Juglaría lírica

Nuestros estudiantes tienen la gran oportunidad de abrir el camino de la escritura a través de metáforas o de significativas comparaciones que la poesía posibilita con rasgos auténticamente humanos en colores diversos. Sus textos están llenos de vitalidad y fuerza; invitan a sus lectores a que descubran con qué identificarse, en el amor, con silencio de la noche, el misterio de la vida y la muerte, de cualquier día, las ausencias cercanas o espacios entretejidos de anecdóticas travesías de existencia experimental.
 
Los poemas que yacen en este número de Vaivén muestran a nóveles escritores con madurez propia. Osados, nos sorprenden con reflexivas imágenes y otros nos enternecen con el calor de sus tintas. Todos logran hacernos sentir y emocionarnos con sueños propios de su alma tan nueva, como el despertar de su especial voz.
 
Con la alquimia de las emociones nacen las palabras que se mueven entre sonidos de fugacidad y silencios inspiradores para centrarse un sitio reconfortante entre las nuevas páginas en este Vaivén con poesía, desde las más reconocidas impresiones de nuestros sentidos hasta las más extraordinarias fantasías cargadas de historias armoniosamente bien contadas, breves y sonoras, afiladas y desafiantes, con temas actuales y eternos.
 
Por ello, la lírica delineada en nuestras páginas nos hace pensar que, si con tan poco tiempo en este mundo nuestros estudiantes de bachillerato con voces propias transitan en este horizonte de la palabra con profundo significado y fina intención en expresar, nos motiva preguntar cómo serán mañana.
 
En tanto la tinta no se acabe y la mente sea esa incesante inquisidora de la realidad, la poesía será una alternativa vasta e incluyente en estos momentos que tantos reflejos se fueron haciendo ajenos a nuestra cotidianeidad y, como lo menciona Federico García Lorca: “La poesía no quiere adeptos, quiere amantes”, no sólo en el tema del enamoramiento, sino también de la letra, su sonido, la imagen y el significado que nos expone en papel, la tenacidad con la que muestran en sus textos gratamente elaborados. 
 
No cabe duda, la visión del futuro es alentadora, aunque desafiante, con mentes agudas que encaren con lucidez los cambios de esta nueva realizad, tan confusa, intrincada e inédita, para todos.
 
Y con la frase de Guy De Mauppasant iniciamos el viaje: «Un misterio profundo, grave, flota sobre aquellas brumas: ¡el misterio mismo de la creación! ¿No fue en el agua sin movimiento y fangosa, en la humedad triste de la tierra, mojada bajo los colores del sol, donde vibró y surgió a la luz el primer germen de vida?». Por ello, nuestros jóvenes juglares de la lírica nos garantizan llegar a desatar la imaginación en ese profundo y misterioso mundo de la creación, con sus propias luchas internas, aunque presos de la inspiración, siempre llevados por la delicada y potente voz de la poesía.

María Adriana Sotelo Villegas*

* Poeta y docente en la Universidad de Guadalajara, imparte clases de filosofía desde hace 28 años. Ha publicado en revistas literarias y científicas. En la actualidad es Jefa de la Unidad de Vinculación del Sistema de Educación Media Superior.