Perseidas


En el cielo nocturno de esta nostalgia te he esperado,
A ti, perseida, que ilumina efimeramente sobre mi tierra,
Mantengo la esperanza de tu luz iluminando la soledad del bosque.
A ti, por quien las aves dormidas despiertan para admirar tu grandeza,
A ti, mi perseida perdida, a ti que con miedo te resguardó en lo profundo de mis ríos,
a ti que vas de paso sobre mi espacio y lentamente vas arrasando conmigo y mi naturaleza.
Querido polvo de estrellas, derrama sobre mí tus lluvias de llaneza,
destruye las malezas a tu paso e irrumpe en las noches de tristezas.
Ojalá pudieras admirar de la misma manera mi naturaleza,
Pero tu paso es rápido y tu recuerdo es eterno.
Si pudiera conservar tu brillo, te llevaría desdeño.
Soy una tierra de huracanes y glaciares,
mantengo en mi oleaje los secretos del pasado
para en el viento soltar las caricias que el dolor me ha dejado.
Las heridas en mi sanan como las huellas en la arena,
pero los sueños por sí solos hablan
y en las noches sin luna de repente estallan.
Sé que no te puedo conservar en mí,
que en algún momento tendré que dejarte ir.
No eres mío y jamás lo has sido.
No puedo evitar quedar en oscuridad cuando tu luz se va,
pero un amor que se convierte en odio pesa más, que aquel amor que nunca logró pasar.
Así que con los mares desbordados te miraré alejado, porque sé que mirarás por última vez a esta
tierra,
aquella que en ella te dejo dibujar estrellas..
 
 
 
 

Alexandra Elizabeth Ornelas López
Preparatoria de Tonalá

El amor es ciego |María Fernanda Lazo Iñiguez. Preparatoria Regional de Villa Corona, módulo Acatlán de Juárez.

Mar de Ardora


Los efímeros deseos de tenerte suelen ser muy fuertes,
suelen lloverme de fuego y sostenerme de pensamientos,
cautivan mis instintos y los atrapan en tus mares,
revolotean en mi vientre y salen por mis ojos,
pero son efímeros y sólo son deseos.
Te observo como pescador al mar para perderme en tus colores,
hablo de ti como las olas al cielo para nunca dejar de regresar a la orilla del pensamiento,
Si no te digo la verdad y sólo miento,
que de antemano quede claro que es por miedo,
porque eres un huracán en mi tierra y yo sólo soy un viento de septiembre,
Porque eres mar de ardora y yo el tonto que te adora.
La convergencia de tus mares con los míos
sólo es ficción para mis oídos.
Al escuchar tu oleaje yo me alejo.
Tan sólo tomo el timón y anejo,
pero el ademán de mi cuerpo sólo busca un rincón en tu playa,
y la limerencia de mi alma
un poco de calma.

Alexandra Elizabeth Ornelas López

Preparatoria de Tonalá

Breathe | Leslie Maryann Hernández Partida. Preparatoria Regional de El salto.

Alucinar

 
Lluvia, me aturden los estallidos de esta tormenta,
estridentes truenos remolinan la Tierra.
El viento furioso mece el eucalipto,
un torrente de agua agita mis recuerdos
un huracán impetuoso
puedo saborear el agua de sal
y oler la humedad tierra.
En este mundo todo está equivocado,
se podría escuchar ese lamento que cada uno lleva dentro y somos sordos.
Miras la nube de espuma y lloras a ratos,
y tu silueta lleva lo que anhelan mis manos.
Siento que soy un tirano, sabes a cerezas,
textura de terciopelo tienen las flores suaves de este edén soñado.
¡Ay!, los sueños echados al vacío
música vaga, melodías enterradas
albergo esperanzas, desecho realidades,
tu mano toma mi helada vida, tacto de ángel, piel tersa, figura inmóvil
escucho estridentes susurros,
mi pensamiento va lentamente componiendo tu voz,
como lejano, comienzo a percibir el silencio de la madrugada.
Estoy solo, observo sólo un sueño,
nada fue real, más que el arrullo del viento.
 

Jennifer Sofía Ruiz

Preparatoria 8

Desde la antigüedad, la poesía…


Las cosas hoy dispersas se reúnen
y las que están más próximas se alejan:
soy y no soy aquel que te ha esperado
en el parque desierto una mañana
junto al río irrepetible adonde entraba
(y no lo hará jamás, nunca, dos veces)
la luz de octubre rota en la espesura.

José Emilio Pacheco


La poesía es un género que se ha cultivado desde la antigüedad. Ya en Las mil y una noches, los personajes, motivados en expresar su estado emocional más profundo, recurrían a recitar versos para conmover a quien los escuchaba. Ejemplo de ello sucede en la noche 35, cuando Alí-Nur entrega como regalo a Dulce-Amiga, su hermosa esposa, al califa, Harún Al-Raschid, disfrazado de pescador; pero antes de despedirse le recita amargamente estas dos estrofas: “¿Vas a huir de mí, ¡oh, sangre pura de mi corazón!, cuando tu sitio está en este corazón herido, entre mi pecho y mis entrañas?/ ¡Ah! ¡Te suplico, oh, tú, el clemente sin límites, que reúnas a los que se separaron! ¡Qué repartas, oh, generoso, los beneficios entre los hombres!”.
Ha transcurrido mucho tiempo y el ser humano sigue encontrando en la poesía la forma más emotiva de expresarse, particularmente los jóvenes. Ellos buscan un nuevo lenguaje, más rico, subjetivo y polisémico. Inventan la palabra, la liman, la tallan, la acarician y la depositan en el corazón de los lectores.
Los poemas que leeremos en este número de Vaivén hacen un recorrido por la soledad, la ausencia y la tristeza, elementos propios de una juventud en busca de sí mismos y de una felicidad inalcanzable. Pero hay otros que son cantos nostálgicos a la naturaleza, a las estrellas y a los espacios habitados por fantasmas. Y para quienes gustan de las vanguardias, un poema al estilo estridentista que nos recuerda “Prisma”, del poeta veracruzano, Manuel Maples Arce.
Invitamos al lector a unirse y contagiarse de susurros, voces y lamentos, de jóvenes creadores de nuevas realidades; éstas, muchas veces, próximas a ellos mismos. Invitamos a tocar sus poemas, en algunas ocasiones sentirás texturas suaves y tersas que te envolverán en cálidos sueños; en otras, apenas te rozarán y sentirás el fuego, el dolor, el desvanecimiento.


Pedro Lomelí Hernández*

* Licenciado en Letras por la Universidad de Guadalajara y maestro en Educación por Tercer Milenio. En la actualidad imparte clases de Habilidad verbal y Estilo y corrección en la Preparatoria de Tonalá.
 

Versos de polvo de estrellas y tinta


El primero por mi madre, por ser quien sostiene mi templo
El segundo por mi abuela y su estantería de libros viejos
El tercero por mi pareja, que me sana con consejos
Y el cuarto por mí mismo que me obligó a apuntar lejos
 


Escribiendo frases que te marcan pa’ poder llegar al alma
escribo las indicaciones para guiarme cuando parta.
Siempre soy esclavo de las frases que digo y me considero un mendigo
aun sabiendo que el rey es la carta más alta.
 


Me gusta la escritura pero no si las censuran
Fan del pensamiento y del cielo pero no si están nublado
Tomo cristales con las manos porque siento que son sueños
y me identifico con ellos, rotos y desordenados.
 


Mi poesía no habla de ocasos, ni bellezas ni fracasos
ni de plantas, ni de aves, ni tropiezos, ni balazos
No me considero un poeta, sólo soy un garabato
que un día conoció un cometa y ahora escribe en su regazo.
 


Aunque ni siquiera escribo, sólo le doy forma al alma
para poder protegerme por si llegan los fantasmas
regando polvo de estrella por si mi mente se estrella
saber que en algún lugar quedan mis cartas.
 


Yo, más que un artista, me considero un artesano
por tomar un diccionario y darle forma con las manos,
por jugar con las palabras como si fueran pelotas
y hacer que reboten y resbalen como en el vidrio las gotas.
 


Ahora me oculto de mí mismo, escribiendo a escondidas
una mano sobre mi pecho y otra en mi papel con tinta
Después de tantos gritos mi alma yacía dolida
tomando mi pluma cual suicida a una cuchilla.
 


Digo lo que es necesario porque aquí nadie hace caso
a soñadores, locos y niños nunca nadie los escucha
quien presume de buen criterio y nunca tomar un bando
en cada discusión dirá salir ganando.
 


Escribo mi última estrofa sobre educación moral
con el profesor Reflexión hay mil lecciones por tomar
Cuando aceptes que tu vida vale igual que las demás
estarás dejando el nido de una vida artificial.
 
 


César Daniel González Girón
Preparatoria 9

Inesperada partida


Quién diría que tendría que buscarte,
ya que no esperaba tu ausencia,
pero sólo me queda esperarte
porque me aferré a tu presencia.

 
Al paso del tiempo aún siento dolor
pero no fue más que una impresión
porque al recordar tu singular olor
me inunda la vida de gran decepción.


Sin darme cuenta te di mi vida
Ya tu partida quedó en mi recuerdo
mas no en mi recuerdo quedó tu partida;
y hoy sólo espero nuestro reencuentro.


No dejo de recordar tu huida…
¡En mí solo hay desesperación!
Suelo pensar que es una gran mentira
Al final solo es mi ilusión.
 


¿Qué no puedo aceptar tu partida,
aunque haga el mayor de mis intentos?
¡Basta…! Que observen sólo mi herida…
¡cómo florece mi sufrimiento!

Y aquellas cosas que hicimos juntas
se anidan firmes en mis recuerdos;
no necesito de su ayuda,
sólo que broten mis sentimientos.
 


¡Y si… en vida nos diste un gran amor,
y eso ha bastado para ser alegres;
aún yo siento tu cálido calor,
en cada suspiro, que obliga a quererte!


Es tu ausencia mi cruel caída;
hiciste en vida… más que amarme,
lejos está de ser nuestra despedida,
¡volver a verte…! ¡Espero, madre!
 

 


Martha Elizabeth García Mederos
Preparatoria 22

Hoy me toqué pensando en ti


Pasé mi mano por mi mejilla tal como alguna vez pasaste la tuya;
enredé mis brazos sobre mí mismo lo más que pude.
Entrelacé mis dedos como cuando paseábamos
atrayendo las miradas juiciosas de quienes no entendían nuestra forma de amar.
 
Pese a tocarme como tú lo hiciste, no fue lo mismo:
mi mano no es tan suave ni tan larga como la tuya,
mis brazos no alcanzan ese recóndito lugar en mi espalda como lo hacían los tuyos
mis manos no tienen tu calor ni tu color
ni la precisa fuerza para sujetarme sin aprisionarme
como lo hacían las tuyas.
 
Me toqué pensando en ti
y unas lágrimas furtivas navegaron por mi rostro
siguiendo los trazos de las caricias que hiciste con tus dedos.
Mis fuerzas cesaron
entendí, de nuevo,
que ya
          no estás
                       conmigo.

Owaldo Javier Anguiano Medina

Preparatoria 12

Mente Floreciendo | Issa Apola Sánchez Álvarez. Preparatoria Regional de El Salto.

El juicio de los árboles


Juzgado.
Por según conocerme,
por haber escuchado.
Tachado.
Para siempre,
a causa de mis turbios pensamientos,
desmesurados.
Ellos creyeron conocerme por lo que vieron,
dijeron o escucharon mí,
pero pocos, muy pocos
han podido presenciar mi verdadero yo;
sus voces,
gestos y sonidos,
su suave y ocasional feroz tacto,
los pasos livianos y toscos
que doy en las noches de incesante e incómodo silencio.
Ese que lastima
quema y atormenta a la mente,
que dirige al corazón a un malestar profundo,
ese dolor que pocos conocen,
incómodo y nauseabundo.
 
Y si hablamos de conocedores
quién mejor que las estrellas
o las hojas de los árboles,
sólo hablo con ellas,
sin decir nada,
sólo mirándoles.
 
Hay días que parecen ser mejores,
cuándo todas mis palabras suenan bellas,
acabando el día estoy en mi fresca cama,
sólo contándoles.
Pensando.
Finales buenos me sobran,
para aquellos cuentos que de vez en cuando escuchan,
los árboles ya no me dirigen la mirada,
sólo susurran.
Deseando.
Si no hubiera hecho nada,
no tendría que haber inventado final alguno,
de cientos de cuentos no habría ninguno.
Llorando.
Los árboles comienzan a enojarse conmigo,
sospechan de la veracidad de mis cuentos,
piensan que no son reales,
los finales ya son repetitivos.
Y cómo no ser así
si de esos desenlaces no he vivido nada,
si arruiné todo antes de acabarlo.
Les contaba lo que hubiera querido que pasara,
para que ese clímax de ensueño que viví cuadrara,
pero ahora ellos gritan “por mentiroso vamos a enterrarlo”.
Muriendo.
Que lo inculpen,
señores árboles,
suplica éste enfermo y dañado,
no era mi intención mentirles,
pues no quería llorar a su lado,
porque ustedes me acogían tanto que no quería decirles,
por mi absurda torpeza en el amor soy fracasado.
 
Al siguiente día me encontraron colgado.
una rama me sujetaba fuertemente,
pues ellos me habían perdonado;
escucharon de mí palabras tan hermosas que decidieron
[regalarme otra oportunidad,
que afortunado.
 
Lastimosamente,
señores árboles,
les he mentido de nuevo,
creyeron escuchar por primera vez un final verdadero,
pero a eso vengo en esta ocasión,
escribiré un cuento con inicio y final bueno,
si las cosas parecen ir mal
seguiré hasta que lo vea completo,
sus hojas escucharán algo increíble la próxima vez
que me vean venir,
se los prometo.
Naciendo…

David Eliud Ávila Núñez

Preparatoria 19

Kilometraje el adiós


Es nefasto, el no poder hacer nada al sentir
que el kilometraje aumenta en mi pecho,
con tan solo mirar su inquebrantable
sonrisa. Desearía decírselo todo,
forjar un recuerdo único, uno
que no pueda olvidarse
aun teniendo
Alzheimer.

Ataraxia


I
Cuando el mar se sosiega,
las olas se apaciguan
y nuestros latidos retumban.
Cuando la marea sube,
los cristales del rostro resplandecen
y el viento acaricia sus etéreos labios.
 
II
Cuando la marea baja,
los cristales comienzan a despertar,
al parecer…
un sueño puede ser la ataraxia
de una vida entre suspiros.
 
III
El sol termina de sellar a la luna.

El camino | Ximena Janeth Meza Márquez. Preparatoria Regional de El Salto.

Dalia


Eres primavera,
aun cuando los sépalos
de tu rostro comienzan a agrietarse,
incluso cuando otros piensen lo contrario
y sientas que tu mundo se vuelve pequeño.
Siempre serás inmarcesible,
la flor más bella desde el péndulo del ser,
hasta el exterior de tus inefables pétalos.
 

Carlos Alberto Montero Ortiz

Preparatoria Regional de Tala

Movimiento y cambio

Sistema Londres | Moisés Cuauhtémoc López Ruvalcaba. Preparatoria de Tonalá.


El día de hoy ha muerto un hombre en el pueblo
y al final del día habrá nacido más de un niño,
hoy 1 300 niños han entrado al jardín de niños
mañana 1 300 se habrán graduado de la universidad.
El aire moverá la hoja,
la hoja la comerá el gusano,
el gusano se convertirá en crisálida
y la crisálida liberará a una mariposa.
Hoy te daré un melifluo beso
a la luz de una mangata
y mañana te gritaré rencorosamente
bajo el ardiente sol de mediodía.
Por la noche extrañaremos nuestra soledad
al despertar nos buscaremos sin razón alguna,
y por fin aquí llega de nuevo el alba
anunciando que es tiempo de un nuevo cambio.
 

 


Jared de Jesús Flores Segura
Preparatoria Regional de Chapala
 

Jazz biodigital


Saltos led de mentes exaltadas
acordes invisibles,
elegantes, hechos cromo
 
Reflejos oscuros de un metro
melenas sintéticas
alrededor, spam ciber potenciado
 
Apartamentos mudos
prismas mecanizados
barnizados por modernidad
 
Ropaje de calculadora
ondulante, una vértebra
hecha mercurio y tinta china
 
Negrura de primera clase
luciendo líneas de sensación lucificada.

Sueños de un niño | Josselin Vianey Pulido Romo. Preparatoria Regional de El Salto.

Recuerdos wixárikas


Camino rosa para los niños
violas entre milpas susurrantes
zacate debajo de elote
añejo por los ladridos, los rezos,
 el fluido entre tizne, transfigurado a licor
lenguas oriundas
tejidas con color “salvaje nacimiento”
penuria agraria de etnia hecha fiestas.
 


Diego Morán Díaz
Preparatoria 9
 

Tósigo desvelo

Aurora | José Adrián flores Bañuelos. Preparatoria Regional de Tlajomulco de Zúñiga.


La cama alberga desvelos
y frío aliento.
La ventana le da eco al pavor
y es casi silencio.
 
Aún percibo polvo,
que persigue a la brisa.
Tósigo y escarcha,
en el pecho se anidan.
 
No me araña el pasado.
Me invade la pérdida
que aún no llama.
 
Me ronda cien veces el acto que ya fue dado.
El ofusco cuarto me muestra un yo claro
(el que se fragmenta cuando el sol a mi techo acaricia).
Encuentro que mi noche más que duelo, es encuentro.
 
Poco antes de ceder el alma, 
entre parpadeos pellizco sueños.


Tania Rodríguez Alonso
Preparatoria 15
 

Tierra de talismanes

Solitario | Ximena Janeth Meza Márquez. Preparatoria Regional de El Salto.

Soles y latidos conservo en vitrinas,
los libero cuando cumplen un mes.
 
Al clavel le he visto sonrisas,
a las estrellas correr.
 
Sé de pájaros que juegan a encantados,
aunque me asome despacio se habrán escapado.
Si mis abejas desisten las duermo en laurel,
a cambio bendicen los tallos.
 
De mi llanto brota lava.
En la calma la espuma me entrelaza los pies.
Si viajo de noche y me recuesto en el césped,
como manta el perfume de anís envuelve mi ser.
 
Sé cómo los sueños rotos vender,
mas si el cielo oscurece,
me los he de comer.
 
Me relampaguea el cabello en otoño,
en invierno el frío viento lo hace de él.
 
Con noches de lluvia me pinto en la tierra húmeda,
se me enmarañan flores a las venas.
Con el paso de lunas conocí el fulgor,
y el canto que al espíritu serena.

Tania Rodríguez Alonso

Preparatoria 15

Imágenes Poéticas

La riqueza que aporta la inspiración conquistada por la poesía permite las reflexiones más legítimas del ser. Sus funciones son orgánicas, se alcanzan por medio de la escritura creativa en contextos mezclados. Entre luces y sombras, propone en las ausencias o encuentros diferentes voces que nacen dan y profundidad a nuevos contenidos.

La revista Vaivén en cada número lanza propuestas que retan las expectativas de lo establecido por su novedad, obligan a nuestros lectores a renunciar a definiciones preestablecidas a través de rimas íntimas que muestran la  introspección llena de magia y musicalidad, más exacta del universo juvenil. 

De la misma forma, los mejores escritores de la historia en la literatura han definido a la poesía como un arte mayor de la voz escrita, pues muestra la realidad más allá de las metáforas, emociones o pasiones; comunica la visión esencial del mundo y de aquellas cosas que parecen pequeñas; le da gran sentido a la vida; consiente poner en perspectiva nuestros afectos, con imágenes emotivas y vitales. Como lo define Jorge Luis Borges: “Poesía es la expresión de la belleza por medio de palabras artísticamente entretejidas”. Esta definición podría valer para un diccionario o para un libro de texto, pero a nosotros nos parece poco convincente. Hay algo mucho más importante: algo que nos animaría no sólo a seguir ensayando la poesía, sino a disfrutarla y a sentir que lo sabemos todo sobre ella (Rubiano Vargas, 2006).

Asimismo nuestros jóvenes escritores incursionan en la poesía con el vitalismo que les caracteriza, algo que fue evidente, porque potencializan sus perspectivas para desentrañar la esencialidad de las palabras plasmando sentimientos, elevándolos a un significado universal, humano y con una riqueza armoniosa en su lengua nativa.

Es entonces que los nombres, las sensaciones, los momentos cotidianos, sus filias o fobias se vuelven  trascendentales. La definición del amor parece como recién nacida, algo muy elocuente. En ese sentido, es porque algunos sueños se alcanzan tempranamente ante la poesía y todo se convierte en un acontecimiento de resignificación ante la vida, la muerte, el heroísmo, el sacrificio o la fugacidad de los sentimientos.

De esa forma coinciden con los grandes escritores en cuestiones expresadas desde la antigüedad, con Safo, Bécquer, Paz, García Lorca, Sabines, Storni o Mistral. Estudiantes de bachillerato han encontrado en el género lírico un camino infinito hacia la frase corta con profundidad o la prosa poética llena de sentimientos derramados llenos de símbolos, que nos superan, desesperan, colman, acercan o distancian.

En este número, Vaivén da oportunidad de publicar a estudiantes del Sistema de Educación Media Superior, con sus propuestas producidas en aulas, talleres literarios o cursos de escritura creativa, inmortalizando así en tinta y papel, apegos, secretos, sucesos importantes relacionadas con otras expresiones artísticas, donde incluso la pintura puede ser un tema alterno para permitir recursos ilimitados de imágenes viajeras en el tiempo y espacio.

Adriana Sotelo Villegas*

* Poeta y docente en la Universidad de Guadalajara, imparte clases de filosofía desde hace 28 años. Ha publicado en revistas literarias y científicas de historia.

1928, París

Una estrella en el océano
Roberto sueña en el cristal
 

Paseo de atardecer
El momento indicado

Al revés hay un espejo

Sombras, figuras de una pareja
Parecen ser felices
Desnudarse y acostarse, adiós.

Callejón sin salida

Estoy encerrada en una burbuja

Una copa, de vino bien servida

El monstruo aparece
Niños Cayendo

La estrella se duerme
El periódico desaparece
El viento se lo lleva

Corre que te lleva a ti también.

Andrea Julieta Navarro Larios

Preparatoria 7