Y ya está.
Escucho a mi madre rezar a lo lejos.
Me pregunto si sabrá que ya no me importa.
La dulce indiferencia de los recuerdos.
Bostezo, aún no estoy cansada.
Tic-toc. Toc-toc. Tum-Tum.
Todo al mismo tiempo.
¿Dónde está el cielo?
Los pequeños gritos del corazón viajan hasta mi boca.
Entonces sé que ya está.
María Fernanda Oliva Guzmán
Preparatoria Regional de Puerto Vallarta