El dictador

Su incautación
logra destruir convicciones.
Su pensar disturba
la imaginación.

Su prepotencia, venenosa hiedra,
se desperdiga por todo paraje
convergente en su camino.
Explora por las arterias
añorando clavar el anzuelo,
ahogar la esperanza
que boya al aislar el desencanto

Se nombra a sí mismo
y la palabra, floja, cae.

Noemí García Magaña
Preparatoria 13