En el pueblo

Aquí en el pueblo las cosas pasan (¿pasarán?)

lenta, serenamente.

El minúsculo tráfico se arrastra con pesadez

y las señoras agitan sus paraguas

con intenciones sólidas de espantar a la lluvia;

pasado un rato se quejan del calor y el temporal

de lo mucho que los tiempos pasados superan al ahora.

Las cosas suceden porque quieren

pesadamente,

en la calidez de las tardes.

Los arreboles se encienden

como inmensos luceros.

Se van también de la misma manera

como cuando no los vemos

y nos sentimos solos de no hacerlo.

Cuando las cosas cambian

o salen de su curso

se pueden oír campanadas dobles

                lejanos cláxones por alguna reyerta juvenil

                perros ladrar efusivamente

                una, dos noches seguidas

                o leves indicios de ebriedad

                por algún santo patrono.

Pero sólo cuando las cosas

salen de su curso,

porque en el pueblo

y más aún en los nuestros

—los de todos nosotros—

las cosas prefieren suceder

tranquila, serenamente.

Jesús Alejandro de la Torre López

Egresado del módulo de Mezquitic, de la Escuela

Preparatoria Regional de Huejuquilla el Alto.

 

Servando Yael Ávila Álvarez. Vestigios

Vestigios. Servando Yael Ávila Álvarez. Egresado de la Preparatoria Regional de Colotlán.