Él llego como el otoño;
recogió cada hoja que cayó.
Quizá se aprovechó de la fragilidad
que sólo él sabía
me consumía.
El invierno
me cubrió con sus capas finas de hielo.
No quedó nada
Me destruyó por completo
pero la primavera me hizo más fuerte,
me llenó de vida
y cuando llegó el verano
él, simplemente, no me reconoció.
Karla Verónica Vargas Ramírez
Preparatoria 12
Publicado en la edición Núm. 12