A veces soy las 4:00am.
No las 3, por que las brujas aún trasnochan
en su hora, ni las 5, porque alarmas en todas
partes anuncian que es hora de salir a correr.
A veces soy las 12 de la tarde pero eso a
nadie le importa porque todos conocemos
las luces de mediodía. Ese lado inquieto y
bullicioso de la sangre fluyendo, una calle
pletórica, intranquila, turbulenta.
Todos conocemos las 12:00PM. Pero sólo
ha probado las 4:00AM quien conoce
motivos.
A veces, de madrugada, soy los amantes que
no tuve.
A veces soy mi madre que llora porque grita
en silencio las batallas perdidas antes de
pelear –y la peor hija-.
A veces soy sola, callada, oscura, insomne.
Me muerdo las uñas porque son las 4:00 am.
y sigo inevitablemente aquí, sin nadie que me
salve de lo que pude haber sido pero no seré
jamás, que me mira desde un espejismo
futuro con sonrisa altiva.
A las 4:00 am no soy ego ni persona; ni soy
las 12 de la tarde. A esa hora soy una voz
que susurra
A veces, a las 4:00 am, soy poesía.