Estoy durmiendo bajo un árbol muerto,
no me da sombra.
Está muerto, quebrado, hueco,
sangra su tronco, llora, pero es feliz.
Tenemos un pacto mortal,
él vivirá hasta que yo quiera
y yo viviré hasta que él muera.
¿El funeral? No, no habrá,
dejaré que el viento se lleve lentamente
su última rama, su última hoja, su último suspiro.
Andrea Aránzazu Méndez Candelario
Preparatoria 7