Desenredando la realidad

Dorian Hernández Vázquez*
*Licenciado y maestro en filosofía, egresado del doctorado en humanidades. Es profesor de filosofía y ética en la preparatoria
de Tonalá. Sus intereses académicos son la ética, filosofía de la ciencia, epistemología y argumentación.

Los ensayos filosóficos tienen el objetivo de aclarar problemas. Puede resultar muy sencillo que ese sea su propósito. No obstante, es de las actividades académicas las complejas por hacer. Aclarar problemas no es un trabajo menor. La realidad es compleja por dos razones, por un lado hay demasiados problemas para pensar, y por otro, casi siempre cada problema está enredado con otros más, haciendo complicado no solo pensarlos, sino también resolverlos. Por lo que hacer un ensayo filosófico es de las actividades académicas y humanas más difíciles. Nos hemos acostumbrado a ver la realidad enredada, los problemas que están ahí, frente a nosotros, se han vuelto casi invisibles precisamente por dejarlos ahí, sin pensarlos. Se suele argumentar que, dado que no los resolveremos porque nos rebasan, entonces no hay necesidad de siquiera pensarlos. Partimos de la idea de que están ahí y siempre los estarán. Que quienes los pueden resolver no somos nosotros y solo hay que esperar a quienes pueden hacerlo, lo hagan. Cómo si pensar un problema no basta para solucionarlo.
Es posible que sea cierto, un problema además de ser pensado debe solucionarse. Y entonces la filosofía llega y nos dice que su objetivo no es resolver problemas sino aclararlos. ¿Por qué aclarar problemas y no resolverlos? Una parte de la respuesta es porque, como decíamos, hay problemas que su solución esté en manos de otras personas, por ejemplo, políticos. Pero, no es deseable quedarnos con la actitud de no pensarlos porque no podemos resolverlos. La razón es que, los problemas nos
impactan de forma humana, es decir, aunque los problemas sean difícil de verlos, podemos sentir lo que causan. Muchas veces los problemas causan en nosotros dolor. Y vivimos confundidos pensando en que no tiene sentido pensarlos porque no se pueden resolver. La filosofía afirma que aclarar un problema es más que pensarlo, en otras palabras, cuando aclaramos un problema lo que hacemos en el fondo es desenredar la realidad, y eso causa en nosotros cierta paz que nos permite seguir en el mundo, con más calma, más tranquilidad y más claridad.
Así pues, es tan importante el ensayo filosófico en bachillerato, cuando tratamos de aclarar la realidad desde temprana edad, eso nos podrá ayudar a tener una mejor calidad de vida. Así es que son posibles las competencias en el bachillerato. Los alumnos tratan de aclarar un problema diciéndonos cómo creen ellos que es el sentido y orden de una pregunta. Defienden un punto de vista con argumentos, y el lector encuentra cierta paz al saber que los problemas que le preocupan son entendibles. Entender cómo y por qué suceden las cosas nos ayuda a lidiar con ellas. Por qué las preguntas son importantes y por qué ciertos problemas todos deberíamos pensarlos por su importancia humana. En el fondo, un ensayo filosófico nos ayuda a cumplir el propósito de la filosofía: vivir mejor.