Paraíso

Ernesto Gabriel González Santiago | Preparatoria 7

Blanco cielo me arropa
tela suave de ángel
cayó a mí la nube


En tierra sin suelo
lugar prometido por voces
escondido tras rejas doradas
resguarda mi calma en ayuno

Probando a Dios cada mañana
dosificada benevolencia
ingesto perdón


Un porqué divino
diagnosticado por venas y tics
resurecté para entender

Alejarme de lo banal
del dolor de los besos
marcados en mis muñecas


Nada importó entre arcángeles
los pecados me revocaron
mostrados en pruebas y pelo débil
fui lienzo de un nuevo testamento

Conociendo el Edén
su esencia se impregnó en mí
inocua, insabora, inescapable


Buscando la eternidad
arranqué mis puntadas
salté de estas nubes
con la anestesia
aun en mis alas