Explosión de color

Me gusta pensar en México
como una chocante ola de color.
Cada uno detalla su esencia.

El verde representa
la naturaleza diversa,
los animales endémicos,
la belleza de paisajes 
irrepetibles en el mundo.

El blanco expresa el brillo
de la población bondadosa,
con un anhelo de cambio,
de esperanza en la mejoría.

El rosa da las vibras
de una cultura de nobleza,
de abundante comida,
rica en folclor
y envidiables tradiciones.

Aunque el rojo está ganando fuerza,
cubriendo a la nación de sangre,
ocultando el resto de colores.

Hoy solo es visible
la sangre de mujeres
humilladas y sin respiración,
la sangre de estudiantes
que saboreaban un futuro,
la sangre de niños
arrebatados de su inocencia,
la sangre de periodistas
con hambre de verdad,
la sangre de activistas
buscando plenitud.

Aunque intento amar a mi país,
termino sobreviviendo en él.

Daniela Itzel Esparza Huerta

Preparatoria 19

El payaso| Valeria Solís Dorantes. Preparatoria 9

Tu libertad condicionada

Jael Montes Cervantes

Preparatoria Regional de Amatitán, módulo Arenal

Podía ir tan rápido como quisiera
sentir el viento reventar cadenas
el mundo era mío,
desde mi bicicleta.
Y yo sonreía con inocencia.

Pedaleaba alegre
pedaleaba discreta
y la distancia se hacía presente
a cada instante
y sin problema.

Y mi sonrisa era admirada
y relevante.

Un piropo,
un pensamiento
miedo…
¿Podría retornar a casa?
O…
¡acaso un titular más!
me sobresalta.

Y me sobresalta también
el canto de los pájaros,
que ahora implora
volver a casa.

Un anhelo me esperanza
es el descanso cómodo
en el regazo de la bondad,
inocencia,
y añoranza.

Miradas deambulan
mientras mi andanza,
son miradas oscuras
entre sombras
perspicaces
y malas.

Pedaleo en tinieblas
contra las miradas
para que nunca más 
mujeres divinas,
y delicadas
sientan miedo
ni desesperanza.

Nunca más inclinadas
ni entre calles
ni entre miradas
ni nada.
Tu cabeza siempre al frente
mujer
ante semejante atrocidad.

Sin retorno

Sandra Guadalupe Piña Ibarra

Preparatoria 9

Si algún día no regreso,
quiero que consuelen a mi madre,
que se empeñen en encontrarme,
levanten la voz por mí,
denme una digna despedida
con música y risas,
no dejen que mis hermanos se estanquen,
no dejen que se sientan culpables,
que lloren pero que sigan adelante.
Si algún día no regreso,
seguiré presenté en sus recuerdos
pero quemen hasta el último monumento,
griten tan fuerte mi nombre,
que se asusten en Palacio de Gobierno,
griten hasta que tiemble el cielo,
alcen la voz tan fuerte
hasta que me traigan de entre los muertos
para volver como un alma errante.
Si algún día no regreso,
quiero que encuentren al culpable,
que mi alma por fin descanse
encuéntrenme en las estrellas,
en los caminos que recorrí,
en las frases que una vez di,
estaré presente en cada minuto,
seguiré en sus sueños
y estaré en mis anhelos.
Sí algún día no regreso
mamá, amigos y hermanos,
quiero que tengan presente esto.

Amor a distancia

Paola Elizabeth Villalobos Reyes

Preparatoria 9

Hoy desperté con ganas de abrazarte,
quisiera besarte y mirarte,
apapacharte, alegrarte.
Pero tú no estás aquí y así no puedo vivir.

He pasado tantos días sin ti,
sin tu presencia magnífica
y sin tus besos, dopamina.

Y sabes que el amor que siento es intenso,
pero me falta tu cuerpo,
me faltan tus caricias,
me faltas tú, mi niña.

Mujeres de México

Alexia Valentina Aguirre Contreras

Preparatoria 9

Unidas por la patria,
esa que nos viola, nos desvalora y nos mata.
Esa que minimiza nuestros sueños y creencias.
Esa que nos dice: “no tan corto, no tan largo,
[no tan gorda, no tan flaca, ¡no tan humana!”

La sociedad se ríe, y asesina a quienes un día pidieron una
[vida digna.
Nos confunde para pensar que sin violencia no hay amor.
Que en nuestra vida debe permanecer el terror.
Hoy, otra hermana ha sido asesinada, otra madre, otra
[hija, todas lloran y la impunidad aflora.

Y dicen: «ahora todo es machismo», pero siempre lo ha sido.
Hoy abrimos ojos, bocas, oídos, por necesidad, por dolor,
[porque no hay otra opción.
Grita por nuestras antepasadas, grita por nuestras
[hermanas y grita por las niñas del mañana.

Y me visto como quiero.
Me maquillo como quiero.
Amo como quiero.
Y lucho como debo.

Me juzgas por no querer morir y me juzgas si lo hago.
Que si me lo merecía, que tal si te callas y escuchas.
Mis gritos son de ayuda.

Dime, patria mía,
¿qué quieres de mí?
Porque yo de ti, solo quiero mi derecho a vivir.

La autenticidad del ser (Venlafaxina)

Israel Gallegos Olguin

Preparatoria 9

Día con día la autenticidad es manipulada
Descaradamente transformada
Conversa, ensimismada Dicha ella, carente de manera Carente, de tutela
De propia forma e incompuesta referencia Se dice que a ella se le olfatea
Y su esencia poco a poco Se esfuma con su tristeza
Ella dijo que desaparecería entre emblemas y problemas Pobre autenticidad, sólida como una piedra
Dispersa como la calígine, como la sangre que se hiela A la muchacha no se le ve entre la niebla Enmascarada entre millones de caretas
Abstracta e inconforme Corre al rio que se parte El rio de sequedades Yo
Río de sequedades Juntos
Riío de sé que dades Dades
De un rio Que quedo Se
Ríe
De
Mis
V
E
R
D
A
D
e
s

Hespérides| Alana Michelle Cantón Moreno. Preparatoria 9

Las lágrimas del mundo futuro derramadas en mis sueños

Israel Gallegos Olguin

Preparatoria 9

Las espigas de una sociedad que se derrama en sí misma por la crueldad de los hombres
La sangre se derrama por la crueldad de los hombres al mando del mundo que por sí solo arde en llamas

Te venderé me repetiste mil veces, al sonar las alarmas de nervios de cristal
“Nunca volveremos a ser humanos” Ellos advertían
Este lenguaje en el que mi comunicado escribo ciegamente, todo oculto, toda abra cambiada, ¿para entonces no es así?

El egoísmo del poder y la Ira del omnipotente ser creador superior ante cualquier ley moral, de control mental, toda la ira CAERÁAAAAAAAaAAaáA sobre este.

Nuestro ser.

No se va a conocer más nada, nunca más nunca jamás, YA NO MÁS
Solo el tormento de los espíritus muerto vivientes en inminentemente e interminable, desdicha, condena

El temor te hará sufrir, te hará llorar, te acelerará el ritmo cardiaco, desearás tu misma muerte, te lastimarás, mirarás tu carne enrojecida, yo te corromperé, no comerás ni beberás hasta ver mis deseos satisfechos,

Hasta que vea los miles de cerebros y vértebras de inocentes en las calles de la ciudad desolada, por mi culpa, todo es mi culpa, TODO MI CULPA ¿NO ES VERDAD?

Los electroshocks serán efectivos, todos ellos a máxima potencialidad, y las lágrimas con el sudor saldrá disparada por todos lados como en una lluvia de esperma orgiástico

Los latigazos reinarán, el dolor, rugiente gobernará sobre el pueblo desconsolado. Las órdenes y leyes reinarán, el libre albedrío nunca ha existido, así mismo

La Utilidad es y por siempre será la única manera en que un ser obtenga su propia autonomía, su libertad, su plusvalía, no se merecen nada más”.

Las lágrimas del mundo futuro derramadas en mis sueños| Israel Gallegos Olguin. Preparatoria 9

Te encontré en la orilla

Manuel Tejeda Enríquez

Preparatoria 4

Dedicado a Natalia

En la orilla del mar, justo donde las olas se rompen, estaba buscando una piedra que resaltara. Pensaba en ti. El velo de las aguas, remolinado y espumoso, se abría y se cerraba a mis pies nublando mi camino hasta que se cristalizaba para dejar al descubierto ese otro mar por debajo del mar de agua, el de piedras y arena limpia, donde cafés, blancas y negras rocas me miraban por momentos como despidiéndose de mí pues la marea se las llevaba con ella y regresaba con nuevas miradas piedras. Y para seguir yendo y viniendo, caminé. Caminé y seguí buscando mientras te pensaba.

Encontré entre lo opaco una bella piedra.

Cuerpo de arena
Vida de agua

Revuelves mis sueños pedregosos

Mojas mis tierras
Revuelcas mis ansias

Eres luz y color
Eres agua

Eres piedra entre piedras
Un azul brillante entre lo opaco

Cuerpo de arena
Vida de agua

Arenoso cuerpo, el sol nunca termina de secar. Pensaba en ti mientras buscaba una piedra.

Blume| Nathalia Ximena Avalos Estrada. Preparatoria 3

Renacer de un alma

Viajé como pétalo de cempasúchil
a las brasas de la muerte blanca,
amanecí tendida en las llamas
creyendo en lo erróneo del fin
pues a mí llegó un nuevo aliento
del pensamiento de un alma gentil

Escuché a lo lejos aquel canto
que mi familia entonaba ágil
para que a ellos pudiera ir.
Tomé nota de la luna menguante,
que me observaba con culpa
del vislumbro que su reflejo causaba en mí

Y de regreso, caminé sobre el puente
oloroso de flores anaranjadas
que me llevaría nuevamente,
al infierno de la tierra en llamas

Y olí los enormes y variados platillos
y me deleité con montón de sabores
y me sentí bien viva al alzar la voz;
llena de sangre, cubierta de mil colores
y fui corriendo a lo que le daba gracia
al existir de mi nueva risa.

La muerte me permitió quedarme un rato más,
la convencí de dejarme admirar su cara,
notó lo asustada que estaba, y
me recordó cual afortunada fui.
Me dejó abrazarla con fuerza,
y entre las manos me devolvió cargada,
y con su hoz, atada a mi pecho
dejándome sentir: calma
y así, finalmente, morir feliz.

Juliana Belén Villafaña Silva

Preparatoria 9

Distinción

Joceline Alejandra Grajeda Pérez

Preparatoria 3

Una vez mi madre dijo de mí
que amaba profundamente,
y la mire a los ojos
avergonzada                    cohibida de la verdad
se había dado cuenta
que estaba sobre un declive dirigido a la destrucción,
dirigido a la amargura y a la afinidad de los sexos.

Y no se equivocó.

Silencio

Érick Michel Chávez Núñez

Preparatoria 19

Sexo silencioso

Placer carnal siendo evadido

Él no podía morderla, tocarla, sentirla

Ella no podía rasguñar, gritar o patalear

La restricción se tornaba en forma de poesía

Se volvían locos pensando aquello que se harían 

La limitación estaba allí

Al dejarse llevar sería imposible disimular

El silencio se apoderaba mientras las miradas acallaban aquel placer inaudito

Que ambos manifestaban.

Desde una coma hasta acabar mordido

Recuerdo la primera vez que te vi:
llegué tarde a tu entrada a escena,
solo pude mirarte confundido
mientras te desvanecías para volver a actuar.

¿Por qué estás de nuevo aquí?
una respuesta no me vendría tan mal,
me ha costado bastante sonreír
como para que te vuelvas mi femme fatal.

Toma este bálsamo labial
y úsalo hasta que te lo acabes,
que por la forma en la que los mueves
no parecen ser noticias suaves.

¿Cómo es que tu apariencia es tan gastada?
Juraría que guardas retratos en tu ático,
te tomaría tantas fotos que solo vienen de
[pasada, donde
dejas tus huellas manchadas
[de amoniaco.

Odio ser el único al que te postras,
¿será por miedo, pena o inseguridad?
¿O es porque tú misma te amordazas?
Una masoca, una dama y una inmoral
que se alimenta del desprecio de
[cualquier animal.

Eres una espectadora que mete mano,
solo cuando algo no le gusta,
dañas inocentes, un método insano,
tus nudillos dan orden de forma injusta.

¡Responde de una vez!
y deja las formalidades a un lado,
ponme estos tragos amargos en factura,
que con el coraje me haces tragar
cualquier platillo está de más.

Te has llevado a tantos de mis conocidos,
extrañamente te vuelves más familiar,
qué sabrás tú de dependencia emocional,
si eres tú la que rompe los lazos.

Ni un canuto es tan vulgar como tú
que te da miedo inhalar,
pero te llevas los últimos suspiros,
y en un respiro te vuelves a relajar.

Luces más decaída de lo usual,
noto la pena en tu mirar,
te preguntaría qué ocurre,
pero esto tiene que acabar.

Recuerdo tu modus operandi,
no medias palabra con quien se ha ido,
llegas, tomas y te largas,
solo un cuerpo en el sillón.

Entro en cuenta de qué hiciste….
Veo por lo que estás triste,
No fui yo el que llegó tarde
Fuiste tú la que me lo permitió.

Leonel Olua García

Preparatoria 9

Faltas en mi laberinto| César Osvaldo Hernández Sánchez. Preparatoria 9

El ciruelo sin hojas

Manuel Tejeda Enríquez

Preparatoria 4

Me vi sin hojas
Pasó un ciruelo marchito
No sé si era yo en la orilla del camino
O detrás del vidrio, en el automóvil

Me vi árbol, me vi marchito
Pasé y nos encontramos
Espejo de hojas
De frutos

              podridos

El viento me dijo:
Florecerás
Y se fue

                cantándole

                               al

                                               olvido

En tu mesa redonde donde nadie coincide

Leonel Olua García

Preparatoria 9

Padecí de tu ternura
y lo único que tuve
fue una acentuación de tu ruptura,
donde ni tu egoísmo cabe.

De tu amor a tu odio,
de tu atención a tu indiferencia,
tú de un rápido estudio
y yo una lenta diligencia.

Atenué la oscuridad de tu partida,
aferrándome a tu luz confiado y valeroso,
con la mentira que me destruye la vida
y a un lado la verdad de un meticuloso.

No te culpo por irte y cambiar,
te culpo por no llevarte este recuerdo,
que te sujeta de par en par,
por más que me quede poco cuerdo.

Soy solidario y fiel a ti
aunque tus guerrillas se cruzaron,
tu áspera bondad me cegó cual paloma
que no entiende el mensaje de paz de un soldado.

Tú la infiel infeliz consensuada,
con maldad y respeto de aliada.
Fuiste verdad de Dios comprobada
y de Lucifer, lealtad mancillada.

Quería entender mis pensamientos sinuosos,
dejándome llevar por la espina de tu espalda,
resbalando en malentendidos por tu cintura,
conjugando con los dorsos de tus rosas secas.

Usando un “y” cuando ya no coordinamos,
o bien las farsas que nosotros adjudicamos.
Pero contigo como jueza y yo como el responsable,
ni siquiera se salva el verso más amable.

Quedándome vacío por más que abarque,
el amar nos sobrepasó el estanque,
de zarpar mares a mar muerto
y volverse un náufrago
que no puede encontrar el puerto.

Viéndolo en retrospectiva,
noto que siempre hubo un tercero en discordia.
Hubo tantos momentos marcados sobre piedra
que ninguna gota precipitada podría borrar,
pero él fue la cascada entera,
mientras yo era agua templada
de una laguna calmada en La Paz.

Polonesa heroica

Escuchar a la par ‘Polonesa Heróica’ de Chopin.

Me llenas de esa sensación de desespero,

aquella en la que siento que solo corro sin

[sentido alguno.

Corro y no me canso,

corro y no me pierdo.

Luego me atrapas, tu risa se adueña de mi 

[mente y me contagia.

El desespero desaparece, tornándose alegría

[y sosiego.

Se torna diversión pura, me hace sentir en

[un sueño.

Un sueño incluso sin serlo.

Vueltas, rosas, risas y besos, me siento en el

[mismísimo cielo.

¡Después desapareces nuevamente!

Miro a todos lados y me doy cuenta de que

[aquí ni siquiera habías estado.

Entonces despierto.

Despierto de aquel sueño sin encanto que

[dejaste junto con el desespero.

Grito, corro, lloro, te busco.

No estás, ¿dónde estás?

Ah, cierto, me abandonaste.

¡Pues púdrete!

Tú, tus rosas y pasteles pueden irse y hundirse

[en aquel agujero infernal del que salieron.

¡Ah, ¿qué es eso?!

Te escucho en el pasillo, ¿acaso has vuelto?

¡Ja! ¿Otra mujer? Sí que eres descarado.

Deseo que se pudra tu semilla y tu descendencia

[no exista.

Deseo que te encuentres en decadencia y mueras

[en agonía.

¡Hey, parece que sí me has escuchado!

No esperaba menos, el sonido de la ventana

[al romperse no es ligero.

¡Has mandado al enfermero! ¿Es en serio?

En lugar de arreglar las cosas por su peso decides

traicionarme nuevamente y hacer que me encierren.

Me torno una camisa de fuerza, mis

[brazos inmóviles desean golpearte hasta

[quedarme sin cuerda.

Me llevan a un ático lleno de espuma, la sala

[del silencio se rompe en mi garganta y eso

[me abruma.

Me llamas ingrata en un susurro discreto y después…

[Ah, vaya, lo has conseguido de nuevo.

Te afirman que estoy loca, que me falta un tornillo.

Firmas los papeles del psiquiatra y te entregan

el dinero de mi bolsillo.

¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio!

Maldito embustero, ojalá te mueras y tus cenizas

[no se las lleve ni el viento.

Deseo que cada paso que des sea directo a tu

[tumba y que cada respiro que sueltes sea

[el mismo que te lleve a la muerte.

Ojalá se te caiga el cabello, termines gordo, sin

[gracia y con más deudas que sueños.

Ojalá que la mujer de enfrente te deje.

Deseo que no le des hijos, que su vientre se

[seque y su desdicha aumente.

Ojalá te des cuenta de que en mis brazos

[estabas a salvo.

¡Yo te daría hijos! ¡Yo te amaría incluso gordo,

[sin gracia y asqueroso!

¡Yo sería tu mujer perfecta!

Tan perfecta, tan divina, femenina y discreta.

¡Yo era tu mujer perfecta!

Mi voz se quiebra en llanto y me miras con desapego. No me dejes, te lo ruego.

Tu mirar se tornó gélido y en tus ojos azules ya eran auténticos hielos.

Me das la espalda, tomando a tu castaña de la mano.

—¡Entonces púdrete! —grité con desespero—. Mi corazón te ama, cruel embustero.

Vanessa Monserrat Razo Domínguez

Preparatoria 9