Por la sobrepoblada e inquietante metrópoli, camina diariamente Silvana, 6:30 am, del metro a la Preparatoria. Y justo frente al baldío que queda a sólo un par de cuadras, se detiene a observar desde hace un año. ¿Dónde estaba la justicia de la que tanto hablan cuando en sus intentos por huir de los acechadores, puñalada tras puñalada, consumían poco a poco su aliento, su fuerza y su vida? Al borde de la banqueta, la pequeña cruz de mármol con su nombre sobrepuesto.
Vanessa Guadalupe de la Torre Muñoz
Preparatoria 8