Las prolongadas pulsaciones van en aumento,
con mayor potencia una tras otra, sin cesar.
Poco a poco la delicadeza del papel adquiere pigmentación,
mientras el fanatismo comienza a salir.
Sentimientos, emociones, pensamientos
se revuelven, intersectan, fusionan
intentan salir a la luz.
Me extrae, poco a poco me consume,
llevándome al clímax del momento,
ni el leve temblor de mis manos,
ni el nudo en mi garganta,
ni la respiración intersectada,
son percibidas.
La textura del papel sobre la yema de mis dedos,
palpable es esa emoción, la intriga y misterio.
El deshago al plasmar y al exponerme sin temor.
Sin límite, sin ningún comienzo
fluye, brota y se contrae.
Ese indescriptible placer que yace dentro de mí
no quiero que cese, que duerma, que muera.
No debería, empero lo hace.
Así fue como rompí conmigo misma.
Luz Evangelina Magaña Carranza
Preparatoria Regional de Puerto Vallarta