Eras utopía

Inefable
intenta describir tu corazón sin pájaros
en un trayecto con alas
que empalma
sólo un andén
que terminó en los jamases.

Lo efímero marcó la tarde
cuando vi mis ojos en tus ojos rojos.
Te llevaste mi eternidad
sabiendo que soy duda.

Me encontraste como una orilla sellada y rota
abriste en mí semillas de tiempo
navegaste en mis islas desiertas
te llevaste todos mis muertos.
A cambio de eso
yo te di socorro en un universo inútil
esperé por ti en una involuntaria infancia
y quemé tus huesos con las entrañas de mi razón.

Nunca fuiste ni serás
hecho de la misma espuma
que me entregó a tu caudal

y que ahora,
me alimenta de una carne que no es tuya
una más vacía pero más humana,

de una boca más saciable
más extranjera,

más entraña.

Karla Elizabeth Martínez Cruz
Preparatoria 12
Publicado en la edición Núm. 11