El chico la rechazó por no ser bonita. Era gorda, usaba lentes grandes y tenía que usar brackets. Todos se rieron de ella cuando declaró su amor y fue rechazada. Al pasar le coreaban: “Gorda y fea, se declara y la batean”. Empezó a hacer ejercicio, bajó 30 kilos, se quitó los brackets, cambió sus lentes por unos de contacto. El chico se arrepentiría de haberla rechazado. Quiso ser bonita y por eso descuidó otras cosas, como su linda personalidad. Ahora es una perra que corea junto a los demás: “Gorda y fea, se declara y la batean”.
Ciclary Violeta Flores Maldonado
Preparatoria Regional de Tecolotlán