Capturar una luciérnaga entre los dedos
y protegerla tras un cristal para admirarla.
Capturar la luz de un momento
para del enemigo retenerlo.
Capturar el brillo y la energía
convertirlos en atemporalidad.
Capturar lo que ya ha dejado de ser
atrapar instantes inexorables.
Capturar a quien nos roba la vida
el tiempo que no puede ceder.
Y volver a vivir con los ojos abiertos
a través de los reflejos a los que no podemos volver.
Valeria de la Torre Solís
Egresada de la Preparatoria Regional de Huejuquilla, módulo Mezquitic