¿Estoy bien?

Alejandro Díaz Veloz

Preparatoria 9

-¿Estás bien? – me preguntaste, cortando de forma tajante nuestra conversación.

-¡Claro! – te respondí con el mejor tono posible.

-¿Segura? – insististe.
Me gustaría decirte –pensé-, pero no quiero que minimices lo que siento, no quiero que tengas una mala impresión mía, pero a su vez no quiero callarlo más, me gustaría que sepas que mis tontos problemas me duelen más de lo que deberían y que no sé qué hacer, no encuentro las palabras suficientes para expresarte que estoy harta de mi cuerpo, mi casa, mi ropa, que estoy harta de lo que siempre he sido y que lo que ves es solo una de las veinte personalidades que he creado para que nadie note lo mal que estoy.
Dime como te explico que desde hace años anestesie aquel filo que me cortaba y que ahora soy incapaz de sentir algo por alguien más, que ruego al destino que me guíe hacia la luz, pero que es la oscuridad la que me termina adoptando, gritarte que odio aquellos fantasmas que me atormentan, que me dicen que no confíe en ti ni en nadie más, odio que mi cuarto se haya convertido en una jaula donde siempre llueve, pues llueve cuando lloro y lloro cuando duele, y que incluso la muerte huye de esas cuatro paredes.
Tal vez me des soluciones, pero no serán cosas nuevas, serán cosas que ya he considerado antes, ya me cansé de buscar la salida en algún dios e incluso la idea de meter mi corazón en arroz se volvió algo a tomar en cuenta, que ya he ido a terapia y esto simplemente no se va. Sé que no me ayudaras porque no estoy dispuesta a recibir ayuda, y como quiero evitar todo este discurso para ahorrarte tiempo, siempre será más fácil decir…

Por supuesto, tú no te preocupes por mí.

El arte de ocultar sentimientos| Carmen Tovar Ruiz
Preparatoria Regional de Etzatlán