
13 de julio de 2013
Señor Satanás:
Antes que nada, reciba un cordial saludo de mi parte. Le deseo sinceramente que se encuentre muy bien, ¿o muy mal? En fin, que se encuentre usted como de costumbre, haciendo maldades.
Le escribo para decirle que el demonio que le encargué salió defectuoso, o al menos eso parece. Se la pasa dormido en una esquina del techo de mi cuarto. Las pocas horas que está despierto, se dedica a robar la comida del refrigerador y la alacena, se divierte asustando a mi hermanita por las noches y hasta algunas vecinas se han quejado de que les “jalan las patas” en la madrugada.
Y recuerde usted, mi estimado señor, que cuando lo invoqué yo pedí un demonio malvado, vengativo y cruel, que acabara con los que me molestan en la escuela, con la señora chismosa de la esquina que quién sabe cuánto le inventa a mi mamá sobre mí, que si me vio drogándome, que si me vio peleando, que si hago grafiti con pandilleros. ¡Si casi ni salgo de mi casa! Además, no creo que este demonio inútil sirva para asesinar al maldito que atropelló a mi abuelita.
Por lo anterior le solicito que me cambie al demonio o que me devuelva mi alma. Si necesita comprobante de pago, aún tengo el pentagrama bajo mi alfombra. Espero su pronta respuesta.
Atentamente: Raven.
Ana Ruth Fregoso Gómez
Preparatoria 9