Fantasmas de la niñez
La puerta chirrió mientras se abría. Alicia rápidamente se escondió bajo las sábanas.
Con qué anhelo deseó que fuera un fantasma, pero no, era papá, una noche más.
Santo
Si quemas mis recuerdos un miércoles de ceniza, no vuelvas cuarenta días después convertido en santo.
Metamorfosis
Sus ojos se volvían gelatinosos, y su carne blanda y blanca. Su único deseo era fornicar y destruir.
Despertó horrorizado. Sólo fue un sueño.
Siguió su vida, tan cucaracha como siempre.
Belén Carolina García Ibarra
Preparatoria 8
