Me vi en el espejo,
las sombras danzaban como espectros,
los huesos eran ruinas,
pero la piel se convirtió en una carga, un manto pesado.
Conté las costillas,
una, dos, tres… demasiadas,
pero el reflejo era un lienzo distorsionado,
seguía viéndome como una montaña imponente,
un océano de inseguridad.
Callé el hambre,
cerré los ojos como quien apaga una estrella,
y el frío se coló,
como una serpiente abrazando mi alma.
Yarely Hernández Hernández
Preparatoria 15

José Emanuel Carrillo Nievesys
Módulo San Agustín de la Preparatoria Regional de Tlajomulco de Zúñiga