Leche

Siempre estoy atenta a lo que pueda pasar. Hoy, más que otros días, pues sé que falta poco para que él venga. Y como si del diablo se tratara, aparece abriendo la puerta y soltando maldiciones. No puedo huir, estoy encerrada. Al parecer no le gusta que haga ruido, no detiene su manoseo. Resignada, me quedo quieta. Sólo soy un producto para los humanos.

Itzel Liliana Torres Ríos

Preparatoria 18