Revolotear

Por algún motivo yo estaba ahí sentada sobre las rocas que cubrían la orilla del lago. En ese momento no podía imaginar mejor sensación que el roce del aire secando mis diminutos pies. Mis ojos se encontraban fijos en el agua que removía aquella pequeñita persona pidiendo ayuda. Mi cuerpo permaneció inmóvil hasta no escuchar más. Ya estaba sola.

 

Andrea Cuera Jáuregui
Preparatoria Regional de Tecolotlán