ahí, en el pecho

un rompecabezas de corazón

que ya no se puede armar.

Lavatorio

Aprendimos a llorar,

yo con las manos

tú con la sonrisa.

Le enseñamos a los violines

a ser tristes,

melancólicos.

Porque así,

con lágrimas,

el corazón se enjuaga.

Sin ti y sin tú

La poesía se quedó sin PALABRAS

de sus lágrimas de tinta

lloradas por las manos

se convirtió en carne

como el verbo

que se conjugó en tus pestañas para hacerse mirada.

Y así

habiéndome adaptado a tus versos

veo cómo te      a      l         e             j                       a                            s.

Kevin Bricio Palafox

Preparatoria Regional de Arandas, módulo San Ignacio Cerro Gordo

Freedom. Carlos Alexis Pineda Ibarra. Preparatoria 10.
Emptiness. Carlos Alexis Pineda Ibarra. Preparatoria 10.

Tragos de vida

En la frialdad de la tristeza

el auge de las luces apuñala.

Las vacías calles bifurcan

el espacio y la realidad.

Su soledad inunda

la celeste velada en la ciudad.

Con sus rostros de lápida

plantan un nuevo invierno,

llenan con pétalos la última copa

embriagando con vanidad sus mentiras.

¡Oh, falsas miradas! Tan inquietantes…

Sobrios tragos de ansiedad

culminan en un sueño.

¡Cambian las noches,

danzan las cortinas!

¡Predicen los aromas,

se entierra la vida!

Frívolos labios me seducen

Con ímpetu, borran lo monótono.

El mar se desborda

y las sábanas caen.

Interrumpido desliz,

se envuelve en la almohada una vez más.

El reloj con su inequívoca memoria

regresa de su descanso.

Las olas vuelven a chocar,

giramos alrededor del sol,

atraídos por una sola Luna

y anclados a una insufrible prisión.

Corro por el pavimento

sosteniendo su cálida mano.

Lleno de temor ante lo desconocido

miro con discreción las paredes.

Me aferro al suelo,

encadeno mi cuerpo.

Escapo con poca agilidad,

cada instante estoy más atado.

Sucumbo sobre los alaridos,

me lamento por tan vacío propósito.

Mis únicos tragos de esperanza

son bebidos de sus labios.

¡Las noches duermen,

las cortinas descansan!

¡Los aromas del alma,

son enterrados al alba!

Sus latidos reposan,

mi cuerpo se desmaya junto a las estrellas.

Su cuerpo es la Luna…

Yo soy la neblina.

Camino entre sus callejones

y ella me descifra.

Mario Alonso Lara Jr.

Preparatoria Regional de Chapala

El último baile. Sandra María López Dueñas. Preparatoria Regional de El Salto.
Fluyendo como ideas. Ximena Elizabeth Parra González. Preparatoria Regional de Etzatlán.
Belleza en la oscuridad. Yuli Itzel Flores Hernández. Preparatoria Regional de El Salto.

La reacción ante la huida

El cerebro es una de las estructuras que más ha impresionado a la comunidad científica y al ser humano en general. Es increíble pensar que el mismo cerebro con el cual podemos poner satélites en órbita, es el mismo que permitió la primera agricultura y la primera civilización. Este órgano se estructura por capas, ergo, mantiene las respuestas primigenias en el centro y a las más nuevas en capas exteriores.

*

Todo indicaba ser normal, o así lo había sido esa noche y las anteriores. Rubén, oficinista en los días, pintor por las noches, trabaja en una pintura abstracta con manchones azules, negros, blancos, puntas y gota prematura que apenas logra manifestarse en las manos. Un estudio de noche, iluminación lunar. Silencio.

                Puerta. Habían sonado tres golpes secos en la puerta del departamento-estudio. ¿Quién será a estas horas de la noche? ¿Qué horas son? Saca su celular del pantalón, lo primero que ve son las trece llamadas perdidas de Lucía y elimina la notificación a la par que un signo interrogativo se dibuja en su cara. Una y media de la madrugada. Se gira, y en la acción apaga el cigarrillo en un cenicero de cristal hasta el tope de colillas y ceniza.

                Tres nuevos golpes. Misma sorpresa, misma pregunta y nacimiento de una nueva: ¿por qué tanta agresividad? Mira con desconfianza por el ojo de la puerta y tras el paño la ve: es ella. Lucía, mujer moderna, “pareja” de Rubén; secretaria de día de lunes a viernes y, a partir de las seis de la tarde y hasta que el cuerpo necesite dormir, mujer de museos, cafés y galerías. Sólo bebe cuando en necesario.

*

Por ese motivo, nuestro sistema nervioso simpático, que tiene su origen en la médula espinal, cuya función primordial es activar los cambios en la reacción lucha-huida, y nuestro sistema parasimpático, encargado del descanso y de la digestión, reaccionarían de la misma manera en la que lo haría un australopithecus al luchar por la comida que la forma en la que lo hace un imputado en la sala de interrogación: o huimos, o atacamos.

*

Rubén abre extrañado la puerta, ella no tiene por qué estar allí, no es necesario, ya se lo había dicho hace dos días, en la última discusión.

                —¿Qué haces aquí, Lucía? ¿No ves la hora? ¿Estás bien? ¿Por qué me llamaste tantas veces?

                Silencio por respuesta. Ella suelta su bolsa a un lado de la puerta y de la misma forma se deja caer sobre el sillón de la sala. Pesada. Observa la pintura de Rubén. Lo mira, cara sin expresión por parte de ella, cara que piensa por parte de él.

                Lucía se levanta del sofá, algo no anda bien, lo siente; Rubén lo siente de la misma manera que lo había sentido ya en las discusiones anteriores y cuyos resultados eran los “berrinches” de Lucía. Ella abre una puerta de la alacena, saca un vaso para volver a cerrar la puertecita y de la sala toma la botella de vodka que estaba por terminarse. Rubén intenta seguir su paso, cierra la puerta de la calle, se sienta en el banco en el que estaba antes de abrir la puerta, la observa servirse vodka en el vaso como si de agua se tratase. Un sorbo, un único sorbo.

                —¿No dirás nada? —dijo Rubén tras observarse directamente a los ojos durante veinte minutos que en realidad fueron tres. Raspa la garganta— Sabes perfectamente que te puedo observar tosa la noche sin decir nada. Quieres decir algo, Lucía. —Se escucha el fondo de un vaso vacío tocar la mesa.

                —¿Con quién fue la última mujer con la que te acostaste, Rubén? —mujer tajante. Fue un escopetazo en el bosque: una parvada de golondrinas que huyen.

                —Conti…  —el falso intento de mentira por complacerla fue cortado.

                —No, Rubén, ambos sabemos que no es así —dijo casi a gritos, antes de que él respondiera.

*

El rostro pálido es un claro ejemplo que la mayoría de nosotros hemos tenido alguna vez en nuestras vidas; ésta, al igual que las pupilas dilatadas y la sudoración, son registros visibles de que el cuerpo se prepara para el posible desenlace de la reacción lucha-huida. Sin embargo, no es la única respuesta en nuestro organismo. El cerebro ordena el bombeo de sangre a nuestros músculos, los tensa, aumenta la presión sanguínea y las venas se dilatan; el estómago y los riñones siguen las órdenes del sistema parasimpático y dejan de trabajar, por último, los capilares de la piel son contraídos. Listo, ahora usted está preparado para luchas o para huir del peligro que tiene enfrente.

*

—¿De qué estás hablas, Lucía? ¿Es por lo de Alondra? Por Dios, creía que ya habías superado eso, Lucía. Ya lo habías superado —el volumen de él aumentaba, Lucía sabía perfectamente cómo odiaba que le marcaran sus errores pasados, en especial cuando ya los «había enterrado».

                —Sabes perfectamente que no hablo de ella. Estaba en el bar y me encontré a tu amiguita Lorena, ya sabes, la que encontré en tu apartamento cuando regresaba unas cosas y no estabas. Hoy se veía muy contenta, de seguro venía de aquí. ¿Quieres que te dé más nombres e historias? ¿Quieres que responda como tú deberías de hablar? ¿Quieres que nombre a todas las mujeres que han dormido en tu colchón mientras yo me he callado?  —el tono subía, la cara se enrojecía, la voz se quebraba, mientras golpeaba la mesa— Porque crees que no, pero puedo nombrarte también a Naomi y a Paola, que son de las otras que me he enterado, porque las traes contigo, las portas en tu mirada, en tu cabello como cera de pinar, en los botones de tus camisas. Creí que lo de Alondra no se iba a repetir —un cristal se rompe dentro de la cabeza de Rubén—. Pero sólo has sido llagas en mis brazos…

                La cara de Rubén cambió, no iba a tomar la pose de siempre, donde pedía disculpa e intentaba sacarle la vuelta a todo y concluir con un abrazo y una tensión liberada que tiende a regresar como un resorte.

—Tienes razón, Lucía —decía al encender un cigarrillo, mientras se encorvaba hacia ella y fruncía el ceño. El cínico que llevaba dentro salía a flote, todo con el único fin de dañar. Si ella ataca, yo también—. ¿Pero sabes qué? Ya me tienes harto de tus estúpidos celos y no me importa de dónde viene todo esto. ¡Estás ebria, Lucía, mírate! Y sí, he estado con todas ellas y lo he disfrutado bastante. Y sin embargo…

*

En la naturaleza podemos ver comportamientos basados en esta reacción. Ejemplo: el guepardo a pesar de tener la habilidad de alcanzar una velocidad de entre 95 y 115 kilómetros por hora, decide en esta lucha por la supervivencia al ataque. Podemos observar cómo un león intenta acercarse a las crías de una madre guepardo, es aquí donde la defensa se basa en el ataque.

*

—Eres un sinvergüenza, pero claro, no debería de sorprenderme, ahora confirmo tu trato hacia mí, me tratas como una cosa aparte, tanto que dices quererme —y al hablar se ponía de pie y se quitaba un brazalete, para lanzarlo hacia donde estaba Rubén, quien lo esquivaba sin mucho esfuerzo, sin ganas, no era la primera vez que lo hacía—. Toma todo lo tuyo que traigo, pero si pudiera te aventaba todo lo que hay aquí, tus tontos anillos y tus pulseritas idiotas.

*

El hembra guepardo se acerca hacia el león, quien hasta ese momento había tenido un paso cauteloso, ahora él se acerca en dirección a ella. Se encuentra lo suficientemente cerca. Lucía intenta empujarlo, pero no puede, él pesa lo doble que ella, y los intentos de golpes son detenidos por Rubén, hasta que una bofetada se logra marcar en la mejilla.

                El león comienza a perseguir al guepardo, con el intento de igualar su velocidad; ahora ella se encuentra lo suficientemente lejos. El ritual animal se repite, Lucía intenta empujarlo, darle bofetadas.

                —¿Al menos podrías fingir que me quieres? —decía con el llanto en su cara y él sólo se dedicaba a evadir los golpes o a detenerlos, a la par de repeticiones del mantra “basta, Lucía, basta”.

                El cuadro cae, Lucía lo tira, lo rasga. Pintura negra y blanca tirada en el suelo. Rubén ya está rojo, no por el cuadro, por Lucía. Decide atacar. El león, a la mayor velocidad posible, se acerca a ella. Lucía lo araña, Rubén la empuja, por poco la hace caer y el guepardo se deja ir con todas las emociones. Se empujan, se dicen todas las palabras que viene a la mente. Rugidos. Llantos sordos. Rubén la toma agresivamente de la camisa y después la toma del cuello y la estampa contra la pared cercana a donde había estado el caballete, para impedirle la respiración. Hace el intento de levantarla del cuello, lo suficiente como para ver unas pobres pataletas y varios golpes a un brazo sofocante. El guepardo intenta soltarse con arañazos al león, clavar las garras. Lucía clava fuerte su pulgar en el ojo de Rubén, con el mismo dedo lo empuja mientras da una patada en la entrepierna que lo hace retraerse y liberarla de su sofoco. Toma aire. Ahora un poco más libre, el guepardo clava sus garras en el rostro del león, lo araña, lo hace sangrar. Pequeño chorro, goteo. Rubén está tirado en el piso sobre la pintura negra que le hizo resbalar, ayudada también por un empujón de Lucía y un paso en falso, consecuencia: un golpe duro en la nuca…

                Como ya se ha dicho, el organismo reacciona de manera estrepitosa ante un ataque, es por ello que los individuos, al igual que algunos autos deportivos, pasan de cero a cien en pocos segundos; el guepardo que tan sólo defendía a sus crías, pasa a ser el atacante cuando en un acto desesperado muerde las patas del león con el riesgo de hacerse más daño. Funcionó. El ataque es ahora la única opción para la defensa. Lucía siempre atacaba para defenderse. Ella se posiciona rápidamente sobre Rubén, para seguir con los golpes, pero ahora con el cenicero de Rubén que había caído al piso y que tomó rápida. El guepardo muerde el cuello. Lucía lo ahorca, clava las uñas, él ya no se defiende. Ya hace tiempo que no se defiende. La bestia no parece dar término a los golpes con el grueso cristal, que poco a poco destrizan la cara a la par que los brotes de sangre que salen por la boca, la nariz y por la fractura del cráneo se mezclan con los azulejos, la estepa. Arañazos en el cuello de un león. Convulsiones casi mudas. Un chorro de sangre que se detiene poco a poco.

*

La respuesta confunde, existe una hiperexcitación en el organismo. Mira hacia alrededor, el desorden, la sangre, el cuerpo inerte. ¿Ataque o huida? Ya atacó. Respuesta: huir ¿Dirección? Desconocida. Respuesta posible número dos: ¿qué voy a hacer? Pregunta detonante número dos: ¿qué he hecho?

René Flores Ortiz

Preparatoria de Jalisco

Lluvia neón

Pluma colorida

Pluma colorida | Juan Manuel Galindo Reyes, Preparatoria Regional de La Barca

Quiero ser fértil
a pesar del silencio en mis curvas transparentes
mi caprichosa piel sangra sobre rosas blancas
matizo de pasión los bosques
extraño fosilizar corazones en ámbar
ocultos en las montañas solitarias
sueño sobre el rocío neón que gotea del cielo cada 11 de julio
brillas en mi mente con un destello ocre
aquel que portan los desamores incongruentes.

Andrea Michelle Ramos López
Preparatoria 20

Nostalgia

Me traes un sentimiento, flor dentro de flores,
de que la vida después de ti
es únicamente sentarse y viajar lejos
a un prado verde y tranquilo, quizás,
bajo la sombra de un árbol desconocido
y un lirio de mano en mano.

Diego Andrés Vázquez Cisneros
Preparatoria Regional de Autlán de Navarro

Otoño

Otoño | Adrián Alejandro Senda Núñez, Preparatoria Regional de La Barca

Por amor a la sabiduría… atrévete a escribir y leer filosofía

Si nos situamos desde la actitud filosófica, el recorrido por el mundo se torna más interesante, el pensamiento se pone en contacto con las cosas intangibles que se desprenden del exterior y descubre conexiones internas con las cosas concretas que describen un mundo simbólico trazado por sentidos multidimensionales. Con espíritu aventurero acariciamos lo desconocido, exploramos el impenetrable misterio de la realidad. Los objetos insondables excitan de manera permanente nuestra curiosidad.

El insaciable deseo por saber más juega un papel seductor cuando dilata el pensamiento y fecunda ideas que, una vez desarrolladas, son paridas por la razón.

Según Sócrates, los hombres no son sólo cuerpo, sino también alma. El cuerpo, a cierta edad, tiene por naturaleza el deseo de procrear; mientras que el alma tiene por naturaleza parir el pensamiento.

Las ideas que son concebidas por el ejercicio de la razón no están desconectadas de la realidad; por el contrario, la realidad las engendra. Es de la unión del sujeto con la realidad de donde nacen sus ideas; éstas poseen rasgos y parentescos de quienes las generan. Es decir, son el resultado de una mentalidad y contexto determinado.

Vaivén es un espacio fértil para la expresión de las ideas propuestas en ponencias, entre los cuales se encuentran “Fe vs. ciencia”, de Ana Estefanía Reyes Barragán; “Hasta qué punto el hombre está listo para una justicia social”, de Fernando de Jesús Palomino Ramos; “La violencia es la filosofía de los ignorantes”, de Ronaldo Morán García y “Predominio del hombre sobre los animales”, de Jonathan Emmanuel Ascencio Rallas. Cada una de estas ponencias son una propuesta diferente sobre algunos problemas que aquejan al ser humano, tratados con originalidad y libertad por sus autores.

Esta introducción es una insinuación a participar en la procreación de ponencias filosóficas para ti, espíritu inquieto, astronauta de preguntas, navegante de pensamientos o terrícola de enigmas, por donde quiera que tus ideas se gesten, éste es un espacio abierto para dar a luz tus propuestas.

Ana Guerrero Romo*

*Colaboradora del programa de radio “Café ácido” desde el año 2013.
Segundo lugar de Poesía CUM 2007, actualmente estudia Filosofía en el CUCSH.

Hasta qué punto el hombre está listo para una justicia social

Fernando de Jesús Palomino Ramos
Preparatoria Regional de Jocotepec, módulo La Manzanilla de la Paz
Participante del II Coloquio Filosófico del SEMS 2013

Abstract
El presente texto expone el tema de la democracia participativa como una vía para lograr la justicia social, así como las claves para su éxito. Trata también los problemas más importantes que enfrenta el hombre y la filosofía, la doble moral, la ambición y el poder, así como la demagogia de la que hacen gala quienes dirigen nuestro país, guiados por el propio interés, el éxito personal y el enriquecimiento material. También, se indaga sobre la palabra “democracia” y el sentimiento de inferioridad que los mexicanos adoptamos y del que nos sentimos presos. La pregunta principal a lo largo del texto es ¿hasta qué punto el hombre está preparado para una justicia social?

“Si fuéramos un pueblo de dioses, seríamos naturalmente  demócratas.  Pero sólo somos hombres. La democracia es nuestra aspiración a la vez que nuestra necesidad práctica”.

Es importante partir de la definición de justicia, antes de analizar si existe o no la injusticia social.

Hablar de lo que es justo y de lo que no, implica una polémica que se extiende desde que el hombre existe. La injusticia social implica un doble discurso impulsado por la moral de quienes argumentan cada posición, lo que para mí puede ser justo para alguien más no lo es. Distintos puntos de vista y formas de pensar intervienen en el análisis de estas problemáticas desatadas por la injusticia o la justicia.

Por un lado, existen los grupos de poder que imparten y manipulan la justicia de acuerdo a su doble moral que dictan lo que es justo y lo que no,  así como lo dijo Benito Juárez: “A mis amigos, justicia y gloria, a mis enemigos la ley a secas”. Existen aquellos que, al verse afectados por dicha actitud, obran en contra de la injusticia social o a favor de su propia justicia. Y aquellos que ignoran totalmente sus derechos y si la injusticia social existe o no.

Filosóficamente, el hombre está condenado a ser libre, así lo afirma Jean Paul Sartre (1905–1980), esta afirmación tan certera me lleva a la exposición de la siguiente idea: “El hombre nace libre y sin embargo, en todos lados vive entre cadenas”  (Jean Jacques Rosseau. El contrato social, 1792).  Actualmente el hombre vive preso de la injusticia social, la discriminación política, económica, racial, social, etcétera. La injusticia social es producto del orden social y el modelo económico, producto del comportamiento capitalista–consumista que hemos adoptado en las últimas décadas.  Actualmente vivimos bajo el yugo opresor de una simple frase: “tanto tienes, tanto vales”. Somos parte de una democracia donde las decisiones las toman quienes controlan el flujo de capital del país. ¡Dinero!, de allí, todos nuestros problemas.

Gente de los 90

Gente de los 90 | Ganier Geovanni Contreras Cisneros. Preparatoria Regional de Tamazula.

Nuestro modelo político y gubernamental está basado en una democracia. La palabra democracia tuvo un uso peyorativo a lo largo de muchos siglos e implicó una fuerte desaprobación por parte de los intelectuales de la época, luego desapareció del vocabulario popular hasta el siglo XVIII. Después de la Revolución Francesa, Wordsworth (Antaki I, El manual del ciudadano contemporáneo México 2000) escribía “es raro encontrar a alguien que utilice la palabra democracia en un sentido favorable” y agregaba con ironía provocadora: “Pertenezco a esta clase odiosa de hombres llamados demócratas”. Su idea era que si un hombre ignorante y poco pulido era un desastre en sí, qué sería de un grupo de hombres ignorantes y pocos pulidos reunidos para hablar y actuar juntos ¡una catástrofe!

El concepto democracia parte de un supuesto generoso: todos los hombres son iguales y honran nuestra humanidad, y nuestro proyecto de sociedad es pensar que lo son. Esto implica que la voz del santo o la del sabio valdrán lo mismo que la voz del desgraciado, pero si sabemos que por cada santo hay en promedio tres mil desgraciados, ¿esto significa que ganarán siempre los peores? Desde una perspectiva personal, me pregunto ¿por qué mi voz vale menos que la de un político? ¿De dónde nace la idea de que un hombre es más importante que otro? La sociedad se vuelve presa de la injusticia social y al hombre lo convierte en objeto de sí mismo, siendo resultado de la acción que él mismo realizó; la esclavitud del hombre es producto de sí mismo porque él permite que pase. Al hombre, en algunas culturas desde niño le enseñan a adorar a un Dios y a convertir en ídolos a las demás personas, menospreciando el valor que tenemos como seres humanos y traicionando el supuesto que antes mencioné: que todos somos iguales. Adoramos a personas que adquieren un estatus social superior, al sentirse admirados por un público ansioso por hacerlos sentir así; que adoran a un político y abarrotan cualquier lugar donde éste se presente. De allí que cuando nos encontramos a alguien así, corramos a tomarnos fotos como evidencia de que lo conocemos, sin pensar en que es una persona normal, un hombre de carne y hueso, que duerme y se alimenta como nosotros, que además del valor social otorgado no rebasa las capacidades de un ser humano.

Desde mi punto de vista, el problema principal del hombre es que de acuerdo a la idiosincrasia popular, requiere de un amo o alguien superior, y no toma en cuenta que darse a un amo es más vil que soportarlo, por ello las personas a las que les damos una importancia política y social se apoyan en nosotros para llegar a la punta de la pirámide; ¡el poder!, y con él manipulan la ignorancia y el sentido de inferioridad del pueblo para lograr un beneficio personal. Por ello, quienes son nuestros dirigentes amasan grandes fortunas a cuestas de un pueblo de borregos que gustosos pagan sus gastos exorbitantes.  “Actualmente es el pueblo el que incluso paga los dulces que los diputados se comen, los rastrillos que usan para afeitarse”. (Milenio Diario. Guadalajara 5 de octubre 2013).  ¿Hasta qué punto el hombre está preparado para la justicia social, es o no capaz de aceptar que el problema parte de sí mismo?

La democracia es la mejor vía hacia la justicia social, pero no es la democracia como la conocemos actualmente. Winston Churchill mencionó que la democracia es el peor de los regímenes que existen, él hace referencia a la democracia que nos rige, la desvalorización de los seres humanos y el complejo de inferioridad del pueblo, la ignorancia que se extiende a lo largo y ancho de nuestro país, que cada día es alimentada por la conspiración mediática; los intereses de las personas que dirigen la economía.

Antes de pensar en una igualdad social, el hombre debe pensar si está listo para ella, si se encuentra dispuesto a dejar de lado las creencias que lo convierten en esclavo de una sociedad “perfecta”; si está dispuesto a aceptar la igualdad y que debe exigir los derechos que le corresponden, esto implica desprenderse de los lastres que le detienen, también de adquirir el conocimiento y la responsabilidad de tomar una decisión que favorezca al país, puesto que no basta con tener una voz para tener la razón.

Otro de los retos que enfrenta la democracia es que si el argumento tiene la oportunidad de presentarse y medirse frente a una asamblea de varios cientos, es el encanto de la retórica el que gana. “¿Qué valen la competencia de la complejidad claramente explicada, la responsabilidad evidente frente a la agresividad, la labia o incluso el carisma?”(Antaki. I, El manual del ciudadano contemporáneo, p. 149). Para lograr que la democracia sea participativa, justa y que sea la salida para solventar los problemas que atañen a cada uno de los hogares del país, el hombre  debe hacer a un lado la ignorancia, debe superar los encantos de la demagogia, principal enemiga de la democracia.

El hombre debe aprender a conocer lo que hace, escribe Herodoto (Antaki. I, p.150):  “Escapar a la insolencia de un tirano para caer a la de una multitud desenfrenada es intolerable, el tirano hace las cosas a sabiendas de lo que hace, la multitud ni siquiera se da cuenta”, la idea es que el pueblo conozca los ideales que defiende y que no se acerque a una democracia por atractiva que suene; lo que se persigue es la igualdad social y que todos los hombres valgan lo mismo; y ¿qué se necesita para lograrlo? El hombre necesita dejar de ser un ignorante, rechazar la idea de ser un cordero que camina gustoso rumbo al matadero a sabiendas de lo que le espera y aúSn así no se defienda; el hombre debe aceptar su libertad como un privilegio y no como una carga que lo sofoca, aceptará que él como ser humano vale lo mismo que aquel que sale en la televisión y debe comprender que nadie actuará por él para defender sus derechos.

Este problema implica una discusión de la cual tomo partido como defensor de la democracia participativa como una vía certera para llegar a la igualdad social, para que la justicia se imparta de manera completa y para que la voz de cada uno de los ciudadanos tenga el mismo valor. Es necesario  que tomemos nuestro lugar el marco de la soberanía y aceptemos que como hombres y mujeres valemos lo mismo y nuestra voz pesa lo mismo que la de los demás, aunque en la actualidad los medios de comunicación se esmeren en demostrar lo contrario.

Es indispensable que dejemos de creer que nuestros gobernantes están para defendernos, esto ya terminó, si es que en algún momento ocurrió, ya es momento de poner un alto, pero principalmente de hacernos responsables sobre lo que está sucediendo y dejar de culpar a los demás por lo que está pasando en nuestro país. Recordemos y gravémonos en la piel que nosotros lo permitimos; sí, quizá inconscientemente por el hecho de que no se nos preguntó, pero aún así nosotros lo notábamos, y la pregunta es: ¿qué hicimos para detenerlo? ¿Cómo es posible que si somos millones de habitantes nos tragáramos la doble moral y la manipulación que se hizo o se hace con nosotros?

Debemos comenzar por aceptar que tenemos una gran parte de la responsabilidad y dejar de culpar a los demás. Principalmente yo como hombre, debo comenzar a pensar en mí como un ser libre que por convicción actúo y decido sobre mi futuro. Asimismo, es menester aprender que de la revolución a la avaricia hay sólo un par de pasos. Cuántos políticos de gran estirpe comienzan con ideales de caudillo, intentando cambiar lo que lastima a su gente y sin embargo, se olvidan de sus ideales y se convierten en falsos profetas guiados por la demagogia. Desde mi perspectiva, si seguimos ese modelo seremos sólo una revolución fallida, un cambio inexistente, una falsa sociedad, una falsa democracia.

Bibliografía

Antaki, I. (2004). El manual del ciudadano contemporáneo. México: Booket.
Dresser, D. (2011). El país de uno. México: Aguilar.
Grupo Milenio. (5 de octubre de 2013). “Indignacion de organismos civiles por facturas de dulces de los diputados”. Milenio Diario, pág. 2.

La violencia es la filosofía de los ignorantes

Ronaldo Morán García
Preparatoria Regional de Ahualulco de Mercado
Participante del II Coloquio Filosófico del SEMS 2013

Juego de adultos

Juego de adultos | Luis Ortiz Arias. Escuela Preparatoria Regional de El Salto.

Abstract
Ante la violencia imperante en estos tiempos, se define este fenómeno como la supresión de la humanidad, la cosificasión del ser humano, tanto de quien la ejerce como de quien la padece. Se propone la práctica de la Filosofía como alternativa para la resolución de conflictos y el impacto positivo que el pensamiento y el diálogo tienen en las sociedades.

No hay día en que las sociedades no generen distintas situaciones de violencia psicológica, verbal o física.

La violencia es una acción ejercida por una o varias personas en donde se somete de manera intencional al maltrato, sufrimiento, manipulación u otra acción que atente contra la integridad de cualquier persona o grupo de personas. (Callejas Pérez, p.1, 2004)

La violencia no es la única vía para resolver un conflicto, el  resultado que se obtiene con la violencia es generar más violencia; entre las alternativas, la Filosofía se define como el amor a la sabiduría y tiene el objetivo de enseñar a pensar y razonar, además de formar un criterio con espíritu crítico.

Un acto de violencia ocurre cuando un daño o un dolor son infligidos a una persona o a varias personas por un agente que sabe que su acción producirá el mal en cuestión.

¿Habrá, pues, ciertas clases de violencia que son necesarias? ¿O debe condenarse siempre toda violencia?

En discusiones actuales sobre violencia abundan las definiciones y los argumentos que tratan de sostener una u otra postura.

Mientras que algunos autores definen la violencia como aquello ejercido sobre una persona, otros concluyen que la violencia se puede ejercer sobre los animales e incluso sobre el medio ambiente.

La violencia en sus múltiples formas, se extiende día a día en proporciones alarmantes.

La principal arma de la filosofía es el diálogo, por lo tanto puede ser la negación de todo tipo de violencia, en medida en que lo que importa son los argumentos, todas las personas tienen el mismo derecho a debatir.

La violencia construye, en primer lugar, la supresión de la humanidad, tanto de quien la sufre como de quien la ejerce. “La Filosofía, según Simone Weil, hace de quien la soporta una cosa, el hombre deja de ser tratado como sujeto para ser tratado como objeto, deja de ser considerado un fin para ser el medio” (F. Cante, p. 172, 2005).

¿Por qué el hombre ha sido capaz de la peor violencia?

El hombre es capaz de ser bueno y malo, pero, sobre todo, de ejercer la violencia.

A lo largo de la historia se han perpetrado represiones, agresiones físicas, guerras por parte de grupos que han tenido u ostentan el poder político y el uso despiadado de la fuerza.

Existe una actitud de temor y desconfianza hacia el futuro de la humanidad. Mientras el miedo y el odio no sean reemplazados por el respeto mutuo y la confianza, dejaremos siempre que falsas esperanzas nos desilusionen. “La violencia es la negación inteligible de la libertad individual por la práctica común” (Sartre, p.7,1942).

¿Puede haber algo que justifique eliminar la vida de un ser humano?

En  el libro El mito de Sísifo (Camus, 1942) el autor afirma que sólo existe un problema filosófico: el suicidio; es decir, ejercer violencia sobre sí mismo.

El racismo es otra forma de violencia. Los filósofos griegos articularon lo que creían un sistema de pensamiento excluyente desde la raíz.

Según Aristóteles en La política, (S. IV. a.C.) por efecto natural y para la conservación de las especies, hay un ser que manda y otro que obedece. El que por su inteligencia es capaz de previsión, ostentará la autoridad y el mando los tiene de un modo natural. El que sólo posee la fuerza corporal para la ejecución, debe naturalmente obedecer y servir. El interés del amo es el mismo que el del esclavo.

No hay fatalidades históricas, sólo existe la lucha entre la pasividad, la rutina y el espíritu creador de los hombres, en materia de guerra como en todas las cosas, el porvenir de la humanidad es indeterminado porque depende de ella y es de ellos decidir ejercerla o no. (Bouthoul, p.333, 1968)

La historia del pensamiento humano nos informa sobre las diversas posiciones asumidas en la lucha por la justicia que parece estar en el fondo de muchos conflictos violentos y la filosofía, por su parte, nos aporta algunos datos importantes para descubrir el origen de la violencia.

Algunos factores considerados son el temor y la envidia. También la ausencia de comunicación acentúa la tendencia a la violencia.

Además el peligro de la violencia, aun cuando se mueve dentro del marco no extremista de metas a corto plazo, será siempre que los medios dominan el fin. Si las metas no se logran rápidamente el resultado será no sólo la derrota sino también la introducción de la práctica de la violencia en el seno del cuerpo político entero (…). La práctica de la violencia, como toda acción, cambia al mundo, pero lo más probable es que este cambio traiga consigo un mundo más violento. (Arendt, p.72, 1980)

Nada se hace con hombres dormidos pero desencadenar la violencia tiene otras consecuencias para el individuo como para los demás.

El primer fin debe ser un bien, la meta de la acción del hombre debe ser el bien, jamás el mal. “El que trabaja para la justicia trabaja para todos, mientras que los violentos no trabajan sino para ellos mismos, y algunas veces, a fin de cuentas, contra ellos mismos”. (Beloth, p.8, 1876)

La gente que actúa con violencia tiene a menudo problemas para controlar sus emociones. Pueden haber sido heridos por otras personas y podrían pensar que amenazando a la gente y actuando con violencia solucionarán sus problemas o ganarán respeto.

La violencia, entonces, es la aplicación voluntaria de la fuerza de tal forma que es intencionalmente lesiva para la persona o el grupo contra el cual se aplica.

La Filosofía era y es todavía, una disciplina temida, porque enseña a la gente a pensar, reflexionar y discernir. Parece que la violencia es hoy en día un tema, no solamente recurrente o fundamental en el análisis social o político de nuestras vidas, de nuestra sociedad o de la misma condición humana, sino que ha pasado a ser un componente ya establecido en nuestras vidas.

Primero se debe tener conciencia de lo que verdaderamente somos y así poder generar una respectiva forma de tratar a los demás. ¿Cómo lo podemos lograr? La solución sólo está en nosotros y en nuestro interior.

Segundo, es el motivo por lo que existen los valores. El primer paso es saber cómo controlar nuestros impulsos, así nuestra sociedad irá en un incremento de paz.

La Filosofía nos educa a través de conocimientos, valores, creencias y actitudes frente a distintas situaciones.

El hombre es un ser pensante y como tal debe reflexionar antes de actuar con la fuerza y cometer un acto que perjudique algo o alguien.

Sin embargo, y a pesar de esta descarnada realidad, el hombre siempre pensó en la paz y creó la cultura para enfrentar tanto a las violentas fuerzas de la naturaleza como a sí mismo.

Algunas personas que sienten estos problemas emocionales no reaccionan contra otras personas sino que dirigen su violencia contra sí mismos. El ejemplo más extremo es el suicidio.

Es normal sentir ira o enojo cuando existen sentimientos de decepción o traición, pero la ira o la frustración nunca justifican la violencia.

Se puede salir de un círculo violento aprendiendo a hablar sobre los sentimientos. Siendo fuerte, buscando la seguridad y manteniendo la calma.

Sabemos que la violencia es un fenómeno social muy peligroso de personas que mueren a causa de tiros y golpes. Hay que tener en cuenta que está en nuestras manos, ser violentos o no.

La violencia es la acción realizada por una o más personas que implica daño, dolor, manipulación u otra acción que atenta contra la integridad de cualquier persona o grupo de personas. Ésta se aprende y se puede cambiar, como todas las conductas que son aprendidas, pero no es fácil, porque si no hay una causa simple para la violencia, tampoco hay una solución simple.

La Filosofía dice que la violencia no es la única forma de solucionar un problema, la Filosofía  es definida como el amor al conocimiento y su propósito es enseñar a pensar y discutir, con un espíritu crítico.

El arma principal de la Filosofía es el diálogo. La violencia es la Filosofía de los ignorantes. La violencia en todas sus formas es cada día mayor, alcanzando proporciones alarmantes. Desde la perspectiva de este ensayo, la cuestión fundamental en la Filosofía es: ¿Matar o no matar? ¿Puede existir una razón que justifique el acto de matar a otro ser vivo?

Bibliografía

“Tipos de violencia, ¡no te quedes callado!” [en línea]. Luz Carmen Meraz. (s.f.) [fecha de consulta: septiembre del 2013]. Disponible en: http://www2.esmas.com/salud/668747/tipos-violencia-no-te-quedes-callado/

“Filosofía y violencia” [en línea].  Alberto Terrones González, lunes 16 de mayo del 2011. [fecha de consulta: septiembre del 2013]. Disponible en: http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/312404.filosofia/i-violencia.html

“La violencia” [en línea]. Jhon Fredy Callejas Pérez, viernes 11 de junio de 2004 [fecha de consulta: septiembre del 2013]. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos15/la-violencia/la-violencia.shtml

Parent, J. (s.f.). “La violencia y el determinismo filosófico”. Recuperado en septiembre del 2013, del sitio web de la Universidad Autónoma del Estado de México: http://etzakutarakua.colmich.edu.mx/relaciones/033/pdf/JuanParentJ.pdf

Cante. F. (2005). “Acción política no-violencia, una opción para Colombia”. Recuperado en septiembre del 2013, del sitio web de Facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Relaciones Internacionales: http://books.google.com.mx/books?id=oIreAaPWFi0C&pg=PA167&lpg=PA167&dq=Acci%C3%B3n+pol%C3%ADtica+no-violencia,+una+opci%C3%B3n+para+Colombia&source=bl&ots=pC9ehAG9wA&sig=appaCsivzhSKQQuMLuYUetjKj0Y&hl=es&sa=X&ei=tgQhU4-pJqnY2AXj94GoCg&ved=0CDAQ6AEwAQ#v=onepage&q=Acci%C3%B3n%20pol%C3%ADtica%20no-violencia%2C%20una%20opci%C3%B3n%20para%20Colombia&f=false

Fe vs. ciencia

Ana Estefanía Reyes Barragán
Escuela Preparatoria de Jalisco
Participante del II Coloquio Filosófico del SEMS 2013

Substracción

Substracción | Andrea Azucena Avelar Barragán. Preparatoria 2.

Abstract
Se presentan distintas posturas acerca de Dios y su existencia. El texto defiende postulados acerca de la posibilidad de su existencia basándose en la tesis de algunos filósofos que demostraron la existencia de un ser omnipotente, principio y fin del universo. Hace referencia a una esencia universal presente en la vida del ser humano que, aunque no pueda ser percibida, lleva a preguntarse sobre su misterio infinito; se contrasta que también otros autores pueden negar la existencia de Dios, ya que si Dios no puede ser visto, entonces no puede ser experimentado, ¿se puede probar racionalmente la existencia de Dios?

“Por rutina descalificamos testimonios que justifican atenuantes. Es decir, estamos tan convencidos de la rectitud de nuestro juicio que invalidamos evidencias que no nos confirmen en él. Nada que merezca ser llamado verdad podría haberse alcanzado nunca por ese medio”.
Marilynne Robinson. La muerte de Adán (1998), en Young, Paul. La cabaña p. 96

El hombre, desde su origen, se ha hecho muchas preguntas, pero la existencia es como un enorme palacio por recorrer, en el que cada puerta lleva hacia una nueva sala con más puertas y por lo tanto, a nuevas incógnitas. En un mundo complicado y confuso en el que el hombre debió comenzar a preguntarse el porqué de su exisencia y de todas las cosas, surgió la idea de que existían fuerzas más poderosas rigiéndolo, es de esta idea que nació la veneración. En cada pueblo se originaron distintas teorías religiosas a través de mitos y creencias sobre el bien y el mal, por ejemplo, en algunas culturas veneraban a los elementos, los astros y la naturaleza como dioses. Por otro lado, en algunas civilizaciones se manifestó un fenómeno de nueva revelación: la consciencia de la existencia de un ser supremo, un Dios omnipotente y sabio en lugar de miles de dioses.

El hombre moderno, al igual que el hombre de la antigüedad, busca una explicación completa al sentido de la vida. Los científicos intentan dar con un campo que explique todo. Pero más allá de la materia, el hombre encontró que existe el mundo espiritual y con él grandes incógnitas que exigen una respuesta ¿qué sentido tiene la vida?, ¿qué ocurre después de la muerte? Afirmar la existencia de un más allá y de la divinidad  o que todo saber en doctrinas es pura ilusión, no resuelve el gran problema Hombre y Dios, sino que se limita a descartarlo y dejarlo de lado sin proponer solución. Por ende, se expondrá la siguiente incógnita frecuentemente debatida entre ciencia y fe: ¿es posible razonar a Dios? Lo primero es abrirse a la posibilidad de la existencia o no de Dios, preguntémonos sobre él descartando la idea de si es imaginario o no.

¿Se puede probar racionalmente la existencia de Dios?

Existen muchas teorías acerca de la vida, el origen del universo, la evolución y otras que generan más preguntas para el hombre, varios científicos se han enfocado en responder lógicamente estas preguntas para así poder comprender el universo. La ciencia puede darnos a conocer muchas de las respuestas a nuestras preguntas. Sin embargo, no es el único camino ni es omnipotente. No hay sabio en el mundo que pueda explicar por qué existe un átomo, o la dinámica y las velocidades increíbles de las partículas subatómicas, o la velocidad de la luz, o el Big-Bang. Grandes físicos y cosmólogos como Isaac Newton, Johannes Kepler, Albert Einstein, Paul Dirac, Werner Heisenberg, han afirmado que tiene que admitirse la explicación de un poder infinitamente inteligente y superior para comprender la materia y el universo.

Entonces, ¿cómo se llegó a la idea de que existe un Dios? Muchos filósofos, siglos antes de Cristo, se plantearon el mismo problema acerca de un ser supremo y omnipotente, tales eran estas ideas que cambiaron muchas de las creencias que se tenían, sobre todo creencias politeístas. Por ejemplo, Jenófanes atacó las creencias religiosas populares de su tiempo y se opuso a ellas proclamando que Dios era uno e inmutable; durante su época, la sociedad hacía a los dioses según sus perspectivas, y él mismo condenó la idea popular de que un Dios podía ser como un mortal:  “Si los bueyes o caballos tuvieran manos y pudieran pintar con ellas y producir obras de arte, como lo hacen los hombres, los caballos pintarían las formas de los dioses como caballos, y los bueyes como bueyes… los etíopes hacen a sus dioses negros y de nariz respingada, mientras los tracios les ponen cabellos rubios y los ojos azules” (Jenófanes de Colofón en Enseñanzas básicas de los grandes filósofos, “La naturaleza de Dios”, p. 108). Partimos de este punto porque muchos creen que Dios es sólo una idea humana.

Tres de los más grandes filósofos de la historia, Sócrates, Platón y Aristóteles, tenían un pensamiento puro de Dios a pesar de las creencias politeístas de su época, de ellos quien destacó fue Aristóteles al mostrar varios postulados sobre la existencia de Dios. Aristóteles pensaba que había dos causas en el universo: acto y potencia. Para él las potencias son los actos que se realizan a sí mismos en el mundo de la materia, muestra rastros de la antigua idea griega de que la materia era viva. Él representaba esto con el ejemplo del roble, que es el acto, y la bellota, la potencia: la bellota crece hasta ser roble, realiza el árbol roble que estaba en ella como bellota, pero en potencia; al crecer ésta se esfuerza por convertirse en árbol roble, pero antes de la bellota existía la materia y una idea o forma de la bellota. Muchos se preguntaban: ¿esta serie continúa interminablemente? A lo que Aristóteles respondía que no, al final hay una forma pura y sin materia, lo que él llama un “motor inmóvil”, la última causa de todo movimiento en el universo. Así es el “motor inmóvil” de Aristóteles: mueve a los hombres, maneja la materia, pero él mismo es inmóvil, nada le afecta. Así, Dios es el centro hacia el que todas las cosas se esfuerzan y por tanto él es el principio unificador del universo. De aquí surgieron los estoicos y los epicúreos, cada uno tenía diferentes maneras de concebir cómo era su Dios, o dioses, con respecto a personalidad y quizá aspecto. ¿Esto quiere decir que el hombre puede decidir y saber quién es Dios? No, esto quiere decir que el hombre pretende jugar todo el tiempo a ser Dios, sin embargo, nadie puede definir con exactitud quién es Dios, y si pudiésemos: ¿qué habría de interesante después de haber descubierto uno de los más grandes misterios? Lo que si podemos plantearnos es si su existencia es irrefutable o no.

Tomás de Aquino se impuso la tarea de demostrar que el universo, como revelación de Dios, es racional, enseñó que los universales existen en los objetos particulares como la esencia de las cosas y fundamentó las cinco vías que demuestran la existencia de Dios; adoptó el pensamiento de Aristóteles para apoyar las doctrinas fundamentales de la iglesia: él decía que Dios es forma pura. Deducimos su existencia de los hechos de su creación. El hombre por el hecho de ser hombre no es perfecto, pero Dios es la perfección pura que el hombre busca alcanzar, Dios es guía y motor, algo que causa el equilibrio de todas las cosas por lo cual él se dirige ante nosotros por muchas vías, es intangible como materia, al igual que miles de objetos en el universo: intangibles pero existentes. Sin embargo, postulados como el de David Hume, quien se apoyaba en el conocimiento empírico, dan a considerar materia para el debate con las demás teorías, pues Hume indicaba que no es posible demostrar a priori la existencia de Dios, puesto que las cuestiones de existencia sólo se pueden decidir con la experiencia, nunca con el mero análisis de una idea.

La no existencia de un objeto correspondiente a una idea no es algo contradictorio con dicha idea: no es absurdo que no existan los triángulos ni las mesas, ni Dios. Pero tampoco nos sirven los argumentos a posteriori, ni siquiera el relativo al orden y finalidad en el mundo, que de todos es el mejor,  puesto que parten del principio de causalidad que debe admitirse con restricciones: en realidad no existe la causalidad como una propiedad de las cosas, sólo encontramos sucesión, pues a un acontecimiento le sigue otro y nada más; en todo caso, podemos aceptar la existencia de vínculos causales pero sólo entre los datos de la percepción y nunca de cosas situadas más allá de estos. En este sentido: Dios no puede ser percibido, por lo tanto, para Hume, no existe.  Esto contradice a Santo Tomás de Aquino, pues Dios es la causalidad de todo. Lo anterior nos conduce a una pregunta verdaderamente difícil de responder: ¿puede ser que Dios mismo haya creado la ciencia para debatirnos en el misterio de su existencia y negar incluso la misma? Fichte llegó a la conclusión de que el origen del universo es la razón universal, a esta razón la llamó Dios: “el proceso universal de la vida” que domina la conciencia de cada individuo. La moralidad exige la realidad de ese ser y por tanto, Dios existe.

Otros filósofos consideran a Dios como la energía, o como Schelling, la causa; él argumentaba que es imposible asignar a Dios los atributos usuales de personalidad, pensamiento, voluntad y otros parecidos. Aunque, por otra parte, Spinoza decía que podemos percibir sólo dos atributos de Dios: el pensamiento y la extensión, por eso conocemos a Dios mediante las ideas y los cuerpos. Sin embargo, todo ello no agota a Dios pues él es mucho más que esto y nunca podremos entenderlo por completo. Esta tradición nos lleva a preguntarnos si algún día podremos conocer a Dios en su totalidad; lo más probable es que no, porque Dios es inalcanzable y por lo tanto su misterio sigue y seguirá siendo infinito: continuaremos debatiendo imparablemente su existencia.

Es también natural creer que no existe Dios, pues somos seres racionales y necesitamos explicarnos la causa de todo. Sin embargo, Dios no puede ser visto pero existen caminos que nos conducen a Él. La pregunta entonces no es si Dios existe, sino más bien lo que consideramos que es y la posibilidad de si el camino racional es suficiente para acceder a Él.

Bibliografía

Sáenz Enríquez, Alberto. “La existencia de Dios es irrefutable”. Febrero 2012 recuperado el 6 de octubre de 2013, disponible en:  http://www.cienciayfe.org/secciones/01ASE/existencia.php
Frost Jr. S. E., Enseñanzas básicas de los grandes filósofos (2005) “La naturaleza de Dios”, páginas: 107-108, Editorial Diana, México DF.
Young, Paul. La cabaña (2007), “Una pieza de Pi” páginas: 96–112, Wm., Editorial Diana, Madrid, España.

Predominio del hombre sobre los animales

Jonathan Emmanuel Ascencio Rallas
Preparatoria Regional de El Salto.
Participante del II Coloquio Filosófico del SEMS 2013

Naturaleza muerta

Naturaleza muerta | Alexis Alberto Ramos Flores. Preparatoria 12.

Abstract
¿Por qué se cree que las personas valen más que los animales? A lo largo de la historia los animales han sido tratados como seres inferiores sin derechos. Tanto animales como seres humanos deben gozar de las mismas oportunidades de subsistencia en la Tierra. Por desgracia, la sed del hombre por ser la especie dominante ha creado un asesino de familias, experiencias y vidas que diversos animales podrían haber gozado.

«La no violencia lleva a la más alta ética,
lo cual es la meta de la evolución.
Hasta que no cesemos de dañar
a otros seres vivos, somos aún salvajes”.
Thomas Alva Edison (1896) 

Hoy en día nos podemos dar cuenta que el hombre es la raza dominante del planeta Tierra; la cuestión sería: ¿verdaderamente merecemos ser los seres que rigen aquí, o sólo estamos cegados por el hecho de sentirnos por encima de otros individuos? El hecho es que no debemos sentirnos de esa manera, ya que si algún día estamos debajo de alguien o algo, nosotros exigiremos nuestros derechos.

Los humanos somos organismos hechos para convivir con otros seres, esto se nos inculca desde la infancia. Sin embargo, enseñar que los humanos sólo deben socializar con humanos es la manera errónea de transmitir un mensaje; los animales son seres pensantes y por lo tanto, merecen respeto y una oportunidad para desarrollarse.

En los últimos años hemos presenciado la creación de diversas formas de protección para una amplia gama de especies, esto debido a que son incapaces de confrontar a la sociedad por no tener las mismas formas de expresión. La existencia de asociaciones, grupos sociales e incluso la conciencia de las personas en pro de la defensa y preservación de diversos animales, ha inspirado e incitado a otros a sumarse y transmitir mensajes para la igualdad entre humanos y animales. Es notorio el esfuerzo de un sinnúmero de personas para auxiliar a formas de vida maltratadas día tras día por una sociedad incapaz de entender la importancia de otro ser vivo.

Muchos de los maltratos animales los sufren perros y gatos. Si bien se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, ¿será posible que nosotros seamos el mejor amigo del perro? Mientras compramos animales domésticos de razas finas, perros y gatos que viven en la calle, están en circunstancias desfavorables como agresión física, no reciben alimentos, o son tratados con desprecio e irresponsabilidad, todo esto puede causar, en la mayoría de los casos, la muerte.

Si bien se da el maltrato en animales domésticos, también lo podemos encontrar en animales salvajes que son extraídos de su hábitat natural y son esclavizados para dar espectáculos en ferias o circos. Las condiciones en las que viven son brutales, ya que son golpeados y no son alimentados por castigo al no cumplir con un acto circense o alguna rutina que les hayan enseñado. Los animales más afectados por estos hechos son los elefantes y los osos; como nos dice la Agrupación para la Defensa Ética de los Animales (ADEA): “A los osos se les retiran los dientes y las garras o se les coloca aparatosos bozales. El entrenamiento de los osos incluye tocarlos con varas que transmiten descargas eléctricas para obligarlos a que obedezcan y realicen los ‘divertidos’ trucos”. Desafortunadamente existen otras formas de humillación para los animales que viven en los circos, por ejemplo, asustar a los especímenes con fuego o agua helada.

Además de las ferias y los circos podemos encontrar diferentes lugares en los que se utiliza a los animales como entretenimiento, tales como acuarios, zoológicos y plazas de toros. Aunque en los zoológicos y acuarios aparentemente se muestran buenos servicios a los animales, en muchas ocasiones reciben malos tratos y son lastimados si no expresan muestras de afecto al auditorio asistente.

Mientras algunas personas luchan por los derechos de los animales, en la sociedad se cree que los animales, al ser incapaces de hablar, deben estar bajo el predominio de los humanos. El trato que reciben estas criaturas es denigrante: cualquier persona se ha ganado la oportunidad de vivir en este planeta, muchas de las veces libremente, entonces: ¿por qué los animales deben ser tratados como esclavos?, finalmente, todos tenemos vida, experimentamos sensaciones y aprendemos de nuestros errores.

Por otra parte, uno de los mayores problemas que diversos grupos y asociaciones intentan erradicar es la caza de animales. Este suceso se ha producido principalmente con venados y ballenas debido a que de estos dos animales se extraen productos que son de gran utilidad para la gente, por ejemplo: de las ballenas se extrae grasa y de los venados se extirpa toda la carne por ser altamente deliciosa.

Hay organizaciones no gubernamentales, como el caso de México Antitaurino, a favor de la conservación y protección de la fauna. Asimismo, los movimientos religiosos, aunque no defienden a los animales directamente, expresan el respeto ante todos los seres vivos. El catolicismo postula que cualquier individuo tiene el derecho a nacer y a disfrutar de todas las experiencias que podemos presenciar en esta vida.

Los humanos debemos estar muy conscientes del caótico proceso por el cual perdemos a un animal para siempre, esto lleva el nombre de extinción. Hemos perdido muchas especies de animales que eran hermosas criaturas, recientemente el rinoceronte de cuerno gris. Ya sea el ser más minúsculo o el más grande, su declive ocasiona un cambio radical en el equilibrio de los ambientes naturales.

Cualquier forma de vida, así sea grande o pequeña, al terminar con su existencia puede llegar a perjudicarnos, al grado en que nosotros mismos estemos en riesgo de extinción. Un ejemplo muy claro son las abejas, sin ellas la reproducciónnatural de flores no se llevaría a cabo, pues estos seres efectúan el proceso de polinización, que es básicamente el método principal para la reproducción de flores; por tanto, su desaparición nos repercutiría en cuanto a los alimentos que consumimos. Por ejemplo, las frutas de las que nos alimentamos.

Muchos países, como Estados Unidos, han presentado iniciativas o leyes para la defensa y preservación de animales. En diversos lugares encontramos reservas que resguardan animales y propician el nacimiento de estos organismos para que puedan subsistir y no desaparezcan de la faz de la tierra. Las personas que infringen cualquier cláusula de una ley de seguridad animal, como la ley 27265 de Estados Unidos que proclama el respeto y la conservación de animales domésticos y silvestres, a veces son penalizadas con multas o prisión. Los animales que son rescatados de estas personas se ponen a disposición de albergues que tratan a los animales psicológica y físicamente para que puedan conseguir un mejor hogar.

La manera para que todos los humanos y animales vivamos de igualitariamente, es reflexionar que si nosotros estuviéramos en el lugar de estos seres nos gustaría recibir un trato justo. Desgraciadamente muchas personas piensan que un ser de este tipo es un estorbo y que sólo ocasionará problemas en la sociedad. Si bien muchas personas defienden a los animales, otras sólo los escuchan o ignoran y los llaman revoltosos o rebeldes, dicen que deberían conformarse con lo que pasa en la sociedad. Creo que lo que la gente no entiende es que cualquier ser merece vivir y ser respetado.

Debemos comprender que todos somos iguales, ya sea si caminamos con piernas o si nos movemos con cuatro patas, si tenemos piel o si nos expresamos con palabras, con sonidos y melodías. Debemos enseñar y unirnos para que los animales tengan una oportunidad de vivir y ser tratados equitativamente. Ningún ser vivo es más o menos que otro.

Motorbreath

Motorbreath | Sergio Jaír Sáenz Uribe. Preparatoria 10.

Bibliografía

“Asambleísta del PRI propone prohibir uso de animales en circos”. (2013). El Legislativo, pp. 5-6.
Grupo ADEA, “Venta ilegal de animales tercer negocio más lucrativo en el mundo”. (2013). El Legislativo, p. 5.
Flores, P. (2013). ADEA. Obtenido de Los Circos y el maltrato animal: Http://www.adea.com/
“Propone PVEM prohibir en Colima corridas de toros y peleas de gallos. (2013)”. El Legislativo, p. 6.

Una brecha impostergable entre la necesidad y el deseo

La satisfacción humana, a veces limitada a la simple elección de una condición, una forma de ser o la simple apariencia bajo la cual nos mostramos, en ocasiones representa esa brecha impostergable entre la necesidad y el deseo. Esta pulsión entre la compensación de algo que carecemos y la búsqueda de algo por descubrir, la mayoría de las veces encuentra su realización mediante la posesión de un objeto. Esta posesión por pequeña que sea, se vuelve única cuando representa nuestro objeto de deseo. En este objeto, es posible articular todas las dimensiones de nuestros sentimientos y emociones. Podemos encontrar sueños hechos realidad o restaurar nuestro pasado perdido.

¿Quién no ha tenido la sensación de que todas las cosas que usa son prescindibles, pero que siempre hay algo único que necesitamos llevar siempre para ser nosotros mismos? A veces son un par de zapatos, un sombrero, una diadema o algo más sutil, algo invisible pero evidente, algo que sólo puedes mirar a través de los “Ojos de pantera”, como nos relata Andrea Mariam Oropeza. Un pequeñísimo objeto que en el bolsillo se vuelve un secreto, pero en los labios se vuelve la sensación de completa libertad para su nuevo dueño.

Y ya que hablamos de secretos, ¿cómo preservar nuestras palabras más allá de la muerte para que se alejen de nuestra conciencia? A veces los secretos nos reducen a la simple condición de culpa y es necesaria una confesión para librar nuestra batalla personal. Pero si no confiamos en el confesor ¿qué nos queda? En ocasiones no basta con pronunciar el secreto y dejar que se desvanezca con el viento, quizá porque se trata de palabras muy oscuras. ¿Y si esas palabras representan la vida de alguien más que desapareció entre cenizas y tierra seca? Contra el desvanecimiento de las palabras, una carta puede ser la respuesta para dar testimonio de aquello que se consumió en sus propias llamas como nos relata Mario Balam en “El venado más hermoso”.

A veces el pasado nos cobra la factura con ironía. No siempre es posible alejarse de lo que alguna vez fuimos o de aquello que el destino nos ha planteado en el derrotero de nuestras decisiones. Lo que determina la persona que somos, son nuestros actos. ¿Qué pasa con los actos de un mago que nunca creyó en su magia? Tal como nos cuenta Rocío Guadalupe Álvarez Leyva, la magia de todo buen truco reside en la inocencia de nuestro espectador.

Dios y el Diablo tienen una disputa. Todos conocemos la justicia del Creador, pero siempre habrá que creerle al dicho popular “más sabe el Diablo por viejo que por diablo”, y más si involucra a la clase política, como en el cuento “La silla presidencial”, de David Amadeo Jacohinde Corona. Por último, hay veces que nos enamoramos irreflexivamente, como en el cuento “Un café”, de Luis Enrique Solorio Salazar, que teje la vena erótico-fetichista.

En estos cinco relatos que nos ofrece el vaivén literario, descubriremos la intimidad de los personajes en distintos senderos, quizá todos ellos cobijados por la sombra de la culpa, contraída por tener una preferencia contraria a lo socialmente aceptado, exonerada al confesarla en el anonimato de una carta o lavada por la ironía del destino.

Fernando Toriz*

*Fernando Toriz (Guadalajara, 1973) es narrador y poeta. Obtuvo el grado de maestro en Gestión y Desarrollo Cultural.
Actualmente es coordinador de eventos culturales de la Libería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica (FCE) en Guadalajara.

Ojos de pantera

Tiempo libre

Tiempo libre | Itzel Montserrat Calderón García. Preparatoria 7.

La pantalla del celular dio la alarma, una melodía empezó a sonar, me decía que eran las 7:40 amna delicada silueta se movió de la cama, un poco torpe a esas horas, la seguí con la mirada. Ella salió a tropezones de la habitación, eso de levantarse temprano nunca había sido su fuerte. Escuché cómo encendía la luz del baño y abría la llave de la regadera.

Mientras oía con atención cómo corría el agua. Empecé a mirar la habitación, nuestra habitación. Ahora alumbrada por un tenue foco, era el cuarto perfecto para mí: la belleza rodeaba toda la estancia, las paredes pintadas de blanco exhibían delicados tapices florales morados y negros que daban elegancia a la sobriedad de las paredes. En el centro de ésta se exhibía la espléndida cama de acero y adornada con doseles, que era el objeto principal del cuarto. Además a cada lado había dos mesitas de noche, a juego con la cama; un enorme armario donde había una infinidad de ejemplos del buen gusto por la moda de la dueña del cuarto. Finalmente estaba el tocador, repleto de accesorios y artículos de belleza que se habían ido acumulando con el tiempo, alcé la vista mirándome en el espejo, sabía que yo era el favorito de ella, nunca se olvidaba de mí.

Escuché la puerta del baño abrirse, ella salió envuelta en una delgada toalla ceñida a su cuerpo, se dirigió inmediatamente al armario, la noche anterior había escogido su atuendo del día. En un pestañeo estaba vestidatocaba maquillarse y peinarse.
La conocía, sabía perfectamente qué  ropa usaría, ella era la joven que había soñado que me poseyera. Una mujer perfecta, todo en ella reflejaba feminidad. Cómo me llenaba de placer verla siempre.

Finalmente, después de la espera, mi turno había llegado. Me miró y tocó mi cuerpo mientras me acercaba a sus labios, amaba sentirlos tan suaves y delicados, delineados cual escultura de mármol, los rocé con ímpetu, dejando a mi paso un rojo carmín. Me miró unos segundos, para después guardarme en su bolso, sabía que me necesitaría, siempre me requería.

Sentí cómo se movía la bolsa, pero no era para extrañarse porque conocía sus movimientos, sabía que hoy no iría a la escuela; pensé que sólo saldría a beber un café con sus amigas y luego a comprar, pero un cambio brusco en sus movimientos me hizo reconsiderarlo, tontamente me asomé al agujero del cierre que daba el exterior, saqué mi cabeza y vi que caminábamos en la acera de un parque; intenté mirar más cerca, buscando el nombre de la calle para ubicarme, pero justo en ese instante el tonto celular sonó, ella abrió la bolsa con brusquedad y yo salí disparado al exterior.

Al volar por los aires pensé que moriría. Sentí el concreto en mi cuerpo, pero milagrosamente salí ileso; rodé hacia una grieta de la banqueta donde me detuve. Levanté la mirada y vi que ella contestaba un mensaje, no se había dado cuenta que yo yacía en el suelo. Alarmado, comencé a gritar, la llamaba, esperaba que me viera porque yo era importante para ella. Por más que clamaba, no me vio y siguió su camino, dejándome allí, tirado en la banqueta. Yo continué llamándola, mi garganta se secó por completo sin obtener una respuesta.

La tarde llegó con una lentitud desgarradora. Por momentos deseaba que ella hubiese notado mi ausencia y regresase por mí. El tiempo seguía, burlándose de mí. Destrozado me preguntaba ¿por qué yo?

Comencé a pensar en mi dueña perfecta, tan pura, tan fémina; estaba tan absorto imaginándola que no vi lo que ocurría a mi alrededor: una sombra gigantesca se me acercó con movimientos bruscos, un hormigueo recorrió mi espalda, comencé a temblar y volteé.  Era algo inmenso, de casi dos metros, me miraba sin mostrar ninguna emoción, yo intenté moverme, pedir ayuda, pero estaba atrapado en la grieta. Él dio una ojeada a su alrededor, le seguí la mirada,  suspiró, al parecer aliviado mientras fijaba su vista de nuevo en mí, sus ojos eran intimidantes, parecían ojos de pantera, acechando su presa.  Al ver que no había ningún alma cerca, se inclinó y me tomó.

La sensación de ser tocado por él fue la experiencia más horrible que he sentido, sus manos eran ásperas y estaban repletas de callos, las únicas manos que me habían tocado eran las suaves extremidades de ella. La fuerza que ejercía sobre mí era dura, me tenía atrapado, y yo forcejeaba con toda mi alma.

Entonces grité clamando ayuda. Las flores voltearon angustiadas, los pájaros del parque me miraron con tristeza y hasta el viejo roble movió temeroso su cuerpo; al verlos entendí que ellos no podían hacer nada contra él.

Su mano me colocó en el bolsillo delantero de sus jeans, eran estrechos, me sentí asfixiado, el movimiento de su pierna al caminar me golpeaba contra la mezclilla. No sé decir cuánto tiempo estuve en ese bolsillo, puede que hayan sido unos diez minutos, pero para mí fue un completo calvario.

Casi al borde de desmayarme sentí que paraba, escuché temerosa cómo abría varias puertas con las llaves. Él subió corriendo las escaleras no sin antes gritar con una voz muy gruesa y grave.

—Ya llegué, no tengo hambre, Mamá, me voy a mi habitación.

No entendí qué contestaron porque él ya se había encerrado en su habitación de un portazo. Presté atención a sus movimientos, aventó sus pertenencias al suelo mientras encendía una lámpara, me sacó con sus manos, comencé a llorar, qué tipo de castigo era éste; con los ojos hinchados miré su alcoba, eran el caos en persona, montañas de ropa se apilaban cerca del armario, la ropa de cama era un revoltijo de sábanas sucias y un fuerte olor recorría el cuarto.

Me dejó en lo que pretendía ser un tocador, estaba vacío comparado con el de ella, el pulso me aumentaba, encendió la radio, una serie de gritos mezclados con un solo de guitarra y batería llenaron la habitación. Él se acostó en la cama y fijó su mirada en la pared, pensativo. El tiempo transcurría lento, hubiese jurado que el reloj se burlaba. La noche llegó, él apagó la música y siguió acostado, atento a los sonidos de la casa.

Yo no podía dejar de mirarlo. No sabía qué haría ahora. La intriga me estaba matando, era demasiado misterioso.
El reloj marcó las 2 am cuando él se movió, se sentó frente al espejo y se miró. Yo realmente no sabía si mirar al real o a su reflejo, su mirada se posó sobre mí.  Mientras me tomaba, sentí sus manos sudorosas, yo intentaba llorar, dar guerra; pero ya no tenía lágrimas ni fuerzas.

Me desnudó con timidez: subía y bajaba mi cremallera, no podía seguir. Me dejé tocar, derrotado, en espera de su siguiente movimiento, pero nunca imaginé lo que hizo. Me acercó a sus labios y me besó.

Los labios de él eran secos, ásperos y duros, me sentí sucio, ¿por qué yo? ¿Por qué él? Intenté contraerme pero me sujetaba muy fuerte y yo era muy débil, cuando sus labios se tornaron rojos como los de ella, lloré.

Cuando él terminó me dejó sobre el tocador, me tiré en la madera, incliné mi cabeza, no podía moverme, apenas tenía fuerzas para respirar, la imagen de ella resonaba, quería regresar, olvidar este infierno.

Estaba absorto en mí hasta que lo escuché: oí su llanto, silencioso y reprimido. Alcé la vista, ahí estaba él mirándose mientras lloraba, las lágrimas caían sobre su piel, sus ojos de pantera, esos que me habían hecho temblar estaban rojos e hinchados.

No sé cuánto tiempo lloró, pero cuando paró, volteó a verme, inexpresivo y me tomó, ahora con más delicadeza, creo. Abrió un cajón del tocador y me encerró ahí con llave.

Es imposible contar el lapso que paseé con él en su habitación, el pequeño cajón tenía como única luz la que salía del agujero de la chapa, cuando había mucho ruido solía asomarme a husmear. En esos ratos descubrí mucho sobre él, era joven, todavía vivía con sus padres, aunque no eran los mejores progenitores que uno deseara, en mi opinión, por las constantes críticas y comentarios, eran muy intolerantes y tercos. Constantemente lo presionaban para hacer o actuar de cierta manera, él acataba todo lo que le decían sin quejarse.

En el día nunca escuché una queja suya, ni siquiera una emoción de su rostro. Después comprendí que siempre tenía una máscara, una armadura. Lo que nunca entendía era por qué me usaba todas las noches, qué hacía yo para hacerlo sentir así.

Ha pasado un tiempo desde mi encierro, ya casi no me queda vitalidad. Probablemente duraré sólo hoy o mañana. Ya no me importa que sea él quien me tenga, sólo quiero su compañía ahora. Unos gritos llegan por el pasillo, es la voz de los padres, esos malditos, pero escucho algo más es… es la voz de él.

Shock

Shock | Oscar Tornero. Escuela Vocacional

Rápido me asomo a mirar por la cerradura. El cajón está abierto. Me armo de valor, es lo único que me queda, tengo que verlo, después de gritos, escucho un ruido, probablemente un puñetazo, justo entonces él entra corriendo; cierra la puerta con seguro y se sienta a mi lado.

Lo veo; noto el gran cardenal que se le está haciendo en la parte baja del cachete, la máscara de él está rota, sus ojos vuelven a humedecerse, tristes y profundos, ya no les tengo miedo como antes, siguen siendo unos ojos de pantera, pero una pantera perdida.

Él se inclinó en el tocador junto a mí, cerró los ojos, cansado. Quería apoyarlo, tranquilizarlo, pero no sabía cómo, ya estaba cansado, las fuerzas me fallaban.

Entonces lo supe, armé la fuerza que me quedaba y rodé hacia él, era la primera vez que yo lo hacía y no otro. Le rocé los labios, les di el mejor color que he dado en mi vida, terminé con la última pincelada, cuando él abrió los ojos asombrado. Le sonreí y sucumbí.

Andrea Mariam Oropeza García
Preparatoria 5