Nayari Jaqueline Camacho Sánchez | Preparatoria 9
Tengo miedo de lo que pueda llegar a pasar, tengo angustia de todo, tengo temor de mí. ¿Qué pensará de mí, mi yo pequeña? En realidad, no me importa; todo lo hice por y para ella, supongo.
Nadie me puede culpar. Todo fue muy fácil; ellos son tan manipulables y, ¿acaso yo tengo la culpa? No, así es, tengo razón.
Aún recuerdo la primera vez que lo hice, sin razón, ¿o sí? No sé, me gusta esta vida, nadie puede negar que estas zapatillas y este bolso me quedan espectaculares, ¿todo está bien, cierto?
Ya reflexioné, dejaré de hacer todo este engaño. Mañana mismo buscaré un buen trabajo y poco a poco creceré y compraré todo por mi cuenta; es más, ya mismo busco sugerencias de un buen trabajo.
Él me volvió a escribir, me tiene un nuevo bolso y yo me alegro mucho porque no quiero salir de mi cama para conseguirlo.
Sé que estoy perdida, pero no mucho, o tal vez sí. Podré engañar a todos, pero yo sé la verdad. Espero que nadie me vuelva a buscar. Bueno, depende. Ya no sé lo que quiero, no soy feliz y tengo miedo. Tal vez un nuevo y brillante collar solucione todo. Estoy segura de que el dinero me dará toda la felicidad que perdí por su misma culpa. Estoy segura de que pronto todo estará mejor, ¿cierto?