Esta es la historia de un hombre atormentado,
que deja firmes huellas con el peso de su pasado;
escribe todas las noches esperando el plenilunio en su tejado
mientras piensa en todo lo que atrás ha dejado.
La vida misma ya le parece irrelevante,
pues se mantiene en el piso, sin importar las veces que se levante;
no quiere seguir viviendo,
ya todo le recuerda a ella a su lado y sonriendo.
Se la vive oculto, entre obscuridad y misantropía,
desde aquel día hasta ahora sólo ha crecido su apatía;
ha quedado solo, en una habitación lóbrega,
sintiendo la miseria, jugando con su soledad,
intentando opacar su poca felicidad.
Entre tantas cosas, se pierde en su llanto,
diciendo que no volverá a amar tanto;
su convicción está perdida,
se ha creado su muerte aun estando
con vida.
Érik Alejandro Sánchez Calleja
Preparatoria Regional de El Salto