La muerte

Renata Ramos González | Preparatoria Regional de San Juan de los Lagos

En la sobra eterna, la muerte observa,
tranquila y fría, como sombra vieja.
se abraza el alma en sus brazos negros
y en su abrazo, la vida se desarma.
¿Qué hay más allá de este último suspiro?
¿Acaso un éter sereno o un abismo?
La duda nos consume, la certeza es incierta,
en la entrada de la muerte, la verdad despierta.
Como hojas al viento, caemos al final,
en el silencio eterno, se debilita el mortal.
La noche nos envuelve, el día nos desvanece,
en la danza macabra, la existencia perece.
En el corazón de la oscuridad,
luce la esperanza, frágil claridad.
Quizás tras la muerte, un nuevo amanecer,
donde el alma libere, su último querer.
En el río del tiempo, flotamos sin rumbo,
hacía el océano infinito, donde encontramos el adiós.
Pero en la memoria, permanece el eco,
de aquellos que partieron, dejándonos un hueco.
En la sobra eterna, la muerte observa,
tranquila y fría, como sombra vieja.
se abraza el alma en sus brazos negros
y en su abrazo, la vida se desarma.
¿Qué hay más allá de este último suspiro?
¿Acaso un éter sereno o un abismo?
La duda nos consume, la certeza es incierta,
en la entrada de la muerte, la verdad despierta.
Como hojas al viento, caemos al final,
en el silencio eterno, se debilita el mortal.
La noche nos envuelve, el día nos desvanece,
en la danza macabra, la existencia perece.
En el corazón de la oscuridad,
luce la esperanza, frágil claridad.
Quizás tras la muerte, un nuevo amanecer,
donde el alma libere, su último querer.
En el río del tiempo, flotamos sin rumbo,
hacía el océano infinito, donde encontramos el adiós.
Pero en la memoria, permanece el eco,
de aquellos que partieron, dejándonos un hueco.

“Black”
Melanie Yamile Hernández Mendoza
Preparatoria Regional de Tlajomulco de Zúñiga