Jael Montes Cervantes
Preparatoria Regional de Amatitán, módulo Arenal
Podía ir tan rápido como quisiera
sentir el viento reventar cadenas
el mundo era mío,
desde mi bicicleta.
Y yo sonreía con inocencia.
Pedaleaba alegre
pedaleaba discreta
y la distancia se hacía presente
a cada instante
y sin problema.
Y mi sonrisa era admirada
y relevante.
Un piropo,
un pensamiento
miedo…
¿Podría retornar a casa?
O…
¡acaso un titular más!
me sobresalta.
Y me sobresalta también
el canto de los pájaros,
que ahora implora
volver a casa.
Un anhelo me esperanza
es el descanso cómodo
en el regazo de la bondad,
inocencia,
y añoranza.
Miradas deambulan
mientras mi andanza,
son miradas oscuras
entre sombras
perspicaces
y malas.
Pedaleo en tinieblas
contra las miradas
para que nunca más
mujeres divinas,
y delicadas
sientan miedo
ni desesperanza.
Nunca más inclinadas
ni entre calles
ni entre miradas
ni nada.
Tu cabeza siempre al frente
mujer
ante semejante atrocidad.