Llevo buscando un día perfecto desde que tengo memoria

Alimentar

animales en el zoológico,

y quizá una película también,

caminar

con alguien que me contenga.

Una por una cuento hasta llegar

a 761 millas,

los ojos de Johnny Cash,

tres Coca-colas de vidrio,

un reloj de pulsera con cuadrante luminoso,

broches para el cabello

10 casetes de Lou Reed

                la muerte se me apila en la cajuela.

Perdí el oído izquierdo en un afán

de reemplazar su voz en mi cabeza,

ahora sólo escucho en un bucle interminable

hey, girl, take a walk on the wild side.

Cuando encontré a mis padres

volví al coche sin la mitad de un dedo

                mi cédula de nacimiento

                no dejaba de decir Margot.

El sol se siguió metiendo

cada tarde por el Gran Cañón

mi fleco creció,

nunca pude hacer una banda

y The Velvet Underground

encontró otra vocalista.

Mientras tanto,

del lado opuesto de la costa

un hombre bebe Bourbon

en un bar de Santa Mónica.

Alguien llame pronto

a la rubia triste con voz de terciopelo

me juró dejarme rebanarle la garganta

¿o es que por fin se ha suicidado

sin mandarme una postal?

 

Selene María Flores Camacho

Egresada de la Preparatoria 12