1
Sigo sin poder respirar, mi estómago me duele cada vez más. No quiero hablar, quiero dormir, pero temo no despertar y… ¿si esa sombra en la ventana del último piso era mi hermana? Lo más extraño es que mi madre por la tarde me llamó mientras yo intentaba dormir, dijo que vio a una muchacha asomarse como yo suelo hacerlo cuando la quiero asustar. Ella mencionó que vio sus ojos y por eso me gritó, pensaba que era yo, pero yo en ningún instante me levanté, y bromeando le dije que estaba loca, pero ella aseguró que alguien la observaba. ¿Si realmente es mi hermana y me vino a buscar? Ella murió antes de nacer, el día que la sacaron del vientre de mi mamá, ya estaba muerta. Hoy como hace 20 años.
2
Ellos están aquí, hay dos frente a mí, uno justo delante de mi cara y el otro está a su costado derecho; estoy acostada y los puedo ver. Tengo miedo, sé que me quieren hacer daño, no entiendo cómo es que están aquí si antes no podían entrar a mi cuarto. Ahora no sé a dónde ir, estoy aterrada y lo único que deseo es no verlos, pero es imposible no notar su presencia, ellos me están mirando fijamente y los dos tienen un cuchillo en la mano. Tengo miedo.
3
El aire me asfixiaba, abrí la cortina para que entrara el aire fresco que trajo la lluvia al caer. En cuanto la abrí, te vi, no sé quién eras o que hacías ahí; como brisa que refresca entraste como sombra por la ventana. Esa que queda justo en el último piso, y que está en la parte de atrás, por alguna razón sentía que me mirabas, pero no estaba segura, no podía verte; me llamó la curiosidad de saber quién eras. Ya que sólo me mirabas, me miras deseando protegerme, pero sé que no puedes bajar, porque ellos te harían daño.
4
Escuché rasguños en la ventana, ellos están aquí y vienen por mí. Estoy llorando, no me quiero ir, pero si me voy sé que estaré feliz porque la persona más especial en estos últimos meses me está diciendo que me ama. Si me voy, por favor cuídenlo por mí, espero nunca olvidé que lo amé siempre.
Ana Paula Romero Martínez
Preparatoria Regional de Chapala