Jordan Alejandro Vidal Badillo
Escuela Vocacional
Quiero pedir perdón a las mil y una formas de ser que han salido de este cuerpo en su duro intento por florecer.
Quiero pedir perdón por las anochecidas en las que he incomodado a mis molestas voces llorando por un pasado y también por los lamentos injustificados que se dan en aquellas horas tan intempestivas.
Quiero pedirle perdón al viento por darle una razón más por la cual huir desesperadamente de mí.
Quiero pedirle perdón a aquellas personas que tuvieron que soportar mis desgastantes noches en las cuales yo lloraba sin control; desesperadamente, pero les juro con vehemencia que no lo hacía a propósito, pues cuando el miedo y la agonía seguidos por la desesperanza cunden de imprevisto, tu ser se sorprende y pierde el control de sí mismo.
Quiero pedirme perdón por hacer de estos escritos una forma más de traducir mi pena. Quiero pedir perdón por no hallar la manera de salir de este agujero que yo mismo he cavado en contribución con mis allegados. Quiero pedir perdón por esas noches sempiternas, más que eternas en las que mi alma gritaba y yo no le escuchaba. Lamento por haber perdido la cordura cuando esta misma se necesitaba fuertemente. Una disculpa por las risas inoportunas que me salían cuando todo llegaba de golpe y con prisa. En mi defensa, agrego que mi rival es más fuerte que yo; lo acepto: no lo niego. Me hinco frente a él y le permito que me destruya para que después anhele el regreso de un individuo más fuerte. Suscito un tumulto de aflicciones convertidas en penas, que se callan tras oír los duros gritos de mi consciencia andante por aquel camino de mediocridad e invariabilidad. Te ruego con soltura una respuesta, de inmediato, pues si no encuentro la cura de este fracaso, le abriré paso a la llave indiscutible de una patética felicidad:
Algunos dicen que esta última es la clave de la felicidad, aunque pienso que es el puente entre una inmensa melancolía y un mundo de flaquezas interminables…
Lo siento, vida: te he fallado, pues he terminado desnudo y vacío en este mundo repleto de monstruos cuya principal característica es el pudor por su propia esencia.