El corazón late con fuerza
como siempre
pero esta vez no está al ritmo del tiempo
perdido y olvidado en casa.
Me va a explotar la nariz
me doy la vuelta en las sábanas sudadas
contemplo el óxido que crece en mí
se corroe hasta el esqueleto.
Me levanto, estoy mareado
me caigo a pedazos
camino descalzo
más allá de mí mismo
me visto desnudo
y después me desvisto.
El corazón se para
no se mueve
inserto un marcapasos
que me trago y escondo
encuentro un cable
y me conecto
veo todo doble
negro.
Abel Delgado Silva
Preparatoria 6