Andrea Janaí Díaz Rosales
Extensión Teuchitlán de la Preparatoria Regional de Ahualulco de Mercado
Participante del Encuentro Filosófico del SEMS 2021
Resumen
El arte social es una manera de expresión, de carácter creativo, el cual es interpretado a través de técnicas que nos permiten construir y analizar mediante los cinco sentidos. Sin duda alguna, el aprendizaje se ve influenciado por el arte, ya que facilita la comprensión, por medio de la imaginación, de antecedentes importantes ocurridos a lo largo de la historia. El ser humano posee características propias, de las cuales se vale para transmitir y explotar los diferentes rubros en los cuales se divide el arte, ya sea danza, dibujo, pintura, literatura, música, etc. Con el paso del tiempo, las personas descubren sus talentos y, con base en ello, realizan actividades de su agrado, las cuales pueden verse favorecidas y mejor valoradas si se emplea la creatividad, con el fin de que el contenido resulte llamativo para los demás.
Palabras clave:
Expresarnos, imaginación, creación, arte, sentidos, rubros, transmitir, clasificación, instrumentos, aprender, beneficios.
En los tiempos actuales, los intereses del ser humano se han visto reflejados e influenciados por las actividades del tipo de arte social. Es bien sabido que los conocimientos que tiene cada ser humano se ven modificados directamente por el entorno que le rodea, pues es aquí donde se ve la imaginación, la creatividad y la habilidad que posee el individuo. Por lo tanto, todos los seres humanos han tenido la necesidad de transmitir sus ideales y maneras de pensar, resultando esto, en muchas ocasiones, en la motivación para crear un deleite artístico que busca ser entregado a la sociedad.
El concepto de arte puede apreciarse de distintas maneras, ya que este es para todo el que quiera experimentarlo. Se puede encontrar en más lugares de los que podemos imaginar, desde las canciones que escuchamos, las películas, la poesía, el teatro, etc. Pero para generarlo debe existir un proceso artístico donde abunde la inspiración, surgida a partir de las vivencias y estilos únicos de cada individuo. Al final, al momento de crear la obra, el artista expresa mediante un lenguaje simbólico sus sensaciones, fantasías y emociones, mismas que influyen directamente en todo aquel que tenga contacto con la obra, creando el conocido fenómeno del contagio artístico.
Para comenzar a hablar de arte se debe definir qué es arte. En su concepción clásica, el arte “Es un sistema de reglas extraídas de la experiencia, pero pensadas después lógicamente, que nos enseñan la manera de realizar una acción tendente a su perfeccionamiento y repetible a voluntad, acción que no forma parte del azar” (Restrepo, 2005). En otras palabras, el arte es un conjunto de virtudes y emociones que motivan a la creación de una pieza artística, revelando las capacidades o las habilidades del creador.
Al crear arte, las emociones reprimidas encuentran una vía de escape en la cual se manifiesta lo creado, obteniendo así una mejora no solo en el artista, sino también en el que disfruta del arte, ya que los que disfrutan del contenido pueden llegar a verse reflejados en la obra. Por ello, se debe reconocer que el verdadero arte no necesita ser bello o atractivo, sino que debe de ser capaz de emocionar e invitar a la reflexión, produciendo así una necesidad básica del ser humano: la superación. Los beneficios del arte no son solo el demostrar las emociones del artista, sino también facilitar la comunicación no verbal, la exploración cognitiva, la actividad lúdica y el placer. Cada tipo de persona recibe información y la procesa de diferente manera; por ello, los cinco sentidos juegan un papel importante a la hora de interpretar lo percibido, dado que estos lo determinarán como agradable o no, según sus experiencias previas.
Si bien el arte es una expresión que está presente en todo lo que interactuamos en nuestro día a día, resulta extraño detenerse y analizar cómo fue que un objeto o pieza llegó a volverse parte de lo común, disminuyendo así sus particularidades, tanto propias como interpretativas. Tomando este punto como partida, podemos afirmar que la representación visual permite establecer esa conexión entre las ideas de cada individuo y el significado de cada interpretación personal. Para explicar esto, se puede hacer la analogía del vaso de agua llenado a la mitad: si bien para algunos puede resultar un vaso medio lleno, para otros puede ser un vaso medio vacío.
Según palabras de Riquelme: “A través de la historia, se han conocido muchos tipos de arte, y en estos es posible ver el desarrollo de ciertas técnicas e instrumentos utilizados” (Riquelme, 2012). Por lo tanto, el arte abarca varias disciplinas: pintura, música, dibujo, literatura y danza, entre otras, y cada una destaca por mérito propio. Diferentes estudios a lo largo del tiempo han demostrado que escuchar música tiene diferentes beneficios para nuestra salud. A su vez, ciertas canciones son capaces de cambiar el estado de ánimo del individuo, así como también de mejorar su acervo cultural.
Lo aplicado a la actividad humana es poder comprender el misterio del mundo. También es un componente de la cultura, puesto que refleja la parte económica y social de una población, de tal manera que promueve la transmisión de ideas y valores a lo largo del tiempo. Siguiendo las ideas de Riquelme:
Podemos decir que el arte tiene como elaboración o la estructuración con algún material para llegar a expresar o comunicar el sentido de quien lo realice. Otra cosa que decir sobre el arte es que debe ser libre para poder expresarnos mediante alguna experimentación estática, para poder sobrepasar las barreras ideológicas impuestas. Sin embargo, a lo largo de la historia el arte ha servido al entorno ideológico del artista (2012).
Para adentrarnos en el entorno ideológico del artista se debe de conocer el desarrollo humano que se presenta en su entorno social, ya que esto definirá la representación y el estilo que vaya desarrollando. “Cada persona forma parte de la sociedad. Esto se puede beneficiar en el entorno de un grupo de individuos, y si compartimos las características propias podemos lograr el desarrollo social” (Ortega, 2018).
Por lo tanto, al existir un buen desarrollo social, se pueden realizar varios proyectos que promuevan el arte, como lo son murales en espacios públicos, instituciones culturales, talleres de música y muchos otros más.
Podemos decir que el arte es indispensable porque es una herramienta que contribuye de diversas y bastas maneras al desarrollo del espíritu y la comunicación entre artistas y consumidores de arte. Quiero recalcar también que, como parte del proceso del arte social, es importante tener en cuenta que no solo debemos saber qué es, sino, además, ponerlo en práctica, pues esto nos permitirá asignarle un valor a nuestro modo de pensar, y con ello, lograr promover la comunicación y el conocimiento, el juego y el placer, tanto individual como colectivo.
Bibliografía:
Ortega, M. (2018). Formación ciudadana. México: Umbral.
Restrepo, M. (2005). La definición clásica de arte. Madrid: Saberes.
Riquelme, B. (2012). Arte y sociedad. México: UMSA.