A la luz del tiempo, el arte y la literatura han cumplido la tarea de transformar el silencio en un rayo que sacude; se han encargado de ser la vía a través de la cual los silencios, la represión, el coraje, la tristeza y los miedos han podido quedar en libertad.
Es así que, de entre el caos, los seres humanos han descubierto la manera de visibilizar sus emociones y sus demonios, y han podido comenzar a liberarse de sí mismos.
Porque no hay mayores guerras que las internas, la literatura ha sido entonces el lugar en el que las y los soldados han podido forjar sus armas para enfrentarse al enemigo: a sí mismos. Y en esta guerra, en la que se puede caer deliberadamente hasta el fondo, hemos entendido que, aunque la lucha es introspectiva, las batallas terminan mermando el contexto en el que vivimos. Y ahí radica la importancia de ganar.
En estos tiempos modernos, en los que el ser humano atraviesa una aparente crisis de identidad colectiva, más que nunca es importante aferrarnos al camino seguro: al de nosotros mismos. Porque no puede ser de otra manera, ir hacia el interior de cada uno de nosotros es apenas el inicio de una revolución verdadera, una revolución por la dignidad, por la independencia, por la paz.
Óscar Daniel Gómez Mendoza
Novelista y dramaturgo, estudió la licenciatura en Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara. Colabora en SEMS en el área de Difusión y Extensión desde el 2018.