Para Carlos, que se convirtió en poema:
Tu nombre tiene alas porque cada que te veo, vuelo.
Paso por las nubes, hasta tus pies.
Tus ojos son lo único que me mantiene en la tierra.
El viento y yo somos lo mismo
Me convierto en los colores del cielo,
abajo estás tú, admirando las estrellas.
Vivo entre el cielo y el mar,
como un espejo
I
Tienes marcas de la Luna en tu piel,
como un ser divino, caminas hacia el paraíso.
Sobre el agua que te atrapó más de cinco horas,
tu hermana en la tierra te buscaba,
no fue sino hasta después que se enteró
que caíste en la boca del lobo.
II
Ahora nadas entre estrellas,
riéndote de nosotros con nostalgia.
Al final fuiste biólogo marino
imaginaste que eras Pinocho dentro de la ballena,
sólo que tú y tu hermano quedaron presos de la vida
y la muerte, como un ángel sagradamente perverso, los salvó.
Andrea Julieta Navarro Larios
Preparatoria 7