Me agoto gota a gota,
me escurro en las baldosas y ahí permanezco,
agua estancada, refugio de huevecillos y mosquitos.
¿No quieres beberme?
¿Te asquea mi color negruzco,
mis orillas enlamadas, el rastro de las pisadas,
las bacterias/moluscos/criaturas/desechos que me habitan?
Me agoto gota a gota,
se deshacen mis brazos,
tu recuerdo en escapulario va corriente abajo
y no puedo tomarlo; se funden mis lágrimas,
mis pensamientos y mis entrañas.
Bébelo todo. Por favor, bébelo.
Me agoto gota a gota,
realmente ya no me importa,
me vacío por la coladera,
fluyo en manguera y riego la tierra
para que erosione con mi tristeza.
Bébeme, te lo ruego,
no soy enfermedad ni veneno.
Me agoto gota a gota,
sólo quiero que me arrojes a tus ojos,
caer sobre ti como dulce remedio;
que hagas de tu mano un cuenco,
me recojas y me sorbas;
que te desnudes y te bañes en mis riberas
y te hundas en mí cuando perezcas.
Bébeme, soy agua bendita, curativa,
soy saciedad y vida.
Jhovana Itzel Aguilar Jiménez
Preparatoria 8