Carmen Tovar Ruiz
Preparatoria Regional de Etzatlán
Cuando la tarde se vierte en las olas y las garzas zarpan gustosas. Solo cuando el viento susurra plegarias. Me asomo por la ventana y observo a la misma persona, en la misma postura, en el mismo lugar y me atrevo a decir que estoy pensando en las mismas cosas. Desde aquí no siento el frío pero sé que aquella miniatura tirita. Llevo meses preguntándome la razón de su estadía a esas horas. En la playa las banderas rojas despiden al crepúsculo. Las estrellas asoman sus vestigios, la noche se prepara para caer en la costa, y aquella persona se rehúsa a dejar su lugar. Pensándolo bien, yo hago lo mismo; en diferentes circunstancias, la acompaño en su pena, que con el tiempo se convirtió en la mía. Quisiera ir con la persona de la playa. Solo déjenme un rato, solo déjenme que el frío no me mate.