Texto veintiséis

El callejón se divisa lejos,
paradero sin regreso,
jaula del gorrión,
travesía desaventura,
inquisitivo, sin nada en manos.

Sigue caminando el paso,
¿Qué más pueden hacer?,
¿Porque se parte de los amantes amorosos?
Si la meta son estos,
dime cual es el libreto,
cuál es la huella que tengo que perseguir.

Dame la cura a mi enfermedad,
o solo cúrame con amenos un boceto de tu cuerpo,
de tu cuerpo por ser bello,
de tu cuerpo por tener rostro,
de lo vendito perfecto rastro,
y amo tu rostro por tus ojos,
tus ojos los amo
por el dialecto en ellos que aún no comprendo,
también por eso mismo amo las estrellas.

Ha pero te extraño tanto,
tanto como dormir,
en aquellos días inciertos,
tanto como dormir
sabiendo que mi padre muere lentamente,
y que mi madre no es eterna,
te extraño tanto…
Tanto como dormir en aquellos días que vuelven eternos,
alargando el paso desolado.

Eros.
Ya no puedo escribir
mis manos vuelven cenizas,
sálvame eros
sálvame, sálvame,
antes de que tanathos venga por mí…
Eros

Ollin Tonatiuh Ramos Muñoz 
Preparatoria 7