El miedo y el perdón

Daniel Ogazon Apolinar

Preparatoria 12

Toco toco y tambaleo

salto y veo que de la hojarasca y sangre

nativos nacen entre pieles

gritan y lloran y piden

que de mí les llegue el perdón,

que el santísimo me otorga, bajo mi arma de la justicia,

que de mí nazca el amor hacia los salvajes,

que me amenazaban con sus armas de muerte y

hacia mi señor altísimo

Jun taim me vieron y dijeron

jun taim siguieron al verme

jun jejam ahjam gritaron al morir por mi amor

y rodaron sus cabezas, de sus cuerpos

el perdón se asomó salpicando a los vástagos

engendrados de los pecados de aquellos ciegos,

y salvado por mi fe y amor fui.

Años después

el jun taim volvió

y mi amor preparé otra vez,

jun taim siguieron en frente de una cierva



viendo a venado recién nacido

tímido y lamiendo las llagas engendradas por nuestros besos

el pequeño se acercó

buscando la caricia del nativo



Quizás ellos también amaban

quizás ellos también me hubiesen pronunciado su amor.



Quizás el jum taim no fue amenazador.

Paranoia
Paulina Guadalupe Salas Barreto
Preparatoria Regional de El Salto

No me leas

Naomi Caro Silva Sotelo

Preparatoria 12

Acaso yo siempre soy la que hace daño,

todo tiene un porqué, supongo

¿te has preguntado lo que realmente sucede?,

¿a quién de verdad le importa?

Tú no estabas cuando nos  r o m p i m o s,

decidiste alejarte,

¿Qué obtienes ahora?

                El olvido,

                               el rechazo,

                                               el odio.

Puedes culparme cuanto quieras,

acostumbrada a tus mentiras estoy,

ahora, quisiera que no significaran nada pero por algo duelen.


¿Qué vínculo me ata a ti? ¿Por qué no puedo dejarte ir?

Me necesitas más tú a mí, que yo a ti.

Solo estás cuando te queremos alejar.

De otra forma tu rastro desaparece,

                en la oscuridad nos dejas.

No entiendo el juego, nada está bien,

                lo sabes,

                               lo ocultas,

                                               lo dejas;

decides recurrir a la violencia.

No puedo hacer que los rangos dejen de doler,

sé que son mentiras.

Basta,

ya me cansé de ser a quien más culpas y lastimas.

Podemos verlo cuando estamos fuera,

pero dentro,

el enojo está en su máximo esplendor.

Me hierve la sangre, tiembla el cuerpo,

inmóvil cómo la roca del volcán.

Dices que todo lo sabes, pero no te apiadas

¿Qué más quieres? ¿Qué más pides? No somos iguales.

Derramo mi sangre, no te das cuenta,

y cuando la laguna escarlata inunda el lugar

“exagerada” me llamas, mal ejemplo pongo.

Todo lo inicio yo, esto que digo es mentira,

cuidado con que alguien lea, no sea que en tu contra le lleve.

Me insultas, me acusas.

Arregla tu mundo, y en paz a nosotras nos dejas.

Arregla tus heridas, y sin cargo quedas.

Mis errores los reclamas, no soy yo,

lo que no hago lo inventas y atacas.

No me leas

mis sentimientos son malas influencias.

Hombre en septiembre

Cesar Daniel Guillen Moran

Preparatoria 7

Me desagrada el color de tu vestido

No va con el plan de hoy

¡Maldita sea!

Se me olvidaba que a ti no te importa nada de lo que quiero

¡¿Qué no sabes que esto importa más que mi vida?!

¡Hoy le pediré matrimonio!

¿No crees que tu vestido azul y tus aretes blancos se verían mejor?

No es que crea que te ves mal

solo que no quiero que llores

Lloras cuando usas el vestido gris

No me queda otra más que calmarme

Al fin de cuentas

es tu naturaleza

Seguiré mi plan

Solo que ahora

tendré que llevar un paraguas

¡Gracias!

Solo una persona
Gabriela Leticia Membrilla Vázquez
Preparatoria Regional Tuxpan

El silencio

Ernesto Gabriel González Santiago

Preparatoria 7

Intento descifrarlo.

El silencio es al unísono.

Todos lo hacemos. Yo en mi cuarto, mis padres en la sala, la gente en la calle.

Todos se detienen para agudizar el oído y distinguir.

Sonidos fuertes, pero cortos. Estrepitosos, pero finos; cortando la normalidad por unos segundos. El silencio es horroroso.

Es ese momento en el que la música cesa, las personas callan. Donde intento que mi cerebro también lo haga.

Es cuando mantengo la mirada atenta y quieta a la ventana; en los insuficientes barrotes que la decoran y cortan el árido paisaje.

Bromeamos sobre su origen, y logramos engañarnos. Con suerte, y sí son cohetes. Con suerte, y sí es una moto, o un mofle, o un boiler. La excusa que sea, no distingue.

El silencio es agudo.

Nos alarma, nos prepara. Nos alista a la escapada si realmente llega a ser lo que creemos, y, si lo es, sabemos que todo es insuficiente.

Que los barrotes en la ventana no las detienen, que la mesa no nos protege, que los árboles no nos esconden.

Sabemos que nosotros somos insuficientes, tanto para protegernos como para cambiarlo.  Que por más rapidez o astucia no nos salvamos. Que por más gritos o marchas no se detienen.

Ellas no.

El silencio es pasajero.

Eso es lo peor.

Tras ver los cohetes, tras confirmar la excusa; aunque sea a medias, todo regresa.

Las personas siguen platicando y riendo. Mis padres siguen cocinando y trabajando.

Yo, incluso, ignoro la ventana y retorno a la música.

Porque el silencio no dura.

No, no dura. más que un segundo, no más que un minuto.

El silencio.

Ruinas

Luna María Cueva García

Preparatoria Regional de Ciudad Guzmán

En el ardor que calcina mi pecho

huyo de un fin eventual

en que seamos llamas extintas

                y no seas más que un recuerdo

                               que no puedo discernir de un sueño.

En la agonía de mis viejas costumbres

                alargo las noches

fragmentando memorias de dos

de hojas con la tinta fresca.

Lloro a las cenizas

mientras las brasas me queman los ojos

y recelo de la sequía

en un cuerpo que es tormenta.

Tu llamar es un lamento lejano

cuando estoy en la mar,

repudio tu canto de sirena

para evitar la galerna

a medio verano.

A mi alrededor hay un refugio

de siete pisos

sin ventanas ni puertas,

sus cimientos sobre paja

humedecidos por mi sangre

se derrumban

y veo el techo caer sobre mí

                en

                cámara

                lenta.

Llega antes

la mano que tiendes,

me acurruco en el suelo

a esperar la caída

                                               y dejo perderse tu imagen

                                                                                entre los restos.

Las niñas de ojos de zafiro

Luna María Cueva García

Preparatoria Regional de Ciudad Guzmán

Las niñas de ojos de zafiro

se comen sus sueños

y los vomitan en baños de lujo.

Sueñan con arrancar de su cara

las gemas del rostro

para nunca más verse.

Lloran diamantes

que cortan sus mejillas,

tiñendo de sangre

sus mofletes carmesís.

Tejen en sus caras sonrisas

que no alcanzan

al corazón que se esconde

tras sus pechos redondos.

Desde su garganta

rodeada por rubíes

venden consejos

que nunca siguen.

Y cuando se hacen pequeñas

para no ser vistas,

caen con pesar sobre ellas

miles de rosas

que las ahogan

en su perfume.

La mirada del tiempo
Valeria de la Paz Mendoza
Preparatoria 9

Desperté

Danna Giselle Lara Preciado

Preparatoria Regional de San Juan de los Lagos

En la órbita del hubiera

amaneceres oscuros y noches soleadas

palabras a demasía pero en sequía

promesas inverosímiles

y recuerdos a futuros utópicos.

Abrazos nunca dados y sonrisas no regaladas

añoranzas a un lapso jamás compartido

con remembranzas de un calor ajeno

toque entre individuos que fue delirio.

Porvenires hechos a pluma de mente

lugares inhóspitos que en absoluto viviremos

dolor en el pecho

causa de tu rostro que se muestra,

pesar en las entrañas

ante el frío despertar de mi presente.

Bajo la alfombra

Danna Giselle Lara Preciado

Preparatoria Regional de San Juan de los Lagos

Ellos, que se burlaron de mi linaje

que me llaman exagerada y pusilánime.

Mismos varones a quienes jamás han vapuleado

por ser sapientes, capaces

menos aún, por simplemente ser.

A estos mis mejores años les llaman,

mas cómo gozar con la Diana en la espalda

con pavor de que me arrebaten la vida

y se roben mis suspiros ni de adulta ni de niña.

Me opongo a ser un número,

un dígito en esa enorme cifra de sueños perdidos.

Ningún hombre ahogará mis gritos

que entre lágrimas ruegan,

a un Dios creído muerto

en una búsqueda del fin de este suplicio.

A cuántas más demando.

¿A todas? La realidad a ello se pinta

en un país que nos mete bajo la alfombra,

que nos desdeña e ignora

Retos de la filosofía

Actualmente vivimos tiempos muy complicados donde la información, aunque infinita no genera confianza del todo o cuando nos preguntamos porque suceden las cosas, las tendencias en redes sociales o medios van determinando una nueva idea de validación y eso hace que cuestionarnos el origen de los conflictos en la vida cotidiana o los hechos por sí mismos, cuando nos confrontan día con día a los seres humanos.
Por ello la Filosofía una excelente forma de generar un sistema de investigación, discusión y reflexión sobre el conocimiento producido por las personas, entonces, se tiene la oportunidad por medio del Ensayo Filosófico realizar introspección con los estudiantes al cuestionar la realidad y el orden de las cosas. Así mismo se cumple con el propósito de construir argumentos que den explicaciones sobre los problemas que surgen existiendo.
Los retos que enfrenta la sociedad con su entorno natural o los problemas clásicos de la filosofía es una constante en la construcción de la realidad a pesar que es tan cambiante y compleja, sin embargo, como es el caso de los siguientes textos realizados por Regina Victoria Olivares Giffar y Guillermo Saúl Iberri Enríquez ambos estudiantes de la preparatoria Jalisco nos exponen sus puntos de vista sobre temas tan complejos como: en relación entre la culpa y el sobreviviente o la extinción de lo humano por la comodidad que nos da la automatización tecnológica
Sus ensayos nos provocan pensar en la violencia extrema o las situaciones límites que cambian las perspectivas de las personas actualmente también en las formas de coexistir en sociedad, no solo como se sobrevive en ellas, sino todo el complejo moral y psicológico del sobreviviente.
Entonces la filosofía nos da forma de entender la información producida los mecanismos del orden y el control en los juegos del poder en la sociedad. Por ello los planteamientos de Regina Victoria y Guillermo nos exponen dilemas o conflictos que surgen cuando la mente humana confronta con responsabilidad la vida o existencia.
Los ensayos de los estudiantes nos hacen reflexionar con cierto grado de profundidad en su búsqueda del privilegio o comodidad nos esclaviza a tal punto que rasgos deshumanizantes tan imperceptible que sentimientos, propósitos y objetivos van conformando un símbolo de felicidad o libertad, entonces, la explotación de la naturaleza o la esclavitud en las personas se genera sin medir las consecuencias.
Cabe indicar que una actitud de sospecha siempre habita en el pensar filosóficamente, por ende, es natural no aceptar las verdades absolutas para salvar las dudas inmediatas o declinar absolutamente al pensamiento dogmático que pueda interferir en la evolución ser humano, es rasgo natural de la filosofía o sospechar de todo lo que ello implique, incluyendo sus deseos infinitos ante una condición humana tan limitada.

María Adriana Sotelo Villegas

Poeta y docente de la Universidad de Guadalajara, imparte clases de filosofía desde hace 29 años. Ha publicado en revistas literarias y científicas. En la actualidad, es jefa de la Unidad de Vinculación del Sistema de Educación Media Superior.

De hombre a máquina y de máquina a esclavo

Guillermo Saúl Iberri Enríquez

Preparatoria de Jalisco

Resumen

Este ensayo tiene el principal propósito de demostrar cómo el ciudadano promedio del siglo XXI se rige no por sus decisiones sino por los intereses de la sociedad, dando como resultado individuos que son incapaces de ejercer su libre albedrío de una manera íntegra y completa y el por qué esto es un claro ejemplo de deshumanización en nuestra sociedad, la sociedad del siglo XXI no busca el bienestar de las personas, sino que solo busca el producir y consumir de manera constante e ininterrumpida acosté de cualquier individuo

Palabras claves: sociedad, libertad, trabajo, humanidad, automatización

Como individuos de la sociedad actual gozamos de muchas libertades, como por ejemplo ir a donde queramos, estar con quien queramos y hacer lo que queramos, ¿pero es esto siempre así? Podemos hacer esto cuando deseemos o solamente cuando nos den la libertad de hacerlo, y más importante aún ¿quién nos da la libertad de hacerlo? ¿Somos nosotros o alguien más? Todo esto me lleva a la siguiente pregunta ¿Es realmente la sociedad del siglo XXI libre? Según Platón “la libertad está en ser dueños de la propia vida” entonces, ¿se podría decir que el hombre no es realmente libre? En la sociedad actual se sufre de la mecanización del hombre, este concepto deriva de la deshumanización lo cual quiere decir que al ser humano se le retiran características, acorde a este y se le agregan otras características ajenas al mismo como bien podrían ser los de una máquina o un animal. Nuestra sociedad actual sufre de esta nociva conducta por parte de múltiples entidades laborales de diferente índole, la sobreexplotación del trabajador tratándolo como si fuera una máquina sin sentimientos, propósitos y objetivos, la poca empatía de las empresas, hace que estas menosprecien e incluso no tomen en cuenta las libertades de sus empleados, es una cosa que con el paso del tiempo se ha ido normalizando he incluso glorificando, es menester entender que estos comportamientos se dan en gran parte de los ambientes laborales y por no decirlo de otra forma en casi todos, así que si, la sociedad del siglo XXI no es libre al ser esclava del sistema que ella misma perpetua por medio de sus acciones al igual que de su nula conciencia al trabajar ciegamente por y para entidades de mayor fuerza, “La sociedad del siglo XXI ya no es disciplinaria, sino una sociedad de rendimiento”(Han,2010, la sociedad del cansancio). Pero esto va más allá de la sobreexplotación de los trabajadores, esto va más dirigido a la falta de empatía y la automatización que se va generando en torno a este tipo de ambientes al igual que los problemas que estos acarrean en la sociedad, una persona que deja de ser considerada como un ser humano siente eso mismo, que ya no es un individuo, que simplemente se ha vuelto un objeto más en este mar convulso y caótico que llamamos sociedad, esto desemboca en una variedad de problemas y complejos para el individuo en cuestión, como por ejemplo estrés, ansiedad, depresión, insomnio entre muchos otros “Un estudio de la OIT acerca de las políticas y programas de salud mental concernientes a los trabajadores de Alemania, los Estados Unidos, Finlandia, Polonia y el Reino Unido muestra que la incidencia de los problemas de salud mental está aumentando, hasta el punto de que uno de cada diez trabajadores sufre depresión, ansiedad, estrés o cansancio, que en algunos casos llevan al desempleo y a la hospitalización.”(Organización Internacional del Trabajo [OIT], 2000)

 El estar en una sociedad laboral tan frenética e imparable hace que la mayoría de las personas no se preocupen por su salud ni física, ni mental, incluso llegando al punto de ir en condiciones de malestar con tal de no perder un día de trabajo, ya que en consecuencia estos se verían con recortes en el sueldo laboral que los cargos superiores les impondrán, y esto demuestra una vez más que las empresas no ven al hombre ni a la mujer como personas, sino simplemente como un par de manos obligadas a trabajar por la necesidad monetaria de una empresa, por el deseo de una productividad incesante que pueda sostener el peso del consumo materialista de la sociedad contemporánea de la que irónicamente formamos parte, y esa también es otra parte de suma importancia para entender el fenómeno de la mecanización y la sobreexplotación laboral, es necesario entender que muchos individuos buscan a través del trabajo ganar la tan preciada recompensa monetaria no solo como una necesidad sino como una recompensa que puede hacerlos felices, pero como bien es sabido la felicidad es relativa, ya sea porque una persona se puede ir de viaje, puede comprar el último modelo de celular en el mercado o satisfacer el gusto que sea, todo esto solo conduce a una necesidad más, a volver a repetir los círculos viciosos de trabajo, paga y finalizar con la recompensa solo para que siga así, y si bien podría sonar como un comportamiento natural de la sociedad esto no es nada más que la mecanización en su máxima expresión, esto es por qué la sociedad es víctima de la sociedad y por qué el no trabajar en exceso para muchos es sinónimo de no tener lo que se desea, incluso si es a costa de tu salud, tiempo y estabilidad mental.

De esta manera vemos el panorama completo, vemos como el humano mecaniza al humano dándole complejo de máquina para luego rebajarlo a ser un esclavo más del programa laboral, un programa frío, inhumano con el único propósito de satisfacer a la sociedad para que esta misma pueda cumplir su meta de satisfacer al sistema laboral, es un ciclo de trabajo que se basa en el consumismo, en el deseo y en el desgaste para conseguir lo que se anhela “La sociedad de trabajo y rendimiento no es ninguna sociedad libre. Produce nuevas obligaciones. La dialéctica del amo y el esclavo no conduce finalmente a aquella sociedad en la que todo aquel que sea apto para el ocio es un ser libre, sino más bien a una sociedad de trabajo, en la que el amo mismo se ha convertido en esclavo del trabajo. En esta sociedad de obligación, cada cual lleva consigo su campo de trabajos forzados.” (Han ,2010, la sociedad del cansancio)

Es por eso que la sociedad en la que nos encontramos hoy en día no es una sociedad que nos da un libre albedrío o una libertad como tal, no es una sociedad que se base en el bienestar de sus ciudadanos ni tampoco que se preocupe por los mismos, es una sociedad que posee el único propósito de sostenerse a sí misma con la fuerza del trabajo y con el consumo ingente y descuidado de sus insumos, mientras nos vende la falsa idea de libertad, porque al final del día la mejor prisión es la que no parece una y la sociedad actual con todos los beneficios que implica vivir en ella es eso, una prisión que mecaniza a sus individuos haciéndolos carentes de todo ápice de autonomía más allá de lo que la misma sociedad quiere que piensen, sientan y hagan.

 No cabe duda que estamos en presencia de una sociedad de producción, consumo automatización y que sobre todo es incapaz de ser totalmente empática, estamos en presencia de una sociedad que ha olvidado todo remanente de verdadera libertad y que lo ha suplantado con una libertad artificial basada en el consumismo y la obtención de bienes materiales costosos para sentirnos bien con nosotros mismos mientras esta falsa libertad nos da la sensación de ser dueños de nosotros mismos cuando en verdad siempre estamos a merced de las órdenes de la sociedad laboral, cuando en verdad estamos bajo el manto opresivo de una sociedad que vigila cada uno de nuestros movimientos y castiga aquellos que se equivocan, una sociedad donde la disciplina se reemplaza por miedo, la libertad por engaño y la felicidad por una complacencia materialista insípida.

Pero ¿no hay ningún modo de volver a ser libres en esta sociedad que solo ve por los intereses materiales y no por los humanitarios? Esto solamente lo dirá la misma sociedad, el día que la sociedad recobre el verdadero sentido de la genuina libertad y de la felicidad verdadera más allá de una felicidad basada en lo material, ese día seremos una sociedad completamente libre sin ataduras ni cadenas, una sociedad que le da más importancia a su lado humano y no una sociedad que lo da todo a su artificial lado mecanizado.

Llegado el momento nuestra sociedad llegará a un punto de no retorno donde será más factible abandonar nuestra libertad, nuestros sueños y esperanzas y sucumbir al sistema de una manera abrupta y sin más opción, sin embargo, sólo si la sociedad decide liberar a la sociedad ese día jamás llegará y el ser humano podrá recuperar su humanidad, su destino y su felicidad, básicamente lo que nos hace libres y nos aleja de ser máquinas y esclavos

Bibliografía:

Han, B. (2010). La sociedad del cansancio (Spanish Edition). Herder Editorial.

Organización Internacional del Trabajo. (2000, 10 octubre) Un informe de la OIT estudia la salud mental en el trabajo enAlemania, Estados Unidos, Finlandia, Polonia y Reino Unido. Recuperado 8 de septiembre de 2022, de https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_008592/lang–es/index.htm

Angustia| Valeria Mendoza Bautista
Preparatoria de San José del Valle de Tlajomulco de Zúñiga

La culpa ante un hecho de sobrevivencia

Regina Victoria Olivares Giffar

Preparatoria de Jalisco

Resumen:
En el siguiente ensayo se responde a tres preguntas que hablan acerca del cómo es que el sobrevivir a un suceso traumático la gente pueda sentir culpa, así de también entender por qué ellos reaccionan de esta manera a ese tipo de situaciones y del por qué se dice que si sobrevivieron es porque tenían un motivo o una meta como tal, todas estas ideas planteadas en el escrito dado, junto con la filosofía principal de dos personas que dieron un gran aporte a esos temas de la vida. Hablando de cómo es que esta sensación de culpa llega a los seres humanos y del cómo esta de cierta forma podía ser evitada si se viera desde otra perspectiva a la situación sobrevivida, se dan varias definiciones de esta y se logra exponer de forma clara y concreta las ideas sobre la supervivencia, el sentido de la vida y la culpa.
Palabras clave: Culpa, supervivencia, vivir, individuo, traumáticas.

Según Freud, la culpa es como un dolor psíquico que se impone el propio individuo por haber traicionado al otro y por poner en riesgo su amor. Mientras que, por otro lado, la supervivencia según Darwin es lo que hace un individuo de una determinada especie para adaptarse al medio, dando así que el mejor adaptado es que el que sobrevive. Se conoce que el ser humano ha tenido que enfrentar estos dos conceptos a lo largo de su vida, por medio de situaciones traumáticas. En este ensayo se quieren contestar tres preguntas que tienen que ver con este tema.

¿Cómo las personas responden a situaciones traumáticas de supervivencia?, ¿por qué la gente se siente culpable al sobrevivir a ese tipo de situaciones? Y ¿por qué se nos dice que si sobreviven es porque tienen una “meta” como tal? Siendo como tal la segunda pregunta el tema más central de este ensayo.

Se dice que la gente al tener este tipo de eventos traumáticos en su vida puede llegar a tener un síndrome conocido como “la culpa del superviviente”. Este síndrome es una alteración emocional que se desarrolla en personas que han vivido este tipo de hechos traumáticos y de los cuales han puesto en peligro sus vidas y/o la vida de alguien más cercano a ellos que termina con un suceso de muerte hacía esa otra persona y no hacía uno mismo. Este caso lo podemos ver tanto en

situaciones pasadas como la segunda guerra mundial o el 9/11, así como en la actualidad con la pandemia del Covid-19 o la guerra entre Rusia y Ucrania. De esta manera se puede responder a la primera pregunta de este ensayo, en donde se pregunta cómo es que las personas responden a ese tipo de situaciones traumáticas de supervivencia, y aunque esta reacción no podría ser como tal algo general (o sea que se de en todas las personas), llega a ser una de las reacciones más vistas en este tipo de personas. Pero ahora que se sabe de esto, se puede plantear la segunda pregunta, que es ¿por qué la gente siente culpa por haber sobrevivido? Se tiene entendido que la gente puede llegar a tener un síndrome, esto como un causa- efecto de la situación, pero ahora debemos plantearnos el porqué de este sentimiento. Hay muchas razones tanto psicológicas como filosóficas pueden dejar en claro el por qué. Según el filósofo Karl Jaspers existen cuatro tipos de culpa: la criminal, la política, la moral y la metafísica, cada una se implicaría con la responsabilidad individual o colectiva, así como para evitar que se trivialicen las discusiones y que esta se generalice peligrosamente, o también inculpando a los inocentes o exculpando a los culpables. El ser humano ha crecido en un entorno donde el error, la distracción, la falta de atención e inclusive al no cubrir las expectativas propias, provocan ese sentimiento de culpa, aunque en el fondo deberíamos de conseguir cambios motivados no por el miedo a las consecuencias, si no que deberían de ser por asumir responsabilidad y crecimiento personal.

Desde el punto de vista religioso, el perdón llega a ser clave fundamental para la liberación de la culpa, sería la oportunidad de quedar limpio de culpa por medio de la fe, con este modo se puede entender que la liberación de la culpa constituye un punto neurálgico en el intento de la comprensión de la realidad de todo pensamiento filosófico y religioso. Aparte de ese punto, la gente siente culpa porque siente que la situación fue injusta, “¿por qué yo sí y ellos no?”, es una duda que posiblemente la mayoría de supervivientes se hace, pero también se puede decir que otras personas pueden llegar también a pensar esto, aunque ellos no hayan tenido que estar dentro de esa situación de supervivencia. A lo que llega a comentar Karl Jaspers, el pueblo también puede asumir algún tipo de culpa política y moral por no haber hecho algo para haber evitado esos crímenes creados por los otros, además

de sentir que es su responsabilidad y solo hacer como si nada hubiese pasado (lo cual es un factor malo en respecto al sentimiento de culpa, que podría ser la evasión).

Por lo que se puede entender con toda esta información, las personas como tal, pueden sentir culpa porque moralmente y/o éticamente sentimos que lo que hacemos se siente incorrecto, un punto de vista que se puede pensar, es que los supervivientes sientan esta culpa porque no pudieron ayudar a los otros, porque no pudieron hacer que ellos sobrevivieran, pero por otro lado de la situación, ellos no pudieron tener el control de ninguna de esas situaciones traumáticas, uno nunca sabe que puede pasar, pero tampoco podían poner la vida de ellos en juego, es aquí en donde la supervivencia y el sentido de la vida podrían entrar. Se tiene entendido, que para vivir se necesita de cierta forma un motivo, un sentido, ya que eso provoca que la gente pueda ver más allá de su propia vida. El filósofo Viktor Frankl comentaba que la gente de los holocaustos si sobrevivían era porque tenían una meta. Con esto se puede hablar respecto a la última pregunta, ¿por qué se dice que si sobreviven es porque tienen una “meta” como tal? Esta pregunta viene más a base de un pensamiento que el mismo Viktor tenía, al haber sobrevivido a varios campos de concentración por tres años, pudo crear un método terapéutico conocido como la logoterapia, la cual está basada en el sentido o propósito existencial. Frankl decía que muchos de los prisioneros del campo de concentración creían que la oportunidad de vivir ya se le había terminado, sin embargo, la realidad es que se les estaba presentando una oportunidad y un desafío, que si bien, podría convertirse en una experiencia de victorias, la vida es un triunfo interno o bien, que se podría ignorar el desafío y limitarse a vegetar. “Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y, después, enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros” dicho por Viktor Frankl. Un ejemplo que pone él y que ayudaría a responder la pregunta es cuándo cuenta acerca de dos compañeros del campo de concentración, los cuales ya no esperaban nada de la vida. A uno de ellos le quedaba un hijo a quien adoraba y que lo esperaba en el extranjero, mientras que, al otro, le esperaba una publicación muy

importante que debía de concluir. El padre debía aceptar que nadie le reemplazaría y el científico que nadie podría finalizar su obra. Dos casos distintos que tienen metas y responsabilidades diferentes: una actitud de amor y una actividad creativa. Son porqués de sus respectivas existencias. “El hombre que se hace consciente de su responsabilidad ante el ser humano que le espera con todo su afecto o ante una obra inconclusa nunca podrá tirar su vida por la borda”, concluye Frankl.

Para Viktor Frankl, él logró sobrevivir porque encontró que el verdadero sentido de su vida era estar feliz por estar vivo. Con esto se puede entender que la clave de la supervivencia consistía en asumir el sufrimiento del campo como un reto a superar y encontrarle un sentido. La supervivencia es un tema del cual se puede pensar mucho, porque depende mucho de cómo la veamos, como dice Frankl, tratar de tenerle un sentido a la vida, podía ayudar a lograr tener una nueva oportunidad, además de hacer ver cómo es que la gente si sobrevivía era porque tenían un motivo para un futuro inseguro. En una conclusión de estas tres preguntas, se puede decir, que las personas al pasar por este tipo de eventos traumáticos pueden sentir culpa, pueden sentir que ellos al no haber ayudado a detener las muertes de los demás se llegaran a sentir mal, por ello, ellos llegaban a pensar que no se merecían salir adelante, pero algo que Karl Jaspers dejo en claro, es que la culpa no era algo ni bueno ni malo porque esta solo cumple una función junto con la ley y la ética, la cual sería regular el comportamiento humano. La culpa dependerá mucho del punto de vista de cada persona, ellos escogerán cómo tratar este sentimiento de culpa. En otro aspecto, sabemos que los efectos que causan esta supervivencia podrían ser algo distintos si ellos pudieran ver la supervivencia como Viktor Frankl la veía, que era tratando de encontrar un motivo que ayudara a esa persona a salir adelante, aunque su futuro fuera uno incierto. Tratando de decir, que el verdadero sentido de la vida para poder lograr una buena supervivencia es poderse sentir feliz por estar vivo como lo pensaba Frankl, ya que al vivir con esa culpa solo estarían condenándose a sí mismos, por acciones de las cuales nunca pudieron tener control.

Bibliografía:

Yuste, J. (2020, 1 junio). Quien encuentra sentido puede soportarlo todo: la sabiduría del filósofo Viktor Frankl – Cultura Inquieta. Recuperado 11 de septiembre de 2022, de https://culturainquieta.com/es/pensamiento/item/16854-quien-encuentra-sentido-puede-soportarlo-todo-la-sabiduria-del-filosofo-viktor-frankl.html

Un multiverso literario

De entre todas las actividades recreativas, la que más disfruto es leer literatura. Al abrir un libro, abrimos una puerta a un mundo nuevo, del que podemos entrar y salir las veces que queramos, libros que podemos leer y volver a leer, y en ocasiones compartir con otros lectores para que nos acompañen en estos viajes. Durante la pandemia me fue posible decir que, aunque estuve desde mi habitación, pude visitar La Habana, recónditas calles londinenses, pueblos mexicanos, épocas medievales, y castillos encantados. Las páginas y las letras se transforman en calles, caminos, y guías que toman nuestras manos y nos adentran al ignoto mundo por conocer.
Sin embargo, existen dos posibilidades, ser el viajero entre mundos o ser el creador de estos mismos. Así que no es posible para mí hablar de la literatura sin mencionar la escritura, artes tan afines y complementarias que, aunque suene obvio, no existiría una sin la otra. El escritor decide qué mundo crear a partir de sus propias experiencias, él decide cómo contar la historia y de qué manera invitar a los lectores, muchas veces escribiendo sobre aquello que más conocen o quizá sobre lo que les gustaría conocer. Los últimos años han sido un viaje constante de emociones para todos los que habitamos el mundo; pasamos de un encierro obligatorio a una reintegración social, las aulas volvieron a llenarse de alumnos y las cabezas, que son cada una un mundo, volvieron a converger y fusionarse en un multiverso de historias.
Los cuentos y microrrelatos que encontrarás en este número, fueron creados por estudiantes que buscan, a través de sus letras, despejar su mente de este mundo caótico en el que vivimos. Algunos de ellos de manera metafórica pueden hablar de sus miedos más profundos como lo podemos leer en “¿Estoy bien?”, algunos otros hablan de sus deseos más insospechados como en “¿Se nace o se hace al vanidoso?”, sin embargo, otros en un sentido literal intentan confiar en nosotros para compartir su alma, como se puede leer en “Sempiterno”.
Bienvenido al número 23 de la revista literaria, creada por y para alumnos de SEMS. Abre las puertas a este multiverso estudiantil. Deja que las páginas te cautiven en este vaivén literario hacia un nuevo mundo, y puede que nos encontremos ahí.

Jorge Alberto Muñoz Santana

Licenciado en Letras Hispánicas, imparte clases en la Academia de Lengua y Literatura en la Preparatoria 5 de la UdeG, y en la Academia de Comunicación del SUV. Amante de la literatura, ha publicado varios cuentos en diversas revistas y en la Antología Mar de Voces. De 2016 a 2020 impartió talleres literarios y de escritura creativa a estudiantes de SEMS. Actualmente tiene un canal de YouTube (JorgeSantana16) donde participa como Promotor de la Lectura, y gusta de hablar de temas paranormales.

¿Por qué mi cuerpo no te quiso?

Mariana Soto Almaguer

Preparatoria Regional de Santa Anita

Lo amé; con un amor visionario, sensitivo, especulativo. Aprendí a ser paciente, aprendí a ser creativa para imaginar cómo sería lo nuestro…Lástima que se escurrió por mis muslos, dejándolos húmedos, viscosos como una clara de huevo, pero con pigmento rojizo.

Irresponsable

Mariana Soto Almaguer

Preparatoria Regional de Santa Anita

No sé si podré perdonarlo. ¡Me dejó plantada durante tres décadas!, hasta que murió y lo enterraron junto a mí.

Bajo la lluvia| Dalia Anyuli Romero Reyes
Preparatoria Regional de El Salto

¿Se nace o se hace al vanidoso?

Daniela Carolina Aguirre Orozco

Preparatoria 5

María Carmen era una mujer bonita, y todo el mundo se lo hacía saber cada segundo de su vida. Pareciera que su único logro en la vida fue haber nacido bonita y que sus facciones fueran agradables a la vista.
Siempre que le preguntaba al novio de turno qué le gustaba de ella, nunca decía que su intelecto o personalidad, se limitaban a expresar que su cara o su cuerpo eran su mayor atributo, a veces haciéndole creer que no tenía ningún otro. Cuando le preguntaba a su padre qué se siente tener una hija tan bonita, el hombre con apenas mirarla decía «un orgullo » estas palabras consternaron a María Carmen, entonces, si fuera fea ¿estaría decepcionado?
Como toda mujer bonita que sabe que es bonita, se casó con un hombre apuesto, bien acomodado socialmente, que apenas y se molestaba en conocerla a fondo. Tuvieron una hija que no era bonita, sino hermosa, la niña más bella que sea haya visto jamás.
Conforme la niña iba creciendo la vida de María Carmen iba cambiando, le gustaba ser mamá, amaba su hija, pero en la calle todo el mundo le decía “pero qué hermosa hija tiene; tu hija es bellísima; tu hija parece muñequilla; tu hija, tu hija, tu hija”. Y ¿qué pasa con María Carmen? Acaso ya no es bonita. Es cierto que el embarazo le hizo perder cabello y aumentar de talla, además que las noches sin dormir le crearon unas grandes ojeras y cada día se veía más cansada desviviéndose por su bebé.
En la mente de María Carmen se empezaron a formular preguntas que no quería contestar, preguntas que con el simple hecho de cuestionarse le hacían sentir mal, pero ¿y si su hija estaba robando su belleza? ¿y si ya no tenía nada más para ofrecer al mundo? ¿y si ya no era amada si no era bella? Estas incógnitas se inmiscuían cada vez más en sus pensamientos, siendo a veces lo único que tenía en mente. Pasó días enteros sin dormir por la culpa, y pronto esa culpa se volvió odio hacia su primogénita, la odiaba por haberle robado su belleza, su única cualidad, para lo que había nacido.
Una noche de insomnio, harta de no poder conciliar el sueño, se decidió, iba a matarla, no podía seguir viviendo de esa manera, no podía ser esclava de su desgracia. Así que, con su almohada en mano, demencia en sus ojos y determinación en su alma, se encaminó a la habitación de su rival. Abrió la puerta lentamente para que el ruido no la despertara y de esa manera alertar a su marido, igualmente caminó muy despacio hacia el costado de la cuna. Con la respiración intranquila y los nervios de punta, vio a esa hermosa bebé que ella había creado, era la cosa más hermosa que jamás había visto. Eso fue suficiente para que dentro de María Carmen comenzara una batalla, después de ver a su hija se llenó de amor y regocijó, pero el odio no había menguado. De repente, sin previo aviso, miró hacia sus manos y noto que ya no había más una almohada, sino una soga y una última carta en la que se leía: Te amo, mi niña bonita.

Hasta ahora

Santiago Paul Aguayo Castillo

Preparatoria 15

El escenario se vuelve viejo por cuanto se ha contado encima suyo: los senderos infinitos se contraen y dejan de serlo, los perros furiosos caen y quedan muertos, los árboles ya no suponen abrigo apto para las inclemencias nocturnas del duelo. Dos, tres, cuatro, infinitas historias se narran paralelas porque el tiempo es indistinguible a los ojos de cobre; se mezclan la utilería, las luces y las vivencias. Se confunden la mente inquieta con la espalda desecha, los pasos al borde de la fuente con las blasfemias profesas, el negativo que expone un suceso traumático con la luna que rinde socorro a quien la busca por fuera de los barrotes blindados, el andar en círculos de a quien la indecisión lo trae domeñado con el de un desaparecido más que, a la muerte y resurrección de la estrellas, por fin habrá vomitado.

Prismal| José Gael Sigarroa Reynoso
Preparatoria Regional de Chapala