Lastimado sueño

I

A veces sueño que tus manos se convierten en ironía
que responde tu voz al frío de las miradas
y que en cada abrazo,
mantienes tus secretos así,
secretos,
hasta que las palabras se sienten perdidas.

A veces sueño que es así como se siente
mis manos pierden su talento
tus mentiras conversan con mi realidad
el mundo se queda quieto por un instante
lo infinito deja su perfume en ti
como una ola de nostalgia.

II

Tu olvido huele a un día de lluvia, a momentos de risas, teorías sin sentido, a sueños desesperados. La mañana llega como una flecha dispuesta a derramar las esperanzas de cada noche en vela, en la que tu regreso se siente tan real que el universo se esconde porque contigo es suficiente veneno en mi memoria.
Este dolor me deja deseando un final sin despedida.

III

Cuando de tu alma brota el tiempo de nuestra espera
el cielo se convierte en tu deseo inexplicable
nuestras voces esconden los propósitos desnudos
incandescentes
de quienes amaron hasta la demencia.

Tu cuerpo despertará un huracán a inicios de febrero
mis labios traspasarán las murallas
para sostener el lenguaje de lo que aparece inesperadamente
alborotando los vacíos de nuestros corazones.

Y me quedaré aquí
dispuesta a buscar la eternidad
bajo el color de cada sonrisa tirada al viento.

IV

No eres tú, es el pensamiento que nos abraza, una promesa despiadada de la que te adueñaste, el brillo en esos ojos tan lejanos, que han heredado la oscuridad de los largos días en que tu alma rondaba de cama en cama, como queriendo parar, seguir, vivir.

¿Viste el rostro de tu destino? No eres tú, sino la soledad disfrazada de lo que se deshace, un sueño perdido a inicios del invierno, el miedo desenvolviéndose al ritmo del pecado, con manos temblorosas y deseos aborrecidos.

Natalia Karime Hernández Valdez
Preparatoria 12

Fuimos

¿Cuántos fuimos?
Dicen que veinte, tal vez cien
¿quién nos cuenta?
Cercana la noche, nuestros brazos se fundieron.
Fuimos el suelo que los sintió correr
las lágrimas espesas que les tiñen el cielo de rojo
la señal de un cambio inesperado.
Interrumpido.

Fuimos un destello amarillo
el reloj reduciendo los segundos
comiendo horas.
Sus nombres entre tantos lanzados al viento
escondido en ecos
dolorosos por incomprendidos
admirados por hirientes.
Siempre intactos
siempre fieles
con delirios de sufrimiento.

Fue un mundo verde nuestro destino
reducido a órdenes
con final enfermizo:
la ventana a un agujero íntimo al exponernos.

Preguntar les sabe a insolencia
a balas atravesando su ego.
Háblenme de inconsistencia,
–somos cada frase hecha susurro
–cada vida contada con miedo.
Los creí insaciables,
malas noticias, atardecer prematuro
una noche en vela, cuerpos floreciendo en un jardín de ideales
marchitándose al amanecer
con este rocío que anhela dominación.

Natalia Karime Hernández Valdez
Preparatoria 12

Parábola de la consciencia

El preso de la maldad
será socorrido,
aquel a quien lo agobie su Dios
será aliviado.

Ella no enreda coronas de espinas
no engendra amarguras ni dolor,
deidad hablante,
astuta asesina
jueza que discierne entre el oprobio y la virtud.

Aconsejado por las alimañas,
asediado por las sombras
ceñido por la cintura de la cruz
las nubes se irán disolviendo,
y darán paso a la luz de absolución.
Aunque duela la espalda cuando cargues a tus muertos,
recogerás el trigo de tus campos, satisfecho.

Una vez que susurre en tus oídos,
los sentidos se abrirán en claridad
desplegará en el suelo un tablero de caminos.

Entonces, hablarán por turnos tus demonios y tu fe.

Selene María Flores Camacho
Preparatoria 12

Inhalar

Nebulosas
sombrías y encausadas al vacío
al final de los días dispersos
fragmentos minimísimos de luz
migajas enormísimas de fuerza
acumulaciones sucias
que beben vapores divinos
hojas volátiles
quebradizas.
Compactar matrices
ahogar partículas
Dios en una palabra vetusta y llana
“nada”.

Andrea Azucena Avelar Barragán
Preparatoria 2

P.D. Te amo│María Guadalupe Barba Fonseca, Preparatoria Regional de Atotonilco

P.D. Te amo│María Guadalupe Barba Fonseca, Preparatoria Regional de Atotonilco

Insatisfacción crónica

Insatisfacción crónica
como heroína en tus venas
se vuelve adictiva en cada expectación
disminuye de día y devora por las noches
asfixiándome lentamente, pidiendo más de todos
y sufriendo por todo
desangrando la esperanza y aplastando la pasión
nuevo retroceso: inhalando y exhalando
justificando suicidios masivos y abandonando las normas
esenciales
enamórate y condénate para no prevalecer viva
te acorrala y usa tu lengua para castigar tus ideas banales
que te intoxica la razón y caes al borde del abismo.
Casi muriendo llega la iluminación
entiendo que caeré cien veces
descubro que no hay neblina
libre de expectativas veo la claridad del camino.

Andrea Michelle Ramos López
Preparatoria 20

Rosa│Diego Guadalupe Pérez Vallejo, Preparatoria 20

Rosa│Diego Guadalupe Pérez Vallejo, Preparatoria 20

Supersticiones

Las niñatas consentidas suelen tener la certeza del cortejo
no hay para ellas algo más ilusionante que la leuconiquia
Sus uñitas están s
a
l
p
i
ca
d
a
s de suerte y de ello se jactan
por cada mancha un amante, dicen las sesentonas
el déficit de calcio pronostica la venida del amor
lo garantiza

(las garras son importantísimas
en un mundo que rasguña, hay que nacer con infalibles garras)

¿No será el amor
–genuinamente me pregunto–
un magno rito de superstición?

Luzdary Acosta Covarrubias
Preparatoria 5

El gusto de ser auténtica│Ernesto Jair Campos González , Preparatoria 17

El gusto de ser auténtica│Ernesto Jair Campos González , Preparatoria 17

Nada que decir

Me despierto.
El silencio me estorba
como sutil grosería
a la incesante cuestión de la madrugada.
¿Hasta dónde estaba dispuesta a llegar?
Ya eran las tres en punto,
esa mediocre medida
que marcada con rojo el reloj susurraba.
No llegamos a ningún acuerdo;
el tiempo pasa desapercibido,
no entiende razones.
Dejé de insistir
todo parecía inútil.
¿Qué puedo yo hacer?,
al fin yo no hablaba de nada.

Ángel Camaño Andrade
Preparatoria 2

Como cuando el amor está en coma

Como cuando el amor está en coma
como cuando un ave cae de su vuelo
como cuando una madre llora o un niño muere
sabemos que nos tenemos y cuántas veces estuvimos ausentes
creí que el amor nunca se haría flaco. Tenemos una delgada línea que divide lo
que ahora es amor y odio; sentimientos opuestos, que pueden unirse cuando hay
una emoción tan grande, es incontrolable, implota y explota a la vez.
En ocasiones me lamenté por el momento en el que me permití escuchar tu voz
por vez primera, dulce soplo, dulce voz. Es tan nuestra tu melodía.
Escribí libros enteros con las puntas de tus cabellos
leí tu cuerpo días y noches
dibujaba labios sobre tu cuello temeroso.
Pero si yo sólo soy un epígono del amor
pobre bebé, han descubierto tu inocencia
pobre mariposa, han cuarteado tus alas frágiles, víctimas de sí mismas. Muere en
vida mariposa, revuélcate, huye, consigue nada por dar todo lo que pensabas que
era todo.
Los martes te recuerdo, los domingos te amo, los jueves te olvido. Te amo los
domingos cuando solías sonreírle a la pared, la misma pared que siempre miro,
cuando te recuerdo los lunes… miro la pared, te miro en ella, nos miro a los dos.
Tonta pared y tonto te amo pintado en letras amarillas sobre pintura amarilla.
Tonto yo, el mismo tonto que amabas los domingos cuando nos sentábamos en
nuestro sofá desgastado; ponías tus pies blanquecinos sobre nubes y jugábamos
como un par de niños.
Cuando te conocí tenías las mejillas rosadas, qué bien te sienta el rosa y qué bien
te sientan todos los colores.
Puedes volar si quieres, puedes bailar en el muelle con la falda larga que usabas
los domingos, cuando ya tarde le mirábamos el rostro a la luna, cuando poco a
poco las nubes descendían, sí, descendían. Nuestros ojos se hacían grandes y las
estrellas adornaban la cabellera de la noche, una dama profunda y misteriosa.
No debió menguar el amor
no quiero respirar otro aroma, no quiero dar de comer a recuerdos vagos.
Sombría es la vida de los recuerdos y hay diferencias abismales entre los aromas.
La tierra mojada me gusta, pero tu piel bañada en lluvia me desquicia, me
alimenta, me condena. Me encanta recordar a mi primera mascota, pero me
encanta más cuando te miras al espejo y te pones serena.
No debieron agonizar los días, no tenían por qué expirar las caricias que
transitaban por mi cuerpo, tus manos como gotas de agua implorando resbalar.
No debieron ultimar los instantes unidos.
Como cuando adornaba tu cabello y apagaba tus floreros. Tu cabeza, el más
agraciado jardín, hierbas sobre la frente, mariposas sobre los labios.
Como cuando te amaba, cuando te amaba y cuando te amo, cuando te amo y
exploto.

Patricia Guzmán Franco
Preparatoria Tonalá Norte

Decir así la vida

El mero acto de decir y que de éste se desprenda un eco, una voz que se repite a sí misma como si de una cueva naciera la palabra.
El repaso de un sentimiento de infertilidad, ese deseo atorado en el corazón de la garganta, de donde, paradójicamente, nace todo lo que de la palabra sabemos.
La ruptura de dos amantes, el desasosiego matutino de cuando uno se encuentra solo y preguntándose, preguntándose siempre.
La pérdida de sí mismo, ese lazo que nos ata a la tristeza y al recuerdo de las palabras que no quisimos escuchar.
La relación del hombre con los dioses, vínculo ancestral que se renueva con cada ofrenda y que fusiona lo divino con lo humano en un pequeño acto como entregar el ojo izquierdo.
La búsqueda que ha terminado porque el universo revela poco a poco las respuestas en breves imágenes que descubrimos sin hacer nada más que observar.
Ésas son algunas de las noticias que nos traen los textos poéticos que a continuación leeremos. Así dicen estas jóvenes plumas la vida, así nos van narrando lo que de su pensamiento y sensibilidad nace y cómo ellos, a su vez, leen el mundo.
No es asunto menor conocer un poco de lo que estos once jóvenes escriben.             Recordemos que Vaivén se ha encargado de reunir y publicar poemas de preparatorianos en un acto de difusión, pero también en un acto de conservación y registro de los textos iniciales de autores que quizá, nunca se sabe, en unos años veamos bien instalados en la literatura jalisciense.
Es sustancial, entonces, no perderles la pista y completar el ciclo que aquí se inicia, ellos ya escribieron, nos corresponde a nosotros leerlos y disfrutar de sus letras.

Marlene Zertuche*

Marlene Zertuche es poeta y editora. Estudió Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara. Dirige la agencia de servicios editoriales Bookend.

Summertime

Descubrí mi futuro leyendo la palma de tu mano
contando estrellas en tu frente
el universo estaba retratando una historia
sobre el sol y sus canciones.

Tal vez la sabiduría del universo
está enredada en su cabello
las respuestas se deslizan poco a poco
y me inclino supersticiosamente.

Mariana Casillas Guerrero
Preparatoria 4

Infiltrarme

Oda al verdadero amor │ Aranxa Carolina Aguilar Mendoza. Preparatoria 14

Oda al verdadero amor │ Aranxa Carolina Aguilar Mendoza. Preparatoria 14

Palabras sordas a la nada
cada noche intento
verte
oírte.

Vivo entre las sombras de la oscuridad
escapando de mis sueños
pinté la casa de negro
volví a quebrarme en el concreto
buscando sus perfumes en cada esquina
pobre demonio lleno de mentiras
y gatos como tus palabras
desgarrando mis miradas.

Caen estrellas miserables
el universo pintado de mentiras
cansado de peleas
perdido e inerte
atrapado bajo tus palabras
bebido y muerto
al lado de tus sueños.

Miguel Alejandro Arellano Reyes
Preparatoria Regional de Ciudad Guzmán, Módulo Tecalitlán

Huida

Ayer asistí a mi funeral,
el día era gris, nublado,
el sol me abandonó,
una carta en la repisa del cuarto
tu amor tomó otro tren
voy a seguirlo.

12:43, decía el dictamen de mi muerte
nunca me sentí más libre
ahora tu amor me hacía feliz
1:56, llegaste al hospital.

Querido, tarde otra vez,
no te preocupes, ya no protestaré
seca esas lágrimas
¿por qué lloras, vida mía?

Jazmín lizbeth Cervantes Lomelí
escuela Politécnica de Guadalajara

Eco

Hablo o grito,
callo y escucho.
Todo lo que antes dije
se oye
una… (una…)
otra… (otra…)
y otra vez… (y otra vez…).
Cada vez
aún más silencioso,
hasta perderse en el olvido.
Y lo vuelvo a hacer.

Eugenio David Aguilar Díaz
Preparatoria Regional de Tecolotlán