Solo somos tú y yo,
un eclipse en la sombra del tiempo,
un rumor de luz perdido en la piel de la noche.
Sé que huyes al filo del alba,
te escapas entre susurros de viento,
la casa es un mar sin olas cuando no estás.
Prefiero verte de lejos,
como un faro que arde en la distancia,
y responderte con la mirada fija,
como quien traduce el idioma del fuego.
No encadeno tu brillo,
no amarro tus alas de plata.
Soy feliz viendo a nuestros hijos
crecer con la chispa de un sol en los ojos,
ser más que polvo en un planeta dormido.
Tú elegiste quedarte en mi órbita,
y yo acepté ser el centro de esta danza,
aunque sepa que un día me extinguiré,
ceniza en el eco del universo.
Pero qué importa la muerte
si al final seré como tú,
viento cósmico errante,
luz que navega otros cielos.
Te amo, estrella errante,
sé que es hora de partir,
hasta mañana, o quizás hasta otra vida.
Francisco Javier Loza Cabrera
Preparatoria 8

Sofia Duran Ayala
Preparatoria Regional de El Salto