Compartir los apuntes entre nosotros

Las preguntas filosóficas son reflejo de problemas en la realidad. Los problemas tienen la característica de que se mantienen, cambian y en general, se enredan con otros problemas. Incluso, se vuelven invisibles. Los seres humanos estamos lidiando con la realidad cada instante de la vida. Y los problemas son tan complejos que llega el momento en que causan dos cosas: o dejamos de verlos, o caemos en crisis existenciales. Generalmente dejamos de verlos; hacer filosofía es volver visibles los problemas. Sin embargo, es contraintuitivo el quehacer filosófico. Todos huimos de los problemas, ¿por qué querríamos notarlos claramente?

Un problema no puede resolverse si no es visible. Hacer filosofía es un acto de valentía en ese sentido: se trata de iluminar lo que normalmente permanece oculto. Un ensayo filosófico es, precisamente, un esfuerzo por hacer visible un problema y proponer una respuesta. En otras palabras, es adentrarse de lleno en la crisis existencial. Podríamos decir que todos vivimos una crisis existencial común: la búsqueda de sentido en la vida. Sin embargo, solemos evitar enfrentar estas crisis. En cambio, si decidimos abordarlas a través de la filosofía, podríamos estar en condiciones de comprenderlas y, con ello, encontrar algo de sentido.

En esta revista se presentan ensayos filosóficos escritos por nuestros alumnos. Son apuntes personales sobre cómo tratar de darle sentido a la vida. Son intentos por resolver sus propias crisis existenciales. Este texto es también una invitación a la lectura. Leer un ensayo filosófico es asomarse a una manera de entender la vida, de compartir cómo comprendemos ciertos problemas y de intercambiar posibles respuestas.

Hacer filosofía es, en cierto modo, compartir las respuestas del examen. Un examen cuya gran pregunta es cómo encontrar sentido a la vida. Los ensayos de nuestros alumnos son formas de acercarse, comprender y enfrentar los problemas reales que nos provocan sufrimiento. Muchas veces, las crisis existenciales están profundamente ligadas al dolor. Por eso, leer estos ensayos puede ser una manera de entender la vida y, quizá, aliviar ese dolor. A eso me refiero cuando hablo de “pasarnos los apuntes entre nosotros”: ayudarnos mutuamente a encontrar sentido, compartiendo nuestras reflexiones y comprendiendo los puntos de vista de los demás. Conocer la perspectiva de nuestros alumnos puede ser una forma de estar mejor. De estar juntos en la búsqueda.

*Dorian Hernández Vázquez.

*Docente de la Preparatoria de Tonalá «Ruth Padilla Muñoz». Licenciado y Maestro en filosofía, Doctor en Humanidades. Profesor de las materias de Filosofía y Ética. Investigador en ética, epistemología, filosofía de la ciencia y argumentación.