Cuando llegue la noche y te marches, esa noche entre soledad y angustia moriré. No sé cómo decir que no te vayas, que te quedes… Eres y serás como ella al llegar la mañana; desaparecerás como por arte de magia.
Las horas y los minutos no contarán el tiempo que, por desvelo, quebré con las manecillas del reloj. Ni el mundo, ni las estrellas, ni el universo podrán expresar mis tantas sonrisas y lágrimas derramadas por tu adiós.
Cuando llegue la noche y te marches, entonces estarás lejos de mí, o yo de ti, o los dos de ambos. Ay, musa de mis mártires, y bien amada de mis sentires, no vueles tan lejos, porque estaré muriendo cada vez que suspires.
Rubén Alcántar Rodríguez
Preparatoria Regional de Ciudad Guzmán
I am an overthinker | Andrea Jazmín Valenzuela Morales. Preparatoria de San José del Valle de Tlajomulco de Zúñiga.
En honor al día de Muertos | María José Gómez Buelna. Preparatoria 9.
No cabe duda de que el año 2020 representó para el ser humano un período de crisis, en el cual se vio sometido a un constante proceso de incertidumbre. El desarrollo del COVID-19 por todo el mundo dejó de manifiesto la vulnerabilidad a la cual nos encontramos sometidos. Si bien es cierto que durante la historia de la humanidad se ha pasado por diversas pandemias, el que en este mismo momento nos esté sucediendo a nosotros, que seamos los protagonistas directos, envuelve de un cariz distinto nuestra vida y nuestra realidad. La pandemia vino a representar una especie de situación límite, aludiendo a la visión del filósofo Karl Jaspers, una situación que se vive como algo inevitable y que genera una alteración en el discurrir cotidiano. Es así, entonces, cómo la conciencia de esta situación límite nos coloca de frente a la Filosofía. Al ser un momento de crisis, en el que se pone en cuestionamiento, no sólo la realidad sino el sentido básico de la vida, se establece el germen de la reflexión filosófica. Parecería paradójico, pero es precisamente en estos momentos de crisis, de incertidumbres, de dudas, de fragilidades, cuando se hace inevitable la reflexión. Ni siquiera es necesario forzarla, por su naturaleza racional el ser humano está dotado de esas cualidades racionales y críticas cuando se ve enfrentado a una realidad que le interpela. Es así cómo el fenómeno de la pandemia y todo lo que ha traído como consecuencia se convierte en nuestro objeto de análisis filosófico. Quienes se habían acercado a la filosofía sólo a partir de los textos se encuentran con una realidad que los obliga a volverse pensadores de la misma. Ya no se trata de discurrir sobre lo que otros pensaron sobre su época, sino que ahora tenemos ante nuestros ojos una realidad que nos exige ser analizada, pensada y al mismo tiempo transformada. Y obvio esta nueva realidad que se nos impone incluye la propia existencia humana. Frente a esta situación de sospecha y de perplejidad en que hemos sido colocados, nos encontramos frente a un espejo que nos cuestiona sobre el sentido de la nuestra existencia, hoy más que nunca se nos ha hecho conscientes de lo frágil y vulnerables que somos, sabemos que vamos a morir, nos hemos dado cuenta de nuestra finitud. Al modo en que Heidegger nos explica acerca de cómo al tomar conciencia de la muerte, también debemos tomar conciencia de la vida. La discusión filosófica ha llegado a los hogares, a las familias, a los jóvenes y no tan jóvenes, a los especialistas en la filosofía y a los que no lo son. Consciente o inconscientemente la sociedad se ha hecho preguntas filosóficas que nos han enseñado a determinar lo que es verdaderamente importante para nuestra vida y que se han originado directo de las consecuencias de la pandemia. La muerte, el sentido de la vida, la felicidad, la libertad, el amor, el miedo, el cuidado, el trabajo, la educación, la violencia, las formas de control político, el problema de la verdad y el papel de la ciencia en la sociedad, son ahora temas visiblemente discutidos desde el campo reflexivo, crítico y racional. El confinamiento, por ende, ha conllevado una nueva manera de socializar, de convivir, de vernos frente al otro y de ver al otro. Inmersos en el ambiente familiar, nos hemos percatado de que los procesos de convivencia y de relación, por muy cercanos que éstos sean, implican al mismo tiempo un dejo de conflicto que en algunas ocasiones recaen en conductas violentas hacia los sectores socialmente más desprotegidos: mujeres y niños. En tiempos de incertidumbre, la filosofía, y más específicamente la actividad filosófica, se convierte en un valioso instrumento problematizador del mundo, pero al mismo tiempo esclarecedor de la nueva realidad que nos ha tocado afrontar. Hoy más que nunca la filosofía debe ser entendida como una actividad analítica, reflexiva y crítica que nos lleve a replantear nuestro lugar en la sociedad y en el mundo. Bienvenidas, por tanto, todas aquellas reflexiones producidas por las nuevas generaciones de jóvenes pensantes, quienes son y serán los responsables de interpretar y transformar la realidad.
Silvia Patricia Arias Abad*
* Estudió filosofía y la maestría en estudios filosóficos en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara. Es docente de la Preparatoria de Tonalá Norte.
Módulo Tecalitlán de la Preparatoria Regional de Tuxpan
Participante del Encuentro Filosófico del SEMS 2020
Resumen
Las cifras de feminicidios crecen cada día más y no se toman cartas en el asunto. Todos los días, de ocho a nueve mujeres son asesinadas por el hecho de ser mujeres. ¿Dónde está la seguridad del país? Las mujeres no pueden salir seguras a la calle por miedo, es peligroso que anden solas. Buscan ser escuchadas y lo representan con iconoclasia, que no es lo mismo que vandalismo. No quieren seguir así, no quieren vivir con miedo. Muchas veces callan agresiones de su pareja por miedo. ¿Por qué tienen miedo?, tienen que levantar la voz y no quedarse calladas. El gobierno no hace nada por protegerlas, las denuncias, ahora por la pandemia, se están dejando de lado. ¡Quieren estar seguras! ¡Ni una más!
En los últimos años se escucha mucho acerca de los feminicidios, como cada día crecen las cifras de muertes de mujeres. Esto ha ocasionado grandes protestas, no sólo nacionales, sino también mundiales. Este año fue el primero en que el 8 de marzo, las mujeres no salieron, no asistieron a la escuela, no trabajaron, no existieron. Esto fue para que se valorara la importancia que tienen dentro del país. Este tema es muy interesante, porque todos tenemos madre, primas, sobrinas, y amigas, ¿imaginas que un día alguna de ellas falte? ¿Este problema ha aumentado mucho últimamente? Ya que ha estado mucho en tendencia, pero ¿realmente qué se conoce al respecto? ¿Por qué se les mata? ¿Saben cuál es el problema? ¿Por qué se les matan? ¿por el sólo hecho de ser mujeres? o ¿por qué los antepasados decían que tenían que estar para servirles a ellos y a su disposición? Las mujeres, en el transcurso de la historia, han comenzado a abrir los ojos, a empoderarse y no dejarse mangonear por ningún hombre, ¿y esto ha ocasionado el enfado y la molestia de los hombres que siguen con los ideales de nuestros antepasados?
Desarrollo
El feminicidio es el asesinato de una mujer por el sólo hecho de serlo. ¿Por qué tiene sentido distinguir y estipular el feminicidio y no sólo de homicidio calificado con agravantes? A lo largo del tiempo se ha cuestionado por qué se denomina feminicidio y no sólo homicidio calificado. Esto es porque a las mujeres se les viola, golpea y mata por el hecho de ser mujer. Ese es el motivo, por eso se denomina feminicidio. ¿La forma en la que se manifiestan grupos feministas opaca el motivo por el cual lo hacen? Darío Gamboni escribió un libro que se llama La destrucción del arte en el que explica la diferencia entre vandalismo e iconoclasia. El vandalismo no tiene razón de ser, no tiene motivo por el que se hace, sólo son destrozos y ya. “La iconoclasia es el rechazo a una imagen o un monumento y a lo que esto representa” (Gamboni, 2014). Entonces, no hay razón para rendirle culto a un monumento, a imágenes que representan libertad y justicia, cuando las mujeres no tienen libertad ni justicia. Y su destrucción es totalmente válida, ya que no las representa. Se sabe que se ha intentado de todo, y la iconoclasia ha resaltado más para que se les escuche. ¿Acaso el feminicidio no tiene gran importancia, como para ser escuchadas? ¿El feminicidio se ha naturalizado a través de una cultura de violencia? Los feminicidios se han naturalizado a través de la cultura de violencia, por las creencias que tenían los antepasados sobre la superioridad de los hombres sobre las mujeres. Incluso en la actualidad los medios de comunicación constantemente denigran la figura femenina, lo que ocasiona que al escuchar o ver temas donde se menosprecie a la mujer el mensaje se va al subconsciente, creando ideas de “normalidad” acerca del trato que se le debe dar a la mujer. ¿En qué medida los medios de comunicación influyen en la percepción del feminicidio? ¿Por qué se les dan un papel de inferioridad? ¿Por qué a las mujeres? ¿Por qué a los casos de feminicidio no se les da la debida importancia que merecen? Además, un estudio publicado por El Sevier, dio a conocer por qué algunas mujeres callan por mucho tiempo la agresión que les hacen sus parejas. “Los factores del microsistema (autoculparse, preocupación por la familia, preocupación por los hijos) fueron los factores más comunes que reforzaron el silenciamiento de las mujeres independientemente del país de origen. Los factores del macrosistema (expectativas sociales, normalización de la violencia, valores religiosos, políticas de inmigración) siguieron en la segunda posición” (Bijaya Pokharel, ELSEVIER, 2020). Esto da a conocer el miedo que sienten por sus parejas. ¿Qué se tendrá que cambiar para terminar con estas creencias? No tienen por qué vivir con miedo, al contrario, deberían sentirse seguras con la pareja que tienen. ¿Se valida la falsa idea de que las mujeres son corresponsables de esa fatal agresión sólo por repetir el lenguaje sexista? ¿Hemos pensado cómo la mujer es copartícipe de la violencia de género? También son partícipes, por los comentarios despectivos que hacen hacia otras mujeres; por ejemplo, “tenías que ser vieja”, “es que eres vieja”, “si un hombre no puede, menos una mujer”. Este tipo de comentarios menosprecian el poder femenino. Algo común que se escucha es que la mujer provoca a los hombres con la forma de vestir, ¿Quién les dijo eso?, la forma en que cada persona viste da a conocer su identidad, lo que lo caracteriza. No porque una mujer use un short, quiere decir que está buscando que la violen. Son ideas absurdas que la sociedad busca como justificación a las acciones que cometen los hombres, para justificar muertes de mujeres. Así pues, ¿se justifica la doble injusticia que viven las víctimas, en vida y después de muertas, al hacerlas corresponsables y juzgarlas? ¿Realmente es más complicada la procuración de justicia en temas de violencia de género por la pandemia? “Arsenia y Araceli esperaban que los feminicidas de sus hijas estuvieran sentenciados a finales de 2020, pero el virus estancó todos los procesos; las fiscalías están fallando, sólo ven casos “urgentes”, lamentan abogados” (Gamboni, 2014). Por la problemática que trajo la pandemia los casos de feminicidios no se han resuelto, el virus truncó más la agilización de los casos. “La procuración e impartición de justicia no han cumplido con lo necesario para continuar operando durante la pandemia por coronavirus. Las fiscalías de muchos estados interrumpieron sus actividades, estableciendo guardias con poco personal para dar continuidad sólo a las situaciones urgentes, lo que paralizó las investigaciones que se realizan.”, señaló el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Entonces, ¿el feminicidio no es urgente? ¿Desde cuándo se ha visualizado el feminicidio en México? En diversas publicaciones como Ciudad Real, de Rosario Castellanos, “instrumentos de esta alienación incluyen códigos severos de cortesía, el machismo y otras formas de estereotipos sexuales, la codicia y, sobre todo, las barreras lingüísticas” (Anónimo, 2020). Dice la crítica Mary Gómez Parham en Álbum de familia, el segundo tomo de sus obras completas incluye, además de sus tres cuentarios, los relatos inéditos «Crónica de un suceso inconfirmable», «Primera revelación» y «Tres nudos en la red». En un análisis del texto hecho por Mary Gómez Parham, comenta que «nuevos elementos como la homosexualidad y el feminismo-como-política aparecen […] para explorar nuevas formas de lidiar con el viejo problema de la alienación. Recordemos que estas obras fueron publicadas en 1960” (Anónimo, 2020). ¿La influencia de los medios de comunicación puede favorecer a la equidad de género y como consecuencia a visualizar el problema? Como el caso de Osiris Méndez, de 19 años, y que es una superviviente de violación e intento de asesinato ocasionado por un Uber, en Guadalajara, el 25 de junio de 2019. Habló públicamente con detalle sobre su violación, cómo el hombre la amenazó. Ese sujeto está en la cárcel por la insistencia que dieron al caso los medios de comunicación y la variedad de pruebas que tenían (semen, firmas, el coche y nombre). ¿Será por eso que muchas veces creemos que las desapariciones aquí no pueden pasar, que el feminicidio aquí no pasa? ¿Ante las estadísticas actuales de feminicidios en México, el estado actual está impartiendo justicia hacia las mujeres que han sido víctimas de tan atroz agresión? Esta situación de inseguridad es real, los datos diarios dan evidencia de este grave problema nacional. Todos los días, de ocho a nueve mujeres son asesinadas por el hecho de ser mujeres. Ya no es seguro salir a la calle, subirse a un taxi o salir solas por la noche. Las mujeres no pueden estar seguras en un país que no toma cartas en el asunto; que vive con misoginia, con costumbres patriarcales, con gobiernos que no hacen caso a sus peticiones expresadas en el cada día más frecuentes manifestaciones, un gobierno que profundiza la herida de muerte al justificar las violaciones como “desahogo sexual”. Es necesaria la justicia por todas las mujeres que no regresaron a casa, por todas las que han sido acosadas, violadas y asesinadas. Necesitan salir seguras a la calle, sin miedo de que un hombre les haga daño, de que ahora sean ellas las que no vuelvan a casa.
Conclusión
En México no se están tomando cartas en el asunto sobre los altos casos de feminicidios, no es justo que las mujeres no puedan salir con tranquilidad a las calles y que vivan con miedo. Es, pues, aceptable la forma en la que se manifiestan las feministas, porque es una forma de expresar el rechazo que tienen hacia una estatua que no las representa. Se busca la igualdad, que no se les menosprecie, que no se les señale por el hecho de ser mujer, que no se critique su forma de ser y de vestir, que puedan salir seguras, sin miedo. Luchan por tener un gobierno justo, que defienda sus derechos, que tenga seguridad el país; que no existan el feminicidio, la misoginia y que se terminen las costumbres patriarcales. ¿Será suficiente Levantar la voz hasta lograr estar seguras, ser escuchadas y pedir: ¡Ni una más!? ¿Las costumbres patriarcales pareciera que están renovándose al grado de provocar la muerte a las mujeres, por el sólo hecho de ser mujeres que han decidido empoderarse? ¿Serán suficiente los cursos de la nueva masculinidad para terminar con esta gran injusticia? O ¿será porque en el fondo aún no se logra construir una sociedad de respeto por el otro que eres tú y que soy yo?
Bibliografía
Anónimo O. (2020). El Universal. El Universal: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/como-la-pandemia-por-covid-19-ha-frenado-la-justicia-para-feminicidios. — (2020). Obtenido de Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Rosario-Castellanos — (2020). Obtenido de ELSEVIER: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/ pii/S1359178919301752 Gamboni, D. (2014). La destrucción del arte: iconoclasia y vandalismo desde la revolución francesa. Madrid: Cátedra. Pokharel, B., K. H. (s.f.). Feminismo. Obtenido de Youtube: https://www.youtube.com/ watch?v=3XE cfyIWZUw
Módulo Atequiza de la Escuela Regional de Educación Media Superior de Ocotlán
Participante del Encuentro Filosófico del SEMS 2020
Asfixiada |Sergio Toscano Aceves. Preparatoria Regional de El Salto
Resumen
Los valores morales están en crisis, porque la mayoría de padres en nuestra sociedad actual no han puesto como principal prioridad el inculcárselos a los jóvenes. La falta de valores ha hecho de los hombres y las mujeres, seres humanos contaminados y corrompibles. La praxis de valores ha dejado de inculcarse en las familias, por ende, entre las personas no los viven ni transmiten de generación a generación. Estamos viviendo una realidad en que la mayoría de jóvenes vivimos al borde de un desastre moral. Desafortunadamente, el hombre utiliza los valores para su beneficio personal, convirtiendo estos en subjetivos, ocasionando que los jóvenes sean rodeados e influenciados por adultos deshonestos, agresivos, intolerantes, petulantes, sin dominio propio e insolentes; trayendo consecuencias devastadoras, por ejemplo: la toma de decisiones erróneas y malas actitudes, como tener relaciones sexuales a temprana edad e irrespetar la autoridad, ya sea civil, escolar o familiar.
Muchos ya no siguen los sueños y valores de sus padres, sino que absorben todo lo que ha sido distorsionado por una sociedad y cultura enfermiza, la cual los lleva a la inmoralidad. El gobierno afirma que la solución es una mejor educación, dice que con más programas preventivos la sociedad mejorará. Los educadores opinan: la solución es más dinero, si invertimos más dinero en nuestras escuelas, formaremos mejores niños. Los activistas creen que la solución es la impartición de justicia, declaran que debemos erradicar la injusticia y la opresión. Otros sugieren que necesitamos más policías, castigo corporal, más cárceles, oportunidades de empleo, más programas sociales. Muchas de estas posibilidades son buenas pero al sólo enfocarse en los síntomas se queda corto y no resuelve la crisis en la que están los valores morales. Nuestro problema es mucho más profundo que la fácil disponibilidad de armas o drogas; desafía a los programas preventivos y las soluciones sociales. Este es un problema que no se solucionará nunca a menos que identifiquemos su origen y tratemos sus causas. Debemos profundizar, mirar más allá tratando las causas fundamentales. Los valores se construyen por el principal agente social: la familia. Por lo tanto, los jóvenes deben ser educados con la mejor aplicación de la enseñanza sobre los valores desde casa; para forjarles estos de manera que no sean tan fáciles de ser influenciados por lo malo y de esta forma se evitan embarazos no deseados, abortos, violaciones y asesinatos, los cuales se viven, en nuestra sociedad actual. La sociedad en la que vivimos se ha encargado de confundir a los jóvenes por medio de la cultura. Como resultado, aceptan falsificaciones acerca de la verdad, la justicia, el amor y el dominio propio por causa de las nuevas ideologías que han surgido en la sociedad y cultura actual.
Pero ¿por qué los jóvenes están aceptando falsificaciones? Porque están viendo sus opciones a través de lentes defectuosos; han aceptado una perspectiva relativista de los valores y no les permite ver la diferencia entre lo bueno y lo malo, entre lo falso y lo auténtico. De acuerdo con el filósofo y escritor Josh McDowell (2011) “muchos de los jóvenes creen que se puede justificar el hecho de mentir a un padre, que el engaño les puede ayudar a salir adelante o que el robo les puede ayudar a vengarse”. Pero dirá usted: “¿no se dan cuenta de lo equivocados que están o del dolor que ocasionan?” No, la mayoría de ellos no se da cuenta, porque desde su punto de vista todo es negociable. Si las circunstancias lo exigen, piensan que sus acciones se justifican. De acuerdo con el escritor Bob Hostetler (2011) “piensan y viven en base a una perspectiva distinta, una perspectiva que considera las acciones buenas y malas algo dinámico y cambiante”. Pero esta forma de pensar les engaña, haciéndoles creer que las decisiones malas son “buenas”. De acuerdo con el filósofo y escritor Josh McDowell (2011) “en consecuencia, aceptan lo falso, y piensan que están consiguiendo lo auténtico”. La mayoría de las falsificaciones que ellos aceptan ofrecen “beneficios” inmediatos, mientras que las decisiones correctas parecen ofrecer beneficios a largo plazo. Los antivalores se presentan en paquetes muy atractivos en nuestra cultura e incluyen una satisfacción de promesa inmediata. Por otra parte, las decisiones correctas (los valores morales) frecuentemente requieren posponer la satisfacción inmediata y esforzarse más para alcanzar los beneficios a largo plazo. Por eso tantos optan por los antivalores morales, porque ofrecen gratificación instantánea. De acuerdo con el escritor Chip Ingram (2015) “demasiados jóvenes están sufriendo consecuencias de haber escogido sustitutos dañinos”. Josh McDowell escribió en uno de sus libros:
Hace tiempo una adolescente llamada Mónica escribió una carta poética pero devastadora. Decía:
“Las relaciones sexuales me han dado las emociones más solitarias que he vivido. Me han dado el temor como regalo y la vergüenza como vestido. Me han cegado los ojos con falso amor y me han dejado una profunda herida en el corazón…”
(2015).
Los jóvenes quieren lo auténtico. Necesitan adultos con valores morales. Ellos buscan confidentes para sentirse escuchados y comprendidos. Desde lo profundo de sí mismos piden consejeros con valores objetivos para poder ser guiados a todo lo que es correcto. Quieren el sentido de protección, de amor, paz y justicia. Necesitan adultos que los motiven a tener dominio propio. No estamos impotentes para contrarrestar los valores inmorales de la sociedad y la cultura, y comenzar a cambiar nuestro mundo. Después de todo podemos inculcar valores en los jóvenes en medio de una “generación malvada”. Podemos contrarrestar a la sociedad y reforzar los cimientos derrumbados de los hogares. Podemos enfrentarnos a la locura de una sociedad que se revela contra Dios. A pesar de que la defensa de estos no será fácil, sí vale la pena; pero ¿por qué se revela contra Dios? ¿Cómo enfrentarlo? ¿Cómo defender los valores en medio de una generación que todo corrompe y distorsiona? No es complejo, aunque es extenso. Toda esta sociedad actual se revela contra Dios porque ha distorsionado el orden en que creó las cosas. Ha corrompido a la humanidad, especialmente, a los jóvenes. Ha causado la pérdida de identidad e integridad. Provocó la búsqueda en lugares equivocados. Motivó a seguir pasiones perversas. Les dejo un vacío tan profundo que los llevó a la depresión. Destruyó miles de familias. Estoy segura que podemos esmerarnos en hacer lo que es bueno, agradable y correcto. Insto a los padres de familia que no tengan miedo de corregir a sus hijos. Los jóvenes quieren hacer lo que es correcto, quieren obedecerlos y amarlos. Padres: no se sientan intimidados, nadie nace con el conocimiento de saber hacer las cosas de manera perfecta. En esta sociedad siempre habrá personas que querrán seguir estancadas, vivir mediocremente. Sin embargo, hay esperanza. Los valores morales son indispensables para que los jóvenes puedan ver más allá del presente. Los valores les harán entender que su designio es cósmico, es mucho más vasto, es eterno. Es cierto, somos seremos humanos con la capacidad de razonar, así que, razonemos y apliquemos los valores en casa. Practíquenlos todos los días en su vida cotidiana e inculquen a través de su ejemplo como padres. De acuerdo con el escritor y líder Lucas Leys, “Dios creó en nosotros la capacidad de razonar” (2016). Al poner en práctica el razonamiento para aplicar los valores no se trata de querer, sino del hacer. Dios nos dio voluntad para hacer las cosas. Padres: tengan la voluntad de aplicar los valores en sus jóvenes. Jóvenes, no todo es pragmático, hay cosas que se logran con sacrificio y este trae resultados a largo plazo. No vendan su identidad e integridad como algo barato, no escuchen a la sociedad ni a la cultura, tampoco se amolden a ella. Sean diferentes, honren a sus autoridades, protejan a los indefensos, sean agradecidos, honestos, responsables, respetuosos, amables y sabios. Piensen a futuro y esmérense por dar un mundo lleno de buenos valores a sus hijos y nietos. En fin, esto no sólo es un beneficio a largo plazo, los valores morales nos harán madurar como seres humanos. Quejarnos no ayuda en nada; recuerda: hay tres tipos de personas: los que no saben qué está sucediendo, los que ven suceder las cosas y los que hacen que las cosas sucedan. Es difícil no compararnos con otros y decir que hay personas peores, lo auténtico consiste en enfocarnos en Dios y no en quienes nos rodean. Aún quedan generaciones con integridad, personas quienes inculcan a su descendencia (hasta la cuarta y quinta generación) los valores; ellos no son el ojo del público, no son reconocidos ni admirados ni idolatrados; son personas como tú que decidieron ser antisociales, firmes, sabios. Los exhorto a no rendirse, perseverar con amor, paciencia. Sigamos ejemplos de virtud, integridad, dominio propio, templanza y sabiduría. Es cierto, estamos siendo bombardeados por todo tipo de inmoralidad; sin embargo, que la mayoría haga una cosa o esté de acuerdo con algo no significa que sea correcto. Aprendamos a distinguir entre lo bueno y lo malo, somos responsables de nuestras propias vidas y no las ajenas a nosotros.
Bibliografía
Ingram, C. (2015) Choque Cultural. El Paso: Mundo Hispánico. Leys, L. (2006). No me metan en la bolsa. Buenos Aires: Mundo Hispánico. Mc. Dowell, J. (2011) ¿Es bueno o es malo? El Paso: Mundo Hispánico.
Módulo San Agustín de la Preparatoria Regional de Tlajomulco
Participante del Encuentro Filosófico del Sems 2020
Resumen
Dialogaremos cómo la violencia de género y el feminicidio se han normalizado en nuestra sociedad, a través de ámbitos personales, sociales y familiares. Cómo es que desde nuestra niñez hemos adoptado y perpetuado los tan marcados roles de género, debido a que literalmente todo lo que nos rodea los representan: los medios de comunicación, la escuela, nuestros familiares y amigos. Al igual de cómo hemos naturalizado y romantizado en algunos casos las agresiones hacia las mujeres, quienes pueden terminar en situaciones lamentables como lo es el femicidio, y cómo este se termina distorsionando completamente en algunos casos. Aunque algunas veces no lo parezca, vivimos en una cultura de violencia en la que los más inofensivos actos pueden condenar a una mujer de por vida. Es primordial distinguir la importancia de erradicar ese conjunto de ideas y comportamientos misóginos, ya que se han vuelto a nivel mundial un problema que perturba a todos los sectores de la sociedad
Introducción
Desde que era pequeña he escuchado diversas frases, que son tan comunes en nuestra sociedad, como: “Es su culpa por cómo iba vestida”, “no debía estar en la calle a esas horas”, “ella se lo buscó por provocarlo”, “seguro hizo algo mal o le hizo enojar”, “eso le pasa por decir que no”, “quién la manda a salir de fiesta y emborracharse”. Entre muchas otras más, las cuales responsabilizan a la víctima y justifican las acciones del victimario. ¿Cómo es posible que actos tan atroces sean culpa de otros tan inofensivos? No fue hasta que tuve las herramientas necesarias para informarme, que me di cuenta de que todo eso es erróneo. Se debe a que el feminicidio se ha naturalizado a través de una cultura de violencia, y es justo de esto que me gustaría compartir y discutir.
Desarrollo
El feminicidio es la cumbre de la violencia ante la mujer, pero antes de eso hay agresiones presentes, las cuales se derivan de ideas y comportamientos, que surgen de la interdependencia de factores personales, familiares y sociales, los cuales son los detonadores de la naturalización de la violencia. El machismo, la misoginia y la masculinidad tóxica son algunos ejemplos, y estos los tenemos tan arraigados (ya que es la forma en como nos criaron) que en algunas ocasiones resulta difícil distinguir cuando nosotros mismos estamos perpetuando conductas misóginas, aún más detectar cuando estamos en un círculo de violencia. El concepto feminicidio, en todas sus variantes, abre un campo de análisis en torno a la violencia extrema que priva de la vida diariamente a mujeres de todas las edades en el mundo. Las ubica en el marco de dominación masculina orientada por el deseo sexual de control sobre el cuerpo y la libertad de las mujeres, e identifica la complejidad de instituciones hegemónicas que lo disimulan, toleran o justifican o incluso atenúan su gravedad mediante la prevalencia de legislaciones penales que justifican estos crimines (Romero, 2014). Desde siempre hemos visto normal el hacer comentarios grotescos acerca de las mujeres, y sea por sus acciones o manera de pensar. Nos venden la idea de que las mujeres son sumisas y que desempeñan un papel específico en la sociedad; el de ser una buena esposa y madre. Nos representan como un objeto de consumo, las cuales no pueden tomar sus propias decisiones sin un hombre. He crecido escuchando a mis familiares, e incluso a la fecha a algunos conocidos frases despectivas y limitantes hacia nosotras, y pareciera que no se percatan de la gravedad de sus palabras, ideas como:
“Tú no puedes hacer esto porque eres mujer”, “tú dedícate a tu hogar e hijos”, “las mujeres pertenecen a la cocina”, “apártate, esto es cosa de hombres, mejor haz algo de comer”, “su opinión no vale porque es mujer”, “cállate y obedece a tu esposo”.
Hasta llegar a algunas peores como el culpar a las víctimas, literalmente nos dicen que nosotras buscamos que nos asesinen. La representante de la Organización de las Naciones Unidas en México, Belén Sáenz, comentó que en el país siete de cada 10 mujeres y niñas menores de edad han sufrido un episodio de violencia de género en su entorno social y cotidiano. También dijo en una entrevista con CNN que la violencia contra la mujer mexicana está “extremadamente normalizada” y que es una de las principales razones por las cuales México es uno de los países con más feminicidios en el mundo. Pero, si es nuestra culpa, por cómo vestimos, o por la hora en que salimos, ¿Cómo es que se le atribuye la culpa a una niña? Simplemente es porque no la hay. “No hay nada que una persona diga o haga que dé permiso para que otra persona la lastime, controle o invada -ni su cuerpo ni su mente” (Plata, 2015). Cuando los feminicidios son por parte de una pareja o expareja, es común escuchar que es su culpa por relacionarse con ese tipo de personas, o por no saber escoger pareja. Pero es realmente difícil percatarse cuando se está dentro de un circulo de violencia, sobre todo cuando te romantiza esta, por lo cual es muy complicado salir de ese tipo de relaciones. Nos han metido en la cabeza, a través del amor romántico que el amor lo soporta todo, nos han enseñado a ser sensibles y susceptibles y perdonar absolutamente todo, porque “no es la gran cosa”.
Los factores más comunes para silenciar el maltrato que las mujeres experimentan en las relaciones íntimas, son vergüenza propia, preocupación por la familia y los hijos, y, en segundo lugar las expectativas de la sociedad, normalización de la violencia y valores religiosos
(Bijaya Pokharel, 2020).
Toda la vida nos han repetido que “el hombre llega hasta donde la mujer quiere” y esto no es así, el hombre llega hasta donde él quiera sin importar lo que la mujer quiera, y es que acaso ¿ellos no se pueden responsabilizar sobre sus acciones? Parece que siempre, sin importar qué, la culpa va a ser nuestra, y es por esto fácil entender por qué las mujeres se callan, puesto que tienen miedo a ser juzgadas y rechazadas, además de que muchas veces viven manipuladas o amenazadas por sus cónyuges.
Casi 40% de las mujeres asesinadas en el mundo han muerto en manos de sus parejas.
(Who, 2013).
A menudo los medios de comunicación hacen referencia a esto, atribuyéndoselo a los celos o el alcohol o, como ya vimos, los distorsionan y clasifican como “crímenes pasionales o historias de amor”. Lamentablemente ese problema prevalece en todo el mundo, el hecho biológico, el haber nacido mujer nos encadena a una vida llena de vulneraciones y a ser constantemente inferiorizadas. Investigaciones desarrolladas por organismos nacionales e internacionales, por universidades y por partidos políticos, evidencian que las distintas formas de violencia contra las mujeres son ejecutadas en todo el mundo. Mujeres de todas las nacionalidades, niveles económicos, educativos y edades parecen compartir una experiencia determinada por su género, la opresión y la violencia. No importa el país, entorno social, económico, cultural o político cuando de identificar los daños físicos, emocionales, psicológicos, económicos y sociales que marca la experiencia de la vida de las mujeres se trata (Montiel, 2009). Los medios de comunicación juegan un papel muy importante, al constituirse como una fuente de educación para la sociedad, junto con la familia y la escuela. Sus mensajes pueden alterar o fortalecer las costumbres y comportamientos, y tienen una gran influencia en la perspectiva del lector. Estos han tenido una gran influencia en la naturalización de la violencia.
Mi vida, mi poesía favorita | María Fernanda Soto Plascencia. Preparatoria Regional de El Salto.
Para el premio Nacional de Ciencias Exactas, la astrónoma María Torres Ruiz: El lenguaje es relevante porque constituye la forma en la que se entiende el mundo, entonces cuando vemos que en los medios se utiliza de forma irresponsable, en general, sabemos que esto genera efectos. Cuando se trata de prácticas machistas, esto es aún más importante y hace que pensemos como sociedad en cómo evitar que esta forma de actuar traspase a lo cotidiano. Si bien no podemos decir que los medios de comunicación determinan la violencia de género, sí se encargan de reforzar estereotipos continuamente.
Estudios como los del Servicio Nacional de la mujer (Sernam) han indicado que “los medios refuerzan estereotipos de género en el uso de las imágenes y contenidos de sus discursos, destacan la presencia masculina en espacios públicos y de las mujeres en espacios domésticos y familiares”. ¿Cómo es posible que no crezcamos asignando roles dependiendo el género que tengamos? Si los vemos tan reforzados en todo lo que nos rodea, cuando vemos películas, series, telenovelas, anuncios o incluso cuando escuchamos música. Todo el tiempo nos están encasillando, poniendo a las mujeres en desventaja. Es peor aun cuando hablamos de feminicidios, puesto que manipulan la información, dando un contexto completamente diferente. Como ya mencionamos, los femicidios suelen distorsionarse, no los cuentan como un hecho, sino que crean una historia, la cual encasillan como crimen de amor, o hacen que la responsabilidad recaiga sobre la mujer. Un ejemplo en el que se distorsiona el mensaje y se intenta poner en duda la reputación de la mujer es el siguiente: “Mata ex concubina de un disparo. La mujer asesinada departía con un grupo de amigos en una terraza”, “tenían separados unos siete meses” (El Nacional, lunes 6 de junio de 2016). Deja en la interpretación de los lectores que ella es la culpable, cuando ella tenía el derecho a disfrutar de su autonomía después de tener meses separada. Deja entrever que ella se los buscó por su comportamiento. Así como este hay muchos más, en algunos se intenta abordar confusamente el hecho histórico y otros intentan justificar al feminicida. Los medios de comunicación inciden en las percepciones de los lectores como fuente creíble de los hechos de violencia contra la mujer, pero si el abordaje de los feminicidios y de los casos de denuncias por violencia son asumidos e interpretados desde un sistema de creencia cultural que distorsiona, desculpabiliza al agresor y cosifica a la mujer en los estereotipos tradicionales de subordinación e inferioridad ante el hombre, se estará contribuyendo a normalizar los feminicidios y la violencia basada en el género (Mármol, 2017). Es necesario, pues, erradicar todo tipo de violencia de género, movilizarnos para hacer conciencia, hablar con familiares y amigos, para cambiar la educación y la forma en cómo se ven las cosas. Utilizar nuestro privilegio y transformarlos en enseñanzas, por ejemplo; cuando se hacen chistes que “inofensivamente” perpetúan la violencia hacia la mujer, por más sutiles que sean. Debemos creerles a las víctimas, no juzgarlas y acompañarlas en su proceso. Otra opción sería la abolición de género, para no encasillar a nadie y reducirles a sus genitales. Si bien en nuestra persona inicia el cambio, los medios de comunicación son de suma importancia. Se ha detectado un efecto protector en las noticias, cuando están enfocadas ya no en los crimenes, sino en las medidas frente a la violencia contra las mujeres y los feminicidios (relativas a leyes, declaraciones y entrevistas). En el caso de Costa Rica, por ejemplo, al ser aprobada la Ley de Penalización de la Violencia contra las mujeres en 2007, se produjo un importante descenso en las cifras de feminicidio, prácticamente la mitad en años anteriores, explicable sólo por la entrada en vigencia de la Ley y la amplia difusión en los medios. Se debe cuidar el contenido que se transmite y comenzar a viabilizar el reconocimiento y respeto a los derechos de las mujeres.
Conclusión
Después de haber planteado todo esto, nos podemos dar cuenta que la naturalización de los feminicidios, que surgen de la violencia de género, los tenemos presentes en cada ámbito de nuestra vida, ya sea social, familiar, político o personal. Podemos caer en cuenta de esto observando y analizando las acciones, noticias e ideas de la sociedad, ya que vivimos en una cultura que normaliza la violencia. Te puedes percatar de esto prestando atención a tu entorno cuestionándote todo lo asumido como verdad y verlo desde la perspectiva de género. Tenemos que ver más allá, educar y responsabilizar, para que las nuevas generaciones tengan una nueva mentalidad.
Bibliografía:
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En esta extraña época se pone a prueba la esperanza; pulsa la necesidad de sentir sorpresa o algo que nos conmueva o nos haga apreciar la belleza a través de la narración. El arte de saber contar historias para comprender la condición humana o hacer un encuentro cotidiano con muchas vidas; despertar la capacidad del recuerdo para emocionarse o comprender la complejidad del mundo en ciertas situaciones o circunstancias, que llevaron a los protagonistas de una historia en momentos decisivos a convertirse en el antihéroe o villano o la regeneración de su vida ante el sacrificio, el engaño o su propio esfuerzo. Las historias bien contadas, como lo hacen nuestros jóvenes participantes en la revista Vaivén, nos hacen caminar en el tiempo y el espacio, recrean los más locos escenarios para vivir y con ellos las experiencias que modificaron el sentido de su vida percibir, nos dan una visión sublime de la realidad, convirtiendo cada hoja de papel en muchos mundos o universos, donde los actores principales son tan diversos como ricos en sus características y motivaciones para ser o existir. Son ligeras migraciones a la intimidad de su imaginación enriquecida por colores y aromas que impresionan nuestra lectura, con ello comprobamos que no hay una edad específica para ser un buen tejedor de ficciones. Sus experimentos narrativos nos dejan a veces sabores agridulces por la crudeza de la temática, pero también nos impresiona la madurez para tratar asuntos trascendentales que afectan su manera de representar el dolor, la felicidad, el placer o el amor, la vida y la muerte. Asimismo, nos dejan en claro, a través de su cosmovisión referida, que el reto de un adolescente no es la edad sino abrirse paso en este mar de información, la posibilidad de no confundirse con su voz original o no dejarse llevar por los cantos de las sirenas sin dejar en claro lo que quieren decir, no sólo para ser sino también para legitimar su existir, el mismo Lovecraft nos dice en su ensayo “El horror sobrenatural en la literatura»:
…Los genuinos cuentos fantásticos incluyen algo más que un misterioso asesinato, unos huesos ensangrentados o unos espectros agitando sus cadenas según las viejas normas. Debe respirarse en ellos una definida atmósfera de ansiedad e inexplicable temor ante lo ignoto y el más allá; ha de insinuarse la presencia de fuerzas desconocidas, y sugerir, con pinceladas concretas, ese concepto abrumador para la mente humana: la maligna violación o derrota de las leyes inmutables de la naturaleza, las cuales representan nuestra única salvaguardia contra la invasión del caos y los demonios de los abismos exteriores» (1999).
Es, entonces, una constante presentada a través de sus textos la catarsis de sus emotivas letras, proporcionadas por la escritura creativa de estos jóvenes escritores, seres sensibles ante el legado de los autores que les han dejado una presencia en su quehacer literario, descubriendo lo mejor de la humanidad cuando se destruye el caparazón que esconde tanta abundancia de historias bien contadas.
Óscar Daniel Gómez Mendoza *
* Novelista y dramaturgo, estudió la licenciatura en Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara. Colabora en el Sems en el área de Difusión y Extensión desde el 2018. Ha impartido clases de inglés y español, así como diversos talleres de creación literaria. En 2018 dirigió la obra de teatro Toska y en 2019 Celestiales, obras escritas por él mismo.
Titiritero | Kenya Alejandra Iñiguez Pizeno. Preparatoria Regional de El Salto.
El magnífico faro apunta con su luz a la deriva, guía a los desolados en su camino de vuelta y pasa todas sus noches en vela. Pobre de aquel farero que cuidaba siempre de su preciado faro; era su lugar favorito y su mejor acompañante. Él cada noche recibe el calor de aquel viejo faro, sintiendo sus almas uniéndose en medio de la nada, anhelando el bello color anaranjado del amanecer asomándose por el horizonte. Disfruta su trabajo: sólo tiene que encender la luz del faro cuando el sol se esconde por el oeste. Se sienta a admirar el bello cielo con las estrellas brillantes, que lo miran, y a esperar el paso de algún navío para guiarlo por el camino correcto. Suele quedarse despierto todas las noches, teniendo consigo un pedazo de pan para no quedarse dormido y poder comerlo tranquilo; pocas veces ha caído rendido, como cuando se acaba su pan rápidamente por el nerviosismo. Curiosamente, no recuerda haber visto pasar algún barco en el tiempo que lleva cuidando el faro, aunque sí ha visto gaviotas y peces rozando el filo del agua del mar, peleando entre ellos para ver quién es el más fuerte. Cada mes recibe la comida suficiente para sobrevivir en su estadía, nunca le ha faltado, pero tampoco le ha sobrado; vive feliz sabiendo que su única preocupación es cuidar del faro y los posibles navegantes que se encuentren perdidos en el mar. Así fue hasta que un día, al entregarle la comida, el repartidor le dio un comunicado: —El faro cerrará. —¿Qué será de mí? —respondió el farero, confundido. El repartidor alzó los hombros en señal de duda, aunque algo desganado. ¡Vaya día que tuvo el farero! Aquel sería su último mes al lado de su bello faro con el que pasó tantas experiencias, como aquel momento en el que creyó ver un gran barco a lo lejos, lo que tristemente resultó ser una gigantesca gaviota acercándose velozmente a arrebatarle su pedazo de pan. “Tal vez sea un barco para la otra”, se dijo el farero; pero, para decepción suya, no hubo ninguna otra vez. Se estaba despidiendo de su compañero; su único y mejor amigo, aceptando que no lo volvería a ver nunca; y así fue, partiendo con lágrimas en los ojos y despidiéndose de su faro. ¡Pobre de aquel faro! Ahora se encontraba solo y en penumbra durante la noche. Ya nadie encendería su luz para mostrar la esperanza existente cuando alguien se perdiera. Sorprendentemente, ahora un barco imponente se muestra a lo lejos; acercándose rápidamente hacia el faro, mas no se podía distinguir en medio de toda la oscuridad y neblina. El capitán del barco sigue el rumbo hacia su destino: directo al faro y sin poder detenerse. Aquel que alguna vez fue faro, se guía a sí mismo hacia el fondo del mar, por un camino del que no podrá regresar jamás.
Sigo sin poder respirar, mi estómago me duele cada vez más. No quiero hablar, quiero dormir, pero temo no despertar y… ¿si esa sombra en la ventana del último piso era mi hermana? Lo más extraño es que mi madre por la tarde me llamó mientras yo intentaba dormir, dijo que vio a una muchacha asomarse como yo suelo hacerlo cuando la quiero asustar. Ella mencionó que vio sus ojos y por eso me gritó, pensaba que era yo, pero yo en ningún instante me levanté, y bromeando le dije que estaba loca, pero ella aseguró que alguien la observaba. ¿Si realmente es mi hermana y me vino a buscar? Ella murió antes de nacer, el día que la sacaron del vientre de mi mamá, ya estaba muerta. Hoy como hace 20 años.
2
Ellos están aquí, hay dos frente a mí, uno justo delante de mi cara y el otro está a su costado derecho; estoy acostada y los puedo ver. Tengo miedo, sé que me quieren hacer daño, no entiendo cómo es que están aquí si antes no podían entrar a mi cuarto. Ahora no sé a dónde ir, estoy aterrada y lo único que deseo es no verlos, pero es imposible no notar su presencia, ellos me están mirando fijamente y los dos tienen un cuchillo en la mano. Tengo miedo.
3
El aire me asfixiaba, abrí la cortina para que entrara el aire fresco que trajo la lluvia al caer. En cuanto la abrí, te vi, no sé quién eras o que hacías ahí; como brisa que refresca entraste como sombra por la ventana. Esa que queda justo en el último piso, y que está en la parte de atrás, por alguna razón sentía que me mirabas, pero no estaba segura, no podía verte; me llamó la curiosidad de saber quién eras. Ya que sólo me mirabas, me miras deseando protegerme, pero sé que no puedes bajar, porque ellos te harían daño.
4
Escuché rasguños en la ventana, ellos están aquí y vienen por mí. Estoy llorando, no me quiero ir, pero si me voy sé que estaré feliz porque la persona más especial en estos últimos meses me está diciendo que me ama. Si me voy, por favor cuídenlo por mí, espero nunca olvidé que lo amé siempre.
Mi chocolate empezaba a enfriarse cuando alcé la mirada y me topé con un caballero impecablemente vestido; no muy viejo, pero las canas empezaban a nacerle. De facciones rígidas, semblante indiferente. Se sentó a unos pocos metros de mi mesa. “Un café con dos de azúcar, por favor”, le oí decir. Observé al hombre un buen rato. Recuerdo muy bien que su mirada iba de un lado a otro entre las páginas del periódico. Y la canción empezó… Lo vi entonces apartar el diario y perderse en las primeras notas de la melodía, con los ojos fijos en algún recuerdo que le nubló la mirada y le cristalizó las pupilas de miel. La pierna derecha enajenada por el ritmo seguía la trama de los compases, formados por esa sucesión ondulante de negras y corcheas. El sudor danzaba sobre sus pómulos, y seguro que le hacía cosquillas; no se apartaba los dedos de la cara. La canción iba ya por el primer minuto y las lágrimas le corrían a montones. Pude ver con claridad cómo le quemaban la cara. En su gesto percibí el ardor que le causaba la memoria. La taza cayó repentinamente en un momento de arrebato; volando por los aires le ensució los zapatos de charol. Saltó de su silla, golpeó la mesa y la pared con los puños. El solo de guitarra y la canción se apoderaron de él entre lágrimas y sollozos desesperados. Los labios se le deshacían entre versos. Yo permanecí allí, viéndole entrar al universo de la locura musical y el amor. Y es que, para ser honesta, lo entendí: sabía que por mis venas había circulado el mismo dolor.
Y aquí estoy frente a el monitor de mi celular, haciendo lo que prometí jamás en la vida iba hacer. Aquí estoy, creando un perfil, vendiendo mi alma, mi integridad. Aquí estoy, vendiéndome ante los demás como una mercancía, como algo que se puede desechar en cualquier momento, como algo sin valor. Y es mera culpa de la soledad el hecho de estar hoy frente a frente ante un mundo de personas, ante distintas imágenes, perfiles de mujeres, hombres, biografías, la selfie de una chica en la playa, la foto del abdomen de un hombre e incluso la foto de su miembro viril. Aquí estoy, intentando encontrar algo, intentando creer en el amor cuando realmente sé que esto, lo que sea que hago aquí, es todo menos amor, es lujuria, es el hecho de no querer estar solo, no lo sé. Me replanteo si seguir aquí desechando a aquellos que no me interesan e intentando sacar plática a personas que, igual que yo, se venden. Aquí estoy de nuevo, conociendo a aquellos que lo deseen o que tal vez sólo buscan pasarla bien una noche. Ese soy yo, aquel que se vendió.
El difunto | Patricia Elizabeth García Ramírez. Preparatoria Regional de Lagos de Moreno.
¿Te ha pasado que cuando piensas en la muerte, no sabes qué debes pensar?
A mí me pasa, cada vez que pienso en la muerte, no sé qué es lo que debo creer, mi mente se limita a las cosas que todos dicen, aquellas costumbres que se han heredado. Vine aquí en busca de una respuesta, una que tal vez también estás buscando tú. Quiero compartir mi experiencia con el mundo, quiero que las personas puedan escapar al menos un minuto para poder escucharme. Debo decir algo importante. Para que puedas entender esta historia, lo primero que necesitas saber es la razón por la que se está contando, es decir; ¿Cuál es la manera correcta de abandonar tu mundo? Debes, también, saber por qué quieres entenderlo, yo vine aquí para expresar todo lo que siento, para desahogarme y también para poder dar un consejo, pero… ¿A qué has venido tú? Debes analizar muy bien la pregunta, te debes devanar los sesos, tienes que creer que quieres hacerlo y convencerte de que lo harás. La mayoría de los que vengan en busca de esta historia quizá sea para tener más ideas sobre cómo terminar con su vida y, debo decirte, que estás en el lugar correcto; siéntate, ponte cómodo, prepara algo de comer y busca un lugar tranquilo para analizar. A mí me gustan los árboles, no hay nada como recostarse bajo su sombra a leer o simplemente a relajarse, pero lo importante ahora es que te sientas feliz; piensa en tu lugar favorito y quédate ahí a disfrutar el relato. También querrás saber quién soy yo y porqué quiero ayudarte, ¿no? Tienes razón, fui algo descortés, debo presentarme. Voy a tratar de no ser tan abyecta; soy aquello que proviene de tu imaginación y de la imaginación de otras personas. También existo en las profundidades, en la oscuridad, en el vacío y, a veces, también en el infierno. Puedes llamarme Flaca. Me encomendaron un trabajo, uno del que ya no puedo escapar y, no porque me obliguen, sino porque lo amo. Me dedico a pasear el alma de aquellos que abandonan la vida, les doy un último recorrido antes de llegar al exilio y trato de que se sientan bien para seguir avanzando. Quiero ayudarte no sólo a ti, también quiero ayudarme a mí; ni yo me conozco, quiero saber quién soy, y cuál es mi verdadero propósito. Me gustaría entenderme y así, cuando descubra quién soy, tal vez pueda decírtelo, podría enseñarte lo que es la muerte de verdad y no lo que te han dicho. Quiero que entiendas lo que hago, no por mitos, sino por hechos. Hoy estoy en la cúspide de mi sabiduría. El tiempo y el destino se han asegurado de dármela, estoy eternamente agradecida por ello; también por eso estoy aquí, no quise ser egoísta con los regalos que me han brindado y los quiero compartir con todos los que puedan escucharme. Creo que ahora sí, ha quedado un poco más claro el objetivo de este intermedio en el juego de la vida. Entonces, puedo comenzar a relatar la cuestión por la que hemos venido. Tal vez no es algo tan relevante, pero es importante que lo tomes siempre en cuenta; todos mueren, algunos más rápido que otros, unos de manera lenta, otros por enfermedades crónicas y degenerativas; habrá quien muera por una tontería como sobredosis o conducir en estado de ebriedad. Nadie sabe cómo ni cuándo morirá, tal vez la causa de muerte sea desconocida y dirán: “fue cosa del destino”. Al principio no entenderás nada, pero irás aprendiendo. Sí, algunas veces caes al piso, pero lo importante es saber cómo levantarse y cuándo superarlo (a esto le llamamos tiempo). Si todos siguieran los consejos que les brindan grandes sabios, podrían tener una mejor calidad de vida, pero se niegan a dejarlos entrar. Es algo que detesto de la raza humana, no sabe apreciar lo que le brindan, es demasiado terca, sólo sabe consentirse a sí misma, sabe sacrificar animales inocentes para comer, los bosques para «vivir» y a otros humanos por algo que le hace bien sólo a uno (a quien sacrifica a los demás), no sabe compartir, y lo peor: ¡NO SABE VIVIR! Habíamos dicho que ésta historia es para saber cómo terminar con tu vida, pero primero debes saber cómo vivirla. Una buena vida según muchos de tus expertos es una en la que se hayan realizado todos los sueños que se querían tener en la misma, claro que es importante, pero para vivir de verdad se necesita mucho más que eso, no sólo debes ser feliz, algunas veces te sentirás derrotado o triste, es parte también de la vida; no siempre podrás tener lo que deseas, ni ser feliz, pero siempre tendrás vida. Para saber cómo terminar con tu vida, no sólo te tienes que lanzar de un edificio o jalar un gatillo, también debes tomar en cuenta si de verdad vale la pena, si no hay otra salida. Yo creo que siempre hay otra salida, por ejemplo, en una casa; si las puertas están cerradas quizá una ventana no, pero si también están cerradas, existirá un balcón y sábanas o tal vez una escalera, probablemente la casa este hecha de tejas que puedas romper, podrías cavar un túnel debajo, saltar, o sólo esconderte y esperar a que lo malo se haya ido, siempre es mejor escapar, pero hay que buscar la opción más segura… Antes mencioné algo sobre morir algún día, ahora sabrás por qué: aceptar y resignarse a la muerte ¡es el primer paso para ¡vivir! Digo esto porque he escuchado decir a muchos humanos que tienen miedo de morir, de no saber qué pasará después de cerrar los ojos para siempre. Tienen muchas teorías que se basan en el tema; desde un cielo y un infierno, que el alma vaga por el mundo, que jamás despertarás, o hasta la reencarnación. Entonces, debes saber que no necesitas pensar en ninguna de éstas cosas, sólo se necesita interpretar, creer y aceptar; quiero decir, aunque lo supieran, no podrían hacer nada para evitarlo, el destino y el tiempo no se equivocan. Tampoco yo. ¡Listo!, ya te puedo hablar de cómo quitarte la vida: pensando principalmente en el suicidio (la única manera de muerte que puede decidirse y la única forma de vida a la que se le puede regalar más tiempo). Debes reconocer todo lo que has vivido y decidir si has hecho lo que te hubiera gustado hacer. Piensa si ha valido la pena, de lo contrario, no estás listo para irte, necesitas más tiempo para hacer lo que desees y, la mejor parte, puedes decidir si quieres hacerlo. Ahora, si quieres una segunda opinión, una en la que no tengas que decidir y sólo debas seguir órdenes: no lo hagas, disfruta la vida, haz lo que quieras con ella; finalmente, es tu vida y, de cualquier modo, vas a morir, no vale la pena morir sufriendo, esa es la peor manera. Tal vez otra persona vino a buscar una solución diferente a la del suicidio, quizá hay alguien que vino en busca de consuelo por una pérdida importante o habrá quién sólo busque entretenimiento, pero igual creo tener una respuesta para ustedes: La mejor manera de morir es haber vivido en serio, con caídas y grandes triunfos, con sueños cumplidos, con un alto concepto de identidad propia, viajes importantes, gracia, haber tenido lo que siempre se quiso, encontrado soluciones y haber sido perdonados, pero también haber conseguido una gran sabiduría para perdonar, lo más importante, con un abrazo de aceptación y bienvenida a la muerte. La única manera de abandonar la vida es muriendo, pero si no conoces la vida, nunca sabrás lo que es la muerte. Aún no he encontrado al cien por ciento lo que vine a buscar, pero creo que estoy un paso adelante, y espero que también tú. No sé muy bien quién soy ni quién fui, pero creo saber qué es lo que quiero ser; seré una consejera y amiga, un alma libre y atenta, también un guía y una nueva pensadora… quizá no sea suficiente lo que estoy ofreciendo, pero, estoy aquí y no voy a rendirme antes de encontrar lo que vine a buscar. Y tú… ¿ya sabes quién es la muerte?
Corría por el extenso bosque, sintiendo el viento golpear mi rostro, la adrenalina por todo mi cuerpo. Jadeé para recobrar el aliento y seguí corriendo. La oscuridad de la noche pudo haber cegado mi vista; sin embargo, veía todo claramente, era impresionante. Sentí la tierra enterrarse entre mis garras, la luna en lo alto (admiro cómo me convertí en su hijo), eso fue el inicio de una nueva era.
Daniela Alejandra Flores Larios
Preparatoria 22
Rey del mar | Issa Paola Sánchez Álvarez. Preparatoria Regional de El Salto.
Lo que la noche oculta tras tus ojos es un misterio que me envuelve en nostalgia y recuerdo, como si fuera la primera vez que nos viéramos tras esas dos cortinas de humo que por debajo de ellas sólo recorre un pequeño río seco. Pero al acercarnos y recordar todo aquello que nos llena de alegría, ese pequeño río vuelve a su cauce para recorrer nuestras cuencas vacías. Ya no hay nada qué hacer.
Arturo Daniel Ángeles García
Preparatoria Regional de Chapala
Equilibrium | Luisa Fernanda Sánchez García. Preparatoria Regional de El Salto.
El viento prometió contarles mi historia a los grillos. Parece que la vida siempre comienza con esos extraños ángeles muertos. Espero que el viento sea sincero; a veces es juguetón, luego todo cambia. hay días en que su aburrimiento parece ser digna razón para engañar a los fantasmas. Parece que es divertido regalar ilusiones transparentes y hacer soñar con que irá al norte, cuando en realidad las direcciones siempre se encontraban trastornadas e intocables, incapaces siquiera de acarrear el ruego de un perro por alimento, aunque sea un churro azucarado, podrido y lleno de hormigas sin nombre. Si todo lo prometido fuese tan sólo el inicio de un juego que se construye por intrigas y odio, entonces importaría poco si se es soldado, si tengo nombre o si existen los países. Jamás tuve oportunidad de comprobarlo. Tampoco importa mucho si recuerdan o no quién fui, pero creo que caeré a lo hondo del vértigo si nadie reconoce quién soy. Yo no sé quién fui, no porque no recuerde mi muerte, sino porque las circunstancias que me ataron a ella me parecen vergonzosas, indignas de lo que ahora sueño. Creo que es así y que no sería fantasma si mis deseos fueran concordantes con los deseos que alguna vez creí orgullo de mi existencia; ya no sería alguien si día a día dejara de traicionarme con nuevas inquietudes: por eso me gusta ser fantasma. Pienso y la realidad anhela lo prematuro… Aún no he imaginado lo que es morir por un amor imposible, no alcancé a hacerlo, porque mi cuerpo actuó y se tragó a sí mismo antes de que los pensamientos lograran cruzar las veredas de mi cabeza. ¡Recuerden!, fui quien se dio cuenta que, cuando nadie nos piensa, lo mejor es estar en pijama. Cuando la sangre oleaba por mis venas, yo siempre podía ser visto en camisa y pantalones de lino. Ahora que soy fantasma, que ya no cocino, que nadie me ve y que nadie me ama, amanezco para cambiarme la pijama por otra limpia. Siempre uso pijama. Es lo que quiero que canten los grillos, que soy un fantasma con pijama, quiero que los fantasmas que aún insisten en usar traje dejen de lamentarse. ¡Son fantasmas! Usen pijama: es cómodo. El viento prometió contarles mi historia a los grillos. Parece que la vida siempre comienza con esos extraños ángeles muertos. Espero que el viento sea sincero; a veces es juguetón, luego todo cambia. hay días en que su aburrimiento parece ser digna razón para engañar a los fantasmas. Parece que es divertido regalar ilusiones transparentes y hacer soñar con que irá al norte, cuando en realidad las direcciones siempre se encontraban trastornadas e intocables, incapaces siquiera de acarrear el ruego de un perro por alimento, aunque sea un churro azucarado, podrido y lleno de hormigas sin nombre. Si todo lo prometido fuese tan sólo el inicio de un juego que se construye por intrigas y odio, entonces importaría poco si se es soldado, si tengo nombre o si existen los países. Jamás tuve oportunidad de comprobarlo. Tampoco importa mucho si recuerdan o no quién fui, pero creo que caeré a lo hondo del vértigo si nadie reconoce quién soy. Yo no sé quién fui, no porque no recuerde mi muerte, sino porque las circunstancias que me ataron a ella me parecen vergonzosas, indignas de lo que ahora sueño. Creo que es así y que no sería fantasma si mis deseos fueran concordantes con los deseos que alguna vez creí orgullo de mi existencia; ya no sería alguien si día a día dejara de traicionarme con nuevas inquietudes: por eso me gusta ser fantasma. Pienso y la realidad anhela lo prematuro… Aún no he imaginado lo que es morir por un amor imposible, no alcancé a hacerlo, porque mi cuerpo actuó y se tragó a sí mismo antes de que los pensamientos lograran cruzar las veredas de mi cabeza. ¡Recuerden!, fui quien se dio cuenta que, cuando nadie nos piensa, lo mejor es estar en pijama. Cuando la sangre oleaba por mis venas, yo siempre podía ser visto en camisa y pantalones de lino. Ahora que soy fantasma, que ya no cocino, que nadie me ve y que nadie me ama, amanezco para cambiarme la pijama por otra limpia. Siempre uso pijama. Es lo que quiero que canten los grillos, que soy un fantasma con pijama, quiero que los fantasmas que aún insisten en usar traje dejen de lamentarse. ¡Son fantasmas! Usen pijama: es cómodo.
Es una buena hora para dormir ya dejé mi celular… está haciendo demasiado calor para tener una cobija encima pero no lo suficiente para dormir sin nada cobijándome así que simplemente uso una sábana. Estoy mirando el techo ¿tiene grietas? En realidad no se cuántas 1. 2. 3. 4. 5…. 6……….7. 8. 9……… QUÉ ES ESO!!! Siento un hormigueo en la punta de mi pie derecho y un ligero dolor de estómago segundo de una sensación de pánico por tener justo el pie derecho afuera de la sábana que me cobijaba tengo la imagen de un gran barranco por el que caía sin detenerme, dejo de escuchar el latido de mi corazón, en mi celular marcan las 3:26 a.m., me pesan los ojos me volteo y me aseguro con los dedos de mis pies estar bien cubierto dejo de tensar mi cuerpo….. ¿Saqué a Coco? Creo que está aquí —FSSFSSSFSSS Coco— (Acaricio su suave pelaje) respiro tranquilo, siento cómo el sueño se apodera de mi cuerpo *Rackjj rakjjjj* Están raguñando la puerta pero… ¿quién? si Coco está conmigo (vuelvo a acariciarla) SÍ AQUÍ ESTÁS, pero entonces… *RACKJJJ RACKJJJJ JJJjjjjjJJJJJJJJ* Mi corazón comienza a a latir tan fuerte que puedo sentirlo, debe de ser mi hermano pero ¿por qué no está tocando o solo abre la puerta? Ya estoy harto de sus pesadillas, no me deja dormir!!! Pero, bueno, se supone que es mi trabajo respiro fuerte para que se dé cuenta de mi desagrado hacia la situación me levanto lento de mi cama, el suelo está raramente frio siendo que el cuarto es tan caliente. Abro la puerta rápido miro hacia ambos lados y con mi pésima vista sólo puedo percibir las sombras que hacen las fotografías colgadas en el pasillo no hay nadie miro hacia abajo y sólo está Coco mirándome fijamente sus pupilas están tan dilatadas que puedo ver el reflejo en ellas… y en ese reflejo no me veo a mí mismo sólo veo las paredes y muebles de la habitación ¿Qué es esto? —¿Coco, quieres entrar?— Sólo me mira fijamente a mis ojos —Te voy a cerrar la puerta si no entras— ……………. Me agacho para poder acariciarlo y recuerdo que ya lo había acariciado antes, él estaba adentro de la habitación lo había tocado estoy seguro, y si este no es Coco? ¿Me tomé mis pastillas? O es sólo mi mala vista comienzo a sentir un sudor frío recorrer mi frente, rápido dirijo mi mirada al interruptor de la habitación y prendo la luz Sí es Coco pero sus ojos siguen mirándome pero ahora con una mirada amenazadora creí que prendiendo la luz me tranquilizaría pero estaba equivocado —¿Qué pasó, todo bien?— Se va tan rápido que no puedo notar el movimiento de sus patas, a este punto no siento mi corazón…. El miedo es un sentimiento inútil, las personas no te quieren hacer daño, los monstruos no existen, nada de esto es real, el miedo es un sentimiento inútil, las personas no te quieren hacer daño, los monstruos no existen, nada de esto es real, 1 cuadro de la familia, 1 puerta, 16 cuadros dibujados en el piso…. Puedo sentir mi pijama y calcetines, huele a cobija recién lavada inhaloooo exalooooo puedo sentir la calma y tranquilidad en todo mi cuerpo, mejor. Apago la luz y me dirijo a mi cama me acuesto pero esta vez me tapo con la cobija no importa que sude sin cesar prefiero eso a tener otro ataque de pánico, los moretes que resultan de eso son muy dolorosos miro a mi alrededor y vuelvo a revisar mi celular 4:08 es demasiado tarde… mañana tengo que levantarme a las 8 entonces dormiría 1, 3, 4… 4 HORAS es demasiado poco, me tallo el rostro para despejar mi mente volteo hacia la derecha y veo una sombra, es normal no tengo puestos mis lentes trato de enfocar lo mejor que puedo con movimientos en los ojos no cambia el hecho de que no percibo pero estoy seguro de que no es un mueble intento levantare pero no puedo respiro lo mas rápido que puedo siento cómo el sudor recorre mi cuerpo me hormiguean las pies y las manos sólo puedo escuchar mi respiración, abro y cierro los ojos NO AYUDA EN NADA la sombra se acerca puedo verla acercarse a una velocidad siniestra no puedo mover la boca ni siquiera puedo abrirla siento mi garganta caliente del esfuerzo que hago por hablar NO PUEDO NO PUEDO NO PUEDO NO PUEDO NO PUEDO NO PUEDO ALGUIEN por favor MAMÁ, PAPÁ quien sea COCO auxiliooo estoy completamente solo no hay nadie más a quien pedirle ayuda Solo cae sobre mí…. Negro…… grande….. GRANDE…. Sin facciones explicables sólo arriba de mí.. Mirándome fijamente y aunque cierre los ojos puedo verlo, invade mi mente, mis pensamientos, mi ser completo —dOOonde ssffmms………. Dónde ¿Qué? Dónde que a que se refiere, las lágrimas salen aunque tenga los ojos cerrados —jjjjjjj…¿ dónde lo deeeejas teee? —esto sólo es mi imaginación estoy en un sueño esto no es real- —¿DÓNDE ESTÁ SAÚLLL?— Es verdad!!! Saúl está en el cuarto de al lado………..¿Saúl? ¿Quién es Saúl? Comienzo a sentir una presión enorme en mi cuerpo me cuesta respirar —Tú eres el responsable— Abro mis ojos no hay nadie, ya no está pero sigo sin poder moverme —¿no eres el hermano mayor? —CALLATEEEEEE!!! Por fin puedo hablar grito lo más fuerte que puedo, pero nadie viene ¿Dónde está mi mamá? —AYUDA POR FAVORRR MAMÁ, SAÚLLLL POR FAVORR Nadie viene grito lo más fuerte que puedo pero nadie viene, qué está pasando. Puedo moverme, ,me levanto lo más rápido que puedo miro a mi alrededor pero no hay nada solo mi cama y algunos muebles a mi alrededor ¿¡donde están mis cosas!? Me desplomo en el suelo, mis manos pueden tocar una alfombra suave un poco peluda —¡¡¿qué está pasando?!! Pesadillas otra vez Oh sólo es Sofía, eso me tranquiliza bastante —toma ya duerme es muy tarde Una pastilla verde, no me gustan pero si no la tomo van a llamar a Emmanuel y eso duele mucho.
Venneti Bojórquez Martínez
Colegio Reforma
Amándome |Leslie Maryann Hernández Partida. Preparatoria Regional de El Salto.