Autocuidado
La adrenalina recorría mi cuerpo entero y a cada respiro aumentaba exponencialmente. Ya te imaginarás: sola, en medio del bosque, a oscuras y al lado de un extraño que se ofreció a darme un raite. Uno nunca se acostumbra a esto.
No pasaron más que unos minutos de que el auto se había detenido, cuando lo volví a poner en marcha. Voy rumbo a casa con mi billetera a punto de estallar, coche nuevo y medio kilo de conciencia más pesada.
Iván Eugenio Ramírez López
Preparatoria Regional de Tecolotlán
Compañía
Entonces, desde que murió mi abuela me quedé con su habitación y me di cuenta que no murió de enfermedad.
Ángel Ramsés Cornejo Santos
Preparatoria 12
Sueños
Y cuando por fin me atreví a soñar, me di cuenta de que la tierra ya cubría mis pensamientos.
César Francisco Hernández Pérez
Preparatoria Regional de Tecolotlán